Capítulo 3.
Katherine POV
Llevábamos andando toda la mañana y mis pies estaban doloridos, yo no estaba acostumbrada a andar tanto, pero no estaba dispuesta a quejarme delante de ese borde secuestrador.
-¿Queda mucho para llegar al pueblo?- Pregunté.
-¿Por qué? ¿Estás cansada?
-¡No!- Me apresuré a decir- Es sólo que tengo hambre.
-Ya casi estamos.
-¿Cómo lo sabes? Yo no pue…
-Ya estamos- Me interrumpió mientras echaba hacia un lado la rama de un árbol y dejaba a nuestra vista un pequeño pueblecito.
Alcé la cabeza y me encontré con que Seung Young me estaba mirando con el ceño fruncido.
-¿Qué ocurre?- Le pregunté.
-Tu ropa.
-¿Qué pasa con mi ropa?
-Se supone que estamos intentando que no nos encuentren, obviamente van a saber que eres la princesa si te ven.
-Oh…-Miré el vestido que llevaba puesto, ahora estaba arrugado debido al agua de la fuente y a pasar una noche a la intemperie pero aún así…- ¿Y qué hago?
-Tú quédate aquí, ahora vuelvo- Tras decir esto, Seung Young se adentró en el pueblecito.
-Oye, secuestrador…-Hice un mohín y me senté en el suelo a la espera de que él volviera.
Seung Young tan sólo tardó unos quince minutos en regresar.
-Toma- Soltó un montón de ropa a mi lado- Cámbiate.
-¿Dónde?
-Allí- Señaló el fondo del bosque.
-No te vayas…- Dije en voz baja antes de dirigirme tras un árbol y comenzar a ponerme la ropa nueva.
Jamás había llevado una ropa tan usual, tan ligera…Me gustaba. Me gustaba la sensación de sentirme así de ligera. Salí de detrás del árbol y miré a Seung Young sonriendo.
-¿Qué tal?
Seung Young me miró durante un momento y luego desvió la vista hacia el pueblo.
-Bien, ahora vamos- Se acercó a cogerme del brazo y puso rumbo al pueblo- Por aquí debe haber algún lugar donde sirvan comida barata…
Seung Young siguió hablando pero yo ya no lo escuchaba, estaba demasiado ocupada observando el pueblo que había a mi alrededor. Personas riendo y bailando, otras en pequeños puestecitos vendiendo todo tipo de comida y telas.
-Ups…-Dije al ver que un niño chico se había chocado conmigo al ir corriendo- ¿Estás bien?- Me agaché para preguntarle.
-Sí- El niño me dedicó una sonrisa y se marchó corriendo.
-¿Esto es siempre así?- Le pregunté a Seung Young.
-¿Así cómo?
-Así- Señalé el pueblo- La gente en la calle conviviendo todos juntos, los niños riendo y corriendo…
-¿Es que nunca habías salido de palacio?
-No- Negué tristemente.
Seung Young no contestó, a pesar de que esperaba que lo hiciera.
-Entremos aquí- Dijo al cabo de un momento cuando llegamos a una especie de casucha.
Cuando entramos lo primero que hice fue mirar a mi alrededor. Había mesas y sillas de maderas por todos sitios y me llegaba un olor a sopa riquísimo.
-Siéntate- Me dijo mientras se sentaba en una silla y me indicaba que me sentara en frente.
-¿Os puedo servir algo?- Preguntó una mujer de unos 40 años.
-Tráiganos un poco de sopa- Contestó Seung Young.
-En seguida- Dijo la mujer antes de marcharse.
-Oye…-Empecé a decir- ¿Cuándo piensas hacer el “trueque”?
-No sé- Se encogió de hombros- Supongo que cuando tenga la oportunidad de encontrarme con algún soldado a solas.
-¿Sabes luchar?
-Bastante.
-¿Dónde aprendiste?
-Mi padre era un soldado del ejército del rey de Corea, él me enseñó.
-¿Y por qué tú no eres soldado?
-No he tenido ocasión de alistarme, pero algún día lo haré.
-¿En serio?
-¿Qué?- Seung Young alzó las cejas- ¿Tanto te sorprende?
La mujer llegó y dejó dos platos de sopa encima de la mesa.
-He oído que el rey de Corea está aquí.
-Así es- Afirmó mientras empezaba a comer.
-¿Irás a alistarte?
-Puede- Siguió comiendo y supe que la conversación había finalizado- ¿No tenías mucha hambre?
Después de haber comido nos dirigimos hacia una pequeña casa donde Seung Young habló con la mujer mientras ésta me miraba de vez en cuando y sonreía. No pude entender lo que decían porque no estaban hablando en inglés, sonaba a algo así como… ¿Francés?
-Vamos- Seung Young me cogió del brazo y tiró de mí escaleras arriba.
-¿Vamos a pasar aquí la noche?
-¿Prefieres pasarla en el bosque?- Preguntó mientras abría la puerta de una habitación.
No contesté, simplemente me limité a observar el lugar. Era una habitación pequeñita donde había dos camas pequeñas, una pequeña mesa con dos sillas de madera y una ventana que parecía que llevaba bastante tiempo sin ser arreglada.
-Tengo que ir a atender unos asuntos, ¿puedes quedarte sola un minuto sin armar escándalo?
-¿Escándalo?- Abrí los ojos sorprendida- ¿Por quién me tomas?
Seung Young sonrió y se marchó cerrando la puerta tras de sí.
-¿Qué asuntos serán esos?- Me pregunté a mí misma.
No sabía que debía hacer. Tampoco es que hubiera mucho para hacer, o bien me sentaba en la cama y esperaba que viniera o bien me sentaba en la silla. Suspiré y me dejé caer en la cama. ¿Estarían los guardias de palacio buscándome aún? Por supuesto que sí. Mi padre no descansaría hasta encontrarme y casarme con el rey que más le conviniera. Pero, ¿qué le pasaría a Seung Young? Seguramente lo mandaría matar. Aunque él había dicho que tenía un plan para devolverme como moneda de cambio, ¿a qué se referiría exactamente? Si eso no funcionaba… ¿Sería capaz de hacerme daño? No lo creía, no se veía mala persona.
-Duermes como un lirón.
Abrí los ojos y vi que Seung Young se encontraba de pie mirándome. Me incorporé sobresaltada, sabiendo que me había sonrojado.
-¿Llevas durmiendo desde que me fui?
-¿Qué?- No me había dado cuenta de que me había quedado dormida- ¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Prácticamente toda la tarde- Señaló por la ventana y yo miré. El sol se estaba poniendo.
-Oh…
Seung Young se sentó en la cama que estaba al lado de la mía.
-Mañana seguiremos nuestro camino.
-¿A dónde?
-Digamos que dentro de dos días tenemos que encontrarnos con la persona que te llevará de vuelta a palacio.
-¿A palacio?- Así que eso era lo que había estado haciendo toda la tarde, negociar.
-Así es- Seung Young se tendió y cerró los ojos.
-¿Vivirás?
Seung Young abrió los ojos y me miró.
-¿Vivirás? ¿O te matarán cuando te cojan?- Volví a preguntar.
Seung Young sonrió de medio lado y desvió la mirada.
-No es tan fácil cogerme, princesa- Contestó- Además, te dije que sería un trueque.
Me quedé pensando un momento.
-Devolver a la princesa con vida a cambio de tu libertad- Até cabos.
-Así es- Corroboró.
Entonces una pregunta asaltó mi mente.
-¿Y si mi padre no hubiera aceptado ese trueque? ¿Qué habría pasado?
Seung Young me miró confundido.
-¿Me habrías…matado?- Pregunté.
Seung Young pareció pensarlo un momento. Durante ese momento noté que el corazón se me iba a salir por la boca de lo rápido que latía. ¿Por qué lo estaba pensando? ¿Acaso me habría matado?
-No lo sé- Respondió- Sinceramente no sé lo que habría hecho.
Katherine POV
Llevábamos andando toda la mañana y mis pies estaban doloridos, yo no estaba acostumbrada a andar tanto, pero no estaba dispuesta a quejarme delante de ese borde secuestrador.
-¿Queda mucho para llegar al pueblo?- Pregunté.
-¿Por qué? ¿Estás cansada?
-¡No!- Me apresuré a decir- Es sólo que tengo hambre.
-Ya casi estamos.
-¿Cómo lo sabes? Yo no pue…
-Ya estamos- Me interrumpió mientras echaba hacia un lado la rama de un árbol y dejaba a nuestra vista un pequeño pueblecito.
Alcé la cabeza y me encontré con que Seung Young me estaba mirando con el ceño fruncido.
-¿Qué ocurre?- Le pregunté.
-Tu ropa.
-¿Qué pasa con mi ropa?
-Se supone que estamos intentando que no nos encuentren, obviamente van a saber que eres la princesa si te ven.
-Oh…-Miré el vestido que llevaba puesto, ahora estaba arrugado debido al agua de la fuente y a pasar una noche a la intemperie pero aún así…- ¿Y qué hago?
-Tú quédate aquí, ahora vuelvo- Tras decir esto, Seung Young se adentró en el pueblecito.
-Oye, secuestrador…-Hice un mohín y me senté en el suelo a la espera de que él volviera.
Seung Young tan sólo tardó unos quince minutos en regresar.
-Toma- Soltó un montón de ropa a mi lado- Cámbiate.
-¿Dónde?
-Allí- Señaló el fondo del bosque.
-No te vayas…- Dije en voz baja antes de dirigirme tras un árbol y comenzar a ponerme la ropa nueva.
Jamás había llevado una ropa tan usual, tan ligera…Me gustaba. Me gustaba la sensación de sentirme así de ligera. Salí de detrás del árbol y miré a Seung Young sonriendo.
-¿Qué tal?
Seung Young me miró durante un momento y luego desvió la vista hacia el pueblo.
-Bien, ahora vamos- Se acercó a cogerme del brazo y puso rumbo al pueblo- Por aquí debe haber algún lugar donde sirvan comida barata…
Seung Young siguió hablando pero yo ya no lo escuchaba, estaba demasiado ocupada observando el pueblo que había a mi alrededor. Personas riendo y bailando, otras en pequeños puestecitos vendiendo todo tipo de comida y telas.
-Ups…-Dije al ver que un niño chico se había chocado conmigo al ir corriendo- ¿Estás bien?- Me agaché para preguntarle.
-Sí- El niño me dedicó una sonrisa y se marchó corriendo.
-¿Esto es siempre así?- Le pregunté a Seung Young.
-¿Así cómo?
-Así- Señalé el pueblo- La gente en la calle conviviendo todos juntos, los niños riendo y corriendo…
-¿Es que nunca habías salido de palacio?
-No- Negué tristemente.
Seung Young no contestó, a pesar de que esperaba que lo hiciera.
-Entremos aquí- Dijo al cabo de un momento cuando llegamos a una especie de casucha.
Cuando entramos lo primero que hice fue mirar a mi alrededor. Había mesas y sillas de maderas por todos sitios y me llegaba un olor a sopa riquísimo.
-Siéntate- Me dijo mientras se sentaba en una silla y me indicaba que me sentara en frente.
-¿Os puedo servir algo?- Preguntó una mujer de unos 40 años.
-Tráiganos un poco de sopa- Contestó Seung Young.
-En seguida- Dijo la mujer antes de marcharse.
-Oye…-Empecé a decir- ¿Cuándo piensas hacer el “trueque”?
-No sé- Se encogió de hombros- Supongo que cuando tenga la oportunidad de encontrarme con algún soldado a solas.
-¿Sabes luchar?
-Bastante.
-¿Dónde aprendiste?
-Mi padre era un soldado del ejército del rey de Corea, él me enseñó.
-¿Y por qué tú no eres soldado?
-No he tenido ocasión de alistarme, pero algún día lo haré.
-¿En serio?
-¿Qué?- Seung Young alzó las cejas- ¿Tanto te sorprende?
La mujer llegó y dejó dos platos de sopa encima de la mesa.
-He oído que el rey de Corea está aquí.
-Así es- Afirmó mientras empezaba a comer.
-¿Irás a alistarte?
-Puede- Siguió comiendo y supe que la conversación había finalizado- ¿No tenías mucha hambre?
Después de haber comido nos dirigimos hacia una pequeña casa donde Seung Young habló con la mujer mientras ésta me miraba de vez en cuando y sonreía. No pude entender lo que decían porque no estaban hablando en inglés, sonaba a algo así como… ¿Francés?
-Vamos- Seung Young me cogió del brazo y tiró de mí escaleras arriba.
-¿Vamos a pasar aquí la noche?
-¿Prefieres pasarla en el bosque?- Preguntó mientras abría la puerta de una habitación.
No contesté, simplemente me limité a observar el lugar. Era una habitación pequeñita donde había dos camas pequeñas, una pequeña mesa con dos sillas de madera y una ventana que parecía que llevaba bastante tiempo sin ser arreglada.
-Tengo que ir a atender unos asuntos, ¿puedes quedarte sola un minuto sin armar escándalo?
-¿Escándalo?- Abrí los ojos sorprendida- ¿Por quién me tomas?
Seung Young sonrió y se marchó cerrando la puerta tras de sí.
-¿Qué asuntos serán esos?- Me pregunté a mí misma.
No sabía que debía hacer. Tampoco es que hubiera mucho para hacer, o bien me sentaba en la cama y esperaba que viniera o bien me sentaba en la silla. Suspiré y me dejé caer en la cama. ¿Estarían los guardias de palacio buscándome aún? Por supuesto que sí. Mi padre no descansaría hasta encontrarme y casarme con el rey que más le conviniera. Pero, ¿qué le pasaría a Seung Young? Seguramente lo mandaría matar. Aunque él había dicho que tenía un plan para devolverme como moneda de cambio, ¿a qué se referiría exactamente? Si eso no funcionaba… ¿Sería capaz de hacerme daño? No lo creía, no se veía mala persona.
-Duermes como un lirón.
Abrí los ojos y vi que Seung Young se encontraba de pie mirándome. Me incorporé sobresaltada, sabiendo que me había sonrojado.
-¿Llevas durmiendo desde que me fui?
-¿Qué?- No me había dado cuenta de que me había quedado dormida- ¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Prácticamente toda la tarde- Señaló por la ventana y yo miré. El sol se estaba poniendo.
-Oh…
Seung Young se sentó en la cama que estaba al lado de la mía.
-Mañana seguiremos nuestro camino.
-¿A dónde?
-Digamos que dentro de dos días tenemos que encontrarnos con la persona que te llevará de vuelta a palacio.
-¿A palacio?- Así que eso era lo que había estado haciendo toda la tarde, negociar.
-Así es- Seung Young se tendió y cerró los ojos.
-¿Vivirás?
Seung Young abrió los ojos y me miró.
-¿Vivirás? ¿O te matarán cuando te cojan?- Volví a preguntar.
Seung Young sonrió de medio lado y desvió la mirada.
-No es tan fácil cogerme, princesa- Contestó- Además, te dije que sería un trueque.
Me quedé pensando un momento.
-Devolver a la princesa con vida a cambio de tu libertad- Até cabos.
-Así es- Corroboró.
Entonces una pregunta asaltó mi mente.
-¿Y si mi padre no hubiera aceptado ese trueque? ¿Qué habría pasado?
Seung Young me miró confundido.
-¿Me habrías…matado?- Pregunté.
Seung Young pareció pensarlo un momento. Durante ese momento noté que el corazón se me iba a salir por la boca de lo rápido que latía. ¿Por qué lo estaba pensando? ¿Acaso me habría matado?
-No lo sé- Respondió- Sinceramente no sé lo que habría hecho.