Capítulo
20
Sylvia POV
¿Cuánto tiempo llevaba Peter escuchándonos? Lo miré sin saber qué decir ni hacer. Quería correr hacia él y abrazarlo, saber si estaba bien o no, quería saber si mi mejor amigo, mi…mi novio estaba bien. Pero la dureza de su mirada me había dejado parada en el sitio, sabía que no iba dirigida a mí, pero aún así me impactó bastante.
-Peter…-Para mi sorpresa no fue el señor Keller el que habló, sino Sarah.
-Tú no eres la persona más indicada para hablarme- La voz de Peter sonaba realmente enfurecida y dolorida.
-¡Peter!-Le riñó el señor Keller.
-Peter nada. ¿Por qué le hacéis esto?- Evitó mirarme- ¿Por qué aprovecháis la mínima excusa para intentar que todo esto acabe convertido en un caos?
-Precisamente queremos evitar eso- Su padre bajó el tono de voz.
-¿Y no habéis pensado que quizá el desencadenante de esa “profecía” sea todo este circo que montáis?- Hizo comillas con los dedos en “profecía”
El señor Keller se tapó la cara con la mano en un intento de tranquilizarse. Miré a Sarah, tenía la cabeza gacha y las manos ocultas en los bolsillos de la sudadera color violeta que llevaba.
-Peter, no estás del todo recuperado- La enfermera del centro se colocó en la puerta junto a Peter- Vuelve dentro- Agarró con delicadeza a Peter del brazo intentando que volviera a la estancia.
-Quiero hablar con Sylvia- Dijo dirigiendo su mirada a mí.
La enfermera asintió en mi dirección y yo me dirigí hacia ellos, notando la mirada del señor Keller sobre mi nuca.
Cuando entramos, la enfermera cerró la puerta. Aún me sorprendía saber que todas las personas que trabajan en ese centro estuvieran al corriente de lo que sucedía.
-Voy a por algo para que comas- Dijo la enfermera antes de salir por otra puerta que conectaba con otra habitación.
Peter se sentó en la cama y me hizo un gesto con la mano para que me sentara a su lado.
-¿Cómo estás?- Me preguntó.
-¿Qué cómo estoy?- No daba crédito a lo que oía- ¿Estás loco?
-¿Qué?- Peter frunció el entrecejo, confundido.
-La pregunta es ¿cómo estás tú?
Peter sonrió de medio lado, triste. Odiaba ese tipo de sonrisas, quería verlo sonreír ampliamente, como sólo él sabía.
-Bien…-Algo en su tono de voz me hizo saber que había algo más.
-Peter…
Peter resopló, ambos nos conocíamos demasiado bien.
-Ha sido…extraño- Confesó al cabo de unos segundos- Sólo era consciente de que estaba muy enfadado, pero no veía nada más. No me daba cuenta de que tú o mi padre estabais ahí, simplemente algo dentro de mí me decía que debía dejar salir todo el dolor y la ira al exterior…- Hizo una pausa- Luego noté un fuerte dolor en el pecho, era como si algo me oprimiera el corazón…
Sus palabras me estaban provocando escalofríos.
-Eh, tranquila- Peter alzó la mano y me acarició la mejilla, sentí un montón de descargas eléctricas recorrerme el cuerpo- Ahora estoy bien.
-Tenemos que aprender a controlar esto- Dije cubriendo su mano con la mía- No quiero que te vuelva a pasar esto- Tenía un nudo en la garganta, pero no iba a llorar.
Peter me atrajo hacia él y me abrazó con fuerza. Apoyé la cabeza en su hombro e inhalé hondo, olía a él…A Peter, simplemente su esencia y eso me encantaba.
-Prométeme que no te separarás de mí- Dijo contra mi pelo.
-Te lo prometo.
**************
Emma POV
-¿Y dices que Hayley está enfadada?- Me preguntó Jeremy.
Ambos estábamos sentados en la sala recreativa, donde no había nadie más en ese momento, cosa que me extrañó bastante. Era sábado.
-Sí- Me encogí de hombros- Nunca había visto a Hayley enfadada, ya sabes cómo es.
-Lo sé- Jeremy me pasó el brazo por los hombros y me atrajo más hacia él en aquel amplio sofá.
-Te quiero- Dije mirándolo.
Jeremy me miró extrañado.
-¿Y eso a qué viene?- Dijo sonriendo.
Me encogí de hombros, ni yo misma lo sabía. Simplemente había algo dentro de mí que no me daba buena espina y que me decía que tenía que aprovechar al máximo el tiempo que estuviera con Jeremy.
-Yo también te quiero, cielo- Dijo antes de darme un beso en la frente.
-Odio tanto empalago.
Jeremy yo dirigimos la mirada hacia la puerta, hacia la voz que había hablado: Neal.
-¿Qué haces aquí, Neal?- La voz de Jeremy denotaba tensión.
-Estaba buscando a Sylvia- Se encogió de hombros- Ya sabes, esperaba encontrarla aquí con el estúpido de Peter.
-Pues ya ves que no están así que…-Lo invité con la mano a que se marchara.
Neal me miró entrecerrando los ojos y sonrió.
-Estamos en el mismo bando, Emma- Dijo- Deberías ser más amable.
¿Amable? Me entraron ganas de reír (más que nada para no levantarme y darle un guantazo en condiciones).
-Neal- Jeremy se levantó del sofá y miró a Neal, era media cabeza más alta que él- Piérdete.
-¿O qué harás, machito?
-Por favor- Jeremy soltó una pequeña risita- ¿Ya te has cansado de buscarle la boca a Peter y ahora vienes a provocarme a mí? No funcionará, princesa.
No pude evitar sonreír ante ese “princesa”. La expresión de Neal se oscureció, no le había hecho gracia.
-De acuerdo- Dijo finalmente retirándose de Jeremy y marchándose a la vez que yo me llevaba la mano inconscientemente a la cicatriz de mi ceja.
*****************
Sylvia POV
Me dirigía a mi habitación tras haber dejado a Peter dormido en la enfermería. Cuando había salido no me había encontrado ni con Sarah ni con el señor Keller, cosa que agradecí. Noté algo vibrarme en el bolsillo, era el móvil. Lo saqué y vi tres llamadas perdidas de mis padres. Marqué el número de mi madre y esperé tres tonos antes de que contestara.
-¿Mamá?
-Hola, Sylvia- Sonó la voz de mi madre al otro lado del teléfono- ¿Por qué no contestabas?
-Tenía el móvil en silencio, lo siento. ¿Qué ocurre?
-Queríamos saber a qué hora teníamos que ir a recogerte.
-¿Qué?- ¿De qué estaba hablando?
-Ya nos ha llamado Sarah.
Dejó la frase en el aire, como si yo entendiera de lo que estaba hablando. Justo en ese momento llegué a la puerta de mi habitación.
-¿Y qué pasa?- ¿Por qué había llamado Sarah a mis padres?
-Nos ha hablado de la semana de vacaciones que tendréis debido a las reformas que van a hacer en el centro.
-¡¿Qué qué?!- Cerré la puerta de un portazo sin ser consciente.
-Sylvia, ¿va todo bien?
-¿Cómo que una semana de vacaciones? ¿De dónde te sacas eso?
-Tu directora me lo ha dicho, cariño- Mi madre sonaba confundida- Llamó hace media hora más o menos.
No dije nada. Tenía un montón de pensamientos en mi cabeza: ¿Por qué había hecho eso Sarah? ¿Podría tratarse de una artimaña para separarme de Peter? ¿Qué pasaría con mi poder? ¡No sabía controlarlo! Y justo en ese momento notaba un fuerte calor en el estómago… Cerré los ojos e intenté calmarme.
-¿Va todo bien?
-Sí, mamá- Dije aún con los ojos cerrados- Tengo que ir a hablar con Sarah, luego te llamo.
No esperé a que mi madre se despidiera, colgué el teléfono y salí de mi habitación hecha una furia. Justo cuando giré la esquina del pasillo me encontré con Neal apoyado en la pared.
-Vaya, a ti te estaba buscando, españolita- Dijo mientras sonreía.
No lo había visto desde la noche anterior y no esperaba encontrármelo tan pronto y menos en ese momento en el que estaba tan cabreada.
-No tengo tiempo, Neal, estoy ocupada.
-¿De verdad tienes tan poca vergüenza?
Lo miré sin decir nada.
-Me dejas tirado en la fiesta y te besuqueas con ese imbécil delante de mis narices- Dio un paso hacia mí- Y ahora me dices que estás ocupada.
-Neal, lo siento, de verdad- De verdad que lamentaba haberlo tratado así, pero en ese momento no tenía tiempo de hablar- Y estaré encantada de aclarar esto contigo pero en otro momento, ahora mismo no puedo- Pasé por su lado dispuesta a marcharme.
Entonces Neal me agarró del brazo y me obligó a girarme, pero la sorpresa fue mayor cuando noté su boca sobre la mía. ¿Qué narices hacía? Lo empujé con todas mis fuerzas, pero Neal me pegó más a él y comenzó a andar hasta que mi espalda estuvo apoyada contra la pared y no tuve espacio para huir. Empecé a golpearlo en el pecho, pero Neal era demasiado fuerte. Necesitaba ayuda, no podía hacer nada. Intenté concentrarme en mi poder, tener ese don debía tener algún tipo de ventaja ¿no? Noté el cosquilleo del fuego comenzar a chisporrotear en la boca de mi estómago y lo centré en la persona que tenía delante de mí. Coloqué ambas manos en la cabeza de Neal y llevé toda mi furia hacia las manos. Neal se retiró un poco ahogando un grito de dolor, sabía que lo había quemado, pero me daba igual.
-Eres un hijo de puta- Dije en español, pero la expresión en la cara de Neal me demostró que me había entendido.
-¿Crees que eso me va a parar, Sylvia? Ahora estás cansada, no estás acostumbrada a usar tu poder- Sonrió- Sólo hay que mirarte.
Me llevé la mano a la nariz y noté un hilo de sangre. No…
-Ven, yo te limpio- Neal se acercó a mí y yo comencé a correr por el pasillo, ¿dónde estaba todo el mundo?
Neal no tardó en alcanzarme. Me cogió de la muñeca, a pesar de mis forcejeos, y me volvió a estampar contra la pared. Pasó su dedo pulgar por mi nariz y me limpió la sangre.
-Así mejor- Sonrió y quise quemarle la cara, quise que ardiera hasta que no quedara nada de él. Me sorprendí a mí misma ante ese pensamiento, pero pronto no pude pensar más porque su boca volvía a estar sobre la mía.
Pataleé como una posesa. Intenté volver a quemarlo, pero apenas tenía fuerzas. ¿Por qué no había nadie allí? Pero justo cuando noté que la lengua de Neal intentaba abrirse paso por mi boca, saqué fuerzas de dónde no creía que tendría. Alcé la pierna derecha con todas mis fuerzas y lo golpeé con fuerza en sus partes. Neal se dobló de dolor sobre sí mismo y yo cerré el puño con fuerza para golpearle la nariz, que comenzó a sangrar instantáneamente. Neal cayó al suelo y se agarró la nariz con fuerza mientras soltaba un grito de dolor. Yo lo miré, quería decirle tantas cosas, pero ninguna bonita. Al final opté por seguir mi camino sin más. No se merecía ni un segundo más de mi tiempo.
Sylvia POV
¿Cuánto tiempo llevaba Peter escuchándonos? Lo miré sin saber qué decir ni hacer. Quería correr hacia él y abrazarlo, saber si estaba bien o no, quería saber si mi mejor amigo, mi…mi novio estaba bien. Pero la dureza de su mirada me había dejado parada en el sitio, sabía que no iba dirigida a mí, pero aún así me impactó bastante.
-Peter…-Para mi sorpresa no fue el señor Keller el que habló, sino Sarah.
-Tú no eres la persona más indicada para hablarme- La voz de Peter sonaba realmente enfurecida y dolorida.
-¡Peter!-Le riñó el señor Keller.
-Peter nada. ¿Por qué le hacéis esto?- Evitó mirarme- ¿Por qué aprovecháis la mínima excusa para intentar que todo esto acabe convertido en un caos?
-Precisamente queremos evitar eso- Su padre bajó el tono de voz.
-¿Y no habéis pensado que quizá el desencadenante de esa “profecía” sea todo este circo que montáis?- Hizo comillas con los dedos en “profecía”
El señor Keller se tapó la cara con la mano en un intento de tranquilizarse. Miré a Sarah, tenía la cabeza gacha y las manos ocultas en los bolsillos de la sudadera color violeta que llevaba.
-Peter, no estás del todo recuperado- La enfermera del centro se colocó en la puerta junto a Peter- Vuelve dentro- Agarró con delicadeza a Peter del brazo intentando que volviera a la estancia.
-Quiero hablar con Sylvia- Dijo dirigiendo su mirada a mí.
La enfermera asintió en mi dirección y yo me dirigí hacia ellos, notando la mirada del señor Keller sobre mi nuca.
Cuando entramos, la enfermera cerró la puerta. Aún me sorprendía saber que todas las personas que trabajan en ese centro estuvieran al corriente de lo que sucedía.
-Voy a por algo para que comas- Dijo la enfermera antes de salir por otra puerta que conectaba con otra habitación.
Peter se sentó en la cama y me hizo un gesto con la mano para que me sentara a su lado.
-¿Cómo estás?- Me preguntó.
-¿Qué cómo estoy?- No daba crédito a lo que oía- ¿Estás loco?
-¿Qué?- Peter frunció el entrecejo, confundido.
-La pregunta es ¿cómo estás tú?
Peter sonrió de medio lado, triste. Odiaba ese tipo de sonrisas, quería verlo sonreír ampliamente, como sólo él sabía.
-Bien…-Algo en su tono de voz me hizo saber que había algo más.
-Peter…
Peter resopló, ambos nos conocíamos demasiado bien.
-Ha sido…extraño- Confesó al cabo de unos segundos- Sólo era consciente de que estaba muy enfadado, pero no veía nada más. No me daba cuenta de que tú o mi padre estabais ahí, simplemente algo dentro de mí me decía que debía dejar salir todo el dolor y la ira al exterior…- Hizo una pausa- Luego noté un fuerte dolor en el pecho, era como si algo me oprimiera el corazón…
Sus palabras me estaban provocando escalofríos.
-Eh, tranquila- Peter alzó la mano y me acarició la mejilla, sentí un montón de descargas eléctricas recorrerme el cuerpo- Ahora estoy bien.
-Tenemos que aprender a controlar esto- Dije cubriendo su mano con la mía- No quiero que te vuelva a pasar esto- Tenía un nudo en la garganta, pero no iba a llorar.
Peter me atrajo hacia él y me abrazó con fuerza. Apoyé la cabeza en su hombro e inhalé hondo, olía a él…A Peter, simplemente su esencia y eso me encantaba.
-Prométeme que no te separarás de mí- Dijo contra mi pelo.
-Te lo prometo.
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Emma POV
-¿Y dices que Hayley está enfadada?- Me preguntó Jeremy.
Ambos estábamos sentados en la sala recreativa, donde no había nadie más en ese momento, cosa que me extrañó bastante. Era sábado.
-Sí- Me encogí de hombros- Nunca había visto a Hayley enfadada, ya sabes cómo es.
-Lo sé- Jeremy me pasó el brazo por los hombros y me atrajo más hacia él en aquel amplio sofá.
-Te quiero- Dije mirándolo.
Jeremy me miró extrañado.
-¿Y eso a qué viene?- Dijo sonriendo.
Me encogí de hombros, ni yo misma lo sabía. Simplemente había algo dentro de mí que no me daba buena espina y que me decía que tenía que aprovechar al máximo el tiempo que estuviera con Jeremy.
-Yo también te quiero, cielo- Dijo antes de darme un beso en la frente.
-Odio tanto empalago.
Jeremy yo dirigimos la mirada hacia la puerta, hacia la voz que había hablado: Neal.
-¿Qué haces aquí, Neal?- La voz de Jeremy denotaba tensión.
-Estaba buscando a Sylvia- Se encogió de hombros- Ya sabes, esperaba encontrarla aquí con el estúpido de Peter.
-Pues ya ves que no están así que…-Lo invité con la mano a que se marchara.
Neal me miró entrecerrando los ojos y sonrió.
-Estamos en el mismo bando, Emma- Dijo- Deberías ser más amable.
¿Amable? Me entraron ganas de reír (más que nada para no levantarme y darle un guantazo en condiciones).
-Neal- Jeremy se levantó del sofá y miró a Neal, era media cabeza más alta que él- Piérdete.
-¿O qué harás, machito?
-Por favor- Jeremy soltó una pequeña risita- ¿Ya te has cansado de buscarle la boca a Peter y ahora vienes a provocarme a mí? No funcionará, princesa.
No pude evitar sonreír ante ese “princesa”. La expresión de Neal se oscureció, no le había hecho gracia.
-De acuerdo- Dijo finalmente retirándose de Jeremy y marchándose a la vez que yo me llevaba la mano inconscientemente a la cicatriz de mi ceja.
*****************
Sylvia POV
Me dirigía a mi habitación tras haber dejado a Peter dormido en la enfermería. Cuando había salido no me había encontrado ni con Sarah ni con el señor Keller, cosa que agradecí. Noté algo vibrarme en el bolsillo, era el móvil. Lo saqué y vi tres llamadas perdidas de mis padres. Marqué el número de mi madre y esperé tres tonos antes de que contestara.
-¿Mamá?
-Hola, Sylvia- Sonó la voz de mi madre al otro lado del teléfono- ¿Por qué no contestabas?
-Tenía el móvil en silencio, lo siento. ¿Qué ocurre?
-Queríamos saber a qué hora teníamos que ir a recogerte.
-¿Qué?- ¿De qué estaba hablando?
-Ya nos ha llamado Sarah.
Dejó la frase en el aire, como si yo entendiera de lo que estaba hablando. Justo en ese momento llegué a la puerta de mi habitación.
-¿Y qué pasa?- ¿Por qué había llamado Sarah a mis padres?
-Nos ha hablado de la semana de vacaciones que tendréis debido a las reformas que van a hacer en el centro.
-¡¿Qué qué?!- Cerré la puerta de un portazo sin ser consciente.
-Sylvia, ¿va todo bien?
-¿Cómo que una semana de vacaciones? ¿De dónde te sacas eso?
-Tu directora me lo ha dicho, cariño- Mi madre sonaba confundida- Llamó hace media hora más o menos.
No dije nada. Tenía un montón de pensamientos en mi cabeza: ¿Por qué había hecho eso Sarah? ¿Podría tratarse de una artimaña para separarme de Peter? ¿Qué pasaría con mi poder? ¡No sabía controlarlo! Y justo en ese momento notaba un fuerte calor en el estómago… Cerré los ojos e intenté calmarme.
-¿Va todo bien?
-Sí, mamá- Dije aún con los ojos cerrados- Tengo que ir a hablar con Sarah, luego te llamo.
No esperé a que mi madre se despidiera, colgué el teléfono y salí de mi habitación hecha una furia. Justo cuando giré la esquina del pasillo me encontré con Neal apoyado en la pared.
-Vaya, a ti te estaba buscando, españolita- Dijo mientras sonreía.
No lo había visto desde la noche anterior y no esperaba encontrármelo tan pronto y menos en ese momento en el que estaba tan cabreada.
-No tengo tiempo, Neal, estoy ocupada.
-¿De verdad tienes tan poca vergüenza?
Lo miré sin decir nada.
-Me dejas tirado en la fiesta y te besuqueas con ese imbécil delante de mis narices- Dio un paso hacia mí- Y ahora me dices que estás ocupada.
-Neal, lo siento, de verdad- De verdad que lamentaba haberlo tratado así, pero en ese momento no tenía tiempo de hablar- Y estaré encantada de aclarar esto contigo pero en otro momento, ahora mismo no puedo- Pasé por su lado dispuesta a marcharme.
Entonces Neal me agarró del brazo y me obligó a girarme, pero la sorpresa fue mayor cuando noté su boca sobre la mía. ¿Qué narices hacía? Lo empujé con todas mis fuerzas, pero Neal me pegó más a él y comenzó a andar hasta que mi espalda estuvo apoyada contra la pared y no tuve espacio para huir. Empecé a golpearlo en el pecho, pero Neal era demasiado fuerte. Necesitaba ayuda, no podía hacer nada. Intenté concentrarme en mi poder, tener ese don debía tener algún tipo de ventaja ¿no? Noté el cosquilleo del fuego comenzar a chisporrotear en la boca de mi estómago y lo centré en la persona que tenía delante de mí. Coloqué ambas manos en la cabeza de Neal y llevé toda mi furia hacia las manos. Neal se retiró un poco ahogando un grito de dolor, sabía que lo había quemado, pero me daba igual.
-Eres un hijo de puta- Dije en español, pero la expresión en la cara de Neal me demostró que me había entendido.
-¿Crees que eso me va a parar, Sylvia? Ahora estás cansada, no estás acostumbrada a usar tu poder- Sonrió- Sólo hay que mirarte.
Me llevé la mano a la nariz y noté un hilo de sangre. No…
-Ven, yo te limpio- Neal se acercó a mí y yo comencé a correr por el pasillo, ¿dónde estaba todo el mundo?
Neal no tardó en alcanzarme. Me cogió de la muñeca, a pesar de mis forcejeos, y me volvió a estampar contra la pared. Pasó su dedo pulgar por mi nariz y me limpió la sangre.
-Así mejor- Sonrió y quise quemarle la cara, quise que ardiera hasta que no quedara nada de él. Me sorprendí a mí misma ante ese pensamiento, pero pronto no pude pensar más porque su boca volvía a estar sobre la mía.
Pataleé como una posesa. Intenté volver a quemarlo, pero apenas tenía fuerzas. ¿Por qué no había nadie allí? Pero justo cuando noté que la lengua de Neal intentaba abrirse paso por mi boca, saqué fuerzas de dónde no creía que tendría. Alcé la pierna derecha con todas mis fuerzas y lo golpeé con fuerza en sus partes. Neal se dobló de dolor sobre sí mismo y yo cerré el puño con fuerza para golpearle la nariz, que comenzó a sangrar instantáneamente. Neal cayó al suelo y se agarró la nariz con fuerza mientras soltaba un grito de dolor. Yo lo miré, quería decirle tantas cosas, pero ninguna bonita. Al final opté por seguir mi camino sin más. No se merecía ni un segundo más de mi tiempo.