Capítulo 6: Flechazo.
Wendy POV
Ir de compras por la Tierra era muy diferente a ir en Doxmond. No sabría explicar la diferencia con exactitud, pero sin duda era diferente y también muy divertido. Jackie y yo no paramos de entrar en tiendas en toda la tarde, insistió en que quería regalarme el vestido para la fiesta (no sé exactamente qué fue lo que Will le contó sobre mí, pero había ocasiones en las que podía percibir un atisbo de tristeza en su mirada).
Después de comprar, quiso que fuéramos a comer a un lugar llamado Burger Kings. ¿Qué clase de restaurante tiene ese nombre? Cuando llegamos me quedé asombrada al ver a tantas personas haciendo cola para comprar unas hamburguesas y unas patatas, no había sitios así en Doxmond. Cuando Jackie me preguntó que qué quería comer, lo dejé a su elección y me sorprendió gratamente. La hamburguesa estaba deliciosa y las patatas también, ¿por qué las doxies no habíamos creado restaurantes así en nuestra tierra?
-¿Cómo te gusta pintarte?
-¿Qué?- ¿Pintarme?
-Ya sabes, ¿sólo la línea del ojo? ¿Rímel? ¿Sombra?
No tenía ni idea de lo que me estaba hablando.
-Yo no…Me pinto- Dije finalmente.
-¿En serio?- A juzgar por su reacción parecía que hubiera dicho la cosa más asombrosa del mundo- ¿Nunca te has pintado?
Negué con la cabeza.
-¿Por qué?
¿Por qué? Hmm… ¿Y ahora qué contestaba?
-Porque… No sé cómo hacerlo- Opté por la respuesta más sencilla.
-Bueno, pues el viernes vas a estar preciosa- Se comió una patata- Confía en mí.
Will POV
El resto de la semana pasó sin ninguna novedad. El chico de la moto no volvió a aparecer y eso hizo que Wendy se calmara un poco. Jackie y ella se habían hecho muy buenas amigas, según me habían dicho, cuando Jackie le había contado la trágica historia de los padres de Wendy a mi tía, la adornó un poco diciendo que ella ya la conocía del campamento al que fue el año anterior. Jackie había hecho tantas amigas allí que su madre no fue capaz de notar que Wendy no era una de ellas. La señora Stevenson, mi tía, sintió compasión por ella y le permitió quedarme en su casa tanto tiempo como quisiera. Era una buena mujer.
Por otro lado, en el instituto no hubo incidentes. Grace no volvió a encontrarse con Wendy (cosa que agradecí) y las clases siguieron de la manera más normal posible. El día de Navidad no hicimos nada especial, simplemente salimos Jackie, Wendy y yo a dar una vuelta por la ciudad. A nuestra familia le encantaba la Navidad pero debido al trabajo de mi madre apenas la celebrábamos nunca.
Yo buscaba siempre un momento a solas con Wendy para preguntarle sobre su historia y su mundo, pero Jackie siempre estaba ahí… No se separaba de ella ni con una espátula, la muy pesada.
El día antes de la fiesta me pasé toda la tarde encerrado en mi habitación buscando e imprimiendo información sobre las doxies. Según internet, las doxies eran seres similares a las hadas y a los escarabajos. Poseían cuatro brazos y cuatro patas y tenían unos afilados dientes que podían desgarrar cualquier tipo de piel. Pensé en Wendy…Ella no era así. ¿Podría ser que Internet estuviera otra vez equivocado? No sería la primera vez…
Busqué casos en Internet de personas que hubieran visto hadas o doxies, pero sólo encontré un caso. Era un niño de doce años que afirmaba haber visto a una chica rubia y de ojos azules, hermosísima y con dos grandes alas parecidas a las de las mariposas. Yo recordaba las alas que vi y eran exactamente así, pero… ¿Sería ese relato que contaba ese chico real?
-Cariño- Mi madre irrumpió en mi cuarto y cerré el portátil a toda velocidad- ¿Pasa algo?
-Mamá, te he dicho que llames antes de entrar.
Mi madre entrecerró los ojos.
-¿Estabas viendo porno?
-¿Qué…?- ¿Porno?- ¡Dios! ¡No, mamá!
-De acuerdo…
-¿Qué querías?
-Oh, sí, cierto- Recordó a lo que venía- Mañana por la noche iba a ir a recoger a tu hermano, pero me han pedido que haga turno en el instituto por la fiesta que va a haber, así que me preguntaba si podrías ir tú.
-No, imposible.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque yo voy a esa fiesta.
Mi madre se echó a reír.
-¿Tú?
Que se riera me ofendió.
-Sí, ¿qué pasa?
-Nada, hijo, es sólo que…Tú nunca vas a esas fiestas.
-Bueno, pues ahora quiero ir.
-¿Es por esa chica?
-¿Qué chica?- Me hice el loco.
-¿Wendy? Se llamaba así, ¿verdad?
-¡No, mamá! ¡No es por Wendy!- Me estaba sacando de quicio- Jackie quiere ir y no quiero que vaya sola.
-Ya, claro…-No se lo creía.
-¡Es la verdad!
-Que sí, que sí…Bueno, pues…Que te lo pases bien en la fiesta.
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Me miré al espejo, estaba ridículo. La última vez que me había puesto esos pantalones fue para la boda de mi primo de Santa Bárbara, y de eso hacía ya un año. ¡Y ni hablar de la blusa! Una blusa celeste cielo que me hacía ver como un chico formal y decente, ¡ese no era mi estilo de vestir! Prefería unos vaqueros y una camiseta con una blusa encima abierta. No quise mirarme más o acabaría quedándome en casa. Cogí la chaqueta de encima de la cama, me la puse y bajé hacia mi coche poniendo rumbo al instituto.
Wendy POV
-¡Lista!
Me miré al espejo. Jackie había terminado de arreglarse y se había dedicado a maquillarme a mí. Resulta que pintarse es más divertido de lo que yo pensaba, me había puesto capas y capas de colores y cosas por toda la cara y ahora que me estaba viendo en el espejo, me daba cuenta de que estaba muy mona. Yo me había recogido el pelo en un moño informal y me había dejado el mechón rosa cayéndome por la cara. El vestido que me había comprado Jackie me quedaba bastante bien: era de manga larga y corto, por encima de las rodillas, de color rosa con motivos dorados que hacía juego con mi pelo. Era muy estrecho y se pegaba a mi cuerpo como si se tratara de una segunda capa. Los tacones eran demasiado altos, diría yo, me alzaban por lo menos diez centímetros. Y el maquillaje…Jackie me había puesto una sombra oscura en los párpados y me había delineado el ojo de tal manera, que habían adquirido mayor profundidad de la que ya tenían de por sí. Los labios me los había pintado de un rosa fucsia y luego me había añadido brillo, lo que hacía que parecieran más carnosos.
Me giré y la miré, si yo estaba guapa ella estaba guapísima. Se había rizado el pelo castaño y luego se había hecho una coleta al lado de la cara. El vestido que se había comprado le quedaba perfecto: era negro, con unos tirantes anchos y un escote en forma de corazón; a partir de la cintura, se abría en una capa de tul que llegaba hasta las rodillas. Los tacones eran aún más altos que los míos, lo que hacía que aún fuera más alta de lo que era normalmente, creo que podría llegar al metro setenta y cinco con esos tacones. Se había pintado los labios de color rojo pasión para que destacaran y estaba preciosa.
-¿A qué estás guapa?- Preguntó, satisfecha con su trabajo.
-No más que tú- Dije sinceramente.
-Bah- Hizo un gesto con la mano para quitarle importancia al asunto- Vámonos si no queremos llegar tarde.
Will POV
Cuando llegué al instituto vi que todo estaba iluminado y decorado con motivos navideños. Saqué el móvil y marqué el número de Jackie. Contestó al tercer toque.
-Jackie, ¿dónde estáis?
-Detrás de ti, primo.
Me giré y vi a Jackie dirigirse hacia mí seguida de una chica que al principio, de lejos, no reconocí, pero en cuanto vi ese mechón rosa tan característico me quedé embobado. ¿Era Wendy? No parecía ella. Mi prima había hecho un trabajo impresionante, ¡estaba guapísima! Ese color le sentaba de maravilla y ese color de labios remarcaba sus mejillas. Sentí un flechazo, o quizá el flechazo lo había sentido la noche en que la rescaté…O tal vez el día que se apareció ante mí cuando tenía cinco años. La cuestión era que me sentía como si estuviera mirando un ángel.
-¡Eh!- Jackie se acercó a mí y me quitó el móvil de la oreja- Ya puedes colgar.
Sentí cómo me ruborizaba. ¡Sería estúpido!
-¿No me dices lo guapa que estoy?- Jackie hizo un mohín y puso los brazos en jarra- A Wendy no hace falta que se lo digas, te la has comido con los ojos.
Abrí la boca sin saber qué decir.
-Me voy a la fiesta- Dijo Jackie finalmente dándose por vencida.
-La semana pasada fui de compras con Jackie- Dijo Wendy mientras se acercaba a mí.
-Ya me he dado cuenta- Notaba la garganta reseca, así que tosí y tragué saliva- ¿Todo bien?
-Sí- Asintió.
-He estado buscando información sobre las doxies.
Wendy abrió mucho los ojos, sorprendida.
-Pero…Creo que la información era errónea.
-¿Por qué?
-Bueno, porque decía que las doxies eran unas criaturas con cuatro brazos y cuatro piernas y afilados dientes. Una mezcla entre escarabajo y hada, y obviamente tú no eres así…
-Yo no- Dijo- Pero las doxies oscuras sí.
-¿Fueron ellas las que te atacaron?
Wendy asintió.
-¿Crees que han podido seguirte hasta aquí?
Wendy se encogió de hombros.
-Cuando caí aquí, el portal seguía abierto, puede que alguno de ellos me siguiera o…-Se mordió el labio, inquieta.
-Bueno- Di una palmada para intentar quitarle importancia al asunto- Ese asunto puede esperar unas horas, ¿no?
Wendy me miró, extrañada.
-¡Estamos en una fiesta! ¿No quieres disfrutarla?
Wendy sonrió con esa sonrisa tan bonita y yo le ofrecí el brazo.
-¿Vamos?
-Vamos- Dijo ella agarrándose a mi brazo.