Capítulo
18
Sylvia POV
-¿Tú?- Peter estaba atónito, y la verdad era que yo también.
-Peter, sé que es difícil de creer- Empezó a decir el señor Keller.
-¿Por qué no me dijiste nada de esto antes?
-Porque tenías que descubrirlo por ti mismo- El padre de Peter hablaba con voz pausada y calmada.
-En esta ocasión- Empezó a hablar Sarah mientras se levantaba de su asiento y se acercaba a nosotros- El líder de los hielo es el descendiente directo del antecesor.
-No me lo puedo creer…-Peter miró hacia otro lado.
-¿Usted…-Empecé a preguntar- sabía que yo también era parte de esto?
El señor Keller asintió con tristeza.
-Por eso no me hacía demasiada gracia que los dos pasarais tanto tiempo juntos- Comentó- Porque temía que os pasara lo mismo que me sucedió a mí.
Sentí un nudo en el estómago y vi cómo Peter cambiaba el peso de un pie a otro, nervioso.
-¿Saben mis padres…?
-No- El señor Keller no me dejó acabar la pregunta- No saben nada.
-¿Qué haces aquí?- Preguntó Peter.
-Como ya te dije, Peter- Fue Sarah la que empezó a hablar- El hielo es mucho más difícil de controlar que el fuego, tu padre lo consiguió.
-Y yo voy a ayudarte a ti- Terminó el señor Keller.
-Edward- Era la primera vez que Sarah lo llamaba por su nombre- Peter aún está muy fresco, sólo ha usado su poder para la elección.
Sobreentendí que con “elección” se refería a la elección de grupos.
-Sylvia tampoco lo ha utilizado después- Siguió hablando- Necesitan más práctica.
-No tenemos ninguna referencia para Sylvia- Comentó el señor Keller.
-Bueno, siempre está Victoria…-Sugirió Sarah.
-¡No!- Se apresuró a decir el padre de Peter- No se sabe nada de ella desde aquel día, y no sería buena idea que estuviera cerca de la chica, ya sabemos cómo era.
No entendía nada y no me gustaba no entender nada.
-Sylvia podrá controlarlo sola, es una chica fuerte, te lo digo yo- El señor Keller me miró y sonrió.
-Eso espero- Dijo Sarah.
-Pero para poder enseñarlos a utilizar sus poderes al cien por cien, necesitamos que se realice la unión de poderes- El señor Keller hablaba con Sarah como si Peter y yo no estuviéramos allí.
*****************
Peter POV
Sylvia y yo estábamos en el césped de la entrada al centro. Mi padre y Sarah nos habían pedido que nos marcháramos mientras ellos terminaban de hablar unos asuntos.
-Todo esto es muy raro- Dije mientras pensaba en lo sucedido- ¿Cómo puede ser mi padre el chico hielo del que hablaba Sarah?
Sylvia se encogió de hombros.
-¿Sabría mi madre la verdad?- Esa pregunta la formulé sin ser apenas consciente.
-No sé, Peter- Sylvia suspiró- Creo que lo mejor es que no te comas la cabeza.
-¿Y si mi madre era…esa tal Victoria?
-¡Ay, ya está bien!- Sylvia se giró para mirarme- ¿Qué tengo que hacer para que dejes de rayarte de esa manera?
-Dudo que puedas hacer nada…-Dije sinceramente mientras bajaba la cabeza.
Sylvia colocó su mano bajo mi barbilla y alzó mi cabeza, y cuando lo hizo me encontré con sus labios sobre los míos. Ese contacto todavía me parecía un sueño, algo irreal. Sylvia se separó y sonrió.
-Puede que algo sí que puedas hacer- Comenté mientras la cogía por la cintura y me tendía en la hierba, de manera que ella quedó sobre mí- No sé qué haría si no estuvieras aquí.
-Nada bueno, seguro- Dijo bromeando.
Solté una risa y acerqué mi boca a la suya. No tenía ni punto de comparación besar a alguien que sólo te atrae con besar a alguien a quién quieres, y de eso estaba seguro. Cada vez que tocaba a Sylvia sentía un millón de pequeñas descargas eléctricas recorrerme de arriba abajo, era tan chiquitita, tan delicada, aunque sabía que de delicada tenía poco, ¡menudo genio manejaba la señorita! Sylvia apoyó su cabeza en mi pecho y yo le acaricié el pelo.
Sylvia POV
Allí tendida recordé las palabras de Emma y Mandy en la cafetería apenas una hora antes. “¿Es bueno en la cama?” Me sonrojé tan sólo de recordarlo. Pero entonces recordé algo, Peter no podía estar en una relación sin una cosa esencial para él, y eso me preocupó un poco.
-¿Sí?- Inquirió Peter y entonces fui consciente de que lo había llamado en voz alta.
-Eh…
-¿Qué pasa?
Alcé la cabeza para mirarlo. Venga, Sylvia, con confianza, lo conoces como si lo hubieras parido tú misma.
-Peter, ¿desde cuándo no…?- Me daba vergüenza decirlo en voz alta- Ya sabes…
Peter me miró desconcertado.
-Haces…-Me aclaré la garganta- Ya sabes…
-Sysi, ¿por qué te has puesto roja?
Hundí la cabeza en el hueco de su cuello avergonzada, era patética.
-¿Qué pasa?- Peter estaba desconcertado.
Me armé de valor y volví a mirarlo.
-¿Desde cuándo no te acuestas con una chica?
Peter me miró con los ojos muy abiertos. Sin duda eso lo había pillado por sorpresa.
-¿Qué?- Sonaba realmente perplejo.
-Olvídalo- Dije volviendo a apoyar mi cabeza en su pecho.
-¿Por qué me has preguntado eso?
-Por nada- Mentí.
-Sylvia…
Sabía que no me serviría de nada ocultarlo, me conocía demasiado bien.
-Porque todas tus relaciones pasadas se han basado en eso- Confesé sinceramente mientras me alzaba para mirarlo- Y yo no creo que esté preparada para…
-Entonces te dejo- Me interrumpió.
Yo lo miré con la boca abierta. No me esperaba esa respuesta así tan de golpe. De pronto, Peter comenzó a reírse a carcajadas. ¿Qué le pasaba ahora?
-Ay, Sysi- Peter paró de reírse un momento- ¿De verdad piensas que estoy contigo por eso?
Me sentí ridícula. Era un imbécil, ¿cómo podía haberme gastado una broma así?
-Eres un idiota- Dije mientras le daba un golpe en el hombro.
-¡Ay!- Se quejó- Vamos, Swan- Dijo intentando suavizar mi cabreo- Yo jamás voy a hacer nada que tú no quieras, deberías saberlo mejor que nadie.
-Pero tú siempre…
-Yo no quería a esas chicas- Me interrumpió- Simplemente esperaba el momento en el que tú me hicieras caso.
Me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Para ser feliz sólo necesito saber que me quieres- Cerró los ojos y alzó su cabeza para pegar su nariz a la mía.
Yo también cerré los ojos e inhalé su aroma.
-Te quiero- Le dije antes de darle un beso.
-Pero, ¿qué es esto?
Peter y yo nos separamos corriendo al oír la voz de su padre. ¡Mierda!
Peter POV
¿Qué coño hacía mi padre allí? ¿No estaba hablando con Sarah?
-¿Qué haces aquí?- Pregunté mientras Sylvia y yo nos incorporábamos.
-Venía a hablar contigo, pero no esperaba encontrarme esto.
Vi que Sylvia se había puesto roja como un tomate.
-¡Esto era precisamente lo que quería evitar!- Mi padre gritó.
-Papá…- Intenté calmarlo.
-¡Esto no puede pasar, hijo!- Mi padre estaba enfurecido- ¡¿Es que no sabes lo que me pasó a mí con Victoria?!
-¡Por Dios, papá! ¡Conoces a Sylvia desde hace casi más de cinco años!
-¡Eso no quita nada! ¡Os haréis daño! ¡O más bien, tú se lo harás a mi hijo!- Dijo dirigiéndose a Sylvia.
Ah, no, eso sí que no lo iba a permitir.
-¡Déjala en paz, papá!
-¡¿No veis que esto es imposible?!
-¡Que tu relación con Victoria fallara no significa nada!- Grité.
-Peter, ya está bien- Sylvia intentó calmarme, pero yo estaba muy lejos de hacerlo.
-¡¿No sabéis la profecía?! ¡Tendréis que luchar!
-¡No pienso luchar con ella! ¡Nadie escribe mi destino!- Estaba cada vez más alterado.
-¡Victoria y yo también pensábamos que podríamos vencer a todos y a todo!
-¡¿Sabes?! ¡Cada vez estoy más seguro de que ella es mi madre!
-¡No seas ridículo, Peter!
-¡¿Por qué no?! ¡Nunca hablas de mi madre, me dijiste que murió cuando nací pero ahora no creo que sea así!
-¡Victoria no es tu madre, Peter!
-¡Pero está viva, ¿a que sí?!
-¡SÍ!- La situación cada vez iba adquiriendo otro nivel y era consciente de que Sylvia se removía inquieta a mi lado.
-¡¿Y entonces quién narices es?!
-¡Peter, ya basta!- Gritó más alto que yo.
-¡Que me digas quién narices es!
-¡Sarah!- Prácticamente chilló.
Sylvia POV
-¿Tú?- Peter estaba atónito, y la verdad era que yo también.
-Peter, sé que es difícil de creer- Empezó a decir el señor Keller.
-¿Por qué no me dijiste nada de esto antes?
-Porque tenías que descubrirlo por ti mismo- El padre de Peter hablaba con voz pausada y calmada.
-En esta ocasión- Empezó a hablar Sarah mientras se levantaba de su asiento y se acercaba a nosotros- El líder de los hielo es el descendiente directo del antecesor.
-No me lo puedo creer…-Peter miró hacia otro lado.
-¿Usted…-Empecé a preguntar- sabía que yo también era parte de esto?
El señor Keller asintió con tristeza.
-Por eso no me hacía demasiada gracia que los dos pasarais tanto tiempo juntos- Comentó- Porque temía que os pasara lo mismo que me sucedió a mí.
Sentí un nudo en el estómago y vi cómo Peter cambiaba el peso de un pie a otro, nervioso.
-¿Saben mis padres…?
-No- El señor Keller no me dejó acabar la pregunta- No saben nada.
-¿Qué haces aquí?- Preguntó Peter.
-Como ya te dije, Peter- Fue Sarah la que empezó a hablar- El hielo es mucho más difícil de controlar que el fuego, tu padre lo consiguió.
-Y yo voy a ayudarte a ti- Terminó el señor Keller.
-Edward- Era la primera vez que Sarah lo llamaba por su nombre- Peter aún está muy fresco, sólo ha usado su poder para la elección.
Sobreentendí que con “elección” se refería a la elección de grupos.
-Sylvia tampoco lo ha utilizado después- Siguió hablando- Necesitan más práctica.
-No tenemos ninguna referencia para Sylvia- Comentó el señor Keller.
-Bueno, siempre está Victoria…-Sugirió Sarah.
-¡No!- Se apresuró a decir el padre de Peter- No se sabe nada de ella desde aquel día, y no sería buena idea que estuviera cerca de la chica, ya sabemos cómo era.
No entendía nada y no me gustaba no entender nada.
-Sylvia podrá controlarlo sola, es una chica fuerte, te lo digo yo- El señor Keller me miró y sonrió.
-Eso espero- Dijo Sarah.
-Pero para poder enseñarlos a utilizar sus poderes al cien por cien, necesitamos que se realice la unión de poderes- El señor Keller hablaba con Sarah como si Peter y yo no estuviéramos allí.
*****************
Peter POV
Sylvia y yo estábamos en el césped de la entrada al centro. Mi padre y Sarah nos habían pedido que nos marcháramos mientras ellos terminaban de hablar unos asuntos.
-Todo esto es muy raro- Dije mientras pensaba en lo sucedido- ¿Cómo puede ser mi padre el chico hielo del que hablaba Sarah?
Sylvia se encogió de hombros.
-¿Sabría mi madre la verdad?- Esa pregunta la formulé sin ser apenas consciente.
-No sé, Peter- Sylvia suspiró- Creo que lo mejor es que no te comas la cabeza.
-¿Y si mi madre era…esa tal Victoria?
-¡Ay, ya está bien!- Sylvia se giró para mirarme- ¿Qué tengo que hacer para que dejes de rayarte de esa manera?
-Dudo que puedas hacer nada…-Dije sinceramente mientras bajaba la cabeza.
Sylvia colocó su mano bajo mi barbilla y alzó mi cabeza, y cuando lo hizo me encontré con sus labios sobre los míos. Ese contacto todavía me parecía un sueño, algo irreal. Sylvia se separó y sonrió.
-Puede que algo sí que puedas hacer- Comenté mientras la cogía por la cintura y me tendía en la hierba, de manera que ella quedó sobre mí- No sé qué haría si no estuvieras aquí.
-Nada bueno, seguro- Dijo bromeando.
Solté una risa y acerqué mi boca a la suya. No tenía ni punto de comparación besar a alguien que sólo te atrae con besar a alguien a quién quieres, y de eso estaba seguro. Cada vez que tocaba a Sylvia sentía un millón de pequeñas descargas eléctricas recorrerme de arriba abajo, era tan chiquitita, tan delicada, aunque sabía que de delicada tenía poco, ¡menudo genio manejaba la señorita! Sylvia apoyó su cabeza en mi pecho y yo le acaricié el pelo.
Sylvia POV
Allí tendida recordé las palabras de Emma y Mandy en la cafetería apenas una hora antes. “¿Es bueno en la cama?” Me sonrojé tan sólo de recordarlo. Pero entonces recordé algo, Peter no podía estar en una relación sin una cosa esencial para él, y eso me preocupó un poco.
-¿Sí?- Inquirió Peter y entonces fui consciente de que lo había llamado en voz alta.
-Eh…
-¿Qué pasa?
Alcé la cabeza para mirarlo. Venga, Sylvia, con confianza, lo conoces como si lo hubieras parido tú misma.
-Peter, ¿desde cuándo no…?- Me daba vergüenza decirlo en voz alta- Ya sabes…
Peter me miró desconcertado.
-Haces…-Me aclaré la garganta- Ya sabes…
-Sysi, ¿por qué te has puesto roja?
Hundí la cabeza en el hueco de su cuello avergonzada, era patética.
-¿Qué pasa?- Peter estaba desconcertado.
Me armé de valor y volví a mirarlo.
-¿Desde cuándo no te acuestas con una chica?
Peter me miró con los ojos muy abiertos. Sin duda eso lo había pillado por sorpresa.
-¿Qué?- Sonaba realmente perplejo.
-Olvídalo- Dije volviendo a apoyar mi cabeza en su pecho.
-¿Por qué me has preguntado eso?
-Por nada- Mentí.
-Sylvia…
Sabía que no me serviría de nada ocultarlo, me conocía demasiado bien.
-Porque todas tus relaciones pasadas se han basado en eso- Confesé sinceramente mientras me alzaba para mirarlo- Y yo no creo que esté preparada para…
-Entonces te dejo- Me interrumpió.
Yo lo miré con la boca abierta. No me esperaba esa respuesta así tan de golpe. De pronto, Peter comenzó a reírse a carcajadas. ¿Qué le pasaba ahora?
-Ay, Sysi- Peter paró de reírse un momento- ¿De verdad piensas que estoy contigo por eso?
Me sentí ridícula. Era un imbécil, ¿cómo podía haberme gastado una broma así?
-Eres un idiota- Dije mientras le daba un golpe en el hombro.
-¡Ay!- Se quejó- Vamos, Swan- Dijo intentando suavizar mi cabreo- Yo jamás voy a hacer nada que tú no quieras, deberías saberlo mejor que nadie.
-Pero tú siempre…
-Yo no quería a esas chicas- Me interrumpió- Simplemente esperaba el momento en el que tú me hicieras caso.
Me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Para ser feliz sólo necesito saber que me quieres- Cerró los ojos y alzó su cabeza para pegar su nariz a la mía.
Yo también cerré los ojos e inhalé su aroma.
-Te quiero- Le dije antes de darle un beso.
-Pero, ¿qué es esto?
Peter y yo nos separamos corriendo al oír la voz de su padre. ¡Mierda!
Peter POV
¿Qué coño hacía mi padre allí? ¿No estaba hablando con Sarah?
-¿Qué haces aquí?- Pregunté mientras Sylvia y yo nos incorporábamos.
-Venía a hablar contigo, pero no esperaba encontrarme esto.
Vi que Sylvia se había puesto roja como un tomate.
-¡Esto era precisamente lo que quería evitar!- Mi padre gritó.
-Papá…- Intenté calmarlo.
-¡Esto no puede pasar, hijo!- Mi padre estaba enfurecido- ¡¿Es que no sabes lo que me pasó a mí con Victoria?!
-¡Por Dios, papá! ¡Conoces a Sylvia desde hace casi más de cinco años!
-¡Eso no quita nada! ¡Os haréis daño! ¡O más bien, tú se lo harás a mi hijo!- Dijo dirigiéndose a Sylvia.
Ah, no, eso sí que no lo iba a permitir.
-¡Déjala en paz, papá!
-¡¿No veis que esto es imposible?!
-¡Que tu relación con Victoria fallara no significa nada!- Grité.
-Peter, ya está bien- Sylvia intentó calmarme, pero yo estaba muy lejos de hacerlo.
-¡¿No sabéis la profecía?! ¡Tendréis que luchar!
-¡No pienso luchar con ella! ¡Nadie escribe mi destino!- Estaba cada vez más alterado.
-¡Victoria y yo también pensábamos que podríamos vencer a todos y a todo!
-¡¿Sabes?! ¡Cada vez estoy más seguro de que ella es mi madre!
-¡No seas ridículo, Peter!
-¡¿Por qué no?! ¡Nunca hablas de mi madre, me dijiste que murió cuando nací pero ahora no creo que sea así!
-¡Victoria no es tu madre, Peter!
-¡Pero está viva, ¿a que sí?!
-¡SÍ!- La situación cada vez iba adquiriendo otro nivel y era consciente de que Sylvia se removía inquieta a mi lado.
-¡¿Y entonces quién narices es?!
-¡Peter, ya basta!- Gritó más alto que yo.
-¡Que me digas quién narices es!
-¡Sarah!- Prácticamente chilló.