Capítulo
5
Sylvia POV
-Vaya, parece que sí se estaba desahogando- Comentó Neal detrás de mí- Pero de otra manera.
Me acerqué a Peter y a Hayley.
-Peter- Lo llamé.
Peter se giró y me miró como si nada.
-Ah, hola Sylvia.
-¿Hola Sylvia?- Encarné las cejas, sorprendida- Creía que lo estabas pasando mal- Le di un pequeño puñetazo en el hombro.
-¡Ay!- Se quejó- Y era cierto, pero me he encontrado con Hayley y nos hemos puesto hablar.
-Hola, Hayley- La saludé dándome cuenta de que no la había saludado.
Hayley me saludó con la mano.
-Puedes volver dentro, Sylvia- Me dijo Peter- Ahora voy.
Ese tono tan cortante conmigo me dejó totalmente en shock, pero hice lo que me dijo. Si algo tenía era orgullo y no pensaba perderlo ni siquiera por Peter. Entré corriendo en la clase sin hacerle caso a Neal y me senté en un asiento totalmente alejado del de Peter. Neal se sentó a mi lado.
-Parece que tu amigo no está de muy buen humor.
-Se llama Peter- Dije cortante- Y por mí se puede ir al cuerno.
Neal se echó a reír y justo en ese momento entró Peter seguido de Hayley.
-Déjame tu móvil- Me dijo tendiendo la mano.
-¿Qué?- ¿Por qué quería mi móvil?
-Voy a grabarte mi número- Se encogió de hombros- Por si quieres hablar o quedar.
-¿Quedar?- Me resultó irónico que sugiriera que quedáramos cuando estábamos encerrados en un instituto.
-Bueno, aquí tenemos zona recreativa también.
-¿Zona recreativa?
Neal sonrió y me revolvió el pelo con la mano de manera cariñosa.
-Es tu segundo día aquí, Swan, ya aprenderás.
*****************
Estaba en la biblioteca haciendo los deberes de Economía cuando alguien entró en la estancia. Esperé que fuera Peter que venía a disculparse, pero cuando alcé la cabeza, la persona que vi no era Peter en absoluto.
-Pero qué aplicada eres- La voz de Mandy sonó tan cortante como esa misma mañana.
-¿Vienes a fastidiar?- No tenía ganas de tonterías.
Mandy me miró abriendo mucho los ojos.
-¿Por qué tan borde?
-Suelo comportarme así con gente insoportable- Sabía que no era buena idea enfrentarme a Mandy, pero estaba de mal humor y no podía evitarlo.
-¿Disculpa?
-Mandy, cielo, ¿qué haces?
Ambas miramos a la nueva persona que acababa de entrar. Era un chico bastante alto y rubio. Llevaba una sonrisa de suficiencia dibujada en la cara y al llegar hasta nosotras rodeó a Mandy por la cintura con el brazo.
-Tú eres Sylvia, ¿verdad?
Empezaba a cansarme de que todo el mundo me dijera eso.
-Sí, ¿y tú eres…?
El chico soltó una pequeña risita.
-Vaya, no se anda con tonterías- Comentó- Me llamo Matt Stewart- Se presentó- Mucho gusto.
-Nada de mucho gusto- Interrumpió Mandy.
En ese momento vi a Hayley entrar en la biblioteca y colocarse detrás del mostrador. Una parte de mí quería levantarse e ir a saludarla, pero otra parte de mí se negaba a hacerlo. Aún no le perdonaba a Peter que hubiera sido capaz de hablar amablemente con ella y conmigo no. Yo era su mejor amiga, no ella.
-¿Qué miras?- Mandy siguió el recorrido de mi mirada- ¿Hayley? ¿La bibliotecaria? ¿Qué pasa con ella?
-¿Y a ti qué te importa?- Estaba empezando a hartarme de Mandy.
-Uhh…-Matt rió por lo bajo.
-¿Por qué no te vas a molestar a otra persona, Mandy?
Mandy me miró con claro odio en su mirada.
-Nena, vamos a la zona recreativa. Estoy aburrido- Matt le dio un beso en el cuello a Mandy y ésta sonrió como una tonta.
-De acuerdo.
Dicho esto, ambos se fueron tal y como habían llegado.
Cerré el libro de Economía de golpe y apoyé mi cabeza encima de la mesa. El día no estaba yendo nada bien…
-¿Cansada?
Alcé la cabeza y me encontré con Neal, que me miraba sonriente.
-Mucho- Respondí incorporándome.
-¿Te importa si me siento?
-Para nada.
Neal se sentó enfrente de mí y se quedó mirándome.
-¿Qué?- Pregunté al ver que no decía nada.
-Nada, ¿no puedo mirarte?
Desvié la mirada, nerviosa. Neal parecía un buen chico, había sido la persona más amable conmigo desde que llegué al instituto, incluso más que Peter.
-Oye, ¿te gustaría despejarte un poco y venir a tomar un café conmigo?
-¿A la zona recreativa?- Pregunté recordando el momento en que Neal la mencionó.
Neal soltó una pequeña risita.
-Exacto- Contestó.
-No sé…Es que quería ponerme al día con Economía- Dije señalando el libro.
-Hm…Si quieres luego te puedo ayudar, soy bastante bueno en Economía.
Lo miré con la boca abierta.
-¿Qué?
-Eres un bicho raro- Dije sin poder evitarlo.
Neal se echó a reír y se levantó guardando mi libro dentro de la mochila.
-Vamos.
*****************
-El capuccino de la máquina es el mejor que hay- Neal se sentó a mi lado en el sofá que había en la zona recreativa y me dio mi capuccino.
-Gracias- Contesté dándole un pequeño sorbo al capuccino.
-¿Qué te parece el lugar?
-Es mejor de lo que me pensaba- Y era cierto, parecía una especie de salita sacada de una serie de estudiantes. Tenía de todo: una televisión, un gran sofá, tres sillones, dos mesas, una tabla de billar…- Mucho mejor.
-Bueno…Cuéntame algo sobre ti.
Me puse tensa. No quería hablar de mi vida.
-No hay mucho que contar- Mi voz sonó más cortante de lo que pretendí.
-Mi vida también es bastante aburrida- Dijo- Cuando tenía doce años me secuestraron.
Lo miré con los ojos muy abiertos.
-Tranquila- Se encogió de hombros- Mis padres pagaron el rescate y volví a casa sano y salvo- Frunció el ceño al recordar algo que no le gustó- Aunque me dejó secuelas emocionales.
Abrí la boca dispuesta a decirle algo, pero en ese momento, la puerta se abrió y entró Emma en la estancia seguida de un chico que no conocí. Al vernos se quedó quieta muy sorprendida.
-¿Sylvia?
-Hola, Emma- La saludé.
-¿Qué haces aquí?- Su mirada pasó de mí a Neal y luego de vuelta a mí.
-La he invitado a tomar un capuccino- Contestó Neal por mí.
-No me digas…-Noté cierta ironía en la voz de Emma.
-¿Ya has cambiado a Carrie por la nueva, Neal?- El chico que acompañaba a Emma fue el que habló.
-Déjate de tonterías, Jeremy- El tono de Neal fue cortante.
-Sylvia, él es Jeremy- Dijo Emma señalando al chico- Mi novio.
-Oh…Encantada- Dije.
Jeremy me saludó inclinando la cabeza. Era media cabeza más alto que Emma. Tenía el pelo de color rubio y le llegaba un poco por debajo de las orejas. Sus ojos eran de un azul intenso.
-Hemos venido aquí porque este es el lugar al que suelen venir las parejas- Continuó hablando Emma.
-¿Qué?- ¿Las parejas? Miré a Neal, pero él seguía mirando a Emma, divertido.
-No dejes que Emma te asuste, Sylvia- Me dijo Neal- Es una peliculera.
-¿Ah, sí?- Emma se cruzó de brazos- Deja a la pobre chica en paz, Neal.
-No le estoy haciendo nada, Emma- Contestó el interpelado.
-Vamos, Em- Dijo Jeremy- Vayamos a otro lugar.
Emma me dedicó una mirada con una pizca de… ¿Compasión? Y seguidamente ambos se marcharon de allí.
-¿Es cierto eso que ha di…?
No terminé la frase, porque de pronto Neal se había lanzado sobre mí y me estaba besando. Lo empujé con fuerza separándolo de mí y me limpié la boca. Neal me miró con los ojos muy abiertos mientras mi mano se dirigía hacia su cara y le daba una bofetada.
-¡¿Qué mierda te pasa?!- Grité mientras dejaba la taza encima de la mesa de un golpe y me marchaba de allí.
Sylvia POV
-Vaya, parece que sí se estaba desahogando- Comentó Neal detrás de mí- Pero de otra manera.
Me acerqué a Peter y a Hayley.
-Peter- Lo llamé.
Peter se giró y me miró como si nada.
-Ah, hola Sylvia.
-¿Hola Sylvia?- Encarné las cejas, sorprendida- Creía que lo estabas pasando mal- Le di un pequeño puñetazo en el hombro.
-¡Ay!- Se quejó- Y era cierto, pero me he encontrado con Hayley y nos hemos puesto hablar.
-Hola, Hayley- La saludé dándome cuenta de que no la había saludado.
Hayley me saludó con la mano.
-Puedes volver dentro, Sylvia- Me dijo Peter- Ahora voy.
Ese tono tan cortante conmigo me dejó totalmente en shock, pero hice lo que me dijo. Si algo tenía era orgullo y no pensaba perderlo ni siquiera por Peter. Entré corriendo en la clase sin hacerle caso a Neal y me senté en un asiento totalmente alejado del de Peter. Neal se sentó a mi lado.
-Parece que tu amigo no está de muy buen humor.
-Se llama Peter- Dije cortante- Y por mí se puede ir al cuerno.
Neal se echó a reír y justo en ese momento entró Peter seguido de Hayley.
-Déjame tu móvil- Me dijo tendiendo la mano.
-¿Qué?- ¿Por qué quería mi móvil?
-Voy a grabarte mi número- Se encogió de hombros- Por si quieres hablar o quedar.
-¿Quedar?- Me resultó irónico que sugiriera que quedáramos cuando estábamos encerrados en un instituto.
-Bueno, aquí tenemos zona recreativa también.
-¿Zona recreativa?
Neal sonrió y me revolvió el pelo con la mano de manera cariñosa.
-Es tu segundo día aquí, Swan, ya aprenderás.
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Estaba en la biblioteca haciendo los deberes de Economía cuando alguien entró en la estancia. Esperé que fuera Peter que venía a disculparse, pero cuando alcé la cabeza, la persona que vi no era Peter en absoluto.
-Pero qué aplicada eres- La voz de Mandy sonó tan cortante como esa misma mañana.
-¿Vienes a fastidiar?- No tenía ganas de tonterías.
Mandy me miró abriendo mucho los ojos.
-¿Por qué tan borde?
-Suelo comportarme así con gente insoportable- Sabía que no era buena idea enfrentarme a Mandy, pero estaba de mal humor y no podía evitarlo.
-¿Disculpa?
-Mandy, cielo, ¿qué haces?
Ambas miramos a la nueva persona que acababa de entrar. Era un chico bastante alto y rubio. Llevaba una sonrisa de suficiencia dibujada en la cara y al llegar hasta nosotras rodeó a Mandy por la cintura con el brazo.
-Tú eres Sylvia, ¿verdad?
Empezaba a cansarme de que todo el mundo me dijera eso.
-Sí, ¿y tú eres…?
El chico soltó una pequeña risita.
-Vaya, no se anda con tonterías- Comentó- Me llamo Matt Stewart- Se presentó- Mucho gusto.
-Nada de mucho gusto- Interrumpió Mandy.
En ese momento vi a Hayley entrar en la biblioteca y colocarse detrás del mostrador. Una parte de mí quería levantarse e ir a saludarla, pero otra parte de mí se negaba a hacerlo. Aún no le perdonaba a Peter que hubiera sido capaz de hablar amablemente con ella y conmigo no. Yo era su mejor amiga, no ella.
-¿Qué miras?- Mandy siguió el recorrido de mi mirada- ¿Hayley? ¿La bibliotecaria? ¿Qué pasa con ella?
-¿Y a ti qué te importa?- Estaba empezando a hartarme de Mandy.
-Uhh…-Matt rió por lo bajo.
-¿Por qué no te vas a molestar a otra persona, Mandy?
Mandy me miró con claro odio en su mirada.
-Nena, vamos a la zona recreativa. Estoy aburrido- Matt le dio un beso en el cuello a Mandy y ésta sonrió como una tonta.
-De acuerdo.
Dicho esto, ambos se fueron tal y como habían llegado.
Cerré el libro de Economía de golpe y apoyé mi cabeza encima de la mesa. El día no estaba yendo nada bien…
-¿Cansada?
Alcé la cabeza y me encontré con Neal, que me miraba sonriente.
-Mucho- Respondí incorporándome.
-¿Te importa si me siento?
-Para nada.
Neal se sentó enfrente de mí y se quedó mirándome.
-¿Qué?- Pregunté al ver que no decía nada.
-Nada, ¿no puedo mirarte?
Desvié la mirada, nerviosa. Neal parecía un buen chico, había sido la persona más amable conmigo desde que llegué al instituto, incluso más que Peter.
-Oye, ¿te gustaría despejarte un poco y venir a tomar un café conmigo?
-¿A la zona recreativa?- Pregunté recordando el momento en que Neal la mencionó.
Neal soltó una pequeña risita.
-Exacto- Contestó.
-No sé…Es que quería ponerme al día con Economía- Dije señalando el libro.
-Hm…Si quieres luego te puedo ayudar, soy bastante bueno en Economía.
Lo miré con la boca abierta.
-¿Qué?
-Eres un bicho raro- Dije sin poder evitarlo.
Neal se echó a reír y se levantó guardando mi libro dentro de la mochila.
-Vamos.
*****************
-El capuccino de la máquina es el mejor que hay- Neal se sentó a mi lado en el sofá que había en la zona recreativa y me dio mi capuccino.
-Gracias- Contesté dándole un pequeño sorbo al capuccino.
-¿Qué te parece el lugar?
-Es mejor de lo que me pensaba- Y era cierto, parecía una especie de salita sacada de una serie de estudiantes. Tenía de todo: una televisión, un gran sofá, tres sillones, dos mesas, una tabla de billar…- Mucho mejor.
-Bueno…Cuéntame algo sobre ti.
Me puse tensa. No quería hablar de mi vida.
-No hay mucho que contar- Mi voz sonó más cortante de lo que pretendí.
-Mi vida también es bastante aburrida- Dijo- Cuando tenía doce años me secuestraron.
Lo miré con los ojos muy abiertos.
-Tranquila- Se encogió de hombros- Mis padres pagaron el rescate y volví a casa sano y salvo- Frunció el ceño al recordar algo que no le gustó- Aunque me dejó secuelas emocionales.
Abrí la boca dispuesta a decirle algo, pero en ese momento, la puerta se abrió y entró Emma en la estancia seguida de un chico que no conocí. Al vernos se quedó quieta muy sorprendida.
-¿Sylvia?
-Hola, Emma- La saludé.
-¿Qué haces aquí?- Su mirada pasó de mí a Neal y luego de vuelta a mí.
-La he invitado a tomar un capuccino- Contestó Neal por mí.
-No me digas…-Noté cierta ironía en la voz de Emma.
-¿Ya has cambiado a Carrie por la nueva, Neal?- El chico que acompañaba a Emma fue el que habló.
-Déjate de tonterías, Jeremy- El tono de Neal fue cortante.
-Sylvia, él es Jeremy- Dijo Emma señalando al chico- Mi novio.
-Oh…Encantada- Dije.
Jeremy me saludó inclinando la cabeza. Era media cabeza más alto que Emma. Tenía el pelo de color rubio y le llegaba un poco por debajo de las orejas. Sus ojos eran de un azul intenso.
-Hemos venido aquí porque este es el lugar al que suelen venir las parejas- Continuó hablando Emma.
-¿Qué?- ¿Las parejas? Miré a Neal, pero él seguía mirando a Emma, divertido.
-No dejes que Emma te asuste, Sylvia- Me dijo Neal- Es una peliculera.
-¿Ah, sí?- Emma se cruzó de brazos- Deja a la pobre chica en paz, Neal.
-No le estoy haciendo nada, Emma- Contestó el interpelado.
-Vamos, Em- Dijo Jeremy- Vayamos a otro lugar.
Emma me dedicó una mirada con una pizca de… ¿Compasión? Y seguidamente ambos se marcharon de allí.
-¿Es cierto eso que ha di…?
No terminé la frase, porque de pronto Neal se había lanzado sobre mí y me estaba besando. Lo empujé con fuerza separándolo de mí y me limpié la boca. Neal me miró con los ojos muy abiertos mientras mi mano se dirigía hacia su cara y le daba una bofetada.
-¡¿Qué mierda te pasa?!- Grité mientras dejaba la taza encima de la mesa de un golpe y me marchaba de allí.