Capítulo 18: La pérdida. (FINAL PRIMERA PARTE)
Jackie POV
Oía voces fuera pero no podía reconocerlas ni saber lo que decían… ¡Mierda! Entonces la puerta se abrió y entraron dos hombres (supuse que serían doxies) y soltaron dos cuerpos en el suelo, como si simplemente fueran sacos de harina.
-¡Eh! ¡Son personas!- Me quejé.
Las doxies me ignoraron y salieron de la habitación. Me acerqué un poco hacia ellos y les di la vuelta como pude para verlos… No podía ser, eran Samantha y Taylor. Si ellos estaban ahí, eso quería decir: Que Will también estaba.
Will POV
Tosí y escupí sangre. Killian acababa de darme una patada en la mandíbula que me había hecho tambalearme y caer al suelo. ¿Es que pensaba matarme así sin más?
-¿No te vas a defender?- Killian me dio una patada, esta vez en el costado- ¡Vamos, William! ¡Si no pones de tu parte esto no es divertido!
Intenté ponerme en pie como pude y me limpié la sangre de la boca con la manga. Killian se echó a reír, claramente disfrutando por lo que estaba haciendo.
-No logro entender por qué haces esto…
Killian no respondió, sino que se acercó corriendo y me propinó un puñetazo en la cara que volvió a tumbarme en el suelo.
-No sé qué clase de unión tienes con Wendy- Killian me agarró el pelo y habló en voz baja- Pero déjame decirte algo sobre las doxies: Ellas sienten el dolor de aquellos que quieren…-Se echó a reír y me soltó el pelo.
Giré la cara y lo miré. ¿Por eso estaba pegándome?
-Quieres que venga…
Eso no tenía ningún sentido. Podía simplemente haber hecho que viniéramos ambos o…
-Vendrá enfadada- Respondió a mi pregunta interna- Y créeme, conozco a Weltrish enfadada- Sonrió- Es de lo más excitante.
Me levanté del suelo y me lancé contra él sin saber muy bien lo que hacía, pero Killian me apartó como si simplemente fuera una mosca. Cuando caí (por tercera o cuarta vez) al suelo, vi una barra de metal a mi lado. La cogí y, antes de darle tiempo a Killian a reaccionar, me levanté y lo golpeé con la barra en la cara. Killian sonrió y se llevó la mano al lado de la cara donde le había provocado un corte.
-Así que eso es lo que te enfada…- Killian sonrió- Bueno es saberlo.
Wendy POV
Ya casi estaba. Sabía que la fábrica de la que habían estado hablando estaba a las afueras de Los Ángeles, no sabía exactamente dónde pero mi instinto me guiaba. Podía sentir la angustia y el dolor de Will… Sea lo que fuere lo que le estaba haciendo Killian lo iba a pagar muy caro. Apreté con fuerza el volante hasta que los nudillos se me pusieron blancos. Había dejado a Rachel en aquella gasolinera tirada, me sentía mal por ella pero sabía que si le hubiera pedido que volviéramos no habría querido hacerlo. Pero ya no podía pensar en eso, porque ya casi estaba allí…Podía sentirlo.
Jackie POV
-¡Taylor! ¡Samantha!
Ninguno de los dos se despertó. Tenía que hacer algo, hacía ya rato que había empezado a oír golpes fuera y no quería ni imaginarme lo que le estarían haciendo a Will, ¡él no sabía pelear! Entonces mi vista captó el vaso con agua que había a mi lado, lo cogí y le tiré el agua por encima a Taylor y Samantha. Los dos empezaron a toser a la vez.
-Gracias a Dios…-Comenté aliviada.
-¿Qué ha pasado?- Preguntó Taylor cuando ambos se hubieron incorporado.
-Dos doxies os han traído aquí.
-Así que aquí te ha tenido atada- Comentó Samantha mientras fruncía el ceño al ver las cadenas.
Me encogí de hombros.
-Chicos- Dije- Will está ahí fuera, ¿verdad?
Taylor asintió.
-Pues no sé lo que le estará haciendo Killian pero tenéis que ayudarlo.
Samantha se levantó y se dirigió a la puerta, la cual estaba cerrada. Le dio una impresionante patada, pero ésta no se movió ni un milímetro. Taylor se acercó a mí mientras Samantha seguía con su cometido.
-¿Qué haces?
-¿De verdad pensabas que íbamos a venir aquí y no te íbamos a llevar de vuelta a casa?- Taylor sonrió. En cualquier otro momento me habría derretido ante esa sonrisa, pero ahora, sin saber bien por qué, otra sonrisa apareció en mi mente y me odié por ello.
Taylor colocó una de sus manos sobre los grilletes y en cuestión de segundos, éstos, empezaron a fundirse, pero no me quemaron como yo esperé.
-Listo- Taylor me ayudó a levantarme.
Samantha dio una última patada a la puerta y ésta cedió.
-Vamos…
Will POV
Ya no podía levantarme, me costaba respirar y sentía que tenía varios huesos rotos, seguro. Killian daba vueltas a mi alrededor disfrutando con el espectáculo. ¿Cuál era su intención? ¿Matarme? ¿O simplemente dejarme moribundo hasta que Wendy viniera y luego matarnos a ambos? Esperaba que Wendy fuera lista y no cayera en la trampa, pero simplemente era un deseo, porque yo sabía que si lo que Killian había dicho acerca de que sentiría lo que estaba pasando, sin duda alguna vendría.
-¿Ya estás medio muerto?- Killian sonaba frustrado- No puedes morir aún, me aburro, quiero seguir jugando.
-¿Por qué no juegas conmigo?
No…
Oí la sonora carcajada de satisfacción de Killian y yo me obligué a girar la cabeza para ver a Wendy, que se encontraba a unos seis metros de nosotros. Rachel no la acompañaba, por lo que supuse que la había despistado y luego le había quitado el coche.
-Sabía que vendrías, princesa- Dijo Killian, olvidándose su antiguo juguetito: Yo.
-Lo sé- Wendy sonrió, pero no fue una sonrisa agradable- Siempre has sido masoquista.
Y tras decir esto, alzó ambas manos hacia delante liberando una gran cantidad de polvo dorado que cubrió a Killian. Pero algo salió mal, lo supe porque Killian empezó a reírse y Wendy lo miró sorprendida.
-También tengo doxies con poderes especiales, princesa- Comentó Killian en actitud amenazadora.
Wendy se agazapó y dejó salir los finos colmillos mientras gruñía. Killian se lanzó contra ella, pero Wendy lo esquivó propinándole un fuerte codazo en el estómago y luego una patada en el costado. Entonces recordé a las otras doxies, ¿por qué no habían acudido en ayuda de Killian? Wendy se abalanzó contra Killian alzando el puño, pero Killian lo paró y le retorció el brazo hasta que escuché el crack de los huesos. Wendy ahogó un grito de dolor mientras Killian la empujaba contra la pared, con tanta fuerza, que cayó al suelo. Me levanté como pude del suelo, no podía quedarme quieto sin hacer nada. Noté un fuerte dolor recorrerme la pierna izquierda y sentía el brazo izquierdo prácticamente inmóvil, seguro que lo tenía roto.
-¡Eh!- Grité para atraer la atención de Killian- ¿No sabes que pegarle a las chicas está mal?
Killian abrió los ojos, sorprendido, y luego se echó a reír.
-No, Will…-Wendy se estaba incorporando poco a poco- No…
No dijo nada más, pero fue como si nuestras miradas hablaran: “Huye en cuanto puedas y encuentra a Rachel” parecía que quería decirme.
-Aquí hay algo…-Dijo Killian mientras paseaba su mirada de Wendy a mí y luego de vuelta a ella- Y no me refiero a lo que hay entre vosotros…Aquí hay algo más.
Noté cómo Wendy se puso tensa, definitivamente Killian no podía enterarse de quién era yo.
-No…-Killian pareció encajar todas las piezas- ¿En serio?- Se echó a reír y luego me miró- ¿Tú eres el chico equinoccio?
-¡No!- Wendy se puso de pie masajeándose el brazo que le había crujido minutos antes Killian.
-No mientas, princesa- Killian la ignoró y se acercó a mí, cogiendo la afilada barra de metal por el camino- En fin, supongo que tendré que matarte antes de lo que pensaba- Sonrió mientras alzaba la barra hacia mí- Nadie echará de menos a un humano.
Sabía que tenía que reaccionar pero no sabía qué hacer. ¿Qué podía yo hacer contra un tipo que me sacaba media cabeza y que me había dejado la mitad de los huesos rotos? Lo encaré, esperaba que eso fuera tiempo suficiente para que Wendy escapara o para que acabara con Killian por detrás, pero lo que sucedió a continuación no lo vi venir. Killian impulsó la barra con fuerza desde detrás de su cabeza hacia mi pecho, pero entonces:
-¡¡NO!!- Wendy apareció en mi campo de visión colocándose delante de mí y recibiendo ella el golpe de la barra.
Killian soltó la barra, sorprendido. Claramente no era a ella a quién tenía intención de matar en ese momento. Pero ya no sé qué fue lo siguiente que hizo, toda mi atención fue a parar a ella. La barra la había atravesado por el pecho y sobresalía por la espalda. Sentí que me temblaba todo el cuerpo…Eso no podía estar pasando. A Wendy le flaquearon las piernas y cayó hacia el suelo, pero la cogí al vuelo y me agaché con ella en mi regazo. Tenía todo el jersey lleno de sangre y tenía todo el cuerpo rígido. Wendy me miró y entonces todo se me vino abajo… Estaba sufriendo, podía sentir su dolor y era enorme. Quise gritar, llorar y matar a Killian, todo a la vez.
-Quí…-Wendy intentó hablar- Quítamelo- Dijo refiriéndose a la barra.
Hice lo que me pidió. Cogí la barra llena de sangre con la mano derecha y tiré de ella notando cómo salía de la carne de Wendy. Ésta ahogo un suspiro de dolor y frunció el ceño. Más sangre empezó a salir de la herida y coloqué mi mano sobre ella para intentar parar la hemorragia, pero sabía que era inútil. Notaba que los ojos empezaban a arderme.
-¿No…-Empezó a decir Wendy- …te suena…familiar?- Intentó sonreír, pero no le salió bien.
Supe que se refería a la noche que la había encontrado. Habíamos estado en la misma posición, pero todo había sido muy diferente. Hacía apenas dos semanas escasas de ese momento y parecía que habían pasado meses. Wendy tosió y un reguero de sangre salió de su boca manchándole la cara. No podía soportar verla así, no podía…Ella no podía morir. Las lágrimas comenzaron a caer por mi cara y no hice nada para evitarlo, normalmente no lloraba ni dejaba que nadie me viera llorar, pero todo me daba igual.
-No llores…-Wendy llevó su mano a mi mejilla y la dejó allí, un gesto familiar y lleno de amor- Por favor…
-No me puedes dejar, Wendy- Dije entre lágrimas mientras le limpiaba con una mano la sangre de la cara- No puedes dejarme, Wendy- Le acaricié las mejillas que ya estaban perdiendo su habitual tono rosa.
-Cree en ti, Will- Dijo en un susurro.
-¿Qué?
-Tienes que creer en ti- Con un gran esfuerzo cogió mi mano y la envolvió con la suya para llevarla a mi pecho, justo donde latía mi corazón- La respuesta está aquí, Will…
-No quiero respuestas- Negué con la cabeza- Te quiero a ti, Wendy…- Otra lágrima salió de mis ojos- Te quiero…- Era irónico y triste cómo mi primera declaración de amor había tenido que ser así, con la chica que quería muriéndose en mis brazos…
-Y yo a ti- Contestó ella intentando dedicarme una sonrisa antes de cerrar los ojos.
-No…No… ¡No! ¡Wendy!
Pero Wendy no contestó. Había…muerto. Abracé su diminuto cuerpo con fuerza, llenándome de sangre, pero me daba igual. Ella no podía haber muerto, ¡no podía haberse ido! Seguí llorando sin controlar las lágrimas mientras el recuerdo de la primera vez que conocí a Wendy venía hacia mí:
-Tú la salvarás y ella te contará una historia que tú no creerás, o más bien no querrás creer. Pero tienes que hacerlo, Will. Es la única manera salvar mi mundo y el tuyo- Había dicho ella.
-¿Estás enferma?
-No- La chica volvió a sonreír- Pero hay algo más que debes saber, tienes que creer en ti.
-¿Qué?
-Si no lo haces…Yo moriré.
Jackie POV
Habíamos tardado en deshacernos (más bien Taylor y Samantha) de esas doxies que habían llevado a Taylor y a Samantha donde yo estaba, pero por fin salimos fuera, pero lo que vimos nos dejó pasmados. No había ni rastro de Killian, las únicas personas que había allí eran Will y Wendy. Will estaba tirado en el suelo llorando sobre el cuerpo de Wendy que se encontraba lleno de sangre en su regazo… No… No podía ser cierto.
-No…-Fue Samantha la que habló.
Taylor y yo la miramos. Había comenzado a temblar y los ojos estaban llenos de lágrimas.
-¡NO!- Samantha se dejó caer al suelo llorando desconsoladamente y Taylor se agachó a su lado para abrazarla y consolarla.
Y yo me quedé allí de pie sin saber qué hacer, haciéndome a la idea de lo que estábamos viviendo. Samantha había perdido a su hermana, Will había perdido a la chica de la que estaba enamorado y yo…Yo había perdido a mi única amiga.
Will POV
Sabía que Jackie, Samantha y Taylor habían salido. Había oído a Samantha gritar y comenzar a llorar, pero yo no podía moverme, no quería moverme. No quería separarme del cuerpo de Wendy. Ella había vaticinado su muerte trece años atrás y había sucedido… ¿Cómo era posible? Lo único que tenía claro era una cosa: Killian era el responsable de eso e iba a pagarlo con lágrimas de sangre.