Capítulo 3
Selena
Los siguientes días pasaron sin novedades…bueno, miento, dos días después de mí cumpleaños me llegó el regalo de mi tía Emma, era un collar que había pertenecido a mi madre, me ilusioné mucho por tener algo suyo. Era una medalla con una foto de ella con mi padre y conmigo cuando era un bebé, luego llamé a Emma y le agradecí el regalo. Clary también me dio su regalo con retraso pero al suyo realmente le temía, no había nada peor que ver a Clary con una tarjeta de crédito en el centro comercial. Unos días después de mi cumpleaños llegaron 2 paquetes a mi nombre al apartamento, obviamente de Clary, cuando abrí la primera caja vi montones y montones de ropa, recuerdo que le dije…
-Clary, eres muy amable, pero no sé por qué me has comprado tanta ropa.
-¿Estás de broma? Tendrías que ver cómo vas vestida, siempre con vaqueros, shorts o pantalones rotos. No tienes ningún modelito decente.
Con lo de decente se refería a minifaldas y mini-vestidos. En la segunda caja había un montón de zapatos a juego con la ropa, esta vez no me molesté en discutir con ella y le di las gracias.
Por otro lado, Adrian se había hecho muy amigo nuestro, nunca creí que podría llegar a entablar una buena amistad con un chico pero Adrian era muy simpático y era un buen chico. Ya estábamos llegando a la última semana de exámenes, dos exámenes más –Historia y Francés- y daríamos oficialmente por terminado el curso.
-Estoy pensando hacer una fiesta en mi casa el viernes- Dijo Adrian mientras almorzábamos en la cafetería.
-¿El viernes? ¿Por qué?- Preguntó Clary.
-Para celebrar el final del curso- Dijo sonriendo, Clary también le sonrió, en esos días me había dado cuenta de que a Clary le gustaba Adrian de verdad- ¿Vendréis?
-Claro- Respondió Clary entusiasmada por la idea, sólo había una cosa que le gustaba a Clary más que los chicos y la ropa nueva: las fiestas y si éstas iban incluidas con las dos cosas anteriores era como un regalo de Dios para ella.
-¿Y tú qué dices?
-Bueno, no sé, el lunes tenemos el final de francés y llevo mucho tiempo estudiando para…
-Anda- Me cortó Clary haciendo pucheritos- Por favor.
-Te hará bien descansar un poco y relajarte.
-Sí, bueno, supongo que tienes razón- Dije sonriendo.
Clary se pasó todo el día mirando su armario y sacando ropa para ver qué se pondría en la fiesta de Adrian, aún quedaban dos días para la fiesta pero eso a ella parecía no importarle, decía que ese día tenía que conquistarlo fuera como fuere. Finalmente se había decidido –si no cambiaba al siguiente día de opinión- por una mini-falda ajustada marrón chocolate con un top de espalda al aire blanco. Me pidió que la dejara elegir mi vestuario y como sabía que sería imposible discutir con ella le permití que lo hiciera para que me dejara estudiar, aunque sabía que al final me pondría lo que yo quisiera.
Me gustaba llevar el collar de mi madre puesto, desde que mi tía me lo había regalado no me lo quitaba para nada, sentía que la tenía más cerca. Cada noche antes de dormirme lo abría y miraba la fotografía en busca de algún recuerdo pero mi mente permanecía en blanco, todo recuerdo precedente a su muerte no existía para mí.
*****************************
Clary
El día de la fiesta me pasé cerca de 4 horas delante del espejo arreglándome, tenía que estar perfecta para que Adrian se fijase en mí. Selena estaba en su habitación estudiando, por más que le decía que se arreglara ella siempre me contestaba lo mismo “Todavía quedan 5 horas para la fiesta”. Le había puesto encima de la cama –para cuando le diera la gana de arreglarse- unos pantalones pegados negros con un top sin mangas blanco y una chaqueta de cuero que sabía que le encantaba.
Me había rizado el pelo y me había puesto una horquilla de brillo a juego con la falda y unos tacones blancos de tacón de aguja. Me había hecho la manicura francesa en las manos y en los pies el día anterior y seguían intactas. Me miré varias veces en el espejo buscando algún desperfecto pero estaba perfecta, sonreí. Llamaron a la puerta y Selena entró.
-Vaya, estás guapísima- Dijo mirándome.
-Gracias- Dije sonriendo, la miré, llevaba puesto un chándal y el pelo recogido en una coleta- ¿Se puede saber por qué no te has vestido aún? ¡Sólo quedan 2 horas para la fiesta!
-Tranquila, que estaré lista- Dijo intentando calmarme- Sólo quería decirte que voy a llegarme a la biblioteca, necesito un libro para Historia, en seguida vuelvo- La fulminé con la mirada, ella me sonrió y me lanzó un beso en el aire mientras sonreía y se marchaba.
¿Cómo era posible que le importasen tan poco las fiestas y arreglarse? Era guapa, aunque ella creía que no. Si se arreglase más y se pintara quedaría mucho más guapa que al natural pero…no podía hacer nada con ella. Ella prefería quedarse leyendo algún libro mientras yo prefería esperar a que saliera la peli ¿para qué perder el tiempo con tantas letras pudiendo estar fuera comprando ropa? Y por otro lado los estudios…Argh…Selena decía que quería tener un buen futuro y por eso estudiaba tanto, yo por otro lado no era muy aficionada a estudiar, los profesores me decían que era inteligente pero que no quería desarrollar mi cerebro, tampoco es que tuviera mucha necesidad de hacerlo ¿para qué? Si mis padres eran ricos y tenían muchísimo dinero, nunca me faltaría de nada.
Estaba dispuesta a marcharme para llegar un poco antes de tiempo a casa de Adrian con la excusa de querer ayudarlo a prepararlo todo pero justo cuando iba a salir llamaron a la puerta, mi primer pensamiento fue que sería Selena, pero ella siempre llevaba la llave. Abrí la puerta y me quedé atónita.
-Hola- Saludó.
-¿Adrian? ¿Qué haces aquí?- Llevaba puestos unos vaqueros y una camiseta de manga corta.
-Bueno, quería pasarme un rato por aquí, tenía curiosidad por ver vuestro piso- Dijo inspeccionándolo con la mirada.
-Ah…pues pasa- Adrian entró y cerré la puerta, me miró.
-Estás muy guapa.
-Gracias, estaba arreglándome para la fiesta- Nos dirigimos al salón- Siéntate- Adrian se sentó.
-¿Y Selena?- Había momentos en los que me parecía que sólo le interesaba Selena, que yo simplemente era un cero a la izquierda, pero deseché esa idea de mi mente rápidamente.
-No está, ha ido a la biblioteca- Él me miró con los ojos muy abiertos.
-¿No vendrá a la fiesta?
-No, tranquilo, sí irá, sólo ha ido a buscar un libro de no-sé-qué-cosa-de-historia- Él sonrió- ¿Quieres algo de beber?
-Sí, gracias.
-¿Coca-Cola?- Le ofrecí Coca-Cola porque era lo que siempre bebía en el instituto.
-Sí.
Fui a la cocina, cogí dos vasos, una Coca-Cola y un zumo de piña. Eché el aliento contra la palma de mi mano y lo olí, despejado. Volví al salón y puse los vamos y las bebidas encima de la mesa y me senté a su lado. Adrian abrió la Coca-Cola y la echó en el vaso y yo hice lo mismo con el zumo… ¿y ahora qué?
-¿Irá mucha gente a la fiesta?
-Supongo, he invitado a bastante gente- Nos quedamos unos segundos que parecieron horas en silencio, un silencio bastante incómodo- Clary mira…- Lo siguiente lo hice sin pensar, de pronto me encontraba agarrada a su cuello besándolo.
Adrian se sorprendió tanto como yo ¿por qué había hecho eso? Era una estúpida, no tenía que haber sido tan lanzada. Al notar que Adrian se había quedado inmóvil y que no respondía a mi beso me retiré rápidamente con las mejillas ardiendo de vergüenza.
-Lo siento, lo siento mucho, no sé…- Empecé a decir, pero él me interrumpió.
-No…no pasa nada- Dijo todavía un poco sorprendido evitando mirarme.
-Iré…iré un momento a la cocina a…-No terminé la frase, salí corriendo en dirección a la cocina.
Me apoyé en la encimera mirando por la ventana de la cocina, en otro momento me habría echado agua en la cara para aliviar en calor que sentía en las mejillas pero entonces estropearía el maquillaje aunque… ¿a quién le importaba ya? Estaba más que claro que yo no le gustaba a Adrian, seguramente a él le gustaba…Selena. Se me hizo un nudo en el estómago, aunque no había más pruebas más que mis propias suposiciones pero… ¿qué otra explicación había? Nunca había habido ningún chico que le gustara Selena en vez de yo y era una sensación extraña, ¿qué tenía ella que no tenía yo? Sí, era mona, pero yo tenía mejor cuerpo, era más alta y tenía un pelo precioso, cuando empecé a darme cuenta de que estaba menospreciando a Selena me obligué a detenerme. ¿Qué estaba haciendo? Yo jamás había pensado que era mejor que nadie y mucho menos que Selena, me sentí culpable por haber pensado que era menos cosa que yo. Noté unos pasos entrando en la cocina… ¿Adrian? Me giré y lo siguiente que noté fue un fuerte golpe en la cabeza y después…todo negro.
Selena
Los siguientes días pasaron sin novedades…bueno, miento, dos días después de mí cumpleaños me llegó el regalo de mi tía Emma, era un collar que había pertenecido a mi madre, me ilusioné mucho por tener algo suyo. Era una medalla con una foto de ella con mi padre y conmigo cuando era un bebé, luego llamé a Emma y le agradecí el regalo. Clary también me dio su regalo con retraso pero al suyo realmente le temía, no había nada peor que ver a Clary con una tarjeta de crédito en el centro comercial. Unos días después de mi cumpleaños llegaron 2 paquetes a mi nombre al apartamento, obviamente de Clary, cuando abrí la primera caja vi montones y montones de ropa, recuerdo que le dije…
-Clary, eres muy amable, pero no sé por qué me has comprado tanta ropa.
-¿Estás de broma? Tendrías que ver cómo vas vestida, siempre con vaqueros, shorts o pantalones rotos. No tienes ningún modelito decente.
Con lo de decente se refería a minifaldas y mini-vestidos. En la segunda caja había un montón de zapatos a juego con la ropa, esta vez no me molesté en discutir con ella y le di las gracias.
Por otro lado, Adrian se había hecho muy amigo nuestro, nunca creí que podría llegar a entablar una buena amistad con un chico pero Adrian era muy simpático y era un buen chico. Ya estábamos llegando a la última semana de exámenes, dos exámenes más –Historia y Francés- y daríamos oficialmente por terminado el curso.
-Estoy pensando hacer una fiesta en mi casa el viernes- Dijo Adrian mientras almorzábamos en la cafetería.
-¿El viernes? ¿Por qué?- Preguntó Clary.
-Para celebrar el final del curso- Dijo sonriendo, Clary también le sonrió, en esos días me había dado cuenta de que a Clary le gustaba Adrian de verdad- ¿Vendréis?
-Claro- Respondió Clary entusiasmada por la idea, sólo había una cosa que le gustaba a Clary más que los chicos y la ropa nueva: las fiestas y si éstas iban incluidas con las dos cosas anteriores era como un regalo de Dios para ella.
-¿Y tú qué dices?
-Bueno, no sé, el lunes tenemos el final de francés y llevo mucho tiempo estudiando para…
-Anda- Me cortó Clary haciendo pucheritos- Por favor.
-Te hará bien descansar un poco y relajarte.
-Sí, bueno, supongo que tienes razón- Dije sonriendo.
Clary se pasó todo el día mirando su armario y sacando ropa para ver qué se pondría en la fiesta de Adrian, aún quedaban dos días para la fiesta pero eso a ella parecía no importarle, decía que ese día tenía que conquistarlo fuera como fuere. Finalmente se había decidido –si no cambiaba al siguiente día de opinión- por una mini-falda ajustada marrón chocolate con un top de espalda al aire blanco. Me pidió que la dejara elegir mi vestuario y como sabía que sería imposible discutir con ella le permití que lo hiciera para que me dejara estudiar, aunque sabía que al final me pondría lo que yo quisiera.
Me gustaba llevar el collar de mi madre puesto, desde que mi tía me lo había regalado no me lo quitaba para nada, sentía que la tenía más cerca. Cada noche antes de dormirme lo abría y miraba la fotografía en busca de algún recuerdo pero mi mente permanecía en blanco, todo recuerdo precedente a su muerte no existía para mí.
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Clary
El día de la fiesta me pasé cerca de 4 horas delante del espejo arreglándome, tenía que estar perfecta para que Adrian se fijase en mí. Selena estaba en su habitación estudiando, por más que le decía que se arreglara ella siempre me contestaba lo mismo “Todavía quedan 5 horas para la fiesta”. Le había puesto encima de la cama –para cuando le diera la gana de arreglarse- unos pantalones pegados negros con un top sin mangas blanco y una chaqueta de cuero que sabía que le encantaba.
Me había rizado el pelo y me había puesto una horquilla de brillo a juego con la falda y unos tacones blancos de tacón de aguja. Me había hecho la manicura francesa en las manos y en los pies el día anterior y seguían intactas. Me miré varias veces en el espejo buscando algún desperfecto pero estaba perfecta, sonreí. Llamaron a la puerta y Selena entró.
-Vaya, estás guapísima- Dijo mirándome.
-Gracias- Dije sonriendo, la miré, llevaba puesto un chándal y el pelo recogido en una coleta- ¿Se puede saber por qué no te has vestido aún? ¡Sólo quedan 2 horas para la fiesta!
-Tranquila, que estaré lista- Dijo intentando calmarme- Sólo quería decirte que voy a llegarme a la biblioteca, necesito un libro para Historia, en seguida vuelvo- La fulminé con la mirada, ella me sonrió y me lanzó un beso en el aire mientras sonreía y se marchaba.
¿Cómo era posible que le importasen tan poco las fiestas y arreglarse? Era guapa, aunque ella creía que no. Si se arreglase más y se pintara quedaría mucho más guapa que al natural pero…no podía hacer nada con ella. Ella prefería quedarse leyendo algún libro mientras yo prefería esperar a que saliera la peli ¿para qué perder el tiempo con tantas letras pudiendo estar fuera comprando ropa? Y por otro lado los estudios…Argh…Selena decía que quería tener un buen futuro y por eso estudiaba tanto, yo por otro lado no era muy aficionada a estudiar, los profesores me decían que era inteligente pero que no quería desarrollar mi cerebro, tampoco es que tuviera mucha necesidad de hacerlo ¿para qué? Si mis padres eran ricos y tenían muchísimo dinero, nunca me faltaría de nada.
Estaba dispuesta a marcharme para llegar un poco antes de tiempo a casa de Adrian con la excusa de querer ayudarlo a prepararlo todo pero justo cuando iba a salir llamaron a la puerta, mi primer pensamiento fue que sería Selena, pero ella siempre llevaba la llave. Abrí la puerta y me quedé atónita.
-Hola- Saludó.
-¿Adrian? ¿Qué haces aquí?- Llevaba puestos unos vaqueros y una camiseta de manga corta.
-Bueno, quería pasarme un rato por aquí, tenía curiosidad por ver vuestro piso- Dijo inspeccionándolo con la mirada.
-Ah…pues pasa- Adrian entró y cerré la puerta, me miró.
-Estás muy guapa.
-Gracias, estaba arreglándome para la fiesta- Nos dirigimos al salón- Siéntate- Adrian se sentó.
-¿Y Selena?- Había momentos en los que me parecía que sólo le interesaba Selena, que yo simplemente era un cero a la izquierda, pero deseché esa idea de mi mente rápidamente.
-No está, ha ido a la biblioteca- Él me miró con los ojos muy abiertos.
-¿No vendrá a la fiesta?
-No, tranquilo, sí irá, sólo ha ido a buscar un libro de no-sé-qué-cosa-de-historia- Él sonrió- ¿Quieres algo de beber?
-Sí, gracias.
-¿Coca-Cola?- Le ofrecí Coca-Cola porque era lo que siempre bebía en el instituto.
-Sí.
Fui a la cocina, cogí dos vasos, una Coca-Cola y un zumo de piña. Eché el aliento contra la palma de mi mano y lo olí, despejado. Volví al salón y puse los vamos y las bebidas encima de la mesa y me senté a su lado. Adrian abrió la Coca-Cola y la echó en el vaso y yo hice lo mismo con el zumo… ¿y ahora qué?
-¿Irá mucha gente a la fiesta?
-Supongo, he invitado a bastante gente- Nos quedamos unos segundos que parecieron horas en silencio, un silencio bastante incómodo- Clary mira…- Lo siguiente lo hice sin pensar, de pronto me encontraba agarrada a su cuello besándolo.
Adrian se sorprendió tanto como yo ¿por qué había hecho eso? Era una estúpida, no tenía que haber sido tan lanzada. Al notar que Adrian se había quedado inmóvil y que no respondía a mi beso me retiré rápidamente con las mejillas ardiendo de vergüenza.
-Lo siento, lo siento mucho, no sé…- Empecé a decir, pero él me interrumpió.
-No…no pasa nada- Dijo todavía un poco sorprendido evitando mirarme.
-Iré…iré un momento a la cocina a…-No terminé la frase, salí corriendo en dirección a la cocina.
Me apoyé en la encimera mirando por la ventana de la cocina, en otro momento me habría echado agua en la cara para aliviar en calor que sentía en las mejillas pero entonces estropearía el maquillaje aunque… ¿a quién le importaba ya? Estaba más que claro que yo no le gustaba a Adrian, seguramente a él le gustaba…Selena. Se me hizo un nudo en el estómago, aunque no había más pruebas más que mis propias suposiciones pero… ¿qué otra explicación había? Nunca había habido ningún chico que le gustara Selena en vez de yo y era una sensación extraña, ¿qué tenía ella que no tenía yo? Sí, era mona, pero yo tenía mejor cuerpo, era más alta y tenía un pelo precioso, cuando empecé a darme cuenta de que estaba menospreciando a Selena me obligué a detenerme. ¿Qué estaba haciendo? Yo jamás había pensado que era mejor que nadie y mucho menos que Selena, me sentí culpable por haber pensado que era menos cosa que yo. Noté unos pasos entrando en la cocina… ¿Adrian? Me giré y lo siguiente que noté fue un fuerte golpe en la cabeza y después…todo negro.