Capítulo 23.
Selena
No entendía nada de lo que estaba sucediendo, bueno, en realidad sí lo sabía. Demetria había abandonado su plan psicópata de matar a todos cuanto quería y ahora simplemente quería acabar conmigo de una manera lenta, por lo que estaba viendo. No podía hacer nada contra ella, por cada golpe que yo le daba, ella me respondía con diez. Me sentía impotente, enfadada, cansada…Todo a la vez. Quería llorar de la rabia de no poder hacer nada. ¿De verdad todo iba a acabar así? ¿De verdad todo lo que habíamos luchado había sido en vano?
-¿Ya está?- Me preguntó Demetria mientras colocaba su antebrazo bajo mi cuello y me estampaba contra un árbol- ¿Así es como vas a acabar?
No le contesté.
-La verdad, Selena, pensaba que serías más difícil de derrotar. Pero ha sido como quitarle un caramelo a un niño.
Demetria esperó que dijera algo, pero no lo hice.
-Esperaba que tuvieras…algo más- Sonrió- Oh, espera, no puedes tener más- Me miró fijamente- Yo te lo quité.
Notaba que empezaban a fallarme las piernas, no aguantaría mucho más. Ni siquiera podía explicarme cómo había podido aguantar todos los golpes que había recibido. Fue justo en el momento en que Demetria alzó la mano que sentí una especie de cosquilleo recorrerme desde las puntas de los dedos hasta la cabeza, ¿qué estaba pasando? ¿Lo estaba provocando Demetria? La miré y vi que me miraba con una expresión entre el desconcierto y el asombro, ¿qué estaba viendo? Me miré y entonces vi lo mismo que ella. A mi alrededor se estaba formando una especie de alo grisáceo que comenzaba a brillar cada vez con más fuerza a la vez que sentía cómo me recuperaba de los golpes. Volvía a sentirme mejor, volvía a sentirme completa…o casi. De pronto la luz se expandió aún más e hizo que Demetria saliera despedida unos metros más lejos. Cerré los ojos con fuerza mientras me inundaba una especie de calor reconfortante. Cuando volví a abrir los ojos la luz había desaparecido. Era como si nada hubiera pasado, si no fuera porque los golpes y las heridas que tenía antes habían desaparecido habría creído que todo había sido un sueño.
-Es imposible…-La voz asustada de Demetria me hizo volver a la realidad.
Demetria me miraba con una expresión de asombro, sorpresa y… ¿Miedo? Entonces miré a mi alrededor y vi lo mismo que ella estaba viendo. Mi alas…Volvían a estar allí desplegadas. ¿Cómo…? ¿Cómo había pasado? Meneé las alas con suavidad haciendo que se levantara una fresca brisa a la vez que no podía evitar sonreír. Volvía a ser yo…Más que eso. Ahora me sentía más fuerte que nunca antes. Ahora estaba segura que podía acabar con Demetria, estaba segura que podría vengar a Alex.
-Ahora empieza el juego- Dije mientras sonreía.
Tras esto moví las alas con brusquedad levantando una gran cantidad de aire que envió a Demetria por los aires hasta que se estrelló contra una roca. Cuando ésta se incorporó pude ver un hilillo de sangre recorrerle la ceja.
-¿Eso es lo mejor que puedes hacer?- Me preguntó con rabia contenida.
-Averigüémoslo- Contesté.
Demetria creó una gran bola de luz entre sus manos y la lanzó contra mí. Apenas me dio tiempo a pensar lo siguiente que iba a hacer, cuando quise darme cuenta había alzado el vuelo y me encontraba a dos metros del suelo mientras oía el ruido de la bola al chocar contra un árbol.
-Buen truco- Dijo Demetria sonriendo- Yo también sé algunos.
Tras decir esto dio un gran salto y se quedó suspendida en el aire a mi altura. ¿Estaba volando? ¿Cómo podía hacerlo? Algo en mi rostro debió delatar mi sorpresa, ya que Demetria sonrió.
-Pequeña, no olvides que soy vieja y poderosa- Me dijo mientras se lanzaba contra mí.
Alcé más el vuelo mientras notaba cómo Demetria me seguía de cerca, de pronto noté una mano agarrarme un ala. No pude evitar un grito de dolor al oír crujir el ala izquierda. Demetria rió en voz alta mientras yo me esforzaba por mantenerme en el aire meneando el ala derecha con fuerza y la izquierda como podía. Agarré a Demetria del cuello tan fuerte como pude y la empujé con todas mis fuerzas hacia el suelo. Al cabo de dos segundos, Demetria se había estrellado contra el suelo y había levantado una gran cantidad de arena y de hierba. Cuando se puso en pie pude ver que tenía una magulladura en la mejilla derecha y la camiseta rota por la manga. Demetria me miraba con odio, eso saltaba a la vista. Ahora estábamos más o menos igualadas en fuerzas, pero ¿cómo iba a matarla? Un ser como ella no muere así porque sí… Antes que me diera tiempo a pensar Demetria había vuelto a subir hasta donde yo me encontraba dispuesta a contraatacar. Cuando estuvo a escasos centímetros de mí le di un puñetazo en la mandíbula que la hizo descender unos pocos metros.
-¡¡¡SELENA!!!
Tanto Demetria como yo bajamos la vista hacia el prado donde vimos cuatro figuras de pie. Las reconocí al instante…Steve, Kyle, Jessica y la persona que había gritado: Kelley. ¿Qué hacían allí? ¿Cómo me habían encontrado? Demetria pareció advertir algo en mi expresión ya que sonrió y se dispuso a descender para atacarlos.
-¡¡¡NO!!!- Grité a la vez que descendía lo más rápido que podía y agarraba a Demetria del pelo deteniéndola.
Pude ver cómo Steve, Kyle y Kelley sacaban unas pistolas y comenzaban a disparar hacia Demetria, una bala pasó rozándome el brazo mientras que otra impactó en la pierna de Demetria haciendo que ésta lanzara un grito ahogado. Yo pasé un brazo al alrededor de su cuello y la apreté contra mí cortándole la respiración a la vez que Demetria forcejeaba por soltarse. Entonces se agarró al ala que tenía herida y volvió a darme un tirón. Solté un grito de dolor a la vez que comenzaba a caer sin poder controlarlo. Cuando impacté contra el suelo vi cómo Kelley y Jessica se acercaban hacia mí. Kyle y Steve seguían disparando mientras Demetria se detenía en el suelo y se acercaba hacia ellos, iba a matarlos, tenía que hacer algo.
-Tiene mala pinta- Dijo Kelley tocándome con suavidad el ala rota- ¿No puedes hacer algo?- Le preguntó a Jessica.
Jessica dudó un momento inquieta, luego miró hacia el lugar donde Steve y Kyle seguían luchando contra Demetria.
-No tengo el poder de mi hermano…-Dijo Jessica preocupada.
-¿Puedes ayudarla o no?- La urgió Kelley.
-Lo intentaré- Tras decir esto colocó ambas manos a un palmo de distancia del ala y cerró los ojos.
Luego susurró una serie de palabras que no logré entender a la vez que sentía una corriente de frío recorrerme el ala. Cuando Jessica volvió a abrir los ojos me miró con una expresión que no supe descifrar.
-No sé si habrá dado resultado, mi especialidad es el metamorfismo, como ya sabéis…
En ese momento oímos un grito procedente de Kyle. Demetria le había retorcido el brazo detrás de la espalda y seguramente se lo habría roto.
-¡Kyle!- Gritó Kelley antes de lanzarse contra Demetria con un puñal en la mano.
No perdí ni un momento más, me puse en pie como pude mientras meneaba con suavidad el ala herida. Todavía me dolía pero no era nada comparado al dolor que había sentido un momento antes.
-Gracias- Le dije a Jessica antes de lanzarme contra Demetria y estamparla contra un árbol liberando así a Kelley- ¡Déjalos en paz!- Le grité.
-¿O qué?- Demetria rió antes de darme un empujón y mandarme volando hacia el otro lado del prado.
Tenía que alejarla de allí, no podía permitir que hiriera a ninguno de los allí presentes. Alcé el vuelo y vi cómo Demetria me seguía de cerca. Tenía que pensar algo pronto, tenía que acabar con ella. Demetria me agarró de la muñeca y sonrió. Justo entonces una gran luz iluminó todo el cielo y tuve que cerrar los ojos con fuerza. Cuando volví a abrirlos noté una mano alrededor de la mía, alcé los ojos y vi de quién era…
-¿Papá?- ¿Qué hacía él allí?
Demetria seguía agarrada a mi otra muñeca y miraba a mi padre sorprendida y asustada.
-¿Jaden?- La voz de Demetria sonó terriblemente asustada, jamás la había oído así.
-Hola, Demetria- Tras decir esto, mi padre agarró mi otra mano dejando a Demetria acorralada entre nosotros dos.
-Papá, ¿qué…?
No pude acabar la pregunta ya que en ese momento otra mano separó la mía de la de mi padre y la agarró.
-¿Layla?
Mi hermana me miró y sonrió. Miré a Demetria que nos observaba a los tres con horror reflejado en el rostro. No sabía qué era lo que venía a continuación pero supe que el final estaba cerca por la expresión que mostraba Demetria.
-¿Listas?- Preguntó mi padre.
No esperó respuesta. Tras decir eso cerró los ojos y apretó nuestras manos con fuerza a la vez que una columna de luz brillante atrapaba a Demetria silenciando los gritos de horror y dolor que ésta profería. Notaba mucho calor, la columna desprendía una especie de fuego amarillento que estaba acabando con la vida de Demetria.
No sé cuánto tiempo pasó, lo único que sé es que tan rápido como la columna había aparecido se esfumó pero fue reemplazada por una especie de remolino que nos envolvió a los tres y levantó una gran cantidad de viento. Tuve que agitar las alas con fuerza para no ser arrastrada.
-¿Qué está pasando?- Tuve que alzar el tono de voz para que mi padre y mi hermana me oyeran.
-Todo ha acabado- Oí decir a mi padre con voz satisfecha.
-¿Y qué es todo esto?- Volví a preguntar.
-Demetria fue el origen de todo, con su muerte todo acaba- No sabía qué quería decir lo que había dicho mi padre, pero no me gustó nada cómo sonó.
-¿Qué quieres decir?- Pregunté.
Lo único que vi antes de que el remolino me arrastrara lejos y dejara de oír y ver nada a mi alrededor fue a mi padre sonreír de una manera feliz, como si nada hubiera pasado y por fin pudiera descansar en paz. Luego…Todo oscuridad y silencio.
Selena
No entendía nada de lo que estaba sucediendo, bueno, en realidad sí lo sabía. Demetria había abandonado su plan psicópata de matar a todos cuanto quería y ahora simplemente quería acabar conmigo de una manera lenta, por lo que estaba viendo. No podía hacer nada contra ella, por cada golpe que yo le daba, ella me respondía con diez. Me sentía impotente, enfadada, cansada…Todo a la vez. Quería llorar de la rabia de no poder hacer nada. ¿De verdad todo iba a acabar así? ¿De verdad todo lo que habíamos luchado había sido en vano?
-¿Ya está?- Me preguntó Demetria mientras colocaba su antebrazo bajo mi cuello y me estampaba contra un árbol- ¿Así es como vas a acabar?
No le contesté.
-La verdad, Selena, pensaba que serías más difícil de derrotar. Pero ha sido como quitarle un caramelo a un niño.
Demetria esperó que dijera algo, pero no lo hice.
-Esperaba que tuvieras…algo más- Sonrió- Oh, espera, no puedes tener más- Me miró fijamente- Yo te lo quité.
Notaba que empezaban a fallarme las piernas, no aguantaría mucho más. Ni siquiera podía explicarme cómo había podido aguantar todos los golpes que había recibido. Fue justo en el momento en que Demetria alzó la mano que sentí una especie de cosquilleo recorrerme desde las puntas de los dedos hasta la cabeza, ¿qué estaba pasando? ¿Lo estaba provocando Demetria? La miré y vi que me miraba con una expresión entre el desconcierto y el asombro, ¿qué estaba viendo? Me miré y entonces vi lo mismo que ella. A mi alrededor se estaba formando una especie de alo grisáceo que comenzaba a brillar cada vez con más fuerza a la vez que sentía cómo me recuperaba de los golpes. Volvía a sentirme mejor, volvía a sentirme completa…o casi. De pronto la luz se expandió aún más e hizo que Demetria saliera despedida unos metros más lejos. Cerré los ojos con fuerza mientras me inundaba una especie de calor reconfortante. Cuando volví a abrir los ojos la luz había desaparecido. Era como si nada hubiera pasado, si no fuera porque los golpes y las heridas que tenía antes habían desaparecido habría creído que todo había sido un sueño.
-Es imposible…-La voz asustada de Demetria me hizo volver a la realidad.
Demetria me miraba con una expresión de asombro, sorpresa y… ¿Miedo? Entonces miré a mi alrededor y vi lo mismo que ella estaba viendo. Mi alas…Volvían a estar allí desplegadas. ¿Cómo…? ¿Cómo había pasado? Meneé las alas con suavidad haciendo que se levantara una fresca brisa a la vez que no podía evitar sonreír. Volvía a ser yo…Más que eso. Ahora me sentía más fuerte que nunca antes. Ahora estaba segura que podía acabar con Demetria, estaba segura que podría vengar a Alex.
-Ahora empieza el juego- Dije mientras sonreía.
Tras esto moví las alas con brusquedad levantando una gran cantidad de aire que envió a Demetria por los aires hasta que se estrelló contra una roca. Cuando ésta se incorporó pude ver un hilillo de sangre recorrerle la ceja.
-¿Eso es lo mejor que puedes hacer?- Me preguntó con rabia contenida.
-Averigüémoslo- Contesté.
Demetria creó una gran bola de luz entre sus manos y la lanzó contra mí. Apenas me dio tiempo a pensar lo siguiente que iba a hacer, cuando quise darme cuenta había alzado el vuelo y me encontraba a dos metros del suelo mientras oía el ruido de la bola al chocar contra un árbol.
-Buen truco- Dijo Demetria sonriendo- Yo también sé algunos.
Tras decir esto dio un gran salto y se quedó suspendida en el aire a mi altura. ¿Estaba volando? ¿Cómo podía hacerlo? Algo en mi rostro debió delatar mi sorpresa, ya que Demetria sonrió.
-Pequeña, no olvides que soy vieja y poderosa- Me dijo mientras se lanzaba contra mí.
Alcé más el vuelo mientras notaba cómo Demetria me seguía de cerca, de pronto noté una mano agarrarme un ala. No pude evitar un grito de dolor al oír crujir el ala izquierda. Demetria rió en voz alta mientras yo me esforzaba por mantenerme en el aire meneando el ala derecha con fuerza y la izquierda como podía. Agarré a Demetria del cuello tan fuerte como pude y la empujé con todas mis fuerzas hacia el suelo. Al cabo de dos segundos, Demetria se había estrellado contra el suelo y había levantado una gran cantidad de arena y de hierba. Cuando se puso en pie pude ver que tenía una magulladura en la mejilla derecha y la camiseta rota por la manga. Demetria me miraba con odio, eso saltaba a la vista. Ahora estábamos más o menos igualadas en fuerzas, pero ¿cómo iba a matarla? Un ser como ella no muere así porque sí… Antes que me diera tiempo a pensar Demetria había vuelto a subir hasta donde yo me encontraba dispuesta a contraatacar. Cuando estuvo a escasos centímetros de mí le di un puñetazo en la mandíbula que la hizo descender unos pocos metros.
-¡¡¡SELENA!!!
Tanto Demetria como yo bajamos la vista hacia el prado donde vimos cuatro figuras de pie. Las reconocí al instante…Steve, Kyle, Jessica y la persona que había gritado: Kelley. ¿Qué hacían allí? ¿Cómo me habían encontrado? Demetria pareció advertir algo en mi expresión ya que sonrió y se dispuso a descender para atacarlos.
-¡¡¡NO!!!- Grité a la vez que descendía lo más rápido que podía y agarraba a Demetria del pelo deteniéndola.
Pude ver cómo Steve, Kyle y Kelley sacaban unas pistolas y comenzaban a disparar hacia Demetria, una bala pasó rozándome el brazo mientras que otra impactó en la pierna de Demetria haciendo que ésta lanzara un grito ahogado. Yo pasé un brazo al alrededor de su cuello y la apreté contra mí cortándole la respiración a la vez que Demetria forcejeaba por soltarse. Entonces se agarró al ala que tenía herida y volvió a darme un tirón. Solté un grito de dolor a la vez que comenzaba a caer sin poder controlarlo. Cuando impacté contra el suelo vi cómo Kelley y Jessica se acercaban hacia mí. Kyle y Steve seguían disparando mientras Demetria se detenía en el suelo y se acercaba hacia ellos, iba a matarlos, tenía que hacer algo.
-Tiene mala pinta- Dijo Kelley tocándome con suavidad el ala rota- ¿No puedes hacer algo?- Le preguntó a Jessica.
Jessica dudó un momento inquieta, luego miró hacia el lugar donde Steve y Kyle seguían luchando contra Demetria.
-No tengo el poder de mi hermano…-Dijo Jessica preocupada.
-¿Puedes ayudarla o no?- La urgió Kelley.
-Lo intentaré- Tras decir esto colocó ambas manos a un palmo de distancia del ala y cerró los ojos.
Luego susurró una serie de palabras que no logré entender a la vez que sentía una corriente de frío recorrerme el ala. Cuando Jessica volvió a abrir los ojos me miró con una expresión que no supe descifrar.
-No sé si habrá dado resultado, mi especialidad es el metamorfismo, como ya sabéis…
En ese momento oímos un grito procedente de Kyle. Demetria le había retorcido el brazo detrás de la espalda y seguramente se lo habría roto.
-¡Kyle!- Gritó Kelley antes de lanzarse contra Demetria con un puñal en la mano.
No perdí ni un momento más, me puse en pie como pude mientras meneaba con suavidad el ala herida. Todavía me dolía pero no era nada comparado al dolor que había sentido un momento antes.
-Gracias- Le dije a Jessica antes de lanzarme contra Demetria y estamparla contra un árbol liberando así a Kelley- ¡Déjalos en paz!- Le grité.
-¿O qué?- Demetria rió antes de darme un empujón y mandarme volando hacia el otro lado del prado.
Tenía que alejarla de allí, no podía permitir que hiriera a ninguno de los allí presentes. Alcé el vuelo y vi cómo Demetria me seguía de cerca. Tenía que pensar algo pronto, tenía que acabar con ella. Demetria me agarró de la muñeca y sonrió. Justo entonces una gran luz iluminó todo el cielo y tuve que cerrar los ojos con fuerza. Cuando volví a abrirlos noté una mano alrededor de la mía, alcé los ojos y vi de quién era…
-¿Papá?- ¿Qué hacía él allí?
Demetria seguía agarrada a mi otra muñeca y miraba a mi padre sorprendida y asustada.
-¿Jaden?- La voz de Demetria sonó terriblemente asustada, jamás la había oído así.
-Hola, Demetria- Tras decir esto, mi padre agarró mi otra mano dejando a Demetria acorralada entre nosotros dos.
-Papá, ¿qué…?
No pude acabar la pregunta ya que en ese momento otra mano separó la mía de la de mi padre y la agarró.
-¿Layla?
Mi hermana me miró y sonrió. Miré a Demetria que nos observaba a los tres con horror reflejado en el rostro. No sabía qué era lo que venía a continuación pero supe que el final estaba cerca por la expresión que mostraba Demetria.
-¿Listas?- Preguntó mi padre.
No esperó respuesta. Tras decir eso cerró los ojos y apretó nuestras manos con fuerza a la vez que una columna de luz brillante atrapaba a Demetria silenciando los gritos de horror y dolor que ésta profería. Notaba mucho calor, la columna desprendía una especie de fuego amarillento que estaba acabando con la vida de Demetria.
No sé cuánto tiempo pasó, lo único que sé es que tan rápido como la columna había aparecido se esfumó pero fue reemplazada por una especie de remolino que nos envolvió a los tres y levantó una gran cantidad de viento. Tuve que agitar las alas con fuerza para no ser arrastrada.
-¿Qué está pasando?- Tuve que alzar el tono de voz para que mi padre y mi hermana me oyeran.
-Todo ha acabado- Oí decir a mi padre con voz satisfecha.
-¿Y qué es todo esto?- Volví a preguntar.
-Demetria fue el origen de todo, con su muerte todo acaba- No sabía qué quería decir lo que había dicho mi padre, pero no me gustó nada cómo sonó.
-¿Qué quieres decir?- Pregunté.
Lo único que vi antes de que el remolino me arrastrara lejos y dejara de oír y ver nada a mi alrededor fue a mi padre sonreír de una manera feliz, como si nada hubiera pasado y por fin pudiera descansar en paz. Luego…Todo oscuridad y silencio.