Capítulo 10: Alucinación.
Wendy POV
Llevábamos cuestión de una hora de camino cuando aprecié grandes ojeras bajo los ojos de Will. Miré el reloj del coche, eran las cuatro de la mañana.
-¿Cuánto hay de aquí a San Diego?
-Nos queda una hora más o menos para llegar- Dijo intentando mantener los ojos abiertos.
-Podemos parar.
-¿Por qué?
-¿De verdad me lo preguntas? Estás cansado, tienes que descansar.
-Estoy bien- Mintió.
-Will, detén el coche, pasaremos el resto de la noche en el coche y mañana seguiremos.
Will me miró unos segundos y finalmente asintió. Cogió el siguiente desvío a la derecha y pronto llegamos a un motel: San Clemente Motel. Miré a Will con actitud interrogativa.
-He cogido dinero- Me dijo antes de bajarse del coche.
Yo me reuní con él y nos adentramos en la recepción. Era un motel un poco antiguo y no en muy buenas condiciones, pero bueno, sólo sería una noche.
-Hola, querríamos una habitación para pasar la noche- Le dijo Will a la recepcionista.
-¿Desayuno incluido?
-No.
-¿Camas individuales o matrimonio?
-Individuales- Contestó Will.
-No nos quedan.
Will abrió mucho la boca, sorprendido.
-¿Entonces para qué pregunta?
-Es mi trabajo- La mujer se encogió de hombros.
Will me miró a la espera de mi respuesta.
-¿Hay dos habitaciones individuales?- Volvió a preguntarle a la mujer sin darme tiempo a hablar.
-Sí.
Vi cómo Will se sacó unos billetes del bolsillo y los miró.
-De acuerdo, pues…
-Nos quedamos con la de matrimonio- Lo interrumpí.
Él me miró con los ojos muy abiertos y yo me encogí de hombros.
-De acuerdo, son 35 dólares- Dijo la mujer.
Will le tendió unos billetes y la mujer le dio una llave.
-Disfrutad de la estancia.
-¿Por qué has hecho eso?- Me preguntó Will mientras subíamos las escaleras.
-Porque obviamente no tenías tanto dinero para pagar nos habitaciones separadas, además, sólo será una noche.
-No te preocupes, dormiré en el suelo.
-¿Qué?- ¿De qué estaba hablando?- ¿Por qué?
-No quiero que te sientas incómoda.
-Vamos, Will, sólo será una noche y confío en ti- Dije sinceramente.
-¿Confías en mí?- Parecía sorprendido.
-Claro- ¿Por qué se sorprendía?- Eres de las pocas personas en quién confío.
Llegamos a nuestra habitación y Will introdujo la llave. Cuando entramos comprobamos que no era nada del otro mundo, de hecho estaba demasiado bien para haber pagado sólo 35 dólares. Había una pequeña puerta a la derecha que supuse que sería el baño y, a la derecha, había una cama de matrimonio con una mesita de noche. Will cerró la puerta y soltó su mochila al lado de la cama. Ambos nos quedamos de pie en la habitación sin decir nada y de pronto, me sentí incómoda.
-Creo que voy a darme una ducha- Dije dirigiéndome al cuarto de baño.
-Sí, yo…Me quedaré aquí haciendo algo- Contestó.
Me metí en el baño y cogí una de las dos toallas blancas que había en el lavabo. Me quité los tacones y el vestido y me metí en la ducha. Cuando salí, me volví a poner el vestido pero los tacones no. Ya había tenido suficientes tacones para una noche. Me miré en el diminuto espejo del baño, el maquillaje se había difuminado y tenía marcas negras por la cara. Fruncí el ceño y me eché agua en la cara para eliminarlas, luego cogí la toalla y me sequé la cara. Pero la gran sorpresa llegó cuando retiré la toalla de mi cara y la miré, había una gran mancha de sangre en ella. Me miré en el espejo y vi que una hilera de sangre me caía de la nariz. Eché la cabeza hacia atrás y me coloqué la toalla de nuevo en la nariz, ¿qué me pasaba?
-Princesa…
Oí una voz tras de mí. Miré por el espejo y me encontré con la silueta de Starkus Strain mirándome fijamente.
-¿Creías que no te iba a encontrar?
Me quedé en shock, ¿él también había atravesado el portal? Me giré para encararme a él, pero ya no estaba. Esta vez oí su voz dentro de mi cabeza.
-Mira lo que has hecho…
Miré a mi alrededor y vi que todas las paredes y el suelo del cuarto de baño estaban cubiertas de sangre. Entonces me miré las manos y vi que también estaban manchadas de sangre. Oí la risa perversa de Starkus Strain en mi cabeza y solté un grito de horror.
-¡Wendy!- Will entró corriendo en el servicio y me encontró tirada en el suelo con la cara entre las manos- Wendy…- Will me cogió ambas manos intentando que lo mirara, pero yo no quería ver la sangre- Wendy… ¡Wendy, mírame!
Will me quitó las manos de la cara y me obligó a mirarlo. Cuando vi esos grandes ojos marrones, me tranquilicé un poco.
-¿Qué ha pasado?- Me preguntó.
Miré a mi alrededor, pero el baño estaba impoluto. Me toqué la nariz en busca de sangre, pero era como si nada hubiera pasado. Encontré la toalla blanca a mi lado, la cual también estaba intacta.
-¿Qué ha pasado?- Volvió a preguntarme.
-Starkus…
-¿Qué? Starkus era el malo, ¿verdad?
Asentí.
-Se ha metido en mi cabeza.
-¿Cómo?
-No lo sé…
-Óyeme, tú eres más fuerte que esto, ¿vale?
Asentí. Tenía que creerlo si quería salir viva de todo esto. Ni Starkus Strain, ni Killian, ni nadie iba a conseguir que me rindiera y fracasara en mi misión. Encontraría a Rachel y salvaría a las doxies, de eso estaba segura. Starkus no sabía con quién estaba tratando.
-Ven, es hora de que descansemos un poco- Me dijo Will.
Will me ayudó a levantarme y nos dirigimos a la habitación.
-¿Estás mejor?- Me preguntó mientras nos metíamos en la cama.
-Sí- Dije sinceramente- Starkus no va a poder conmigo.
-Esa es la actitud- Will sonrió y se giró de medio lado para mirarme.
-¿Qué?- Pregunté al ver que no decía nada.
-Nada- Sonrió.
Me giré para quedar cara a cara con él y sonreí.
-¿Qué?- Preguntó él.
-Nada- Contesté.
Nos quedamos mirando durante ¿cuánto? ¿Segundos? ¿Minutos? No estaba segura. Mirar a Will me daba paz, sólo lo conocía desde hacía una semana y poco más pero sentía una fuerte conexión con él. Una parte de mí sabía que él no debería estar allí, que no debería haberlo arrastrado a esa batalla conmigo. Pero mi parte egoísta se alegraba de que se hubiera montado en su coche hacía unas horas para acompañarme, se alegraba de no haberle tenido que decir adiós aún. Pensé también en Jackie, si estaba con mi hermana seguro que estaría a salvo, ella la protegería.
Entonces, algo rompió la tranquilidad y la magia de aquel momento. Oímos unos sonidos…O más bien, unos gemidos en la habitación de al lado. Noté cómo me ruborizaba. Will abrió mucho los ojos y ambos nos colocamos boca arriba sin saber qué hacer o decir. Los gemidos no paraban y la situación cada vez era más incómoda.
-Yo…Esto…-La voz de Will sonaba inestable y nerviosa.
-Sí…Será mejor que…-Intenté mejorar la situación pero sólo la empeoré.
Finalmente, ambos nos dimos la vuelta dándonos la espalda.
-Buenas noches- Se apresuró a decir Will.
-Buenas noches- Contesté.
Cerré los ojos e intenté controlar los rápidos latidos de mi corazón. Pero entonces me di cuenta de que no sólo estaba oyendo mis latidos, sino también los de Will. Sabía que las doxies teníamos el oído más desarrollado que los humanos, pero nunca había oído los latidos de nadie. ¿Sería porque estaba desarrollando nuevas capacidades? ¿O tal vez porque el corazón de Will latía igual de rápido que el mío?
Jackie POV
-Puedes dormir en la cama de Wendy- Le dije a Samantha.
-De acuerdo.
-¿Qué haremos mañana?
-¿Haremos?- Samantha alzó las cejas.
-Claro, ¿o es que pretendes dejarme aquí sola?
Samantha se echó a reír.
-Tú no sabes pelear, Jaqueline.
-Te he dicho que me llames Jackie- Siempre había odiado que me llamaran por mi nombre completo, sonaba muy formal- Y que no sepa pelear no significa nada.
-¿Ah, no?
-No- Contesté muy segura- Conozco los alrededores, puedo guiarte hasta San Diego.
-No vamos a San Diego todavía- Dijo mientras se metía en la cama que había ocupado Wendy la última semana.
-Pero le dijiste a tu hermana…
-Sé lo que le dije- Me interrumpió- Dije que nos encontraríamos allí, no le dije cuándo.
Asentí y me metí en mi cama.
-¿Entonces?- Pregunté.
-Primero quiero contactar con unas doxies.
-¿Están aquí?
-No, en Doxmond.
-¿Y cómo piensas contactar con ellas?
-Con magia.
-¿Magia?
-¿Qué?- Samantha giró la cara para mirarme- Sólo necesitamos encontrar un brujo o una bruja.
-¿Y de dónde lo sacamos?
-Los brujos abundan por aquí- Dijo- Seguro que podemos encontrar a uno antes de lo que piensas.