Capítulo
7
Sylvia POV
Me encontraba andando lo más rápido que podía hacia la sala recreativa. Peter se había quedado en su habitación descansando y yo iba a buscar a Neal, tenía que hablar con él. Cuando llegué a la puerta de la sala y la abrí no me sorprendió encontrarlo tirado en el sofá con la mirada perdida. Ni siquiera se percató de mi presencia.
-Tenemos que hablar- Dije colocándome delante suya.
Neal alzó la vista pero su expresión no cambió.
-¿De qué? ¿De tu amigo el rarito?
-No vas a decir ni una palabra sobre lo que ha sucedido antes.
-¿Qué?- Neal sonaba realmente sorprendido- ¿Estás loca? Tienen que hacerle pruebas y ver qué está mal en su organismo.
-Ni se te ocurra hacer eso, Neal- Mi voz sonó cortante y fría.
-¡Ese tío casi me congela la garganta, Sylvia!- Neal perdió los nervios. Miré a mi alrededor y di gracias a que no hubiera nadie más en la sala.
-No era su intención- Intenté disculpar a Peter- Ha sido…Ha sido…- ¿Qué debía decir? No tenía ni idea de qué había sucedido exactamente.
-Es un bicho raro, Sylvia.
-¡Eh! Vas a mantener la boca cerrada, Neal- Mi voz sonó como una amenaza- Si sabes lo que te conviene, no dirás nada.
-¿Me estás amenazando?
-Tómatelo como quieras.
-¿Y qué pasa si lo hago?- Neal se inclinó hacia delante.
-Le diré a todo el mundo que te sobrepasaste conmigo.
Neal se puso blanco como el mármol.
-Emma y Jeremy no tardarán en corroborar mi versión- Seguí hablando- Y seguro que Peter tampoco.
-No serás capaz…
-Ponme a prueba- Lo reté.
-No tienes ni idea de quién soy, Sylvia Swan.
-Y tú no tienes ni idea de quién soy, Neal Evans- Dije antes de darme media vuelta y marcharme de allí.
Puse rumbo a la habitación de Peter. Emma me había dicho que estaba prohibido que los chicos pisaran las habitaciones de las chicas y viceversa, pero no podía dejar a Peter solo en un momento como ese.
-¡Sylvia!
Me detuve en seco y me giré hacia la voz que me había llamado: Hayley.
-Oh…Hola, Hayley.
-¿Has visto a Peter?
Sentí un nudo en el estómago. ¿Por qué seguía buscándolo?
-Sí.
-¿Dónde está?- Hayley sonaba realmente impaciente.
-Se encuentra mal, Hayley- Resumí la historia- Se fue a su habitación a descansar.
-Oh…-Hayley frunció el ceño, preocupada- ¿Qué le ha pasado?
-Indigestión- Mentí.
-Lo llamaré más tarde para decirle que se mejore- Hayley sonrió y sentí unas ganas de vomitar enormes- Ahora tengo que ir a hacer mi turno en la biblioteca.
-Genial- Sonreí.
-Nos vemos- Agitó la mano a modo de despedida y se perdió por el largo pasillo.
*****************
Cuando llegué a la puerta de Peter, miré a ambos lados del pasillo comprobando que nadie me veía y finalmente toqué varias veces la puerta.
-Soy yo, Peter- Dije sin alzar mucho la voz.
-Pasa- Oí decir a Peter al otro lado de la puerta.
Abrí la puerta y entré. Peter estaba mirándose fijamente al espejo que había en la pared con las manos apoyadas en su escritorio.
-¿Estás mejor?
Peter no desvió la atención del espejo.
-¿Qué me ha pasado?
No supe qué contestarle. Estaba claro que lo que le había sucedido no era normal. Casi había congelado a un chico y sus ojos…Se habían vuelto fríos como el hielo.
-Ven- Me acerqué y cogí a Peter de la mano. Esperé que estuviera helada, pero tenía su temperatura de siempre- Siéntate- Hice que Peter se sentara en la cama y me quedé mirándolo- No tienes que preocuparte más por nada.
-¿Cómo puedes decirme eso?
-Neal no hablará…
-No me refiero a eso- Me interrumpió- Me refiero a que no puedo simplemente olvidar lo que ha pasado, Sysi.
Me quedé pensando mientras fruncía el ceño. Tenía que haber algún motivo por el cual había sucedido eso. Entonces caí en la cuenta de algo…
-¿Por qué estabas tan enfadado?
Peter me miró confundido.
-Tenías a Neal agarrado por el cuello, ¿por qué?
Peter inspiró hondo y desvió la mirada, evitando responder.
-Peter…-Lo insté a que respondiera.
-Me contó lo que pasó ayer en la sala recreativa- Dijo finalmente.
Noté cómo me ruborizaba. No me gustaba Neal y lo odiaba por lo que había hecho el día anterior, pero esperaba que Peter no tuviera que enterarse nunca.
-Fue un acto impulsivo- Dijo encogiéndose de hombros- Sabes que no soy una persona violenta.
-Bueno…-Intenté hacer una broma al recordar momentos en los que Peter se había peleado en nuestro antiguo instituto- Eso de que no eres violento…
-¡Eh!- Peter se quejó, pero conseguí que sonriera por primera vez en las últimas dos horas.
-No tenías que haber hecho eso- Le dije al cabo de un momento.
-¿Perdona?- Peter alzó las cejas, sorprendido- ¿Y dejar que ese tío se fuera tan campante?
Sonreí en agradecimiento.
-No sa…
El sonido de alguien llamando a la puerta hizo que no terminara la frase. Peter se levantó rápidamente de la cama y ambos miramos hacia la puerta, nerviosos.
-¿Y ahora qué?- Pregunté en un susurro.
-Debajo de la cama- Me instó.
Me escondí bajo la cama y observé cómo Peter se dirigía a la puerta y la abría.
-Vincent- Dijo Peter- ¿Qué haces aquí?
-¿Estás ocupado?- Preguntó Vincent aún en el marco de la puerta.
-No.
-¿Puedo pasar?
Peter dudó un momento pero finalmente se apartó de la puerta y Vincent entró.
-¿Qué te trae por aquí?
-Quería informarte sobre el nuevo…
La frase quedó interrumpida por mi estornudo. Cuando estornudé me tapé la boca corriendo. No lo había hecho adrede…
-¿Qué ha sido eso?
Noté el corazón latirme a toda velocidad en el pecho.
-¿El qué?- La voz de Peter sonó inestable.
Seguidamente, Vincent se agachó junto a la cama y…
-Hola, Sylvia.
Noté cómo me ponía roja como un tomate.
-¿Por qué no sales de ahí abajo?- Vincent sonrió y se incorporó.
Salí de debajo de la cama como pude y me incorporé sintiéndome estúpidamente ridícula.
-De acuerdo…-Vincent se encogió de hombros- ¿Quién de vosotros va a explicarme qué está pasando aquí?
Peter y yo nos miramos sin saber qué decir.
-Peter se encontraba mal- Me apresuré a contestar- Vine a ver si se encontraba mejor.
-Sabes que está prohibido que chicas y chicos se mezclen en las habitaciones.
-Lo sé…-Dije sonando arrepentida- Pero es mi amigo, tenía que saber si estaba bien.
-Por esta vez lo dejaré pasar- Vincent nos miró a ambos- Pero que no vuelva a repetirse.
-Entendido- Contestó Peter.
-Después de ti, Sylvia- Me invitó con la mano a que pasara delante de él y saliera de la habitación.
Le dediqué una última mirada a Peter y finalmente crucé el marco de la puerta.
*****************
-Tía, tía, tía.
Alcé la cabeza y vi a Emma llegar corriendo hacia mí.
-¿Es verdad?- Preguntó mientras sonreía y se sentaba en el asiento que había delante de mí. Ahora nos tocaba Economía.
-¿Qué es verdad?- No sabía de lo que estaba hablando.
-Ya sabes- Emma sonrió de manera pillina pero yo seguía sin saber a lo que se refería- Dicen que ayer Vincent te pilló en la habitación de Peter.
Noté cómo me empezaban a arder las mejillas. ¿Cómo era posible que ya se hubiera corrido la voz? Vincent dijo que lo dejaría pasar.
-No…No es lo que parece- La voz me tembló.
-¡Venga ya!- Emma rió- Me alegro de que hayas dejado a ese estúpido de Neal.
-No he dejado a nadie.
-¿Vas a dos bandas?
-¡No! ¡No estoy saliendo con ninguno de los dos!
Emma me miró como si estuviera decepcionada.
-Pues vaya…
-Vaya, siento decepcionarte.
-Es que me parece que Peter y tú hacéis muy buena pareja y…
-Ah, no- La interrumpí- Para, para. Peter y yo somos amigos desde hace cinco años, es como mi hermano.
-¿Y qué?- Emma se encogió de hombros- No sois de la misma sangre, ¿no?
Abrí la boca, sorprendida...No había visto venir ese comentario. Emma se quedó observándome a la espera de una respuesta pero no sabía qué decirle.
-Lo que yo decía- Dijo antes de levantarse y dirigirse a su sitio en la clase.
Sylvia POV
Me encontraba andando lo más rápido que podía hacia la sala recreativa. Peter se había quedado en su habitación descansando y yo iba a buscar a Neal, tenía que hablar con él. Cuando llegué a la puerta de la sala y la abrí no me sorprendió encontrarlo tirado en el sofá con la mirada perdida. Ni siquiera se percató de mi presencia.
-Tenemos que hablar- Dije colocándome delante suya.
Neal alzó la vista pero su expresión no cambió.
-¿De qué? ¿De tu amigo el rarito?
-No vas a decir ni una palabra sobre lo que ha sucedido antes.
-¿Qué?- Neal sonaba realmente sorprendido- ¿Estás loca? Tienen que hacerle pruebas y ver qué está mal en su organismo.
-Ni se te ocurra hacer eso, Neal- Mi voz sonó cortante y fría.
-¡Ese tío casi me congela la garganta, Sylvia!- Neal perdió los nervios. Miré a mi alrededor y di gracias a que no hubiera nadie más en la sala.
-No era su intención- Intenté disculpar a Peter- Ha sido…Ha sido…- ¿Qué debía decir? No tenía ni idea de qué había sucedido exactamente.
-Es un bicho raro, Sylvia.
-¡Eh! Vas a mantener la boca cerrada, Neal- Mi voz sonó como una amenaza- Si sabes lo que te conviene, no dirás nada.
-¿Me estás amenazando?
-Tómatelo como quieras.
-¿Y qué pasa si lo hago?- Neal se inclinó hacia delante.
-Le diré a todo el mundo que te sobrepasaste conmigo.
Neal se puso blanco como el mármol.
-Emma y Jeremy no tardarán en corroborar mi versión- Seguí hablando- Y seguro que Peter tampoco.
-No serás capaz…
-Ponme a prueba- Lo reté.
-No tienes ni idea de quién soy, Sylvia Swan.
-Y tú no tienes ni idea de quién soy, Neal Evans- Dije antes de darme media vuelta y marcharme de allí.
Puse rumbo a la habitación de Peter. Emma me había dicho que estaba prohibido que los chicos pisaran las habitaciones de las chicas y viceversa, pero no podía dejar a Peter solo en un momento como ese.
-¡Sylvia!
Me detuve en seco y me giré hacia la voz que me había llamado: Hayley.
-Oh…Hola, Hayley.
-¿Has visto a Peter?
Sentí un nudo en el estómago. ¿Por qué seguía buscándolo?
-Sí.
-¿Dónde está?- Hayley sonaba realmente impaciente.
-Se encuentra mal, Hayley- Resumí la historia- Se fue a su habitación a descansar.
-Oh…-Hayley frunció el ceño, preocupada- ¿Qué le ha pasado?
-Indigestión- Mentí.
-Lo llamaré más tarde para decirle que se mejore- Hayley sonrió y sentí unas ganas de vomitar enormes- Ahora tengo que ir a hacer mi turno en la biblioteca.
-Genial- Sonreí.
-Nos vemos- Agitó la mano a modo de despedida y se perdió por el largo pasillo.
*****************
Cuando llegué a la puerta de Peter, miré a ambos lados del pasillo comprobando que nadie me veía y finalmente toqué varias veces la puerta.
-Soy yo, Peter- Dije sin alzar mucho la voz.
-Pasa- Oí decir a Peter al otro lado de la puerta.
Abrí la puerta y entré. Peter estaba mirándose fijamente al espejo que había en la pared con las manos apoyadas en su escritorio.
-¿Estás mejor?
Peter no desvió la atención del espejo.
-¿Qué me ha pasado?
No supe qué contestarle. Estaba claro que lo que le había sucedido no era normal. Casi había congelado a un chico y sus ojos…Se habían vuelto fríos como el hielo.
-Ven- Me acerqué y cogí a Peter de la mano. Esperé que estuviera helada, pero tenía su temperatura de siempre- Siéntate- Hice que Peter se sentara en la cama y me quedé mirándolo- No tienes que preocuparte más por nada.
-¿Cómo puedes decirme eso?
-Neal no hablará…
-No me refiero a eso- Me interrumpió- Me refiero a que no puedo simplemente olvidar lo que ha pasado, Sysi.
Me quedé pensando mientras fruncía el ceño. Tenía que haber algún motivo por el cual había sucedido eso. Entonces caí en la cuenta de algo…
-¿Por qué estabas tan enfadado?
Peter me miró confundido.
-Tenías a Neal agarrado por el cuello, ¿por qué?
Peter inspiró hondo y desvió la mirada, evitando responder.
-Peter…-Lo insté a que respondiera.
-Me contó lo que pasó ayer en la sala recreativa- Dijo finalmente.
Noté cómo me ruborizaba. No me gustaba Neal y lo odiaba por lo que había hecho el día anterior, pero esperaba que Peter no tuviera que enterarse nunca.
-Fue un acto impulsivo- Dijo encogiéndose de hombros- Sabes que no soy una persona violenta.
-Bueno…-Intenté hacer una broma al recordar momentos en los que Peter se había peleado en nuestro antiguo instituto- Eso de que no eres violento…
-¡Eh!- Peter se quejó, pero conseguí que sonriera por primera vez en las últimas dos horas.
-No tenías que haber hecho eso- Le dije al cabo de un momento.
-¿Perdona?- Peter alzó las cejas, sorprendido- ¿Y dejar que ese tío se fuera tan campante?
Sonreí en agradecimiento.
-No sa…
El sonido de alguien llamando a la puerta hizo que no terminara la frase. Peter se levantó rápidamente de la cama y ambos miramos hacia la puerta, nerviosos.
-¿Y ahora qué?- Pregunté en un susurro.
-Debajo de la cama- Me instó.
Me escondí bajo la cama y observé cómo Peter se dirigía a la puerta y la abría.
-Vincent- Dijo Peter- ¿Qué haces aquí?
-¿Estás ocupado?- Preguntó Vincent aún en el marco de la puerta.
-No.
-¿Puedo pasar?
Peter dudó un momento pero finalmente se apartó de la puerta y Vincent entró.
-¿Qué te trae por aquí?
-Quería informarte sobre el nuevo…
La frase quedó interrumpida por mi estornudo. Cuando estornudé me tapé la boca corriendo. No lo había hecho adrede…
-¿Qué ha sido eso?
Noté el corazón latirme a toda velocidad en el pecho.
-¿El qué?- La voz de Peter sonó inestable.
Seguidamente, Vincent se agachó junto a la cama y…
-Hola, Sylvia.
Noté cómo me ponía roja como un tomate.
-¿Por qué no sales de ahí abajo?- Vincent sonrió y se incorporó.
Salí de debajo de la cama como pude y me incorporé sintiéndome estúpidamente ridícula.
-De acuerdo…-Vincent se encogió de hombros- ¿Quién de vosotros va a explicarme qué está pasando aquí?
Peter y yo nos miramos sin saber qué decir.
-Peter se encontraba mal- Me apresuré a contestar- Vine a ver si se encontraba mejor.
-Sabes que está prohibido que chicas y chicos se mezclen en las habitaciones.
-Lo sé…-Dije sonando arrepentida- Pero es mi amigo, tenía que saber si estaba bien.
-Por esta vez lo dejaré pasar- Vincent nos miró a ambos- Pero que no vuelva a repetirse.
-Entendido- Contestó Peter.
-Después de ti, Sylvia- Me invitó con la mano a que pasara delante de él y saliera de la habitación.
Le dediqué una última mirada a Peter y finalmente crucé el marco de la puerta.
*****************
-Tía, tía, tía.
Alcé la cabeza y vi a Emma llegar corriendo hacia mí.
-¿Es verdad?- Preguntó mientras sonreía y se sentaba en el asiento que había delante de mí. Ahora nos tocaba Economía.
-¿Qué es verdad?- No sabía de lo que estaba hablando.
-Ya sabes- Emma sonrió de manera pillina pero yo seguía sin saber a lo que se refería- Dicen que ayer Vincent te pilló en la habitación de Peter.
Noté cómo me empezaban a arder las mejillas. ¿Cómo era posible que ya se hubiera corrido la voz? Vincent dijo que lo dejaría pasar.
-No…No es lo que parece- La voz me tembló.
-¡Venga ya!- Emma rió- Me alegro de que hayas dejado a ese estúpido de Neal.
-No he dejado a nadie.
-¿Vas a dos bandas?
-¡No! ¡No estoy saliendo con ninguno de los dos!
Emma me miró como si estuviera decepcionada.
-Pues vaya…
-Vaya, siento decepcionarte.
-Es que me parece que Peter y tú hacéis muy buena pareja y…
-Ah, no- La interrumpí- Para, para. Peter y yo somos amigos desde hace cinco años, es como mi hermano.
-¿Y qué?- Emma se encogió de hombros- No sois de la misma sangre, ¿no?
Abrí la boca, sorprendida...No había visto venir ese comentario. Emma se quedó observándome a la espera de una respuesta pero no sabía qué decirle.
-Lo que yo decía- Dijo antes de levantarse y dirigirse a su sitio en la clase.