Capítulo 8
Clary
No podía creer que Adrian estuviera delante de mí, no supe cómo reaccionar, no sabía si levantarme y abrazarlo o qué, si estaba allí podía significar muchas cosas, o bien que también le habían secuestrado y que lo traían para torturarme un poco o bien que…estaba involucrado en el secuestro. No quería ni sopesar la segunda opción. Entonces me fijé en algo, en las manos traía una especie de bandeja. Él me miró como si no fuese más que una cucaracha a la cual se acaba de encontrar en su camino.
-¡Adrian! ¡Qué alegría que estés aquí, pensé…!
-¡A callar!- Me ordenó Bradley, yo esperaba que Adrian saliera en mi defensa pero todo lo que hizo fue mirarme- Bueno, te dejamos con ella- Dijo dirigiéndose a Adrian- Avisa si ocurre algo.
-No hay problema.
Bradley y Jennifer salieron por la puerta y la cerraron tras ellos. Adrian me miró como si me viese por primera vez. Luego se acercó hasta donde yo estaba tirada en el suelo, se agachó y me tendió la bandeja.
-Anda, come algo- Miré la bandeja, en ella había un trozo de pan y un vaso de agua.
-Estás de broma ¿verdad?- Encarné una ceja- Adrian ¿qué te pasa?
-A mí no me pasa nada Clary- Su voz era cortante- Pero a ti sí te pasará como no colabores.
-¿Tú ya has colaborado?- ¿Habría él hablado ya? ¿Qué habría dicho?
Adrian rió.
-Clary, Clary…-Dejó la bandeja en el suelo y me pasó una mano por la mejilla, al instante me sonrojé- No entiendes nada ¿Verdad?
-¿Qué se supone que debo entender?
-A mí no me ha secuestrado nadie…-Se me hizo un nudo en la garganta.
-¿Quieres decir que…-Tuve que esforzarme para que las palabras salieran de mi boca-…que eres uno de ellos?- Adrian sonrió.
-Por fin lo pillas- Me quedé helada y miré la mano que aún estaba en mi mejilla y me eché hacia atrás apartándome de él.
-¡No me toques!- Él pareció sorprenderse- ¿Por qué me tocas?
-Bueno, la última vez la que me tocaste fuiste tú- Sentí una inmensa rabia hacia él.
-Eso fue antes de que me secuestraras y luego vinieras a traerme un trozo de pan con agua como si no hubiera sucedido nada.
-Clary- Dijo tras unos segundos de silencio- Será mejor que colabores.
-Pero es que no sé en lo que queréis que colabore.
-Ya te lo han dicho Bradley y Jennifer- Indicó- Tú eres la mejor amiga de Selena y ha huido, ¿de verdad pretendes que creamos que no sabes dónde está?
-¿Por qué iba a saberlo?- Dije controlando el tono de mi voz- Me secuestraste antes de que la viera.
-Iba con un chico.
Me quedé sorprendida y abrí los ojos como platos, ¿con un chico?
-Supongo que es alguien a quien las dos conocéis.
-Pues como no sea el petardo de Mark…-Susurré.
-Mira Clary- Se incorporó- Te lo preguntaré por última vez, ¿Había algún lugar donde Selena se ocultara cuando no quería que nadie la viera?
Le miré a los ojos.
-No.
Sonrió.
-Está bien, te creo.
-¿Me vais a dejar libre?
-No, aún te necesitamos para encontrarla a ella.
Me levanté hecha una furia.
-¡¿Qué me necesitáis para encontrarla?! Pero ¡¿Por qué?! ¡¿Qué es lo que queréis de ella?! ¡Sea lo que sea no lo conseguiréis!
-Yo creo que sí- No perdió la calma- En la semana que llevo conociéndoos me he dado cuenta de lo unidas que estáis y sé que ella pagaría cualquier precio por ti- Algo en la voz de Adrian hizo que se me pusiera el vello de punta.
-¿Qué precio?- Mi voz apenas sonó como un susurro. Adrian se acercó más y sonrió.
-Su vida…
Selena
Leí el mensaje unas cinco veces asegurándome de lo que decía, Clary me pedía auxilio. Tenía una especie de bola en la garganta que me impedía respirar bien. Debía salvar a Clary, me daba igual lo que me dijeran Steve o Alex, ella era más importante para mí que cualquier trampa –suponiendo que realmente fuera una trampa-. Estuve en mi habitación dando vueltas nerviosa esperando a que llegara la hora que se citaba en el móvil: las 20.00 h, miré el reloj, eran las 19:00. Hacía rato que había dejado de oír las voces y los pasos de Steve y Alex por lo que supuse que o bien habían salido o bien estaban fuera, La imagen de Clary no paraba de llegar a mi cabeza, sonriendo de esa manera alegre con la que sonreía la mayoría de las veces, me parecía imposible que alguien con la vitalidad de Clary estuviera secuestrada -¿por qué no decirlo?- por mi culpa. Miré el móvil por última vez, sabía la dirección que se indicaba y también sabía que si no me presentaba matarían a Clary, un cambio…eso era lo que querían y no me importaba cambiarme por ella, Clary no tenía nada que ver en ese estúpido mundo que acababa de descubrir que existía. Comprobé el reloj de nuevo, las 19:30. Dejé el móvil encima de la cama y cogí una chaqueta del armario.
Bajé las escaleras con mucho cuidado comprobando que nadie me veía. La casa estaba totalmente sola, ni rastro de Alex ni de Steve por ningún lado. Esperé encontrármelos fuera cuando saliera así que empecé a inventarme excusas <<Veréis simplemente venía a ver qué tal estabais>> o <<Quería salir a que me diera un poco el Sol>>, pero no me hizo falta ninguna excusa, cuando salí tampoco había nadie fuera. Empecé a correr mirando hacia atrás para asegurarme de que no me habían visto. No sabía exactamente dónde me encontraba así que miré dónde estaba el Sol, por la posición supe que me encontraba al Oeste así que la dirección que me habían indicado estaba justamente en la dirección opuesta.
Seguí corriendo unos quince minutos hasta que me encontré en el parque que me habían indicado. Era un parque antiguo, con los columpios y los toboganes sucios y pintados, allí ya no iba nadie, pero cuando Clary y yo éramos pequeñas nos pasábamos las tardes allí así que…un lugar abandonado ¿por qué no? Parecía un buen lugar para intercambiar a alguien en un secuestro.
Jennifer
Bradley y yo llevábamos un rato observando camuflados desde unos árboles que había en el parque, sabíamos que la chica aparecería en cuanto leyese el mensaje que “su amiga” le había enviado pidiéndole auxilio.
-No va a venir- Bradley estaba justo a mi lado.
-Ten paciencia.
-Paciencia es un don que no poseo- Dijo en tono burlón.
-Como esa chica no aparezca me cargo a la amiga, eso tenlo por seguro.
Aunque Bradley y yo fuéramos hermanos había sobre todo una cosa que nos diferenciaba, él no pensaba, siempre actuaba sin pensar. Estaba a punto de replicar cuando vi una sombra acercarse corriendo y cuando llegó al parque se detuvo. Era una chica de unos dieciséis años, era bajita y llevaba el pelo castaño recogido en una coleta. Debía de ser ella.
-Bradley…
Bradley miró en la dirección que yo lo hacía y la vio. Curvó los labios en una sonrisa.
-Es ella, no hay duda, es idéntica a Jaden.
-No lo nombres si quiera- Dije con un tono ácido.
-Está bien, vamos allá- Hizo el ademán de lanzarse en su dirección, pero yo le retuve.
-¿Qué haces?
-No, ¿qué haces tú?- Parecía molesto.
-No puedes tirarte ahí porque sí.
-Entonces ¿qué sugieres hermanita?- Un ruido y unas voces captaron nuestra atención.
Tres chicos se acercaban en dirección al parque, eran tres simples humanos.
-Oh, vamos a quitarnos a esos tres de en medio Jenn.
-Espera, veamos si pasan de largo.
Selena
Llevaba unos minutos esperando, tenía la sensación de que alguien me observaba pero por más que mirara a un lado y a otro no conseguía ver a nadie. Estaba poniéndose el crepúsculo y no se veía a nadie por la calle, de pronto sentí miedo. No lo había tenido cuando leí el mensaje y no lo había tenido al llegar allí, pero ahora, al ver el parque a oscuras y sin ninguna persona, el miedo llegó a mí.
Oí unos pasos detrás de mí, me giré y vi a tres chicos acercarse en dirección al parque, ¿serían ellos? Lo dudaba, simplemente serían tres macabras, a lo mejor pasaban de largo. Cuando estaban más cerca los vi mejor y me quedé de piedra al darme cuenta de que los conocía. Eran Mark, Joe y otro chico del equipo de baloncesto llamado Ben. Mark cruzó su mirada conmigo y me quedé de piedra. Intenté apartar la mirada pero él ya había avisado a los otros sonriendo para que miraran en mi dirección. Joe entrecerró los ojos -lo cual no entendí ya que estaba bastante oscuro- y sonrió. Vi como los tres se dirigían hacia donde yo me encontraba, mi primer instinto fue salir corriendo de allí pero entonces la imagen de Clary me mantuvo allí firme.
-Hey, mira quién está aquí- Dijo Mark, se tambaleaba y la voz le temblaba…estaba ¿Borracho?
-Pero si es Selena, la zorra que te dejó- Intervino Joe también borracho.
-Bueno, realmente la dejé yo a ella- Mark se estaba tambaleando hacia la izquierda mientras se acercaba a mí. Instintivamente cerré los puños.
-Y ¿qué haces por aquí tan sola?- Intervino Ben.
Los tres se pusieron a mí alrededor, yo apreté la mandíbula conteniendo el miedo que estaba empezando a sentir.
-Bueno- Mark se puso delante de mí, el aliento le apestaba a alcohol y a tabaco- Ya no está sola.
-No sé si eres la compañía deseada- Las palabras prácticamente saltaron de mi boca antes de que pudiera controlarlas, sabía que enfrentarse no me saldría bien pero era algo que me salía solo. Joe y Ben hicieron a coro un sonoro “uh…”.
-Yo creo que sí- Mark me cogió la cara con una mano, yo le pisé el pie y éste la quitó mientras se quejaba.
-Eh, no te pases bonita- Dijo Joe mientras él y Ben se acercaban a ambos lados de Mark.
-Eres igual de estúpida que tu amiga, la perra- Al oír a Mark mencionar a Clary no pude evitar que mi puño se moviera automáticamente hacia su cara, pero éste me paró el puño cogiéndomelo con la mano- Eh, ya te vale- Hizo un gesto con la cabeza a Joe y a Ben y éstos me cogieron de los brazos, era curioso ver cómo le hacían caso, siempre había pensado que el líder era Joe, no Mark.
-¡Soltadme!- Intenté soltarme pero me agarraron más fuerte. Ya no sentía miedo sino repulsión y mucho enfado hacia ellos.
-Sch…-Mark volvió a agarrarme la cara con una mano- No te pongas arisca gatita, nos lo podríamos pasar muy bien ¿no te parece?- Le escupí en la cara, Mark me soltó la cara y se puso rojo de la ira.
-¡Pero qué te pasa!- Dijo Ben a mi espalda.
-Mira gatita- Mark se acercó de nuevo y sacó algo de un bolsillo de la chaqueta- Más te vale que controles ese genio- Alzó el objeto que acababa de sacar, era brillante y afilado…una navaja. Me puse tensa de nuevo, nunca habría pensado que Mark fuese capaz de llegar a tanto- O las cosas irán peor- Pasó el filo de la navaja por mi mejilla sin llegar a cortarme.
Joe rió.
-Ahora es cuando esto empieza a ponerse interesante…
-Ya lo creo- Mark sonreía, era una sonrisa desagradable.
Hacía todo lo posible por no temblar aunque me resultaba bastante difícil. A lo lejos se oyeron el ruido de algunos coches y motos y el desagradable ruido de una moto al frenar de golpe.
-Quizá podríamos volver juntos- Me guiñó un ojo- Sólo por unos días.
-¡Suéltala!- La persona que había hablado no era ni Mark, ni Ben, ni Joe, por supuesto tampoco yo, pero la voz me resultó muy familiar. Todos giramos la cabeza en la dirección de la que provenía esa voz.
Alex. Estaba de pie unos metros más lejos con las manos a ambos costados cerradas en puños y una mirada amenazante. Mark tenía los ojos abiertos como platos, era obvio que lo último que esperaba era que alguien llegase.
-Vaya, vaya- Mark soltó una risa ronca- ¿Quién es este, Sel? ¿Tu nuevo novio?
-Eso es lo que ella quisiera- Alex quiso hacer una broma pero la voz se le quebró.
-Entonces ¿qué más te da lo que le pase a esta zorra?
-He dicho que la sueltes- Alex hablaba pausadamente pero su voz era cortante y enfadada.
Mark le dio una vuelta a la navaja en el aire.
-¿Por qué?
Alex hizo una sonrisa torcida, divertida.
-Porque entonces las cosas se pondrán feas.
Mark hizo caso omiso, les indicó a Ben y a Joe que me soltaran, éstos lo hicieron y Mark me agarró delante de él poniéndome la navaja en el cuello. Noté como un gemido de dolor salía por mi boca al notar el filo de la hoja en mi garganta. Alex apretó la mandíbula.
-Suelta esa navaja- Le ordenó.
Mark presionó más fuerte la navaja y noté un hilo de sangre correr por mi cuello.
-Oh- Comentó Mark al ver la expresión de Alex- ¿No te gusta que haga eso?
-Te lo voy a decir por última vez…
Mark presionó más la navaja y más sangre salió de la herida mientras yo lanzaba una exclamación ahogada, Mark lanzó un grito y se retiró de mí. Ben y Joe le miraban con los ojos en blanco, yo le miré y vi que tenía otra navaja clavada en el brazo. Miré a Alex el cual miraba con expresión divertida la escena, ¿cuándo había lanzado aquella navaja? Mark lanzó una palabrota y se quitó la navaja del brazo con una mueca de dolor. Al segundo siguiente Alex estaba frente a él.
-¡¿Qué cojones te pasa a ti?!- Gritó Joe acercándose para ayudar a Mark, Ben salió corriendo del parque.
-Vaya, llega el príncipe a salvar a la princesa- Alex les sonreía socarrón.
Joe se abalanzó sobre Alex con el puño cerrado pero éste lo esquivó, le cogió el brazo por detrás y se lo retorció, luego le dio una patada en el costado y lo tiró al suelo, se giró y miró a Mark que estaba atónito. Alex volvió a sonreír y le indico con la palma de la mano que se acercara, parecía que disfrutaba con el momento, como si simplemente fuera un juego. Mark tardó en atacar a Alex lo que tardé yo en pestañear y éste tardó en derribarlo lo que yo tardé coger aire, con un puñetazo en la mandíbula y un codazo en las costillas lo derrumbó. Yo le miré atónita, cuando él me miró lo hizo con una expresión de enfado en la cara.
-Tú y yo- Me señaló con el dedo- Vamos a tener una pequeña charla- Estaba tan impactada por todo lo que había pasado en tan poco tiempo que no supe qué decir- Vamos antes de que estos dos se despierten de nuevo- Le dio una pequeña patada en el lado a Mark que estaba tendido a sus pies.
Me cogió de la muñeca y prácticamente me llevó a rastras hacia donde había dejado la moto, entonces me acordé de Clary, no podía irme sin ella, había ido allí por un motivo.
-Clary…-Empecé a decir.
-¡Clary no va a venir! ¡Ni nadie lo hará! ¡Todo esto ha sido una maldita trampa!- Gritó- ¡Te dijimos que no les hicieras caso y es lo primero que has hecho!- Me quedé sin habla- Vamos.
Nos montamos en la moto y Alex arrancó antes incluso de que me agarrara a él, por lo que tuve que mantener el equilibrio para no caerme mientras me agarraba a su cintura. Notaba los latidos del corazón allí donde la navaja había cortado en el cuello. ¿Cómo podía haber sido tan tonta? ¿Es que realmente pensaba que me iban a cambiar por Clary así porque sí? Pero si no iban a aparecer… ¿cuál era su verdadero objetivo? ¿Hacer que fuera allí para nada?
Jennifer
Cuando los chicos se acercaron a ella y empezaron a hablar me di cuenta de que no iban a marcharse.
-Deberíamos hacer algo, Jenn.
-Paciencia hermanito- Sonreí- Intervendremos cuando sea necesario.
Estuvieron andando a su alrededor y hablando un rato hasta que vimos cómo ella le escupía en la cara y uno de los chicos sacaba una navaja. Entonces cambié de idea, no podíamos dejar que mataran a la chica.
-Bradley, ahora sí, vamos a hacer algo como esos chicos la maten todo esto no servirá de nada- Empezaba a inquietarme.
-Deja de incordiar Jenn, ahora viene la mejor parte.
Lo miré atónita, ¿cuándo habíamos cambiado los papeles?
-Bradley…
-Sch…
Estaban discutiendo cuando otra persona entró en escena, era un chico alto, moreno y fuerte. Los demás chicos se quedaron mirándolo atónitos. Veía cómo la situación se nos estaba yendo de las manos.
-Debemos irnos de aquí- Indicó Bradley, había algo raro en el tono de su voz.
-¿Por qué?
-Ese chico- Señaló al chico moreno que acababa de llegar- Es un cazador.
-¿Qué?- Estaba anonadada, ¿de verdad era un cazador?- ¿Cómo lo sabes?
-Ya lo había visto antes- Su rostro estaba oscuro y sin expresión alguna- Será mejor que nos vayamos.
-Sabes que como volvamos sin ninguna información- Le coloqué la mano en el brazo- A papá no le hará ninguna gracia.
-Pero sí llevamos información- Sonrió.
Selena
Alex conducía muy rápido por lo que en pocos minutos llegamos a la casa del campo. Cuando aparcó la moto nos bajamos y entramos en la casa, Alex iba delante malhumorado, sabía que ahora venía bronca.
-¡¿Es que estás loca?!- Gritó nada más cerrar la puerta.
-Yo…
-¡Podrían haberte matado o algo peor!- Su voz sonaba cada vez más fuerte- ¡¿Qué habría pasado si no llego a aparecer?! ¡¿Eh?!
-¿Cómo has sabido donde estaba?- Fue lo único que fui capaz de decir. Él sacó mi móvil de su chaqueta.
-Lo dejaste encima de tu cama- Lo volvió a guardar en su chaqueta- ¡Steve sólo lleva fuera cuatro horas y ya he tenido que ir a salvarte de nuevo! Si sigo así creo que batiré mi propio record.
-Oye, lo siento ¿vale?- No me gustaba tener que pedirle disculpas a Alex pero se las debía ¿no?
-Pues no se nota- Se calmó un poco.
-Es que vi el mensaje y pensé…pensé…
-Pensaste que te iban a cambiar por tu amiga- Terminó la frase por mí.
-Sí.
-Pues pensaste mal- Se pasó una mano por la cara- Mira, esos bichos no te van a cambiar por Clary y mucho menos la dejarán libre así como así, te lo advertimos.
-Lo sé pero…
-Pero nada- Volvió a alzar la voz- ¡Te crees que con decir “lo siento” o con admitir que te has equivocado se solucionará todo pero no es así! ¡A ver si creces de una vez!
-¡Tú tampoco es que hagas mucho para que confíe en ti y no huya ni trate de salvar a mi amiga!- Yo también perdí los nervios, pero había intentado disculparme y él lo único que sabía hacer era gritarme.
-¡¿Y qué quieres que haga?! ¡¿Qué te escriba un poema y te cante una serenata a los pies de tu ventana?! ¡Si esa es tu idea para poder confiar en alguien vas lista! ¡Además, yo no quiero que confíes en mí, simplemente quiero que no hagas estupideces! ¡No por mí, a mí me da igual, pero Steve me ha dejado a tu cargo y quiero hacer bien mi trabajo!
-¡Pues a lo mejor debería haberse quedado Steve conmigo! ¡Seguramente le habría hecho más caso a él que a ti!
-¡Créeme que lo intenté!- Empezamos a hablar uno por encima del otro alzando cada vez más la voz.
-¡Pues no ha dado resultado!
Alex se tiró de los pelos.
-¡¿Por qué eres tan inmadura?!
-¡¿Y tú por qué eres tan estúpido?!
Alex se puso rojo de la rabia, cerró los ojos e inspiró profundamente.
-Vete a tu cuarto.
-¿Perdona?- ¿Es que acaso me estaba dando una orden?
-Ya me has oído- Alex luchaba por mantener la calma.
-¿Quién te crees que eres para darme órdenes?- Puse los brazos en jarra mientras notaba una punzada de dolor en el cuello.
-O te vas tú sola a tu habitación o te llevo yo y te encierro con llave- Amenazó.
-No serías capaz...-No me dejó acabar la frase, cuando quise darme cuenta me había cogido y me había echado por encima de su hombro- ¡¿Pero qué diablos haces?!
-Has dicho que no sería capaz- Abrió la puerta de mi cuarto de una patada y me tiró encima de la cama, luego se dirigió a la puerta y se quedó en el marco de la puerta mirándome- No se te ocurra salir a no ser que sea para ir al baño o tendremos problemas.
-Eres…eres- No tenía palabras para explicar cómo me sentía en ese momento.
-Lo sé- Sonrió de forma burlona- Soy un encanto.
Quise matarlo, pero inspiré hondo y traté de calmarme.
-¿Me vas a dar el móvil?
-¿Para qué?- Alzó más la voz- ¿Para que cuando te envíen otro mensaje trampa, caigas? No, creo que no- Dicho esto cerró la puerta y se fue. Cogí la almohada, me la puse en la cara y grité, era algo que siempre solía hacer cuando estaba de los nervios.
¿Por qué me trataba como si fuera una niña chica? ¿Cuántos años podía ser más joven que él? ¿3, 4? Inhalé hondo. Me toqué la garganta con la mano y noté la sangre seca ahí donde Mark me había cortado con la navaja. Me levanté y me dirigí al baño, me miré en el espejo, la sangre seca había empezado a crear costra. Busqué un botiquín de primeros auxilios, me llevó un rato encontrarlo. Cuando lo cogí, saqué el agua oxigenada y algodón y me curé la herida. Me escocía bastante aunque no parecía una herida profunda.
Cuando salí del baño me dirigí de nuevo a mi cuarto, tenía hambre y pensé en ir a la cocina a coger algo de comer pero decidí no hacerlo para no encontrarme con cierta persona indeseada. Cerré los ojos y agarré con fuerza el collar de mi madre, casi como esperando que éste me transportara lejos de todo y de todos. Quería ayudar a Clary, pero era obvio que no sería capaz de hacerlo en esas condiciones, si al menos peleara la mitad de bien que Alex…
Clary
No podía creer que Adrian estuviera delante de mí, no supe cómo reaccionar, no sabía si levantarme y abrazarlo o qué, si estaba allí podía significar muchas cosas, o bien que también le habían secuestrado y que lo traían para torturarme un poco o bien que…estaba involucrado en el secuestro. No quería ni sopesar la segunda opción. Entonces me fijé en algo, en las manos traía una especie de bandeja. Él me miró como si no fuese más que una cucaracha a la cual se acaba de encontrar en su camino.
-¡Adrian! ¡Qué alegría que estés aquí, pensé…!
-¡A callar!- Me ordenó Bradley, yo esperaba que Adrian saliera en mi defensa pero todo lo que hizo fue mirarme- Bueno, te dejamos con ella- Dijo dirigiéndose a Adrian- Avisa si ocurre algo.
-No hay problema.
Bradley y Jennifer salieron por la puerta y la cerraron tras ellos. Adrian me miró como si me viese por primera vez. Luego se acercó hasta donde yo estaba tirada en el suelo, se agachó y me tendió la bandeja.
-Anda, come algo- Miré la bandeja, en ella había un trozo de pan y un vaso de agua.
-Estás de broma ¿verdad?- Encarné una ceja- Adrian ¿qué te pasa?
-A mí no me pasa nada Clary- Su voz era cortante- Pero a ti sí te pasará como no colabores.
-¿Tú ya has colaborado?- ¿Habría él hablado ya? ¿Qué habría dicho?
Adrian rió.
-Clary, Clary…-Dejó la bandeja en el suelo y me pasó una mano por la mejilla, al instante me sonrojé- No entiendes nada ¿Verdad?
-¿Qué se supone que debo entender?
-A mí no me ha secuestrado nadie…-Se me hizo un nudo en la garganta.
-¿Quieres decir que…-Tuve que esforzarme para que las palabras salieran de mi boca-…que eres uno de ellos?- Adrian sonrió.
-Por fin lo pillas- Me quedé helada y miré la mano que aún estaba en mi mejilla y me eché hacia atrás apartándome de él.
-¡No me toques!- Él pareció sorprenderse- ¿Por qué me tocas?
-Bueno, la última vez la que me tocaste fuiste tú- Sentí una inmensa rabia hacia él.
-Eso fue antes de que me secuestraras y luego vinieras a traerme un trozo de pan con agua como si no hubiera sucedido nada.
-Clary- Dijo tras unos segundos de silencio- Será mejor que colabores.
-Pero es que no sé en lo que queréis que colabore.
-Ya te lo han dicho Bradley y Jennifer- Indicó- Tú eres la mejor amiga de Selena y ha huido, ¿de verdad pretendes que creamos que no sabes dónde está?
-¿Por qué iba a saberlo?- Dije controlando el tono de mi voz- Me secuestraste antes de que la viera.
-Iba con un chico.
Me quedé sorprendida y abrí los ojos como platos, ¿con un chico?
-Supongo que es alguien a quien las dos conocéis.
-Pues como no sea el petardo de Mark…-Susurré.
-Mira Clary- Se incorporó- Te lo preguntaré por última vez, ¿Había algún lugar donde Selena se ocultara cuando no quería que nadie la viera?
Le miré a los ojos.
-No.
Sonrió.
-Está bien, te creo.
-¿Me vais a dejar libre?
-No, aún te necesitamos para encontrarla a ella.
Me levanté hecha una furia.
-¡¿Qué me necesitáis para encontrarla?! Pero ¡¿Por qué?! ¡¿Qué es lo que queréis de ella?! ¡Sea lo que sea no lo conseguiréis!
-Yo creo que sí- No perdió la calma- En la semana que llevo conociéndoos me he dado cuenta de lo unidas que estáis y sé que ella pagaría cualquier precio por ti- Algo en la voz de Adrian hizo que se me pusiera el vello de punta.
-¿Qué precio?- Mi voz apenas sonó como un susurro. Adrian se acercó más y sonrió.
-Su vida…
Selena
Leí el mensaje unas cinco veces asegurándome de lo que decía, Clary me pedía auxilio. Tenía una especie de bola en la garganta que me impedía respirar bien. Debía salvar a Clary, me daba igual lo que me dijeran Steve o Alex, ella era más importante para mí que cualquier trampa –suponiendo que realmente fuera una trampa-. Estuve en mi habitación dando vueltas nerviosa esperando a que llegara la hora que se citaba en el móvil: las 20.00 h, miré el reloj, eran las 19:00. Hacía rato que había dejado de oír las voces y los pasos de Steve y Alex por lo que supuse que o bien habían salido o bien estaban fuera, La imagen de Clary no paraba de llegar a mi cabeza, sonriendo de esa manera alegre con la que sonreía la mayoría de las veces, me parecía imposible que alguien con la vitalidad de Clary estuviera secuestrada -¿por qué no decirlo?- por mi culpa. Miré el móvil por última vez, sabía la dirección que se indicaba y también sabía que si no me presentaba matarían a Clary, un cambio…eso era lo que querían y no me importaba cambiarme por ella, Clary no tenía nada que ver en ese estúpido mundo que acababa de descubrir que existía. Comprobé el reloj de nuevo, las 19:30. Dejé el móvil encima de la cama y cogí una chaqueta del armario.
Bajé las escaleras con mucho cuidado comprobando que nadie me veía. La casa estaba totalmente sola, ni rastro de Alex ni de Steve por ningún lado. Esperé encontrármelos fuera cuando saliera así que empecé a inventarme excusas <<Veréis simplemente venía a ver qué tal estabais>> o <<Quería salir a que me diera un poco el Sol>>, pero no me hizo falta ninguna excusa, cuando salí tampoco había nadie fuera. Empecé a correr mirando hacia atrás para asegurarme de que no me habían visto. No sabía exactamente dónde me encontraba así que miré dónde estaba el Sol, por la posición supe que me encontraba al Oeste así que la dirección que me habían indicado estaba justamente en la dirección opuesta.
Seguí corriendo unos quince minutos hasta que me encontré en el parque que me habían indicado. Era un parque antiguo, con los columpios y los toboganes sucios y pintados, allí ya no iba nadie, pero cuando Clary y yo éramos pequeñas nos pasábamos las tardes allí así que…un lugar abandonado ¿por qué no? Parecía un buen lugar para intercambiar a alguien en un secuestro.
Jennifer
Bradley y yo llevábamos un rato observando camuflados desde unos árboles que había en el parque, sabíamos que la chica aparecería en cuanto leyese el mensaje que “su amiga” le había enviado pidiéndole auxilio.
-No va a venir- Bradley estaba justo a mi lado.
-Ten paciencia.
-Paciencia es un don que no poseo- Dijo en tono burlón.
-Como esa chica no aparezca me cargo a la amiga, eso tenlo por seguro.
Aunque Bradley y yo fuéramos hermanos había sobre todo una cosa que nos diferenciaba, él no pensaba, siempre actuaba sin pensar. Estaba a punto de replicar cuando vi una sombra acercarse corriendo y cuando llegó al parque se detuvo. Era una chica de unos dieciséis años, era bajita y llevaba el pelo castaño recogido en una coleta. Debía de ser ella.
-Bradley…
Bradley miró en la dirección que yo lo hacía y la vio. Curvó los labios en una sonrisa.
-Es ella, no hay duda, es idéntica a Jaden.
-No lo nombres si quiera- Dije con un tono ácido.
-Está bien, vamos allá- Hizo el ademán de lanzarse en su dirección, pero yo le retuve.
-¿Qué haces?
-No, ¿qué haces tú?- Parecía molesto.
-No puedes tirarte ahí porque sí.
-Entonces ¿qué sugieres hermanita?- Un ruido y unas voces captaron nuestra atención.
Tres chicos se acercaban en dirección al parque, eran tres simples humanos.
-Oh, vamos a quitarnos a esos tres de en medio Jenn.
-Espera, veamos si pasan de largo.
Selena
Llevaba unos minutos esperando, tenía la sensación de que alguien me observaba pero por más que mirara a un lado y a otro no conseguía ver a nadie. Estaba poniéndose el crepúsculo y no se veía a nadie por la calle, de pronto sentí miedo. No lo había tenido cuando leí el mensaje y no lo había tenido al llegar allí, pero ahora, al ver el parque a oscuras y sin ninguna persona, el miedo llegó a mí.
Oí unos pasos detrás de mí, me giré y vi a tres chicos acercarse en dirección al parque, ¿serían ellos? Lo dudaba, simplemente serían tres macabras, a lo mejor pasaban de largo. Cuando estaban más cerca los vi mejor y me quedé de piedra al darme cuenta de que los conocía. Eran Mark, Joe y otro chico del equipo de baloncesto llamado Ben. Mark cruzó su mirada conmigo y me quedé de piedra. Intenté apartar la mirada pero él ya había avisado a los otros sonriendo para que miraran en mi dirección. Joe entrecerró los ojos -lo cual no entendí ya que estaba bastante oscuro- y sonrió. Vi como los tres se dirigían hacia donde yo me encontraba, mi primer instinto fue salir corriendo de allí pero entonces la imagen de Clary me mantuvo allí firme.
-Hey, mira quién está aquí- Dijo Mark, se tambaleaba y la voz le temblaba…estaba ¿Borracho?
-Pero si es Selena, la zorra que te dejó- Intervino Joe también borracho.
-Bueno, realmente la dejé yo a ella- Mark se estaba tambaleando hacia la izquierda mientras se acercaba a mí. Instintivamente cerré los puños.
-Y ¿qué haces por aquí tan sola?- Intervino Ben.
Los tres se pusieron a mí alrededor, yo apreté la mandíbula conteniendo el miedo que estaba empezando a sentir.
-Bueno- Mark se puso delante de mí, el aliento le apestaba a alcohol y a tabaco- Ya no está sola.
-No sé si eres la compañía deseada- Las palabras prácticamente saltaron de mi boca antes de que pudiera controlarlas, sabía que enfrentarse no me saldría bien pero era algo que me salía solo. Joe y Ben hicieron a coro un sonoro “uh…”.
-Yo creo que sí- Mark me cogió la cara con una mano, yo le pisé el pie y éste la quitó mientras se quejaba.
-Eh, no te pases bonita- Dijo Joe mientras él y Ben se acercaban a ambos lados de Mark.
-Eres igual de estúpida que tu amiga, la perra- Al oír a Mark mencionar a Clary no pude evitar que mi puño se moviera automáticamente hacia su cara, pero éste me paró el puño cogiéndomelo con la mano- Eh, ya te vale- Hizo un gesto con la cabeza a Joe y a Ben y éstos me cogieron de los brazos, era curioso ver cómo le hacían caso, siempre había pensado que el líder era Joe, no Mark.
-¡Soltadme!- Intenté soltarme pero me agarraron más fuerte. Ya no sentía miedo sino repulsión y mucho enfado hacia ellos.
-Sch…-Mark volvió a agarrarme la cara con una mano- No te pongas arisca gatita, nos lo podríamos pasar muy bien ¿no te parece?- Le escupí en la cara, Mark me soltó la cara y se puso rojo de la ira.
-¡Pero qué te pasa!- Dijo Ben a mi espalda.
-Mira gatita- Mark se acercó de nuevo y sacó algo de un bolsillo de la chaqueta- Más te vale que controles ese genio- Alzó el objeto que acababa de sacar, era brillante y afilado…una navaja. Me puse tensa de nuevo, nunca habría pensado que Mark fuese capaz de llegar a tanto- O las cosas irán peor- Pasó el filo de la navaja por mi mejilla sin llegar a cortarme.
Joe rió.
-Ahora es cuando esto empieza a ponerse interesante…
-Ya lo creo- Mark sonreía, era una sonrisa desagradable.
Hacía todo lo posible por no temblar aunque me resultaba bastante difícil. A lo lejos se oyeron el ruido de algunos coches y motos y el desagradable ruido de una moto al frenar de golpe.
-Quizá podríamos volver juntos- Me guiñó un ojo- Sólo por unos días.
-¡Suéltala!- La persona que había hablado no era ni Mark, ni Ben, ni Joe, por supuesto tampoco yo, pero la voz me resultó muy familiar. Todos giramos la cabeza en la dirección de la que provenía esa voz.
Alex. Estaba de pie unos metros más lejos con las manos a ambos costados cerradas en puños y una mirada amenazante. Mark tenía los ojos abiertos como platos, era obvio que lo último que esperaba era que alguien llegase.
-Vaya, vaya- Mark soltó una risa ronca- ¿Quién es este, Sel? ¿Tu nuevo novio?
-Eso es lo que ella quisiera- Alex quiso hacer una broma pero la voz se le quebró.
-Entonces ¿qué más te da lo que le pase a esta zorra?
-He dicho que la sueltes- Alex hablaba pausadamente pero su voz era cortante y enfadada.
Mark le dio una vuelta a la navaja en el aire.
-¿Por qué?
Alex hizo una sonrisa torcida, divertida.
-Porque entonces las cosas se pondrán feas.
Mark hizo caso omiso, les indicó a Ben y a Joe que me soltaran, éstos lo hicieron y Mark me agarró delante de él poniéndome la navaja en el cuello. Noté como un gemido de dolor salía por mi boca al notar el filo de la hoja en mi garganta. Alex apretó la mandíbula.
-Suelta esa navaja- Le ordenó.
Mark presionó más fuerte la navaja y noté un hilo de sangre correr por mi cuello.
-Oh- Comentó Mark al ver la expresión de Alex- ¿No te gusta que haga eso?
-Te lo voy a decir por última vez…
Mark presionó más la navaja y más sangre salió de la herida mientras yo lanzaba una exclamación ahogada, Mark lanzó un grito y se retiró de mí. Ben y Joe le miraban con los ojos en blanco, yo le miré y vi que tenía otra navaja clavada en el brazo. Miré a Alex el cual miraba con expresión divertida la escena, ¿cuándo había lanzado aquella navaja? Mark lanzó una palabrota y se quitó la navaja del brazo con una mueca de dolor. Al segundo siguiente Alex estaba frente a él.
-¡¿Qué cojones te pasa a ti?!- Gritó Joe acercándose para ayudar a Mark, Ben salió corriendo del parque.
-Vaya, llega el príncipe a salvar a la princesa- Alex les sonreía socarrón.
Joe se abalanzó sobre Alex con el puño cerrado pero éste lo esquivó, le cogió el brazo por detrás y se lo retorció, luego le dio una patada en el costado y lo tiró al suelo, se giró y miró a Mark que estaba atónito. Alex volvió a sonreír y le indico con la palma de la mano que se acercara, parecía que disfrutaba con el momento, como si simplemente fuera un juego. Mark tardó en atacar a Alex lo que tardé yo en pestañear y éste tardó en derribarlo lo que yo tardé coger aire, con un puñetazo en la mandíbula y un codazo en las costillas lo derrumbó. Yo le miré atónita, cuando él me miró lo hizo con una expresión de enfado en la cara.
-Tú y yo- Me señaló con el dedo- Vamos a tener una pequeña charla- Estaba tan impactada por todo lo que había pasado en tan poco tiempo que no supe qué decir- Vamos antes de que estos dos se despierten de nuevo- Le dio una pequeña patada en el lado a Mark que estaba tendido a sus pies.
Me cogió de la muñeca y prácticamente me llevó a rastras hacia donde había dejado la moto, entonces me acordé de Clary, no podía irme sin ella, había ido allí por un motivo.
-Clary…-Empecé a decir.
-¡Clary no va a venir! ¡Ni nadie lo hará! ¡Todo esto ha sido una maldita trampa!- Gritó- ¡Te dijimos que no les hicieras caso y es lo primero que has hecho!- Me quedé sin habla- Vamos.
Nos montamos en la moto y Alex arrancó antes incluso de que me agarrara a él, por lo que tuve que mantener el equilibrio para no caerme mientras me agarraba a su cintura. Notaba los latidos del corazón allí donde la navaja había cortado en el cuello. ¿Cómo podía haber sido tan tonta? ¿Es que realmente pensaba que me iban a cambiar por Clary así porque sí? Pero si no iban a aparecer… ¿cuál era su verdadero objetivo? ¿Hacer que fuera allí para nada?
Jennifer
Cuando los chicos se acercaron a ella y empezaron a hablar me di cuenta de que no iban a marcharse.
-Deberíamos hacer algo, Jenn.
-Paciencia hermanito- Sonreí- Intervendremos cuando sea necesario.
Estuvieron andando a su alrededor y hablando un rato hasta que vimos cómo ella le escupía en la cara y uno de los chicos sacaba una navaja. Entonces cambié de idea, no podíamos dejar que mataran a la chica.
-Bradley, ahora sí, vamos a hacer algo como esos chicos la maten todo esto no servirá de nada- Empezaba a inquietarme.
-Deja de incordiar Jenn, ahora viene la mejor parte.
Lo miré atónita, ¿cuándo habíamos cambiado los papeles?
-Bradley…
-Sch…
Estaban discutiendo cuando otra persona entró en escena, era un chico alto, moreno y fuerte. Los demás chicos se quedaron mirándolo atónitos. Veía cómo la situación se nos estaba yendo de las manos.
-Debemos irnos de aquí- Indicó Bradley, había algo raro en el tono de su voz.
-¿Por qué?
-Ese chico- Señaló al chico moreno que acababa de llegar- Es un cazador.
-¿Qué?- Estaba anonadada, ¿de verdad era un cazador?- ¿Cómo lo sabes?
-Ya lo había visto antes- Su rostro estaba oscuro y sin expresión alguna- Será mejor que nos vayamos.
-Sabes que como volvamos sin ninguna información- Le coloqué la mano en el brazo- A papá no le hará ninguna gracia.
-Pero sí llevamos información- Sonrió.
Selena
Alex conducía muy rápido por lo que en pocos minutos llegamos a la casa del campo. Cuando aparcó la moto nos bajamos y entramos en la casa, Alex iba delante malhumorado, sabía que ahora venía bronca.
-¡¿Es que estás loca?!- Gritó nada más cerrar la puerta.
-Yo…
-¡Podrían haberte matado o algo peor!- Su voz sonaba cada vez más fuerte- ¡¿Qué habría pasado si no llego a aparecer?! ¡¿Eh?!
-¿Cómo has sabido donde estaba?- Fue lo único que fui capaz de decir. Él sacó mi móvil de su chaqueta.
-Lo dejaste encima de tu cama- Lo volvió a guardar en su chaqueta- ¡Steve sólo lleva fuera cuatro horas y ya he tenido que ir a salvarte de nuevo! Si sigo así creo que batiré mi propio record.
-Oye, lo siento ¿vale?- No me gustaba tener que pedirle disculpas a Alex pero se las debía ¿no?
-Pues no se nota- Se calmó un poco.
-Es que vi el mensaje y pensé…pensé…
-Pensaste que te iban a cambiar por tu amiga- Terminó la frase por mí.
-Sí.
-Pues pensaste mal- Se pasó una mano por la cara- Mira, esos bichos no te van a cambiar por Clary y mucho menos la dejarán libre así como así, te lo advertimos.
-Lo sé pero…
-Pero nada- Volvió a alzar la voz- ¡Te crees que con decir “lo siento” o con admitir que te has equivocado se solucionará todo pero no es así! ¡A ver si creces de una vez!
-¡Tú tampoco es que hagas mucho para que confíe en ti y no huya ni trate de salvar a mi amiga!- Yo también perdí los nervios, pero había intentado disculparme y él lo único que sabía hacer era gritarme.
-¡¿Y qué quieres que haga?! ¡¿Qué te escriba un poema y te cante una serenata a los pies de tu ventana?! ¡Si esa es tu idea para poder confiar en alguien vas lista! ¡Además, yo no quiero que confíes en mí, simplemente quiero que no hagas estupideces! ¡No por mí, a mí me da igual, pero Steve me ha dejado a tu cargo y quiero hacer bien mi trabajo!
-¡Pues a lo mejor debería haberse quedado Steve conmigo! ¡Seguramente le habría hecho más caso a él que a ti!
-¡Créeme que lo intenté!- Empezamos a hablar uno por encima del otro alzando cada vez más la voz.
-¡Pues no ha dado resultado!
Alex se tiró de los pelos.
-¡¿Por qué eres tan inmadura?!
-¡¿Y tú por qué eres tan estúpido?!
Alex se puso rojo de la rabia, cerró los ojos e inspiró profundamente.
-Vete a tu cuarto.
-¿Perdona?- ¿Es que acaso me estaba dando una orden?
-Ya me has oído- Alex luchaba por mantener la calma.
-¿Quién te crees que eres para darme órdenes?- Puse los brazos en jarra mientras notaba una punzada de dolor en el cuello.
-O te vas tú sola a tu habitación o te llevo yo y te encierro con llave- Amenazó.
-No serías capaz...-No me dejó acabar la frase, cuando quise darme cuenta me había cogido y me había echado por encima de su hombro- ¡¿Pero qué diablos haces?!
-Has dicho que no sería capaz- Abrió la puerta de mi cuarto de una patada y me tiró encima de la cama, luego se dirigió a la puerta y se quedó en el marco de la puerta mirándome- No se te ocurra salir a no ser que sea para ir al baño o tendremos problemas.
-Eres…eres- No tenía palabras para explicar cómo me sentía en ese momento.
-Lo sé- Sonrió de forma burlona- Soy un encanto.
Quise matarlo, pero inspiré hondo y traté de calmarme.
-¿Me vas a dar el móvil?
-¿Para qué?- Alzó más la voz- ¿Para que cuando te envíen otro mensaje trampa, caigas? No, creo que no- Dicho esto cerró la puerta y se fue. Cogí la almohada, me la puse en la cara y grité, era algo que siempre solía hacer cuando estaba de los nervios.
¿Por qué me trataba como si fuera una niña chica? ¿Cuántos años podía ser más joven que él? ¿3, 4? Inhalé hondo. Me toqué la garganta con la mano y noté la sangre seca ahí donde Mark me había cortado con la navaja. Me levanté y me dirigí al baño, me miré en el espejo, la sangre seca había empezado a crear costra. Busqué un botiquín de primeros auxilios, me llevó un rato encontrarlo. Cuando lo cogí, saqué el agua oxigenada y algodón y me curé la herida. Me escocía bastante aunque no parecía una herida profunda.
Cuando salí del baño me dirigí de nuevo a mi cuarto, tenía hambre y pensé en ir a la cocina a coger algo de comer pero decidí no hacerlo para no encontrarme con cierta persona indeseada. Cerré los ojos y agarré con fuerza el collar de mi madre, casi como esperando que éste me transportara lejos de todo y de todos. Quería ayudar a Clary, pero era obvio que no sería capaz de hacerlo en esas condiciones, si al menos peleara la mitad de bien que Alex…