Capítulo
14
Sylvia POV
Cuando llegamos a la entrada del centro vimos a nuestros tres acompañantes de espaldas a nosotras. Al oír nuestros pasos, se giraron y nos miraron de arriba abajo. Me puse nerviosa al ver a Neal mirándome de arriba abajo.
-¡Estáis espectaculares!- Exclamó Jeremy acercándose a Emma.
-Ya lo creo que sí…- Dijo Neal acercándose a mí- ¿Señorita Sylvia?- Neal me ofreció el brazo y yo lo cogí.
Cuando salimos fuera nos encontramos con todos ya allí bailando y bebiendo. Habían arreglado el patio de una manera impresionante. Había mesas llenas de canapés y bebidas y la música sonaba a todo volumen. Pude distinguir parte de la letra de la canción de Katie Herzig:
Your eyes are like a blue sky, blue sky, blue
You’re floating in the fountain, in the fountain of youth
I bet you have an ocean, secret little potion
I bet you have a lover who’s as fine as you
Justo en ese momento atisbé a Peter y Hayley entre la multitud. Ambos estaban recostados sobre un árbol charlando amigablemente. Noté una punzada en el estómago. Hacía una semana que no veía a Peter y verlo allí me removió el estómago.
-¿Estás bien?- Me preguntó Neal al oído.
-Sí, perfectamente.
-Voy a por algo de beber- Me dijo antes de marcharse.
-Esta noche Peter va a flipar cuando te vea- Me susurró Emma mientras pasaba por mi lado.
-¡Emma!- La regañé, pero ésta puso los ojos en blanco y se marchó del brazo de Jeremy.
Al volver la vista me encontré con la mirada de Peter fija en mí. Me puse nerviosa y no sabía bien por qué. Llevaba unos pantalones de vestir negros con una blusa color celeste claro que le resaltaba el azul de sus ojos, que ahora chispeaban de una manera especial. Noté que hizo un amago de acercarse a mí, pero justo en ese momento, Neal llegó a mi lado.
-Aquí tienes, ¿te gusta el ponche?
Nunca había probado el ponche.
-Sí, claro- Mentí mientras me bebía el vaso de un tirón.
-¡Vaya!- Exclamó Neal riendo- Tranquila, españolita.
-Quiero bailar- Le dije cogiéndolo de la mano y guiándolo hasta dónde bailaban el resto de jóvenes.
En ese momento había comenzado a sonar “Wrecking ball” de Miley Cyrus, adoraba esa canción. Las parejas se movían al son de la música y nosotros comenzamos a hacer lo mismo y cuando llegó el estribillo comencé a cantar a todo pulmón ante la mirada atónita de Neal.
I came in like a wrecking ball
I never hit so hard in love
All I wanted was to break your walls
All you ever did was wreck me
Yeah, you, you wreck me!
-No sabía que te gustara cantar- Me dijo alzando la voz para que lo oyera.
Yo reí.
Estuvimos bailando dos o tres canciones más, hasta que los tacones comenzaron a indicarme que no debía pasarme de lista con el baile.
-Estoy cansada- Le hice saber- Voy a sentarme un poco.
-De acuerdo.
Me dirigí hacia una de las mesas que había libres y me senté. Me quité uno de los tacones y me masajeé el pie… Ahh, qué gustito.
-Estás muy guapa.
Me giré y vi a Hayley sentada a mi lado.
-Tú también- Dije y aunque odiara reconocerlo, era cierto. Llevaba el pelo rubio suelto y se había puesto un vestido muy corto color amarillo oscuro que le resaltaba las curvas- ¿Te lo estás pasando bien?
-Sí- Por la expresión de su cara supe que quería contarme más y no tardó mucho en explotar- ¡Ay, Sylvia! ¡Creo que Peter y yo estamos hechos el uno para el otro!
-No me digas…-Noté la ironía en mi propia voz.
-Sí, pienso que es cosa del destino- Suspiró- A ver, ambos somos hielo y estamos solteros- Quise estamparle el puño en toda la cara, estaba ya harta de esa gilipollez- Es algo así como lo que te ocurre a ti con Neal- Me quedé a cuadros- Ambos sois fuegos y estáis solteros. El destino os ha unido.
¿Podría ser cierto? Si lo pensaba con tranquilidad, tenía mucho sentido.
-¡Y cómo besa!- Eso me trajo de vuelta al mundo real- ¡Dios!- Hayley se rió de manera tonta- ¿De verdad que vosotros dos nunca habéis tenido nada más que amistad?
Asentí, porque sabía que si hablaba… ¡Oh! ¡Ardía Troya!
-¡Pues no sabes lo que te has perdido!- Hayley suspiró y se mordió el labio- Es mi sueño hecho realidad, ¿no crees que hacemos buena pareja?
-Sí, claro- Sonreí de manera falsa. Sentía un nudo enorme en mi estómago y sentía que la única manera de deshacerlo era dándole un puñetazo a Peter o a Hayley, preferiblemente al primero.
-Voy a ir a buscarlo a ver si quiere bailar, nos vemos.
Cuando Hayley se marchó, me coloqué los tacones de nuevo y miré a mi alrededor. Mandy y Matt estaban bailando… Bueno, más bien estaban allí con los demás pero en vez de bailar estaban comiéndose la boca el uno al otro. Emma y Jeremy estaban en la mesa de canapés comiendo y riendo y de pronto sentí envidia de ellos. Pensé en Neal, era muy atractivo y tenía una sonrisa que ¡vaya!... Entonces Peter y Hayley acapararon mi atención. Estaban bailando y él le decía algo en el oído a ella. Me levanté hecha una furia hacia la mesa de las bebidas y me eché un vaso de ponche para bebérmelo de un tirón. Cerré los ojos para tranquilizarme, sentía que estaba volviendo a arder igual que el día del comedor. ¿Cómo podía tener tan poca vergüenza Peter? Ni siquiera se había dignado a pedirme perdón… Respiré hondo y cuando me hube calmado volví a abrir los ojos y me encontré con Neal delante de mí.
-¿Estás bien, Sylvia?
-Sí, perfectamente- Pero noté el tono cortante de mi voz.
-¿Ha pasado algo?
-No- Sonreí.
Lo siguiente lo hice sin ni siquiera pensarlo. Noté que la solapa de la chaqueta negra de Neal estaba llena de migajas de pan, así que dirigí mi mano ahí y le limpié la chaqueta. Neal me miró sonriendo y acercó su boca a mi oído.
-¿Te he dicho ya que ese vestido te sienta de maravilla?
Noté que se me ponía la piel del cuello de gallina y mi instinto fue retirarme, pero vi por el rabillo del ojo que Peter nos estaba mirando, así que decidí seguirle el juego a Neal.
-No, pero gracias- Contesté en su oído.
Neal se retiró y se echó a reír y yo me reí con él. Si a Peter no le importaba que nos hubiéramos peleado, a mí tampoco me importaría.
-Me están llamando unos amigos- Dijo Neal- En seguida vuelvo.
-Claro.
Vi a Neal desaparecer entre la multitud. Yo me giré y volví a servirme otro vaso de ponche.
-¿No es el tercero ya?
Giré la cara y me encontré con Peter. Me quedé mirándolo, sorprendida. No me esperaba que se acercara a hablar conmigo.
-¿Y qué?- Dejé el vaso encima de la mesa- ¿Tanta atención me estás prestando como para saber que es el tercero?- Mi tono fue cortante y seco.
Peter sonrió de medio lado y yo me eché otro vaso de ponche.
-Ya vale- Peter me cogió el vaso y lo puso encima de la mesa, ¿pero qué mierda le pasaba?
-¿Cómo que ya vale? ¿De qué vas?
-No estás acostumbrada a beber tanto- Se bebió el vaso de ponche y quise estamparle la mano en toda la cara.
-Hazme un favor, Peter, y vuelve con Hayley- Mi voz sonó afilada- Yo sé cuidarme solita.
Peter suspiró hondo antes de hablar.
-¿Podemos hablar un momento?
-¿Qué? ¿Cómo dices?- Me hice la sorda- No puedo oírte entre tanto alboroto.
Peter me miró, claramente enfadado, y me cogió del brazo mientras tiraba de mí hacia un lugar oculto entre los árboles.
-¡Eh! ¡Suéltame!
-Ahora- Peter me soltó cuando ya hubimos llegado a un lugar donde la música se escuchaba más distante- Ahora te suelto y AHORA vamos a hablar.
Sylvia POV
Cuando llegamos a la entrada del centro vimos a nuestros tres acompañantes de espaldas a nosotras. Al oír nuestros pasos, se giraron y nos miraron de arriba abajo. Me puse nerviosa al ver a Neal mirándome de arriba abajo.
-¡Estáis espectaculares!- Exclamó Jeremy acercándose a Emma.
-Ya lo creo que sí…- Dijo Neal acercándose a mí- ¿Señorita Sylvia?- Neal me ofreció el brazo y yo lo cogí.
Cuando salimos fuera nos encontramos con todos ya allí bailando y bebiendo. Habían arreglado el patio de una manera impresionante. Había mesas llenas de canapés y bebidas y la música sonaba a todo volumen. Pude distinguir parte de la letra de la canción de Katie Herzig:
Your eyes are like a blue sky, blue sky, blue
You’re floating in the fountain, in the fountain of youth
I bet you have an ocean, secret little potion
I bet you have a lover who’s as fine as you
Justo en ese momento atisbé a Peter y Hayley entre la multitud. Ambos estaban recostados sobre un árbol charlando amigablemente. Noté una punzada en el estómago. Hacía una semana que no veía a Peter y verlo allí me removió el estómago.
-¿Estás bien?- Me preguntó Neal al oído.
-Sí, perfectamente.
-Voy a por algo de beber- Me dijo antes de marcharse.
-Esta noche Peter va a flipar cuando te vea- Me susurró Emma mientras pasaba por mi lado.
-¡Emma!- La regañé, pero ésta puso los ojos en blanco y se marchó del brazo de Jeremy.
Al volver la vista me encontré con la mirada de Peter fija en mí. Me puse nerviosa y no sabía bien por qué. Llevaba unos pantalones de vestir negros con una blusa color celeste claro que le resaltaba el azul de sus ojos, que ahora chispeaban de una manera especial. Noté que hizo un amago de acercarse a mí, pero justo en ese momento, Neal llegó a mi lado.
-Aquí tienes, ¿te gusta el ponche?
Nunca había probado el ponche.
-Sí, claro- Mentí mientras me bebía el vaso de un tirón.
-¡Vaya!- Exclamó Neal riendo- Tranquila, españolita.
-Quiero bailar- Le dije cogiéndolo de la mano y guiándolo hasta dónde bailaban el resto de jóvenes.
En ese momento había comenzado a sonar “Wrecking ball” de Miley Cyrus, adoraba esa canción. Las parejas se movían al son de la música y nosotros comenzamos a hacer lo mismo y cuando llegó el estribillo comencé a cantar a todo pulmón ante la mirada atónita de Neal.
I came in like a wrecking ball
I never hit so hard in love
All I wanted was to break your walls
All you ever did was wreck me
Yeah, you, you wreck me!
-No sabía que te gustara cantar- Me dijo alzando la voz para que lo oyera.
Yo reí.
Estuvimos bailando dos o tres canciones más, hasta que los tacones comenzaron a indicarme que no debía pasarme de lista con el baile.
-Estoy cansada- Le hice saber- Voy a sentarme un poco.
-De acuerdo.
Me dirigí hacia una de las mesas que había libres y me senté. Me quité uno de los tacones y me masajeé el pie… Ahh, qué gustito.
-Estás muy guapa.
Me giré y vi a Hayley sentada a mi lado.
-Tú también- Dije y aunque odiara reconocerlo, era cierto. Llevaba el pelo rubio suelto y se había puesto un vestido muy corto color amarillo oscuro que le resaltaba las curvas- ¿Te lo estás pasando bien?
-Sí- Por la expresión de su cara supe que quería contarme más y no tardó mucho en explotar- ¡Ay, Sylvia! ¡Creo que Peter y yo estamos hechos el uno para el otro!
-No me digas…-Noté la ironía en mi propia voz.
-Sí, pienso que es cosa del destino- Suspiró- A ver, ambos somos hielo y estamos solteros- Quise estamparle el puño en toda la cara, estaba ya harta de esa gilipollez- Es algo así como lo que te ocurre a ti con Neal- Me quedé a cuadros- Ambos sois fuegos y estáis solteros. El destino os ha unido.
¿Podría ser cierto? Si lo pensaba con tranquilidad, tenía mucho sentido.
-¡Y cómo besa!- Eso me trajo de vuelta al mundo real- ¡Dios!- Hayley se rió de manera tonta- ¿De verdad que vosotros dos nunca habéis tenido nada más que amistad?
Asentí, porque sabía que si hablaba… ¡Oh! ¡Ardía Troya!
-¡Pues no sabes lo que te has perdido!- Hayley suspiró y se mordió el labio- Es mi sueño hecho realidad, ¿no crees que hacemos buena pareja?
-Sí, claro- Sonreí de manera falsa. Sentía un nudo enorme en mi estómago y sentía que la única manera de deshacerlo era dándole un puñetazo a Peter o a Hayley, preferiblemente al primero.
-Voy a ir a buscarlo a ver si quiere bailar, nos vemos.
Cuando Hayley se marchó, me coloqué los tacones de nuevo y miré a mi alrededor. Mandy y Matt estaban bailando… Bueno, más bien estaban allí con los demás pero en vez de bailar estaban comiéndose la boca el uno al otro. Emma y Jeremy estaban en la mesa de canapés comiendo y riendo y de pronto sentí envidia de ellos. Pensé en Neal, era muy atractivo y tenía una sonrisa que ¡vaya!... Entonces Peter y Hayley acapararon mi atención. Estaban bailando y él le decía algo en el oído a ella. Me levanté hecha una furia hacia la mesa de las bebidas y me eché un vaso de ponche para bebérmelo de un tirón. Cerré los ojos para tranquilizarme, sentía que estaba volviendo a arder igual que el día del comedor. ¿Cómo podía tener tan poca vergüenza Peter? Ni siquiera se había dignado a pedirme perdón… Respiré hondo y cuando me hube calmado volví a abrir los ojos y me encontré con Neal delante de mí.
-¿Estás bien, Sylvia?
-Sí, perfectamente- Pero noté el tono cortante de mi voz.
-¿Ha pasado algo?
-No- Sonreí.
Lo siguiente lo hice sin ni siquiera pensarlo. Noté que la solapa de la chaqueta negra de Neal estaba llena de migajas de pan, así que dirigí mi mano ahí y le limpié la chaqueta. Neal me miró sonriendo y acercó su boca a mi oído.
-¿Te he dicho ya que ese vestido te sienta de maravilla?
Noté que se me ponía la piel del cuello de gallina y mi instinto fue retirarme, pero vi por el rabillo del ojo que Peter nos estaba mirando, así que decidí seguirle el juego a Neal.
-No, pero gracias- Contesté en su oído.
Neal se retiró y se echó a reír y yo me reí con él. Si a Peter no le importaba que nos hubiéramos peleado, a mí tampoco me importaría.
-Me están llamando unos amigos- Dijo Neal- En seguida vuelvo.
-Claro.
Vi a Neal desaparecer entre la multitud. Yo me giré y volví a servirme otro vaso de ponche.
-¿No es el tercero ya?
Giré la cara y me encontré con Peter. Me quedé mirándolo, sorprendida. No me esperaba que se acercara a hablar conmigo.
-¿Y qué?- Dejé el vaso encima de la mesa- ¿Tanta atención me estás prestando como para saber que es el tercero?- Mi tono fue cortante y seco.
Peter sonrió de medio lado y yo me eché otro vaso de ponche.
-Ya vale- Peter me cogió el vaso y lo puso encima de la mesa, ¿pero qué mierda le pasaba?
-¿Cómo que ya vale? ¿De qué vas?
-No estás acostumbrada a beber tanto- Se bebió el vaso de ponche y quise estamparle la mano en toda la cara.
-Hazme un favor, Peter, y vuelve con Hayley- Mi voz sonó afilada- Yo sé cuidarme solita.
Peter suspiró hondo antes de hablar.
-¿Podemos hablar un momento?
-¿Qué? ¿Cómo dices?- Me hice la sorda- No puedo oírte entre tanto alboroto.
Peter me miró, claramente enfadado, y me cogió del brazo mientras tiraba de mí hacia un lugar oculto entre los árboles.
-¡Eh! ¡Suéltame!
-Ahora- Peter me soltó cuando ya hubimos llegado a un lugar donde la música se escuchaba más distante- Ahora te suelto y AHORA vamos a hablar.