Capítulo
16
Sylvia POV
Volví a la fiesta acompañada de Emma. Ésta me había arreglado un poco el estropicio que había causado con mi maquillaje al llorar y ahora estaba más o menos presentable. No tardé en localizar a Peter, estaba sentado en una mesa con Hayley y ambos estaban bebiendo un vaso de Coca Cola, noté otra punzada en el estómago al ver a Hayley reír ante un comentario de Peter, pero cuando éste me vio, se puso en pie dispuesto a acercarse a mí y yo noté cómo el corazón comenzaba a latirme a mil por hora.
-¿Dónde estabas?- Neal se puso delante de mí, impidiendo que viera a Peter.
-Con Emma, hemos ido a dar una vuelta- Dije, nerviosa.
-Bueno, ya estás aquí y eres toda para mí- Me cogió de la mano- Vamos a bailar.
-No tengo muchas ganas de bailar, Neal.
-Oh, vamos, no seas así de sosa- Neal comenzó a bailar al ritmo de una canción House y yo no tuve más remedio que seguirlo de alguna manera.
Cuando la canción cambió, la reconocí como un cover de “Can’t fight this feeling anymore”, la cantaban un chico y una chica.
-Vaya, una lenta- Comentó Neal.
-¿Te importa que te la robe un momento?- Era Peter el que había hablado.
-¿No tienes tu pareja, Keller?
-Está cansada- Dijo Peter- Y necesito hablar con Sylvia.
Neal me miró y yo asentí casi inmediatamente.
-Estaré por ahí si necesitas algo- Dijo antes de marcharse.
Peter se colocó delante de mí y en sus ojos vi un atisbo de arrepentimiento y dolor.
-¿Puedo…?- Empezó a decir Peter mientras dudaba si colocar sus manos en mi cintura o no.
-Oh, sí, sí- Contesté, nerviosa.
Peter colocó ambas manos en mi cintura y yo pasé mis brazos alrededor de su cuello. ¿Por qué de buenas a primeras me sentía tan nerviosa con él? ¿Por qué sentía que el corazón se me iba a salir por la boca? ¿Era por el hecho de que sospechara que estaba enamorado de mí? ¿O quizá porque me había besado? No, era por algo más y no sabía el qué…
-Siento mucho lo de antes, Sylvia- Se disculpó.
-No pasa nada- Dije sinceramente.
Peter me miró sorprendido.
-Teníamos unas copas de más y no pensábamos con claridad- Intenté disculpar nuestro comportamiento de antes- Olvidémoslo, ¿vale?
Peter asintió.
What started out as a friendship has grown stronger
I only wish I had the strength to let it show
Vaya con la letrita…
-Siento lo del otro día- Me disculpé.
-Yo también- Peter sonrió de medio lado, fue una sonrisa triste que me rompió el corazón.
-¿No deberías volver con Hayley?- No quería hacer esa pregunta, pero me salió sola.
-No- Peter negó con la cabeza, su mirada seguía fija en la mía- Estoy justo donde quiero estar.
¡Ay, Dios! ¡Ay, Dios! Eso había sido una declaración en toda regla. El corazón me latía cada vez más rápido y temí que Peter pudiera escucharlo. Agradecí que fuera de noche y que no pudiera ver los colores que me estaban ardiendo en las mejillas.
And even as I wander, I’m keeping you in sight
You’re a candle in the window on a cold, dark winter's night
-Me gusta mucho esta canción- Comenté.
-Lo sé- Peter seguía mirándome y yo no podía apartar la vista de sus ojos azules- Una pena que no sea Neal el que esté aquí, ¿no?
And I’m getting closer than I ever thought I might
¡Cuánta razón tenía la letra!
-No…-Contesté sinceramente.
Peter y yo nos miramos durante unos segundos que se me hicieron eternos. En ese momento sólo existíamos él y yo y fue ahí cuando me di cuenta de que estaba total y perdidamente enamorada de Peter, ¡de Peter! ¡De mi mejor amigo! Había sido una imbécil y una inmadura al intentar negarlo todo ese tiempo. Cuando quise darme cuenta, Peter se había inclinado hacia mí poco a poco, supuse que para darme tiempo a retirarme, y nuestras bocas estaban apenas a milímetros de distancia. Pero yo no quería retirarme, ni tampoco quería que él lo hiciera. Cerré los ojos y Peter cubrió aquella pequeña distancia que nos separaba. Nuestros labios volvieron a encontrarse, pero esta vez fue muy diferente a la anterior. Ahora no era un beso desesperado ni salvaje ni nada por el estilo. Ahora era un beso tierno y dulce lleno de amor. Sí, amor. Porque yo amaba a Peter con toda mi alma, ¡cómo no iba a amarlo! Lo llevaba queriendo desde que nos conocimos, sólo que no había habido nada que me hubiera hecho abrir los ojos hasta que llegamos a este centro.
Peter colocó una de sus manos en el hueco de mi cuello y me pegó más a él. Era consciente de que todos nos estaban mirando, pero me importaba un bledo. Noté que me temblaban las piernas, me agarré con más fuerza al cuello de Peter para evitar caerme. No pude evitar pensar que Hayley tenía razón, Peter besaba de maravilla. Cuando finalmente nos separamos porque necesitábamos respirar, ambos sonreímos.
-¿Esto también ha sido por las copas de más?- Me preguntó Peter, divertido.
-No- Contesté riendo.
-Te quiero- Me dijo mirándome a los ojos- Siempre te he querido.
-Lo sé.
-¿Lo sabes?- Peter alzó una ceja, sorprendido.
Asentí sonriendo como una tonta.
-Y tengo algo que decirte- Dije.
Peter me miró esperando que hablara. Me puse de puntillas y le dije al oído:
-Yo también te quiero.
Peter sonrió ampliamente, una de esas sonrisas que tanto me gustaban de él y yo sonreí con él.
-Eh, tío, pero ¿qué te pasa?- Neal se había acercado a nosotros, especialmente a Peter.
Pero Peter pareció no notar su presencia, seguía mirándome.
-Te he dicho que ¿qué te pasa?
Peter le dio un pequeño empujoncito a Neal y volvió a besarme. No pude evitar sonreír y noté cómo él sonrió también.
-¡Esto es alucinante!- Exclamó Neal.
-¡Chicos!- Oí la voz de Matt por encima de las demás- ¡Idos a una habitación!
Peter y yo nos separamos riéndonos.
-Vamos a hablar- Dijo Peter.
-Sí- Asentí.
Peter me cogió de la mano y puso rumbo al mismo lugar en el que habíamos estado antes. A nuestro paso me encontré con Mandy y con Emma. Emma estaba ¿secándose las lágrimas? Y sonreía como una tonta, mientras que Mandy hizo un comentario que me sacó una risotada:
-¡Hagamos el amor, no la guerra!
Cuando llegamos al mismo lugar de antes, abrí la boca dispuesta a hablar, pero Peter me calló con un beso. De fondo oía la canción de Alejandro Ferández, “Hoy tengo ganas de ti”. Ya ves que tenía ganas de él… jejejeje.
-Creía que íbamos a hablar- Dije separándome un poco de él.
-¿No lo estamos haciendo ya?- Dijo divertido antes de volver su atención a mis labios.
Me dolían los pies con los tacones, así que, sin dejar de besar a Peter, me deshice de ellos y bajé de estatura por lo menos diez centímetros. Peter se echó a reír y yo me reí con él.
-Me duelen los pies- Confesé.
-Tengo la solución- Dijo antes de cogerme en brazos. Yo solté un gritito ahogado por la sorpresa.
Esta vez fui yo la que lo besó. Enredé mis piernas alrededor de su cintura para estar más cómoda y me enlacé mis manos en su sedoso pelo color castaño claro. La intensidad del beso fue subiendo de nivel cada vez más y Peter comenzó a andar hasta que mi espalda chocó contra el tronco de un árbol. Me atreví a darle un pequeño mordisquito en el labio a Peter y éste soltó un pequeño gemido que me hizo reír.
De fondo sonaba la letra de la canción de Alejandro Fernández y Peter se separó un poco de mí:
Quiero en tus manos abiertas buscar mi camino
Y que te sientas mujer solamente conmigo
Hoy tengo ganas de ti, hoy tengo ganas de ti
Para mi sorpresa, Peter había cantado la letra a escasos milímetros de mis labios y mirándome fijamente. Oírlo cantar en español fue la cosa más tierna y graciosa que jamás había oído.
Quiero apagar en tus labios la sed de mi alma
Y descubrir el amor juntos cada mañana
Hoy tengo ganas de ti, hoy tengo ganas de ti
Esta vez fui yo la que canté y Peter sonrió. Sí, en ese momento no podía ser más feliz…
Sylvia POV
Volví a la fiesta acompañada de Emma. Ésta me había arreglado un poco el estropicio que había causado con mi maquillaje al llorar y ahora estaba más o menos presentable. No tardé en localizar a Peter, estaba sentado en una mesa con Hayley y ambos estaban bebiendo un vaso de Coca Cola, noté otra punzada en el estómago al ver a Hayley reír ante un comentario de Peter, pero cuando éste me vio, se puso en pie dispuesto a acercarse a mí y yo noté cómo el corazón comenzaba a latirme a mil por hora.
-¿Dónde estabas?- Neal se puso delante de mí, impidiendo que viera a Peter.
-Con Emma, hemos ido a dar una vuelta- Dije, nerviosa.
-Bueno, ya estás aquí y eres toda para mí- Me cogió de la mano- Vamos a bailar.
-No tengo muchas ganas de bailar, Neal.
-Oh, vamos, no seas así de sosa- Neal comenzó a bailar al ritmo de una canción House y yo no tuve más remedio que seguirlo de alguna manera.
Cuando la canción cambió, la reconocí como un cover de “Can’t fight this feeling anymore”, la cantaban un chico y una chica.
-Vaya, una lenta- Comentó Neal.
-¿Te importa que te la robe un momento?- Era Peter el que había hablado.
-¿No tienes tu pareja, Keller?
-Está cansada- Dijo Peter- Y necesito hablar con Sylvia.
Neal me miró y yo asentí casi inmediatamente.
-Estaré por ahí si necesitas algo- Dijo antes de marcharse.
Peter se colocó delante de mí y en sus ojos vi un atisbo de arrepentimiento y dolor.
-¿Puedo…?- Empezó a decir Peter mientras dudaba si colocar sus manos en mi cintura o no.
-Oh, sí, sí- Contesté, nerviosa.
Peter colocó ambas manos en mi cintura y yo pasé mis brazos alrededor de su cuello. ¿Por qué de buenas a primeras me sentía tan nerviosa con él? ¿Por qué sentía que el corazón se me iba a salir por la boca? ¿Era por el hecho de que sospechara que estaba enamorado de mí? ¿O quizá porque me había besado? No, era por algo más y no sabía el qué…
-Siento mucho lo de antes, Sylvia- Se disculpó.
-No pasa nada- Dije sinceramente.
Peter me miró sorprendido.
-Teníamos unas copas de más y no pensábamos con claridad- Intenté disculpar nuestro comportamiento de antes- Olvidémoslo, ¿vale?
Peter asintió.
What started out as a friendship has grown stronger
I only wish I had the strength to let it show
Vaya con la letrita…
-Siento lo del otro día- Me disculpé.
-Yo también- Peter sonrió de medio lado, fue una sonrisa triste que me rompió el corazón.
-¿No deberías volver con Hayley?- No quería hacer esa pregunta, pero me salió sola.
-No- Peter negó con la cabeza, su mirada seguía fija en la mía- Estoy justo donde quiero estar.
¡Ay, Dios! ¡Ay, Dios! Eso había sido una declaración en toda regla. El corazón me latía cada vez más rápido y temí que Peter pudiera escucharlo. Agradecí que fuera de noche y que no pudiera ver los colores que me estaban ardiendo en las mejillas.
And even as I wander, I’m keeping you in sight
You’re a candle in the window on a cold, dark winter's night
-Me gusta mucho esta canción- Comenté.
-Lo sé- Peter seguía mirándome y yo no podía apartar la vista de sus ojos azules- Una pena que no sea Neal el que esté aquí, ¿no?
And I’m getting closer than I ever thought I might
¡Cuánta razón tenía la letra!
-No…-Contesté sinceramente.
Peter y yo nos miramos durante unos segundos que se me hicieron eternos. En ese momento sólo existíamos él y yo y fue ahí cuando me di cuenta de que estaba total y perdidamente enamorada de Peter, ¡de Peter! ¡De mi mejor amigo! Había sido una imbécil y una inmadura al intentar negarlo todo ese tiempo. Cuando quise darme cuenta, Peter se había inclinado hacia mí poco a poco, supuse que para darme tiempo a retirarme, y nuestras bocas estaban apenas a milímetros de distancia. Pero yo no quería retirarme, ni tampoco quería que él lo hiciera. Cerré los ojos y Peter cubrió aquella pequeña distancia que nos separaba. Nuestros labios volvieron a encontrarse, pero esta vez fue muy diferente a la anterior. Ahora no era un beso desesperado ni salvaje ni nada por el estilo. Ahora era un beso tierno y dulce lleno de amor. Sí, amor. Porque yo amaba a Peter con toda mi alma, ¡cómo no iba a amarlo! Lo llevaba queriendo desde que nos conocimos, sólo que no había habido nada que me hubiera hecho abrir los ojos hasta que llegamos a este centro.
Peter colocó una de sus manos en el hueco de mi cuello y me pegó más a él. Era consciente de que todos nos estaban mirando, pero me importaba un bledo. Noté que me temblaban las piernas, me agarré con más fuerza al cuello de Peter para evitar caerme. No pude evitar pensar que Hayley tenía razón, Peter besaba de maravilla. Cuando finalmente nos separamos porque necesitábamos respirar, ambos sonreímos.
-¿Esto también ha sido por las copas de más?- Me preguntó Peter, divertido.
-No- Contesté riendo.
-Te quiero- Me dijo mirándome a los ojos- Siempre te he querido.
-Lo sé.
-¿Lo sabes?- Peter alzó una ceja, sorprendido.
Asentí sonriendo como una tonta.
-Y tengo algo que decirte- Dije.
Peter me miró esperando que hablara. Me puse de puntillas y le dije al oído:
-Yo también te quiero.
Peter sonrió ampliamente, una de esas sonrisas que tanto me gustaban de él y yo sonreí con él.
-Eh, tío, pero ¿qué te pasa?- Neal se había acercado a nosotros, especialmente a Peter.
Pero Peter pareció no notar su presencia, seguía mirándome.
-Te he dicho que ¿qué te pasa?
Peter le dio un pequeño empujoncito a Neal y volvió a besarme. No pude evitar sonreír y noté cómo él sonrió también.
-¡Esto es alucinante!- Exclamó Neal.
-¡Chicos!- Oí la voz de Matt por encima de las demás- ¡Idos a una habitación!
Peter y yo nos separamos riéndonos.
-Vamos a hablar- Dijo Peter.
-Sí- Asentí.
Peter me cogió de la mano y puso rumbo al mismo lugar en el que habíamos estado antes. A nuestro paso me encontré con Mandy y con Emma. Emma estaba ¿secándose las lágrimas? Y sonreía como una tonta, mientras que Mandy hizo un comentario que me sacó una risotada:
-¡Hagamos el amor, no la guerra!
Cuando llegamos al mismo lugar de antes, abrí la boca dispuesta a hablar, pero Peter me calló con un beso. De fondo oía la canción de Alejandro Ferández, “Hoy tengo ganas de ti”. Ya ves que tenía ganas de él… jejejeje.
-Creía que íbamos a hablar- Dije separándome un poco de él.
-¿No lo estamos haciendo ya?- Dijo divertido antes de volver su atención a mis labios.
Me dolían los pies con los tacones, así que, sin dejar de besar a Peter, me deshice de ellos y bajé de estatura por lo menos diez centímetros. Peter se echó a reír y yo me reí con él.
-Me duelen los pies- Confesé.
-Tengo la solución- Dijo antes de cogerme en brazos. Yo solté un gritito ahogado por la sorpresa.
Esta vez fui yo la que lo besó. Enredé mis piernas alrededor de su cintura para estar más cómoda y me enlacé mis manos en su sedoso pelo color castaño claro. La intensidad del beso fue subiendo de nivel cada vez más y Peter comenzó a andar hasta que mi espalda chocó contra el tronco de un árbol. Me atreví a darle un pequeño mordisquito en el labio a Peter y éste soltó un pequeño gemido que me hizo reír.
De fondo sonaba la letra de la canción de Alejandro Fernández y Peter se separó un poco de mí:
Quiero en tus manos abiertas buscar mi camino
Y que te sientas mujer solamente conmigo
Hoy tengo ganas de ti, hoy tengo ganas de ti
Para mi sorpresa, Peter había cantado la letra a escasos milímetros de mis labios y mirándome fijamente. Oírlo cantar en español fue la cosa más tierna y graciosa que jamás había oído.
Quiero apagar en tus labios la sed de mi alma
Y descubrir el amor juntos cada mañana
Hoy tengo ganas de ti, hoy tengo ganas de ti
Esta vez fui yo la que canté y Peter sonrió. Sí, en ese momento no podía ser más feliz…