Capítulo 4
Selena
No sabía qué es lo que le pasaba a Adrian, tampoco es que estuviera esforzándome mucho por averiguarlo ya que mi mente aún estaba en aquella casa donde había vivido los últimos meses. Por más que quería pensar en otra cosa mis pensamientos siempre acababan en el mismo lugar, Alex, cualquier cosa por más insignificante que fuese me recordaba a él.
-Ya hemos llegado- Dijo al cabo de unos minutos Adrian. Miré por la ventanilla, estábamos en un campo.
-¿Qué?- Preguntó Clary confusa.
-Vamos- Adrian se bajó del coche. Clary me miró y yo bajé también.
-Adrian, ¿qué hacemos en un campo?- Le pregunté al bajar del coche.
-Debe de estar por aquí…-Dijo más para sí que para mí. En ese momento oí el sonido de la puerta de Clary al cerrarse, ya había salido del coche.
-¿El qué debe estar por aquí?- Volví a preguntarle.
Adrian empezó a andar de arriba abajo y Clary y yo lo seguimos.
-Adrian, pareces un loco desquiciado, ¿lo sabes?- Le dijo Clary con sorna.
-Sch- Adrian se paró en seco y alzó la vista despacio, como si estuviera viendo algo que nosotras no éramos capaces de ver.
-Pero, ¿qué diablos…?- Empecé a decir yo.
-¡Jack!- Gritó Adrian de pronto- ¡Jack, soy yo, Adrian Greene!- Miré a Clary y gesticulé con los labios un ‘¿Qué diantres está haciendo?’ a lo que Clary me contestó encogiéndose de hombros.
-Adrian no creo…-Empezó a decir Clary.
-¡Jack, necesito hablar contigo!- Adrian siguió hablando como si estuviera solo. Yo miré alrededor, pero sólo vi árboles y hierba- Mierda…-Dijo en voz baja- No le interesa hablar conmigo.
-¿A quién no le interesa hablar contigo?- Le pregunté. Adrian me miró y abrió los ojos como platos, cosa que no supe identificar muy bien- Quizá contigo sí.
-¿Qué?- No tenía ni idea de lo que estaba hablando y a juzgar por la mirada que Clary le estaba dedicando a Adrian supe que ella tampoco.
-¡Jack, es urgente! ¡Estoy con Selena Gray, necesita tu ayuda!- Sentí un escalofrío, no me hacía ni pizca de gracia que gritara mi nombre de esa manera.
-Adrian esto es una estupi…-Empezó a decir Clary. En ese momento la vista delante de nosotros empezó a nublarse y el suelo tembló un poco para después aparecer delante de nosotros una enorme mansión-…dez.
Ni Clary ni yo dijimos nada, estábamos muy ocupadas mirando boquiabiertas esa gran casa que estaba ahora delante de nuestros ojos. Estaba claro que hacía apenas unos segundos no estaba allí. En ese momento oímos como la puerta principal se habría y de ella salía un chico alto y moreno unos seis años mayor que yo. Miró a Adrian, luego a Clary y paró su mirada en mí. Noté que me ponía tensa. El chico me miró y sonrió, fue una sonrisa un tanto inquietante.
-Selena Gray- Dijo sonriendo- Me alegra conocerte al fin.
-¿De…de qué me conoce?- Tartamudeé.
-¿Me tomas el pelo?- Parecía de verdad sorprendido- ¿Quién no te conoce?
Noté la mirada de Clary en mi cogote.
-¿De qué está hablando?- Pregunté sin entender nada.
-Jack- Dijo Adrian. Jack lo miró un tanto fastidiado- Necesitamos tu ayuda.
-Vaya, el jovencito que servía a Lucian y a su ejército de pacotilla- Dijo Jack sonriendo de nuevo- ¿Qué quieres de mí?
-Yo no- Contestó- Ella- Dijo señalándome a mí.
-Oh…-Jack me miró fijamente durante unos segundos que me parecieron horas- En ese caso…-Dejó la frase en el aire y se echó a un lado de la puerta haciéndonos un gesto con la mano para que entráramos. Adrian entró inmediatamente y Clary pasó por mi lado para seguir a Adrian, yo por mi parte me quedé dudando en la puerta- Vamos, angelito- Alcé la vista para mirarlo, de cerca era mucho más alto de lo que parecía. ¿Cómo sabía…?- Sólo voy a ayudarte.
Lo miré una fracción de segundo más a aquellos grandes ojos azules y me adentré en la casa antes de pensármelo mejor. El interior de la casa no podía ser de otra manera, una mansión decorada al estilo de la época victoriana, siempre había adorado esa época. Había una gran araña dorada colgando del techo y alumbrando la habitación que supuse que sería el salón. Adrian y Clary se habían sentado en un sofá que era enorme.
-¿Te gusta mi casa?- Me giré sobresaltada al oír la voz de Jack en mi oído- Lo siento, no pretendía asustarte- Dijo entre risas al ver mi expresión- Por favor, toma asiento.
Me dirigí junto a Clary y me senté a su lado.
-Bueno, ¿en qué puedo ayudarte?- Me preguntó. ¿Qué en qué podía ayudarme? Ni yo misma lo sabía, ¿quién era ese tipo?
-Disculpe, pero…-¿Qué le decía? ¿Qué estaba allí sin saber por qué?- No tengo ni idea de quién es usted- Jack me miró con los ojos abiertos como platos- Adrian dijo que…
-Soy Jack Strafalarius- Me cortó- Y por favor, tutéame.
-Es brujo- Me dijo Adrian.
-¿Brujo?- Pretendía hacerme esa pregunta interiormente pero la formulé en voz alta. Jack asintió.
-Es el mejor del Estado- Dijo Adrian.
-Del mundo entero- Lo corrigió Jack alzando un dedo.
-Verás, es una larga historia- Empezó a decir Adrian.
-¿Por qué no me la cuenta ella?- Le preguntó mirándome a mí. Yo lo miré sin saber qué decir, ¿qué parte de qué historia quería que le contase? Parecía que ya me conocía lo bastante bien y además ¿qué demonios hacía yo allí?
-Selena- Fue Adrian el que me habló- Cuéntale lo ocurrido con Alex- Yo lo miré con la mandíbula desencajada, ¿me había llevado a un brujo para que le contase mis penas amorosas?
-¿Qué?- Fue todo lo que pude decir- ¿Estás de guasa?
-Adrian, no puedes hacerla decir…-Empezó a decir Clary. Era la primera vez que hablaba desde que habíamos entrado.
-Te ayudará- Me dijo Adrian. Yo lo miré durante un momento y luego miré a Jack que contemplaba la escena divertido.
-Está bien- Dije.
Alex
Seguía tendido en el sofá con una botella de whisky en la mano. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Días? ¿Horas? Podría haber pasado perfectamente una semana desde que todo ocurrió y yo no me daría cuenta. Desde que Selena se marchó había estado bebiendo y prácticamente no había parado. Notaba todo alrededor dando vueltas y un fuerte dolor en la cabeza y dormía de vez en cuando, sin pararme a pensar qué hora era. Todo me daba igual. Le di un trago a la botella, no tenía nada por lo que preocuparme, nada que me empujara a seguir adelante. Que Selena no me quisiera no significaba que pudiera olvidarla de la noche a la mañana, ¿cómo estaría? ¿Qué estaría haciendo? ¿Estaría con Mark? Sentí una rabia enorme en el pecho al pensar en esa última pregunta. ¿Cómo podía haberme hecho eso? Odiaba el amor, era la cosa que más odiaba en ese momento. No servía para nada, tantas películas e historias de libros y series que cuentan cómo dos personas se quieren y viven felices para el resto de sus días era pura basura. El amor sólo servía para hacerte daño a ti mismo. En cualquier otro momento habría estado buscando sucesos extraños en pueblos o ciudades, pero en ese momento no me apetecía nada. Sólo quería quedarme allí tirado y dejar que el mundo pasase sin más, y me importaba un bledo si quería llegar el fin del mundo o si quería caer una tormenta que arrasara con todo, porque para mí ya no había nada.
Oí un sonido vibrante, creí que era por causa del alcohol, pero entonces me di cuenta de que era mi móvil que estaba encima de la mesa. Intenté alcanzarlo con la mano, pero no llegaba. Así que me intenté incorporar y levantarme a cogerlo, pero al levantarme me caí al suelo mareado. Aún así alcé la mano y cogí el móvil de encima de la mesa. Ni siquiera miré quién era.
-¿Diga?- Contesté. Al oír mi propia voz me sorprendí, sonaba tan aturdido.
-¿Alex?- Por un momento pensé que era Selena y noté un punzada de esperanza en el corazón- ¿Estás bien?- Entonces comprendí que aquella voz no era la de Selena.
-Claro que estoy bien, Kells- Contesté intentando incorporarme, pero sólo logré caerme de nuevo y que se derramara un poco de whisky sobre el suelo- Oh, mierda.
-Alex, ¿qué pasa?- Kelley no sería fácil de engañar, pero lo iba a intentar sin lugar a dudas.
-Nada, he tropezado- Mentí. Tosí intentando aclararme la voz ronca.
-Estás borracho- No era una pregunta.
-No- Contesté.
-No me mientas- La voz de Kelley sonaba enojada, bebí otro poco de whisky- Alex, ¿qué te está pasando?
-¿Qué te hace pensar que me pasa algo?- Contesté mientras me recostada contra la pata del sillón y seguía bebiendo.
-¿Aparte de la voz que tienes, el que lleve horas intentando hablar contigo y no me contestes y el que estén pasando casos extraños alrededor de la ciudad y tú no estés acabando con ellos? No sé, dímelo tú- Me froté los ojos con las manos.
-Oye, he estado un poco ausente, sólo eso- Mentí.
-¿Ausente?- La voz de Kelley se elevó una octava- Alex, para ti el cazar lo es todo, nunca has permitido que nada te haga dejarlo. Ni siquiera cuando te encuentras mal por algo, siempre has salido a hacer tu trabajo, no tienes…-Kelley siguió hablando, pero me retiré el teléfono de la oreja. Me dolía la cabeza y lo último que necesitaba era oír su parloteo- …Selena- Oí que decía al acercarme de nuevo el móvil a la oreja.
-¿Qué?- No pude evitar hacer esa pregunta.
-Que ¿dónde está Selena? Quiero hablar con ella- Me quedé un momento en silencio- Alex- Me dijo apremiante.
-Selena no está- Me dolió el decir su nombre en voz alta.
-¿Dónde está?- ¿Por qué era tan pesada? Ah, ya, claro, porque era Kelley.
-No lo sé- Dije suspirando.
-¿Cómo que no lo sabes?
-Kelley, estoy cansando, si no te importa…
-¡Ah, no!- Prácticamente gritó- Cuéntame ahora mismo qué está pasando.
-No quiero- Le contesté bebiendo otro poco de whisky.
-¡ALEXANDER GREGORY, CUÉNTAMELO YA!- El tono de voz de Kelley me sobresaltó tanto que tiré la botella de whisky al suelo haciendo que se derramara entera.
-¡Joder, mierda Kelley!- Le dije enfadado- Has hecho que derrame todo el whisky.
-¡ALEX!- Volvió a gritar.
-Adiós Kelley- Lo último que oí antes de colgar fue a Kelley soltando una especie de palabrota y diciendo que ni se me ocurriera colgar.
Tiré el móvil encima de la mesa y me levanté como pude hasta llegar al sofá para volverme a tender de nuevo.
Selena
-¿Y bien?- Preguntó Clary impaciente a Jack.
Hacía ya unos cuantos minutos que había terminado de relatar la historia y Jack llevaba con la mano en el mentón y los ojos entrecerrados desde que terminé. La verdad es que me ponía bastante nerviosa el mirarlo y ver que apenas se movía.
-Jack…-Dijo Adrian intentando llamar su atención.
En ese momento, Jack alzó la cabeza de golpe y me miró fijamente. Me puse tensa sin querer.
-¿Sabes lo que está pasando?- Le pregunté intentando hacer que hablara y que dejara de mirarme de aquel modo.
-Sí- Dijo pausadamente- Creo que sí.
Clary, Adrian y yo no dijimos nada, nos quedamos mirándolo con los ojos muy abiertos.
-Vale, ¿y qué pasa?- Pregunté impaciente.
-Has dicho que el chico ese se llama Mark ¿verdad?- Asentí nerviosa y Jack sonrió.
-¿Por qué sonríes?- No me gustaba nada ese jueguito de yo-sé-todo-pero-tú-no-sabes-nada.
-La verdad es que Alex te entrenó muy bien y que hacíais una pareja perfecta en el combate.
-¿Qué tiene eso que ver con lo que está pasando aquí?- Preguntó Clary nerviosa.
-Pues que me extraña que ni ella ni él se dieran cuenta de lo más obvio- Ahora sí que no entendía nada.
-¿Qué es lo más obvio?- Pregunté. Jack soltó una risita socarrona.
-¿De verdad que ninguno de los tres sabéis nada de lo que ha pasado en este último medio año?- Parecía realmente sorprendido mientras paseaba la vista por nosotros tres- ¡Pero si ha sido la comidilla de todo ser sobrenatural!
-¿Vas a decirme qué demonios está pasando o no?- Pregunté harta de esperar. Jack me miró durante un segundo y luego sonrió.
-Está bien- Dijo al fin- Ese amigo tuyo, Mark- Hizo una pausa antes de hablar- Es un vampiro- Vi como Clary abría la boca tanto que parecía que se le iba a desencajar la mandíbula y yo…bueno, yo más bien estaba ocupada procesando la información que acababa de oír.
-Un ¿qué?- Fue Adrian el que habló.
-Un vampiro- Volvió a decir Jack- Ya sabéis, chupan sangre, se les puede matar con una estaca, arrancándoles el corazón o quemándolos…
-No puede ser…-Dije yo mientras me recuperaba de la noticia- Mark no…no estaba…-No sabía qué decir.
-Ven conmigo- Me dijo Jack tras un momento de silencio mientras se ponía en pie. Yo lo miré dudando- Te voy a enseñar una cosa- Miré a Clary- Puede acompañarnos- Dijo interpretando mi mirada. Clary se puso en pie junto a mí y Adrian hizo lo mismo- Tú no- Le dijo con voz firme a Adrian, Clary puso los ojos en blanco- No me fío de ti aún, chico.
-No te culpo- Contestó éste mientras volvía a sentarse.
Jack le lanzó una última mirada y comenzó a andar mientras Clary y yo le seguíamos.
Seguimos a Jack en silencio, en cualquier otro momento habría estado observando la decoración y los objetos que había en la casa, pero en ese momento no tenía pensamiento más que para intentar encontrarle un sentido a todo aquello. Clary iba caminando a mi lado en silencio dándose palmaditas nerviosa en las piernas. Caminamos por un largo pasillo y luego giramos dos veces a la izquierda, de una cosa estaba segura, si me perdía en esa casa no sabría cómo salir. Al fin llegamos a una gran puerta. Jack nos miró por encima del hombro y sonrió, luego abrió la puerta de par en par y entró. Clary y yo nos quedamos en la puerta mirando boquiabiertas el interior de la habitación. Como el resto de la casa era una habitación antigua pero enorme. Las paredes estaban llenas de enormes repisas con libros y enfrente había un gran ventanal con cortinas. En el centro de la habitación había una gran mesa de unos cinco metros de larga y unos tres de ancha y en el centro de la mesa había una gran bola de cristal. Jack se dirigió al ventanal y descorrió las cortinas. Un gran rayo de luz iluminó la estancia aún más y Clary y yo nos pusimos la mano en los ojos para evitar el contacto directo con la luz.
-Venid aquí- Dijo Jack mientras se acercaba a la gran mesa. Clary me miró durante una fracción de segundo y yo asentí mientras me dirigía a la mesa.
-¿Qué es esta habitación?- Le preguntó Clary.
-No hagas tantas preguntas, chiquilla- Clary encarnó las cejas- Queríais saber cómo sucedió lo de Mark ¿no es así?- Yo asentí- Pues allá vamos.
Entonces alzó ambas manos y las colocó sobre la bola de cristal mientras cerraba los ojos y susurraba unas palabras en latín, pero no llegué a oírlas con claridad. Clary me miró nerviosa y yo suspiré a la vez que volvía a centrar mi atención en la bola. Estuvimos así unos minutos y ya empezaba a exasperarme, no estaba sucediendo nada, aparte de que estaba a punto de que me diera un ataque de nervios.
-Jack…-Éste me ignoró- Jack- Volví a llamarlo.
-¡Sch!- Me instó.
Me callé y esperé durante unos segundos más, pero la impaciencia pudo conmigo. No sabía qué demonios hacía allí con un completo desconocido, ni siquiera sabía qué esperaba que sucediera.
-Vale, esto es una tontería- Dije al fin exasperada mientras alzaba ambas manos en señal de rendición y me daba media vuelta para irme.
-Suelta esa navaja- Me quedé de hielo justo donde estaba. Yo conocía esa voz, la conocía muy bien. Noté que me daba un vuelco el corazón. Me giré poco a poco hacia donde estaban Jack y Clary.
-Oh- Oí decir a otra voz- ¿No te gusta que haga eso?- Era… ¿Mark?
Entonces caí en la cuenta de que las voces salían de la bola de cristal. Me acerqué a toda prisa y miré en su interior…esa escena. Noté un escalofrío recorrerme la columna de arriba abajo. Era la escena del día en que Alex le dio esa paliza a Mark y a sus amigos.
-Te lo voy a decir por última vez…- Volvió a decir Alex.
Incluso aunque sabía que todo era un recuerdo de lo que había pasado el ver a Alex de nuevo hizo que sintiera un gran dolor en el pecho, un dolor que había intentado esconder lo que llevaba de día. Miré fijamente la bola mientras las escenas volvían a repetirse tal y como las recordaba. Mark presionó el cuchillo más contra mi cuello y al segundo siguiente una navaja se le había hundido en el hombro. Aparté la vista pestañeando rápidamente para evitar que las lágrimas salieran de mis ojos.
-¡¿Qué cojones te pasa a ti?!- Oí gritar a Joe.
-Vaya, llega el príncipe a salvar a la princesa- Contestó Alex, por el tono de su voz supe que estaba sonriendo burlón. Apreté más los ojos aún sin mirar a la bola.
-¿Es necesario esto?- Oí preguntar a Clary. Entonces giré la cara y la miré. Estaba boquiabierta mirando la bola.
-Es necesario para que sepáis lo que ocurrió- Contestó Jack que me miraba con una expresión en la que se mezclaba curiosidad, respeto y tristeza.
Cuando volví a mirar Alex acababa de tumbar a Mark y se giraba enfadado hacia mí.
-Tú y yo- Dijo mientras me señalaba con el dedo- Vamos a tener una pequeña charla- Yo estaba en frente de él mirándola atónita- Vamos antes de que estos dos se despierten de nuevo.
-No tengo ni idea de qué tiene esto que ver…-Empecé a decir.
-Paciencia- Me cortó Jack.
-Clary…-Me oí a mí misma decir en la bola. Clary miró la bola con atención.
-¡Clary no va a venir! ¡Ni nadie lo hará! ¡Todo esto ha sido una maldita trampa!- Gritó Alex, Clary a mi lado se puso tensa- ¡Te dijimos que no les hicieras caso y es lo primero que has hecho!- Podía notar el mismo dolor que había sentido aquel día al saber lo idiota que había sido- Vamos.
Entonces nos montamos en la moto y desaparecimos de la escena y entonces vino la parte que no conocía. La escena se centró en Mark, que seguía tirado en el suelo. Joe no estaba por lo que supuse que debía haber pasado bastante tiempo ya que había recuperado el conocimiento y se había marchado. En ese momento una sombra se acercó a Mark, pero no pudimos verle el rostro ya que estaba oculto en una capucha oscura, pero era una figura alta y esbelta y aunque estaba oculta bajo una capa deduje que era una mujer. La mujer se agachó al lado de Mark y se quedó unos segundos así. Después puso una mano en su pecho y la dejó allí durante un momento mientras mascullaba unas palabras en latín. Luego retiró la mano y se quedó mirándolo durante un momento más.
-Es hora de que me hagas un favor- Le susurró al oído.
Entonces lo cogió en brazos como si no pesara nada, como si simplemente fuera una pluma, y se lo llevó de allí mientras la imagen se desvanecía de la bola.
-Ahora ya sabes cómo pasó- Fue Jack el que rompió ese silencio que se había producido tras las imágenes que acabábamos de ver.
-Ya sé qué pasó ¿qué?- Él me miró confundido- Yo no he visto a nadie convertirlo en vampiro, nadie le ha dado a beber sangre de vampiro- Jack sonrió vagamente.
-Sabes muy poco de este mundo, Selena- Yo me quedé de piedra al oír mi nombre en su boca- Al igual que Alex- ¿Qué? ¿Es que estaba loco? ¿Cómo que Alex sabía muy poco?
-Alex se ha criado en este mundo, sabe muchísimo más de lo que crees- Noté el tono cortante en mi voz.
-Yo llevo vivo muchísimo tiempo, cielo- Me dijo mientras se cruzaba de brazos- He conocido muchos cazadores como él, que se creen que pueden salvar el mundo de cualquier cosa, pero no es así.
-¿Y quién era esa mujer que le ha dicho eso a Mark?- Pregunté intentando desviar el tema de la conversación de Alex.
-Esa mujer- Dijo Jack acercándose más a nosotras. Clary retrocedió hasta chocarse conmigo- Es la más poderosa y la más vieja del mundo.
-¿Qué?- Preguntó Clary en un susurro. Todo esto era demasiado para ella.
-Fue ella quien lo convirtió en vampiro- Dijo Jack mientras comenzaba a andar hacia una estantería.
-¿Qué?- Mi voz sonó tan extrañada como lo estaba- No le ha dado su sangre ni lo ha matado, simplemente ha mascullado tres tonterías y media- Rodeé a Clary y me dirigí hacia donde se encontraba Jack buscando entre unos libros.
-Ella no necesita morder a nadie- Me contestó- Puede convertir a quien sea en lo que sea y a lo que sea en quien sea- Clary se colocó a mi lado.
-No te entiendo- Jack se giró y me miró.
-Esa mujer es una bruja- Me dijo antes de volver a buscar entre los libros.
-¿Una bruja?- Clary estaba tan confundida como yo.
-Rectifico- Jack alzó un dedo en señal de rectificación- Es LA Bruja.
-¿La Bruja? ¿Qué quieres decir con La Bruja?- No estaba comprendiendo nada de nada.
-Aquí está- Dijo en voz baja haciendo caso omiso de mi pregunta. Jack se giró con un gran libro de cuero y pasó por nuestro lado hasta llegar de nuevo a la mesa y lo colocó allí.
-Jack- Lo llamé mientras nos acercábamos a él- Explícanos qué demonios está pasando aquí.
Selena
No sabía qué es lo que le pasaba a Adrian, tampoco es que estuviera esforzándome mucho por averiguarlo ya que mi mente aún estaba en aquella casa donde había vivido los últimos meses. Por más que quería pensar en otra cosa mis pensamientos siempre acababan en el mismo lugar, Alex, cualquier cosa por más insignificante que fuese me recordaba a él.
-Ya hemos llegado- Dijo al cabo de unos minutos Adrian. Miré por la ventanilla, estábamos en un campo.
-¿Qué?- Preguntó Clary confusa.
-Vamos- Adrian se bajó del coche. Clary me miró y yo bajé también.
-Adrian, ¿qué hacemos en un campo?- Le pregunté al bajar del coche.
-Debe de estar por aquí…-Dijo más para sí que para mí. En ese momento oí el sonido de la puerta de Clary al cerrarse, ya había salido del coche.
-¿El qué debe estar por aquí?- Volví a preguntarle.
Adrian empezó a andar de arriba abajo y Clary y yo lo seguimos.
-Adrian, pareces un loco desquiciado, ¿lo sabes?- Le dijo Clary con sorna.
-Sch- Adrian se paró en seco y alzó la vista despacio, como si estuviera viendo algo que nosotras no éramos capaces de ver.
-Pero, ¿qué diablos…?- Empecé a decir yo.
-¡Jack!- Gritó Adrian de pronto- ¡Jack, soy yo, Adrian Greene!- Miré a Clary y gesticulé con los labios un ‘¿Qué diantres está haciendo?’ a lo que Clary me contestó encogiéndose de hombros.
-Adrian no creo…-Empezó a decir Clary.
-¡Jack, necesito hablar contigo!- Adrian siguió hablando como si estuviera solo. Yo miré alrededor, pero sólo vi árboles y hierba- Mierda…-Dijo en voz baja- No le interesa hablar conmigo.
-¿A quién no le interesa hablar contigo?- Le pregunté. Adrian me miró y abrió los ojos como platos, cosa que no supe identificar muy bien- Quizá contigo sí.
-¿Qué?- No tenía ni idea de lo que estaba hablando y a juzgar por la mirada que Clary le estaba dedicando a Adrian supe que ella tampoco.
-¡Jack, es urgente! ¡Estoy con Selena Gray, necesita tu ayuda!- Sentí un escalofrío, no me hacía ni pizca de gracia que gritara mi nombre de esa manera.
-Adrian esto es una estupi…-Empezó a decir Clary. En ese momento la vista delante de nosotros empezó a nublarse y el suelo tembló un poco para después aparecer delante de nosotros una enorme mansión-…dez.
Ni Clary ni yo dijimos nada, estábamos muy ocupadas mirando boquiabiertas esa gran casa que estaba ahora delante de nuestros ojos. Estaba claro que hacía apenas unos segundos no estaba allí. En ese momento oímos como la puerta principal se habría y de ella salía un chico alto y moreno unos seis años mayor que yo. Miró a Adrian, luego a Clary y paró su mirada en mí. Noté que me ponía tensa. El chico me miró y sonrió, fue una sonrisa un tanto inquietante.
-Selena Gray- Dijo sonriendo- Me alegra conocerte al fin.
-¿De…de qué me conoce?- Tartamudeé.
-¿Me tomas el pelo?- Parecía de verdad sorprendido- ¿Quién no te conoce?
Noté la mirada de Clary en mi cogote.
-¿De qué está hablando?- Pregunté sin entender nada.
-Jack- Dijo Adrian. Jack lo miró un tanto fastidiado- Necesitamos tu ayuda.
-Vaya, el jovencito que servía a Lucian y a su ejército de pacotilla- Dijo Jack sonriendo de nuevo- ¿Qué quieres de mí?
-Yo no- Contestó- Ella- Dijo señalándome a mí.
-Oh…-Jack me miró fijamente durante unos segundos que me parecieron horas- En ese caso…-Dejó la frase en el aire y se echó a un lado de la puerta haciéndonos un gesto con la mano para que entráramos. Adrian entró inmediatamente y Clary pasó por mi lado para seguir a Adrian, yo por mi parte me quedé dudando en la puerta- Vamos, angelito- Alcé la vista para mirarlo, de cerca era mucho más alto de lo que parecía. ¿Cómo sabía…?- Sólo voy a ayudarte.
Lo miré una fracción de segundo más a aquellos grandes ojos azules y me adentré en la casa antes de pensármelo mejor. El interior de la casa no podía ser de otra manera, una mansión decorada al estilo de la época victoriana, siempre había adorado esa época. Había una gran araña dorada colgando del techo y alumbrando la habitación que supuse que sería el salón. Adrian y Clary se habían sentado en un sofá que era enorme.
-¿Te gusta mi casa?- Me giré sobresaltada al oír la voz de Jack en mi oído- Lo siento, no pretendía asustarte- Dijo entre risas al ver mi expresión- Por favor, toma asiento.
Me dirigí junto a Clary y me senté a su lado.
-Bueno, ¿en qué puedo ayudarte?- Me preguntó. ¿Qué en qué podía ayudarme? Ni yo misma lo sabía, ¿quién era ese tipo?
-Disculpe, pero…-¿Qué le decía? ¿Qué estaba allí sin saber por qué?- No tengo ni idea de quién es usted- Jack me miró con los ojos abiertos como platos- Adrian dijo que…
-Soy Jack Strafalarius- Me cortó- Y por favor, tutéame.
-Es brujo- Me dijo Adrian.
-¿Brujo?- Pretendía hacerme esa pregunta interiormente pero la formulé en voz alta. Jack asintió.
-Es el mejor del Estado- Dijo Adrian.
-Del mundo entero- Lo corrigió Jack alzando un dedo.
-Verás, es una larga historia- Empezó a decir Adrian.
-¿Por qué no me la cuenta ella?- Le preguntó mirándome a mí. Yo lo miré sin saber qué decir, ¿qué parte de qué historia quería que le contase? Parecía que ya me conocía lo bastante bien y además ¿qué demonios hacía yo allí?
-Selena- Fue Adrian el que me habló- Cuéntale lo ocurrido con Alex- Yo lo miré con la mandíbula desencajada, ¿me había llevado a un brujo para que le contase mis penas amorosas?
-¿Qué?- Fue todo lo que pude decir- ¿Estás de guasa?
-Adrian, no puedes hacerla decir…-Empezó a decir Clary. Era la primera vez que hablaba desde que habíamos entrado.
-Te ayudará- Me dijo Adrian. Yo lo miré durante un momento y luego miré a Jack que contemplaba la escena divertido.
-Está bien- Dije.
Alex
Seguía tendido en el sofá con una botella de whisky en la mano. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Días? ¿Horas? Podría haber pasado perfectamente una semana desde que todo ocurrió y yo no me daría cuenta. Desde que Selena se marchó había estado bebiendo y prácticamente no había parado. Notaba todo alrededor dando vueltas y un fuerte dolor en la cabeza y dormía de vez en cuando, sin pararme a pensar qué hora era. Todo me daba igual. Le di un trago a la botella, no tenía nada por lo que preocuparme, nada que me empujara a seguir adelante. Que Selena no me quisiera no significaba que pudiera olvidarla de la noche a la mañana, ¿cómo estaría? ¿Qué estaría haciendo? ¿Estaría con Mark? Sentí una rabia enorme en el pecho al pensar en esa última pregunta. ¿Cómo podía haberme hecho eso? Odiaba el amor, era la cosa que más odiaba en ese momento. No servía para nada, tantas películas e historias de libros y series que cuentan cómo dos personas se quieren y viven felices para el resto de sus días era pura basura. El amor sólo servía para hacerte daño a ti mismo. En cualquier otro momento habría estado buscando sucesos extraños en pueblos o ciudades, pero en ese momento no me apetecía nada. Sólo quería quedarme allí tirado y dejar que el mundo pasase sin más, y me importaba un bledo si quería llegar el fin del mundo o si quería caer una tormenta que arrasara con todo, porque para mí ya no había nada.
Oí un sonido vibrante, creí que era por causa del alcohol, pero entonces me di cuenta de que era mi móvil que estaba encima de la mesa. Intenté alcanzarlo con la mano, pero no llegaba. Así que me intenté incorporar y levantarme a cogerlo, pero al levantarme me caí al suelo mareado. Aún así alcé la mano y cogí el móvil de encima de la mesa. Ni siquiera miré quién era.
-¿Diga?- Contesté. Al oír mi propia voz me sorprendí, sonaba tan aturdido.
-¿Alex?- Por un momento pensé que era Selena y noté un punzada de esperanza en el corazón- ¿Estás bien?- Entonces comprendí que aquella voz no era la de Selena.
-Claro que estoy bien, Kells- Contesté intentando incorporarme, pero sólo logré caerme de nuevo y que se derramara un poco de whisky sobre el suelo- Oh, mierda.
-Alex, ¿qué pasa?- Kelley no sería fácil de engañar, pero lo iba a intentar sin lugar a dudas.
-Nada, he tropezado- Mentí. Tosí intentando aclararme la voz ronca.
-Estás borracho- No era una pregunta.
-No- Contesté.
-No me mientas- La voz de Kelley sonaba enojada, bebí otro poco de whisky- Alex, ¿qué te está pasando?
-¿Qué te hace pensar que me pasa algo?- Contesté mientras me recostada contra la pata del sillón y seguía bebiendo.
-¿Aparte de la voz que tienes, el que lleve horas intentando hablar contigo y no me contestes y el que estén pasando casos extraños alrededor de la ciudad y tú no estés acabando con ellos? No sé, dímelo tú- Me froté los ojos con las manos.
-Oye, he estado un poco ausente, sólo eso- Mentí.
-¿Ausente?- La voz de Kelley se elevó una octava- Alex, para ti el cazar lo es todo, nunca has permitido que nada te haga dejarlo. Ni siquiera cuando te encuentras mal por algo, siempre has salido a hacer tu trabajo, no tienes…-Kelley siguió hablando, pero me retiré el teléfono de la oreja. Me dolía la cabeza y lo último que necesitaba era oír su parloteo- …Selena- Oí que decía al acercarme de nuevo el móvil a la oreja.
-¿Qué?- No pude evitar hacer esa pregunta.
-Que ¿dónde está Selena? Quiero hablar con ella- Me quedé un momento en silencio- Alex- Me dijo apremiante.
-Selena no está- Me dolió el decir su nombre en voz alta.
-¿Dónde está?- ¿Por qué era tan pesada? Ah, ya, claro, porque era Kelley.
-No lo sé- Dije suspirando.
-¿Cómo que no lo sabes?
-Kelley, estoy cansando, si no te importa…
-¡Ah, no!- Prácticamente gritó- Cuéntame ahora mismo qué está pasando.
-No quiero- Le contesté bebiendo otro poco de whisky.
-¡ALEXANDER GREGORY, CUÉNTAMELO YA!- El tono de voz de Kelley me sobresaltó tanto que tiré la botella de whisky al suelo haciendo que se derramara entera.
-¡Joder, mierda Kelley!- Le dije enfadado- Has hecho que derrame todo el whisky.
-¡ALEX!- Volvió a gritar.
-Adiós Kelley- Lo último que oí antes de colgar fue a Kelley soltando una especie de palabrota y diciendo que ni se me ocurriera colgar.
Tiré el móvil encima de la mesa y me levanté como pude hasta llegar al sofá para volverme a tender de nuevo.
Selena
-¿Y bien?- Preguntó Clary impaciente a Jack.
Hacía ya unos cuantos minutos que había terminado de relatar la historia y Jack llevaba con la mano en el mentón y los ojos entrecerrados desde que terminé. La verdad es que me ponía bastante nerviosa el mirarlo y ver que apenas se movía.
-Jack…-Dijo Adrian intentando llamar su atención.
En ese momento, Jack alzó la cabeza de golpe y me miró fijamente. Me puse tensa sin querer.
-¿Sabes lo que está pasando?- Le pregunté intentando hacer que hablara y que dejara de mirarme de aquel modo.
-Sí- Dijo pausadamente- Creo que sí.
Clary, Adrian y yo no dijimos nada, nos quedamos mirándolo con los ojos muy abiertos.
-Vale, ¿y qué pasa?- Pregunté impaciente.
-Has dicho que el chico ese se llama Mark ¿verdad?- Asentí nerviosa y Jack sonrió.
-¿Por qué sonríes?- No me gustaba nada ese jueguito de yo-sé-todo-pero-tú-no-sabes-nada.
-La verdad es que Alex te entrenó muy bien y que hacíais una pareja perfecta en el combate.
-¿Qué tiene eso que ver con lo que está pasando aquí?- Preguntó Clary nerviosa.
-Pues que me extraña que ni ella ni él se dieran cuenta de lo más obvio- Ahora sí que no entendía nada.
-¿Qué es lo más obvio?- Pregunté. Jack soltó una risita socarrona.
-¿De verdad que ninguno de los tres sabéis nada de lo que ha pasado en este último medio año?- Parecía realmente sorprendido mientras paseaba la vista por nosotros tres- ¡Pero si ha sido la comidilla de todo ser sobrenatural!
-¿Vas a decirme qué demonios está pasando o no?- Pregunté harta de esperar. Jack me miró durante un segundo y luego sonrió.
-Está bien- Dijo al fin- Ese amigo tuyo, Mark- Hizo una pausa antes de hablar- Es un vampiro- Vi como Clary abría la boca tanto que parecía que se le iba a desencajar la mandíbula y yo…bueno, yo más bien estaba ocupada procesando la información que acababa de oír.
-Un ¿qué?- Fue Adrian el que habló.
-Un vampiro- Volvió a decir Jack- Ya sabéis, chupan sangre, se les puede matar con una estaca, arrancándoles el corazón o quemándolos…
-No puede ser…-Dije yo mientras me recuperaba de la noticia- Mark no…no estaba…-No sabía qué decir.
-Ven conmigo- Me dijo Jack tras un momento de silencio mientras se ponía en pie. Yo lo miré dudando- Te voy a enseñar una cosa- Miré a Clary- Puede acompañarnos- Dijo interpretando mi mirada. Clary se puso en pie junto a mí y Adrian hizo lo mismo- Tú no- Le dijo con voz firme a Adrian, Clary puso los ojos en blanco- No me fío de ti aún, chico.
-No te culpo- Contestó éste mientras volvía a sentarse.
Jack le lanzó una última mirada y comenzó a andar mientras Clary y yo le seguíamos.
Seguimos a Jack en silencio, en cualquier otro momento habría estado observando la decoración y los objetos que había en la casa, pero en ese momento no tenía pensamiento más que para intentar encontrarle un sentido a todo aquello. Clary iba caminando a mi lado en silencio dándose palmaditas nerviosa en las piernas. Caminamos por un largo pasillo y luego giramos dos veces a la izquierda, de una cosa estaba segura, si me perdía en esa casa no sabría cómo salir. Al fin llegamos a una gran puerta. Jack nos miró por encima del hombro y sonrió, luego abrió la puerta de par en par y entró. Clary y yo nos quedamos en la puerta mirando boquiabiertas el interior de la habitación. Como el resto de la casa era una habitación antigua pero enorme. Las paredes estaban llenas de enormes repisas con libros y enfrente había un gran ventanal con cortinas. En el centro de la habitación había una gran mesa de unos cinco metros de larga y unos tres de ancha y en el centro de la mesa había una gran bola de cristal. Jack se dirigió al ventanal y descorrió las cortinas. Un gran rayo de luz iluminó la estancia aún más y Clary y yo nos pusimos la mano en los ojos para evitar el contacto directo con la luz.
-Venid aquí- Dijo Jack mientras se acercaba a la gran mesa. Clary me miró durante una fracción de segundo y yo asentí mientras me dirigía a la mesa.
-¿Qué es esta habitación?- Le preguntó Clary.
-No hagas tantas preguntas, chiquilla- Clary encarnó las cejas- Queríais saber cómo sucedió lo de Mark ¿no es así?- Yo asentí- Pues allá vamos.
Entonces alzó ambas manos y las colocó sobre la bola de cristal mientras cerraba los ojos y susurraba unas palabras en latín, pero no llegué a oírlas con claridad. Clary me miró nerviosa y yo suspiré a la vez que volvía a centrar mi atención en la bola. Estuvimos así unos minutos y ya empezaba a exasperarme, no estaba sucediendo nada, aparte de que estaba a punto de que me diera un ataque de nervios.
-Jack…-Éste me ignoró- Jack- Volví a llamarlo.
-¡Sch!- Me instó.
Me callé y esperé durante unos segundos más, pero la impaciencia pudo conmigo. No sabía qué demonios hacía allí con un completo desconocido, ni siquiera sabía qué esperaba que sucediera.
-Vale, esto es una tontería- Dije al fin exasperada mientras alzaba ambas manos en señal de rendición y me daba media vuelta para irme.
-Suelta esa navaja- Me quedé de hielo justo donde estaba. Yo conocía esa voz, la conocía muy bien. Noté que me daba un vuelco el corazón. Me giré poco a poco hacia donde estaban Jack y Clary.
-Oh- Oí decir a otra voz- ¿No te gusta que haga eso?- Era… ¿Mark?
Entonces caí en la cuenta de que las voces salían de la bola de cristal. Me acerqué a toda prisa y miré en su interior…esa escena. Noté un escalofrío recorrerme la columna de arriba abajo. Era la escena del día en que Alex le dio esa paliza a Mark y a sus amigos.
-Te lo voy a decir por última vez…- Volvió a decir Alex.
Incluso aunque sabía que todo era un recuerdo de lo que había pasado el ver a Alex de nuevo hizo que sintiera un gran dolor en el pecho, un dolor que había intentado esconder lo que llevaba de día. Miré fijamente la bola mientras las escenas volvían a repetirse tal y como las recordaba. Mark presionó el cuchillo más contra mi cuello y al segundo siguiente una navaja se le había hundido en el hombro. Aparté la vista pestañeando rápidamente para evitar que las lágrimas salieran de mis ojos.
-¡¿Qué cojones te pasa a ti?!- Oí gritar a Joe.
-Vaya, llega el príncipe a salvar a la princesa- Contestó Alex, por el tono de su voz supe que estaba sonriendo burlón. Apreté más los ojos aún sin mirar a la bola.
-¿Es necesario esto?- Oí preguntar a Clary. Entonces giré la cara y la miré. Estaba boquiabierta mirando la bola.
-Es necesario para que sepáis lo que ocurrió- Contestó Jack que me miraba con una expresión en la que se mezclaba curiosidad, respeto y tristeza.
Cuando volví a mirar Alex acababa de tumbar a Mark y se giraba enfadado hacia mí.
-Tú y yo- Dijo mientras me señalaba con el dedo- Vamos a tener una pequeña charla- Yo estaba en frente de él mirándola atónita- Vamos antes de que estos dos se despierten de nuevo.
-No tengo ni idea de qué tiene esto que ver…-Empecé a decir.
-Paciencia- Me cortó Jack.
-Clary…-Me oí a mí misma decir en la bola. Clary miró la bola con atención.
-¡Clary no va a venir! ¡Ni nadie lo hará! ¡Todo esto ha sido una maldita trampa!- Gritó Alex, Clary a mi lado se puso tensa- ¡Te dijimos que no les hicieras caso y es lo primero que has hecho!- Podía notar el mismo dolor que había sentido aquel día al saber lo idiota que había sido- Vamos.
Entonces nos montamos en la moto y desaparecimos de la escena y entonces vino la parte que no conocía. La escena se centró en Mark, que seguía tirado en el suelo. Joe no estaba por lo que supuse que debía haber pasado bastante tiempo ya que había recuperado el conocimiento y se había marchado. En ese momento una sombra se acercó a Mark, pero no pudimos verle el rostro ya que estaba oculto en una capucha oscura, pero era una figura alta y esbelta y aunque estaba oculta bajo una capa deduje que era una mujer. La mujer se agachó al lado de Mark y se quedó unos segundos así. Después puso una mano en su pecho y la dejó allí durante un momento mientras mascullaba unas palabras en latín. Luego retiró la mano y se quedó mirándolo durante un momento más.
-Es hora de que me hagas un favor- Le susurró al oído.
Entonces lo cogió en brazos como si no pesara nada, como si simplemente fuera una pluma, y se lo llevó de allí mientras la imagen se desvanecía de la bola.
-Ahora ya sabes cómo pasó- Fue Jack el que rompió ese silencio que se había producido tras las imágenes que acabábamos de ver.
-Ya sé qué pasó ¿qué?- Él me miró confundido- Yo no he visto a nadie convertirlo en vampiro, nadie le ha dado a beber sangre de vampiro- Jack sonrió vagamente.
-Sabes muy poco de este mundo, Selena- Yo me quedé de piedra al oír mi nombre en su boca- Al igual que Alex- ¿Qué? ¿Es que estaba loco? ¿Cómo que Alex sabía muy poco?
-Alex se ha criado en este mundo, sabe muchísimo más de lo que crees- Noté el tono cortante en mi voz.
-Yo llevo vivo muchísimo tiempo, cielo- Me dijo mientras se cruzaba de brazos- He conocido muchos cazadores como él, que se creen que pueden salvar el mundo de cualquier cosa, pero no es así.
-¿Y quién era esa mujer que le ha dicho eso a Mark?- Pregunté intentando desviar el tema de la conversación de Alex.
-Esa mujer- Dijo Jack acercándose más a nosotras. Clary retrocedió hasta chocarse conmigo- Es la más poderosa y la más vieja del mundo.
-¿Qué?- Preguntó Clary en un susurro. Todo esto era demasiado para ella.
-Fue ella quien lo convirtió en vampiro- Dijo Jack mientras comenzaba a andar hacia una estantería.
-¿Qué?- Mi voz sonó tan extrañada como lo estaba- No le ha dado su sangre ni lo ha matado, simplemente ha mascullado tres tonterías y media- Rodeé a Clary y me dirigí hacia donde se encontraba Jack buscando entre unos libros.
-Ella no necesita morder a nadie- Me contestó- Puede convertir a quien sea en lo que sea y a lo que sea en quien sea- Clary se colocó a mi lado.
-No te entiendo- Jack se giró y me miró.
-Esa mujer es una bruja- Me dijo antes de volver a buscar entre los libros.
-¿Una bruja?- Clary estaba tan confundida como yo.
-Rectifico- Jack alzó un dedo en señal de rectificación- Es LA Bruja.
-¿La Bruja? ¿Qué quieres decir con La Bruja?- No estaba comprendiendo nada de nada.
-Aquí está- Dijo en voz baja haciendo caso omiso de mi pregunta. Jack se giró con un gran libro de cuero y pasó por nuestro lado hasta llegar de nuevo a la mesa y lo colocó allí.
-Jack- Lo llamé mientras nos acercábamos a él- Explícanos qué demonios está pasando aquí.