Capítulo 2
Selena
Y allí estábamos, llamando a la puerta de la casa de mi tía. Sentí una oleada de nostalgia, parecía que hacía años que no pisaba esa casa. Miré a Alex por el rabillo del ojo, había tratado de hacerse el enfadado desde el día anterior pero sabía que pronto se le pasaría. En ese momento Emma abrió la puerta, me miró y me sonrió.
-Sel…-Dijo sonriendo mientras venía a abrazarme.
-Hola, tía- Le dije yo, miré a Alex por encima del hombro de Emma, éste nos miraba con la cara inescrutable. Me separé de ella y Emma miró a Alex sin mucha simpatía.
-Tú debes de ser…-Empezó a decir.
-Alex- Dijo sonriendo. Me quedé de piedra, no acababa de acostumbrarme a los cambios de Alex, ahora mismo podía estar gritando y al momento siguiente riendo como si nada- Mucho gusto- Dijo cogiéndole la mano a Emma y besándosela. Abrí los ojos como platos y Emma lo miró sorprendida.
-Vaya…-Fue todo lo que dijo.
-Selena me ha hablado mucho de usted- Continuó Alex sonriendo- Pero jamás me dijo que fuera tan guapa- Noté cómo Emma se sonrojaba.
-Oh, vamos- Dijo ella sonriendo- No me hables de usted que no soy tan vieja- ¿Mi tía? ¿Diciéndole a alguien que acababa de conocer que no la llamara de usted? ¿Cómo había logrado Alex que dijera eso? Bueno, normal, era Alex.
-Eso seguro- Contestó éste sonriendo de esa manera encantadora que sólo él sabía.
-Bueno, no os quedéis aquí, pasad- Emma entró y nosotros la seguimos.
-¿Qué…?- Le dije articulando con los labios a Alex, éste se encogió de hombros sonriendo.
Pasamos al salón y estuvimos allí sentados hablando como media hora, yo apenas hablaba para ser sinceros. Más bien parecía una intrusa allí. Emma parecía encantada con Alex, era increíble lo fácil que le había resultado caerle bien. Empecé a mirar a mi alrededor, todo estaba tal y como lo recordaba, la chimenea apagada con las fotos de mi nacimiento encima, el jarrón con las flores de papel que le hice a Emma en el colegio cuando tenía 7 años…sonreí melancólica.
-Bueno, ¿comemos ya?- Preguntó de pronto Emma.
-Sí, claro, me muero de hambre- Contestó Alex mientras nos levantábamos y pasábamos al comedor.
-Bueno, voy a por los cubiertos- Dijo Emma.
-¿Necesitas ayuda?- Le preguntó Alex.
-No, tranquilo, sentaos- Emma sonrió y se fue.
-¿Estás bien?- Inquirió Alex cuando Emma ya no podía oírnos.
-Sí, sí- Dije sonriendo vagamente.
-Selly…-Dijo sin creerme.
-Estoy bien, de verdad- Volví a decir- Sólo son recuerdos.
Alex me abrazó y yo apoyé la cabeza en su pecho inspirando hondo.
-Sabía que no estabas realmente enfadado.
-No puedo estar enfadado contigo aunque quiera- Me respondió.
Sonreí y me acurruqué más en su pecho.
-Lo estoy haciendo bien, ¿verdad?- Noté por el tono de su voz que estaba sonriendo.
-Sí- Sonreí- Te la has ganado muy pronto.
-No sé por qué te sorprende- Dijo contra mi pelo antes de darme un beso en la cabeza- Soy adorable.
-Ya, claro- Dije riendo.
-Pero qué bonito- Dijo Emma entrando de nuevo en el comedor, yo me separé de Alex sorprendida- Se ve que os queréis mucho- Emma colocó los cubiertos y nos miró con ternura.
-Sí…-Fue todo lo que dije, ¿qué se suponía que debía decir en ese momento? Nos sentamos en la mesa y comenzamos a comer en silencio. Empecé a sentirme incómoda, al menos agradecía que Emma no hubiera hecho ninguna pregunta impertinente.
-¿Sabes qué?- Dijo Emma mirando a Alex- Cuando me enteré que Selena tenía novio y que había dejado el instituto pensé que sería un yonki o un drogadicto o algo así- Empecé a ponerme nerviosa y miré instintivamente a Alex que miraba a Emma sonriendo- Nunca me imaginé que sería un chico tan encantador, ¿por qué no me lo dijiste?- Dijo esta última frase dirigiéndose a mí.
-¿Qué querías que te dijera?- Respondí.
-No sé, es tu novio no el mío.
Alex rió un poco.
La siguiente conversación fue algo superficial, nada importante, sólo Alex alabando un poco más a Emma y ésta sonriendo encantada.
-¿Dónde os conocisteis?- Preguntó de pronto Emma, yo me atraganté con el agua que estaba bebiendo- ¿Estás bien, cielo?- Me dijo sorprendida.
-Sí, sí- Mentí, ¿ahora qué contestábamos? No habíamos preparado una historia de mentira- Pues…-No sabía qué decir.
-En una heladería- Contestó Alex con toda la naturalidad del mundo, yo lo miré sorprendida- Yo trabajaba allí para ganarme un poco de dinero y entonces vi a Selena que estaba esperando allí a una amiga- Lo decía como si de verdad hubiera sucedido así, parece que aunque yo no había preparado una historia, él sí lo había hecho- En realidad creo que fue un flechazo.
-Oh…-Dijo Emma de forma tierna parando de comer. Alex me miró y sonrió.
-Hay que decir que al principio no nos llevábamos del todo bien- Continuó Alex- Pero con el tiempo…-Dejó la frase en el aire. Me quedé mirándolo embobada, hasta yo podría haberme creído esa historia si no supiera la verdad.
-Qué tierno- Dijo Emma- Eso sí que es bonito- Sonrió y continuó comiendo- Supongo que esa amiga era Clary ¿verdad?- Me preguntó.
-Sí- Contesté sonriendo.
-¿Cómo está ella?
-Bien, bien- Me apresuré a decir- Últimamente nos vemos menos...-Empecé a decir.
-Te entiendo- Me cortó sonriendo.
-Pero le va bien- Sonreí y continué comiendo.
-De todas formas incluso podría decir que últimamente he hablado más con ella que contigo- Lo dijo medio en broma, medio en serio y yo simplemente sonreí.
Mark
Estaba escondido entre las sombras de un viejo edificio cuando vi a Selena y a Alex entrar en casa de la tía de Selena. Así que era una relación formal lo que tenían, bien. Jamás pensaría que ese Alex era de esa clase de chicos, incluso parecía más capullo que yo. Sonreí al pensar en lo que se les avecinaba. No pensaba matar a Selena, a lo mejor hacerle un poco de daño sí, pero no matarla. En cuanto a Alex…bueno, tenía mis dudas. Quería hacerles pagar por lo que me habían hecho, si no hubiera sido por ellos aquella noche no me habría quedado solo en el parque tirado como un perro y esa desgraciada no me habría encontrado. Dejé de pensar en el tema al darme cuenta de que había partido la barra de hierro que había a mi lado.
Ser vampiro tenía sus ventajas como mayor velocidad, más fuerza, todos los sentidos más agudizados, la capacidad de cargarte a alguien con sólo un pequeño movimiento…Pero también tenía sus cosas malas, lo peor era la sed, en los últimos meses había aprendido a controlarla, pero era muy difícil. Me había encontrado con más de un vampiro y me habían ayudado a involucrarme en el mundo normal, pero no podía alimentarme allí en mi hogar. Tenía que ir a lugares lejanos para que nadie sospechara nada. También me había dado cuenta de que cuando te encuentras en presencia de alguien por quien sientes un sentimiento fuerte, como el odio o el amor, la sed aumenta. Hasta ahora no me había pasado, pero estaba seguro de que en cuanto tuviera a Alex o a Selena delante de mí, tendría bastante sed. Sólo de pensar en eso noté cómo empezaban a alargarse mis colmillos. Había tenido que abandonar a mi familia por culpa de lo que era ahora. Mis padres creían que estaba en Phoenix estudiando, qué engañados estaban.
Llevaba bastante tiempo allí esperando sin moverme cuando vi salir de la casa a Alex y a Selena. Iban sonriendo y me entraron ganas de arrancarles la cabeza a los dos. Pero en lugar de eso saqué el móvil y marqué un número…
Selena
-Volved pronto, chicos- Nos dijo Emma cuando salimos de la casa.
-Claro- Mentí. Justo en ese momento sonó mi móvil- Oh, ¿quién será?- Pregunté extrañada. Saqué el móvil y miré quién era: número oculto.
-¿Qué pasa?- Me preguntó Alex al ver mi expresión.
-Número oculto- Dije enseñándole el móvil.
-Oh, seguro que es propaganda- Comentó Emma. Colgué y guardé el móvil de nuevo en el bolsillo del pantalón.
-En fin- Dije- Nos vemos tía- Le di un abrazo.
-Cuidaos- Nos dijo mientras Alex y yo nos dirigíamos a la moto de éste.
-No ha sido tan malo ¿verdad?- Le dije mientras nos montábamos en la moto.
-Bueno, ha sido entretenido- Contestó sonriendo.
Los siguientes días pasaron sin ninguna novedad. Alex y yo fuimos a Santa Bárbara a investigar un caso de una ‘casa encantada’ en la que se oían ruidos extraños y ocurrían cosas misteriosas, al final resultó que todo era obra de unos gamberros. No hay que mencionar el cabreo que cogió Alex al enterarse que había perdido el tiempo por culpa de unos imbéciles, según decía él.
Estaba sentada en mi cama mirando el collar de mi madre cuando noté que mi bolsillo comenzaba a vibrar. Al principio di un saltito de sorpresa, pero luego me acordé de que seguía con el móvil ahí guardado. Lo cogí esperando que fuera otra vez número oculto, pero al ver la persona que me llamaba me quedé de piedra.
-¿Clary?- Contesté.
-¿Sel?- Dijo al otro lado del teléfono, sentí un nudo en el estómago al oír su voz.
-¿Qué ocurre?- Le pregunté y al momento me sentí estúpida por esa pregunta.
-Necesito hablar contigo- Me respondió un poco preocupada, cosa que me alertó.
-¿Qué pasa, Clary?- Pregunté con el mismo tono de preocupación. Llevábamos meses sin hablar y de pronto me llamaba diciendo que tenía que hablar conmigo, algo no iba bien- ¿Va todo bien?- Clary no contestó, pero sabía que seguía allí porque podía oír su respiración- ¿Clary?
-No lo sé- Contestó finalmente.
-¿Cómo que no lo sabes?- Empecé a exasperarme.
-No lo sé- Contestó nerviosa- Necesito hablar contigo, algo no anda bien.
-¿A qué te refieres?
-¿Puedes encontrarte conmigo en el piso?
-¿Qué?- Pregunté confundida.
-Adrian no está y tengo que hablar contigo- Su voz sonaba preocupada.
-Sí, claro, voy hacia allí- Contesté al darme cuenta de que era algo serio.
-Sel- Me llamó alzando el tono- No le digas nada a Alex- Eso último me pilló por sorpresa.
-¿Qué? ¿Por qué no?
-Por favor- Me rogó.
-Vale, vale- Dije al fin, era amiga mía, se lo debía- No le diré nada.
-Gracias.
-No hay de qué, Clary- Sonreí- Voy para allá.
-Vale- Colgué y me guardé el móvil dentro del bolsillo mientras salía del cuarto.
-Hey, ¿dónde vas con tanta prisa?- Me preguntó Alex cuando me topé con él al girar la esquina.
-Eh…-No sabía qué decirle- Voy a dar un paseo.
-¿Qué?- Preguntó riendo.
-Quiero despejarme un poco, estoy harta de estar encerrada- Mentí.
-Vale, pues voy contigo- Dijo.
-No- Dije rápidamente, Alex me miró extrañado.
-¿Por qué no?- Me miró con los ojos entrecerrados, no se lo iba a tragar.
-Porque…-Dudé un momento- Porque necesito un paseo en solitario- Alex encarnó las cejas- Necesito pensar.
-Pensar ¿qué?- Me puse nerviosa, ¿ahora qué decía?
-En todo, en lo de Emma, en Clary…-Me encogí de hombros. Alex me miró fijamente, no se lo iba a creer.
-Está bien- Dijo al fin, ¿está bien? ¿Se lo había creído?- Espero que te despejes y vengas más animada- Pasó por mi lado sonriendo de forma divertida- Ya me entiendes- Me dijo acercándose a mi oído, no pude evitar sonreír.
Salí de la casa y me fui andando hacia el piso que antes era de Clary y mío. Andando tardaría unos 15 minutos aunque si iba corriendo…Empecé a correr lo más deprisa que pude. ¿Cómo era posible que Alex me hubiera creído? Sabía que no había sonado del todo convincente, jamás salía sin Alex a ningún sitio, ¿por qué me creía? Entonces lo comprendí, porque confiaba en mí. Sentí ganas de vomitar de repente. Me sentía fatal, le había mentido a Alex. Me intenté convencer de que lo había hecho por Clary, ella me necesitaba. Apreté el paso y en pocos minutos llegué jadeando al piso. Llamé al timbre y al poco tiempo Clary abrió la puerta. La verdad es que me esperaba un reencuentro de otra manera, un abrazo o un ‘te he echado de menos’, pero en lugar de eso Clary me miró como si acabáramos de vernos hace diez minutos, me cogió del brazo y tiró de mí dentro de la casa mientras cerraba la puerta.
-¿Qué pasa, Clary?- Pregunté un poco asustada al ver su expresión.
-No ha venido- Contestó.
-¿Qué?- Pregunté extrañada. Clary empezó a dar vueltas por la habitación con la mano en la cabeza.
-No sé cómo ha pasado- Empezó a murmurar para ella misma- Es que no lo comprendo, creía que no podía pasar esto…
-Clary- La llamé.
-Aunque claro- Continuó murmurando- No sé por qué pensaba que yo era especial…
-Clary- Volví a llamarla.
-Le ha pasado a mucha gente- Siguió murmurando mientras andaba de arriba abajo- Pero ¿yo?
-¡Clary!- Grité exasperada. Clary me miró sorprendida- ¿Qué demonios está pasando?
Clary se acercó a mí, me cogió de la mano y nos sentamos en el sofá.
-Creo que estoy embarazada- Soltó sin más. Yo la miré boquiabierta, ¿embarazada? No, tendría que haber dicho otra cosa.
-¿Q…qué?- Tartamudeé en un hilo de voz al cabo de un rato de shock.
-Que creo que estoy…
-Te he entendido la primera vez- La interrumpí, ella me miró sin decir nada- Pero…no… ¿cómo?
-¿De verdad quieres que te explique cómo?- Dijo medio en broma para quitarle tensión al asunto.
-Clary…
-No sé, ¿vale?- Contestó nerviosa.
-Pero ¿tú estás segura?- Le pregunté cuidando mis palabras.
-No, sí, no sé- Enterró la cabeza entre las manos. Esperé a que hablara- Es que tengo un retraso.
-¿De cuánto?
-Una semana y media- Contestó alzando la cabeza. No le dije nada, eso era demasiado tiempo.
-¿Le has dicho algo a Adrian?- Le pregunté después de un momento de silencio.
-¡No! ¡¿Estás loca?!- Respondió en voz de grito.
-¿Por qué? Tiene derecho a saberlo porque…él es el padre ¿verdad?
-¡Claro que sí!- Respondió ofendida.
-No tenías que haber hecho nada, Clary- Dijo frotándome la cara con la mano.
-¡¿Qué?!- Se levantó del sofá de un salto- ¡¿Es culpa mía?!
-Hombre, seguro que mía no- Contesté.
-¡Eres increíble!- Dijo exasperada- ¡Te llamé porque pensaba que me entenderías ¿y me dices que no tendría que haber hecho nada?
-¡Sólo tienes 15 años Clary!- Grité levantándome también.
-¡¿15?! ¡Cumplí 16 hace 3 semanas!
-¡Lo sé!- Contesté- ¿Qué hay de la chica que dijo que no haría nada hasta que no hubiera encontrado al amor de su vida?
-¡¿Estás diciendo que Adrian no es el amor de mi vida?!
-¡Estoy diciendo que te conozco y que tú y yo sabemos que no estarás con Adrian toda tu vida!- Clary se puso roja del enfado- ¡Simplemente no eres así!
-¡¿Qué diferencia hay entre tú y yo?!- Gritó con los ojos vidriosos- ¡Ah, sí, perdona! ¡Que tú eres la chica de las buenas notas que todo lo hace bien y que es un angelito y yo soy la chica de las malas notas que tiene una debilidad por los chicos y que no tengo nada de ángel!
-Clary…-Dije calmando el tono de la voz.
-¡Nada de Clary!- Me gritó mientras se le nublaban más los ojos, estaba luchando contra las lágrimas- ¡¿Cómo te atreves a decirme eso?! ¡¿Es que tú te crees que te casarás con Alex?!- Me quedé sin habla, no había pensado en nada de eso- ¡¿Es que de verdad piensas que Alex se quedará contigo para siempre?! ¡Lo he visto, Sel! ¡Es como todos los demás gilipollas del instituto! ¡Sólo te quiere para una cosa y si todavía estáis juntos estoy segura de que es porque todavía no ha conseguido lo que quería! ¡Pero ten en cuenta que cuando lo consiga te mandará a volar!
Me quedé mirándola boquiabierta, estaba segura de que estaba pálida, había notado la sangre marcharse de mi cara. ¿Cómo podía pensar eso de Alex?
-Alex no es así…-Fue todo lo que pude decir.
-¿Ah, no?- Se le escapó una lágrima.
-Clary, sólo me refiero a que no entiendo cómo te has ido de “fiesta”- Puse comillas con los dedos en “fiesta”- Con Adrian así sin más- Ella respiró hondo.
-Fue hace dos semanas más o menos- Desvió la mirada- Dos o tres días después de mi cumpleaños- Se encogió de hombros- Fuimos a dar un paseo por la noche a la playa y…- Dejó la frase en el aire. Yo inspiré hondo, no quería que volviera a malinterpretar mis palabras.
-¿Te has hecho un test de embarazo?
-No- Contestó negando con la cabeza- Me da vergüenza ir a la farmacia y pedir un test- Sonrió sin ganas- ¿Qué pensaría la gente?
Se hizo un momento de silencio en el que ninguna dijo nada.
-¿Y qué vas a hacer?
-¿Por qué te crees que te he llamado?- Dijo con voz triste- Tú eres la de las buenas ideas.
Sonreí vagamente, Clary siempre me decía eso.
-No sé qué decirte Clary- Me acerqué a ella y la abracé, Clary se agarró con fuerza a mí mientras empezaba a llorar.
-Me he destrozado la vida, Sel- Sollozó. Inspiré con fuerza aguantando las ganas de llorar- Sólo soy una adolescente, no estoy preparada para esto.
-Eh- Dije separándome de ella- No hay nada seguro- Le levanté la cabeza cogiéndola por la barbilla y le sonreí- A lo mejor sólo es un susto.
-Lo dudo- Dijo limpiándose las lágrimas.
Me quedé con ella un rato más intentando tranquilizarla y luego me marché. Esta vez no corrí sino que di un paseo tranquilo pensando en lo que acababa de ocurrir. Clary embarazada, era imposible. No estaba preparada para esa responsabilidad, ni ella ni yo ni ninguna chica de nuestra edad. Aceleré un poco el paso cuando empecé a notar el frío del invierno calarse por mi ropa.
-¿Qué tal?- Me preguntó Alex cuando llegué.
-¿Qué tal?- Pregunté extrañada.
-¿Qué tal el paseo?- Lo miré extrañada- ¿Has pensado tranquila?
-Oh, el paseo- Me acordé de la mentira- Sí, bien, me ha venido bien.
Alex se acercó a mí sin apartar la vista de mi rostro.
-A ti te pasa algo- No era una pregunta.
-¿Qué? No- Me puse nerviosa- ¿Por qué lo dices?
-Te conozco- Se cruzó de brazos- No estás bien.
-Estoy bien- Afirmé, sólo tengo frío- Pasé por su lado dispuesta a marcharme pero Alex me agarró del brazo cuando estaba justo a su lado.
-¿Por qué me mientes?- Se me encogió el corazón ante esa pregunta.
-No te miento- Respondí intentando sonar convincente. Alex me miró durante un momento- Estoy bien- Volví a repetir.
-Demuéstramelo- Dijo.
Incluso antes de que Alex sonriera de esa manera tan especial suya supe a lo que se refería y fue entonces cuando me di cuenta de que me había creído. Me acerqué más a él y me agarré con ambas manos a su cuello mientras acercaba mi rostro al suyo. Alex me agarró por la cintura y me pegó más a él cuando junté mis labios con los suyos. Tenía intención de darle un beso rápido y luego subir a mi cuarto y tenderme en la cama a pensar en Clary hasta que me durmiera, pero debería haber sabido que no podía planear darle un beso a Alex y marcharme sin más. Sabía muy bien lo adictivos que eran los besos de Alex y aún más él. Nos separamos apenas unos milímetros para respirar.
-Me vuelves loco- Me dijo sonriendo. Yo sonreí y le di otro beso, esta vez más corto.
-Estoy cansada- Dije sin separarme mucho.
-Oh- Dijo fastidiado- ¿En serio?
Sonreí y le di un besito en la comisura de la boca.
-Nos vemos mañana- Le dije antes de separarme del todo y comenzar a subir las escaleras, me giré para mirarlo y lo vi mirándome fijamente de arriba abajo- ¿Te gusta lo que ves?- Le pregunté riendo. Él hizo una mueca burlona.
-Bueno, yo prefiero a Megan Fox, pero si hay que conformarse…-Cogí un cojín que había encima de la silla al lado de la escalera y se lo tiré mientras este reía.
-Muy gracioso- Dije antes de subir las escaleras y encerrarme en mi habitación.
Selena
Y allí estábamos, llamando a la puerta de la casa de mi tía. Sentí una oleada de nostalgia, parecía que hacía años que no pisaba esa casa. Miré a Alex por el rabillo del ojo, había tratado de hacerse el enfadado desde el día anterior pero sabía que pronto se le pasaría. En ese momento Emma abrió la puerta, me miró y me sonrió.
-Sel…-Dijo sonriendo mientras venía a abrazarme.
-Hola, tía- Le dije yo, miré a Alex por encima del hombro de Emma, éste nos miraba con la cara inescrutable. Me separé de ella y Emma miró a Alex sin mucha simpatía.
-Tú debes de ser…-Empezó a decir.
-Alex- Dijo sonriendo. Me quedé de piedra, no acababa de acostumbrarme a los cambios de Alex, ahora mismo podía estar gritando y al momento siguiente riendo como si nada- Mucho gusto- Dijo cogiéndole la mano a Emma y besándosela. Abrí los ojos como platos y Emma lo miró sorprendida.
-Vaya…-Fue todo lo que dijo.
-Selena me ha hablado mucho de usted- Continuó Alex sonriendo- Pero jamás me dijo que fuera tan guapa- Noté cómo Emma se sonrojaba.
-Oh, vamos- Dijo ella sonriendo- No me hables de usted que no soy tan vieja- ¿Mi tía? ¿Diciéndole a alguien que acababa de conocer que no la llamara de usted? ¿Cómo había logrado Alex que dijera eso? Bueno, normal, era Alex.
-Eso seguro- Contestó éste sonriendo de esa manera encantadora que sólo él sabía.
-Bueno, no os quedéis aquí, pasad- Emma entró y nosotros la seguimos.
-¿Qué…?- Le dije articulando con los labios a Alex, éste se encogió de hombros sonriendo.
Pasamos al salón y estuvimos allí sentados hablando como media hora, yo apenas hablaba para ser sinceros. Más bien parecía una intrusa allí. Emma parecía encantada con Alex, era increíble lo fácil que le había resultado caerle bien. Empecé a mirar a mi alrededor, todo estaba tal y como lo recordaba, la chimenea apagada con las fotos de mi nacimiento encima, el jarrón con las flores de papel que le hice a Emma en el colegio cuando tenía 7 años…sonreí melancólica.
-Bueno, ¿comemos ya?- Preguntó de pronto Emma.
-Sí, claro, me muero de hambre- Contestó Alex mientras nos levantábamos y pasábamos al comedor.
-Bueno, voy a por los cubiertos- Dijo Emma.
-¿Necesitas ayuda?- Le preguntó Alex.
-No, tranquilo, sentaos- Emma sonrió y se fue.
-¿Estás bien?- Inquirió Alex cuando Emma ya no podía oírnos.
-Sí, sí- Dije sonriendo vagamente.
-Selly…-Dijo sin creerme.
-Estoy bien, de verdad- Volví a decir- Sólo son recuerdos.
Alex me abrazó y yo apoyé la cabeza en su pecho inspirando hondo.
-Sabía que no estabas realmente enfadado.
-No puedo estar enfadado contigo aunque quiera- Me respondió.
Sonreí y me acurruqué más en su pecho.
-Lo estoy haciendo bien, ¿verdad?- Noté por el tono de su voz que estaba sonriendo.
-Sí- Sonreí- Te la has ganado muy pronto.
-No sé por qué te sorprende- Dijo contra mi pelo antes de darme un beso en la cabeza- Soy adorable.
-Ya, claro- Dije riendo.
-Pero qué bonito- Dijo Emma entrando de nuevo en el comedor, yo me separé de Alex sorprendida- Se ve que os queréis mucho- Emma colocó los cubiertos y nos miró con ternura.
-Sí…-Fue todo lo que dije, ¿qué se suponía que debía decir en ese momento? Nos sentamos en la mesa y comenzamos a comer en silencio. Empecé a sentirme incómoda, al menos agradecía que Emma no hubiera hecho ninguna pregunta impertinente.
-¿Sabes qué?- Dijo Emma mirando a Alex- Cuando me enteré que Selena tenía novio y que había dejado el instituto pensé que sería un yonki o un drogadicto o algo así- Empecé a ponerme nerviosa y miré instintivamente a Alex que miraba a Emma sonriendo- Nunca me imaginé que sería un chico tan encantador, ¿por qué no me lo dijiste?- Dijo esta última frase dirigiéndose a mí.
-¿Qué querías que te dijera?- Respondí.
-No sé, es tu novio no el mío.
Alex rió un poco.
La siguiente conversación fue algo superficial, nada importante, sólo Alex alabando un poco más a Emma y ésta sonriendo encantada.
-¿Dónde os conocisteis?- Preguntó de pronto Emma, yo me atraganté con el agua que estaba bebiendo- ¿Estás bien, cielo?- Me dijo sorprendida.
-Sí, sí- Mentí, ¿ahora qué contestábamos? No habíamos preparado una historia de mentira- Pues…-No sabía qué decir.
-En una heladería- Contestó Alex con toda la naturalidad del mundo, yo lo miré sorprendida- Yo trabajaba allí para ganarme un poco de dinero y entonces vi a Selena que estaba esperando allí a una amiga- Lo decía como si de verdad hubiera sucedido así, parece que aunque yo no había preparado una historia, él sí lo había hecho- En realidad creo que fue un flechazo.
-Oh…-Dijo Emma de forma tierna parando de comer. Alex me miró y sonrió.
-Hay que decir que al principio no nos llevábamos del todo bien- Continuó Alex- Pero con el tiempo…-Dejó la frase en el aire. Me quedé mirándolo embobada, hasta yo podría haberme creído esa historia si no supiera la verdad.
-Qué tierno- Dijo Emma- Eso sí que es bonito- Sonrió y continuó comiendo- Supongo que esa amiga era Clary ¿verdad?- Me preguntó.
-Sí- Contesté sonriendo.
-¿Cómo está ella?
-Bien, bien- Me apresuré a decir- Últimamente nos vemos menos...-Empecé a decir.
-Te entiendo- Me cortó sonriendo.
-Pero le va bien- Sonreí y continué comiendo.
-De todas formas incluso podría decir que últimamente he hablado más con ella que contigo- Lo dijo medio en broma, medio en serio y yo simplemente sonreí.
Mark
Estaba escondido entre las sombras de un viejo edificio cuando vi a Selena y a Alex entrar en casa de la tía de Selena. Así que era una relación formal lo que tenían, bien. Jamás pensaría que ese Alex era de esa clase de chicos, incluso parecía más capullo que yo. Sonreí al pensar en lo que se les avecinaba. No pensaba matar a Selena, a lo mejor hacerle un poco de daño sí, pero no matarla. En cuanto a Alex…bueno, tenía mis dudas. Quería hacerles pagar por lo que me habían hecho, si no hubiera sido por ellos aquella noche no me habría quedado solo en el parque tirado como un perro y esa desgraciada no me habría encontrado. Dejé de pensar en el tema al darme cuenta de que había partido la barra de hierro que había a mi lado.
Ser vampiro tenía sus ventajas como mayor velocidad, más fuerza, todos los sentidos más agudizados, la capacidad de cargarte a alguien con sólo un pequeño movimiento…Pero también tenía sus cosas malas, lo peor era la sed, en los últimos meses había aprendido a controlarla, pero era muy difícil. Me había encontrado con más de un vampiro y me habían ayudado a involucrarme en el mundo normal, pero no podía alimentarme allí en mi hogar. Tenía que ir a lugares lejanos para que nadie sospechara nada. También me había dado cuenta de que cuando te encuentras en presencia de alguien por quien sientes un sentimiento fuerte, como el odio o el amor, la sed aumenta. Hasta ahora no me había pasado, pero estaba seguro de que en cuanto tuviera a Alex o a Selena delante de mí, tendría bastante sed. Sólo de pensar en eso noté cómo empezaban a alargarse mis colmillos. Había tenido que abandonar a mi familia por culpa de lo que era ahora. Mis padres creían que estaba en Phoenix estudiando, qué engañados estaban.
Llevaba bastante tiempo allí esperando sin moverme cuando vi salir de la casa a Alex y a Selena. Iban sonriendo y me entraron ganas de arrancarles la cabeza a los dos. Pero en lugar de eso saqué el móvil y marqué un número…
Selena
-Volved pronto, chicos- Nos dijo Emma cuando salimos de la casa.
-Claro- Mentí. Justo en ese momento sonó mi móvil- Oh, ¿quién será?- Pregunté extrañada. Saqué el móvil y miré quién era: número oculto.
-¿Qué pasa?- Me preguntó Alex al ver mi expresión.
-Número oculto- Dije enseñándole el móvil.
-Oh, seguro que es propaganda- Comentó Emma. Colgué y guardé el móvil de nuevo en el bolsillo del pantalón.
-En fin- Dije- Nos vemos tía- Le di un abrazo.
-Cuidaos- Nos dijo mientras Alex y yo nos dirigíamos a la moto de éste.
-No ha sido tan malo ¿verdad?- Le dije mientras nos montábamos en la moto.
-Bueno, ha sido entretenido- Contestó sonriendo.
Los siguientes días pasaron sin ninguna novedad. Alex y yo fuimos a Santa Bárbara a investigar un caso de una ‘casa encantada’ en la que se oían ruidos extraños y ocurrían cosas misteriosas, al final resultó que todo era obra de unos gamberros. No hay que mencionar el cabreo que cogió Alex al enterarse que había perdido el tiempo por culpa de unos imbéciles, según decía él.
Estaba sentada en mi cama mirando el collar de mi madre cuando noté que mi bolsillo comenzaba a vibrar. Al principio di un saltito de sorpresa, pero luego me acordé de que seguía con el móvil ahí guardado. Lo cogí esperando que fuera otra vez número oculto, pero al ver la persona que me llamaba me quedé de piedra.
-¿Clary?- Contesté.
-¿Sel?- Dijo al otro lado del teléfono, sentí un nudo en el estómago al oír su voz.
-¿Qué ocurre?- Le pregunté y al momento me sentí estúpida por esa pregunta.
-Necesito hablar contigo- Me respondió un poco preocupada, cosa que me alertó.
-¿Qué pasa, Clary?- Pregunté con el mismo tono de preocupación. Llevábamos meses sin hablar y de pronto me llamaba diciendo que tenía que hablar conmigo, algo no iba bien- ¿Va todo bien?- Clary no contestó, pero sabía que seguía allí porque podía oír su respiración- ¿Clary?
-No lo sé- Contestó finalmente.
-¿Cómo que no lo sabes?- Empecé a exasperarme.
-No lo sé- Contestó nerviosa- Necesito hablar contigo, algo no anda bien.
-¿A qué te refieres?
-¿Puedes encontrarte conmigo en el piso?
-¿Qué?- Pregunté confundida.
-Adrian no está y tengo que hablar contigo- Su voz sonaba preocupada.
-Sí, claro, voy hacia allí- Contesté al darme cuenta de que era algo serio.
-Sel- Me llamó alzando el tono- No le digas nada a Alex- Eso último me pilló por sorpresa.
-¿Qué? ¿Por qué no?
-Por favor- Me rogó.
-Vale, vale- Dije al fin, era amiga mía, se lo debía- No le diré nada.
-Gracias.
-No hay de qué, Clary- Sonreí- Voy para allá.
-Vale- Colgué y me guardé el móvil dentro del bolsillo mientras salía del cuarto.
-Hey, ¿dónde vas con tanta prisa?- Me preguntó Alex cuando me topé con él al girar la esquina.
-Eh…-No sabía qué decirle- Voy a dar un paseo.
-¿Qué?- Preguntó riendo.
-Quiero despejarme un poco, estoy harta de estar encerrada- Mentí.
-Vale, pues voy contigo- Dijo.
-No- Dije rápidamente, Alex me miró extrañado.
-¿Por qué no?- Me miró con los ojos entrecerrados, no se lo iba a tragar.
-Porque…-Dudé un momento- Porque necesito un paseo en solitario- Alex encarnó las cejas- Necesito pensar.
-Pensar ¿qué?- Me puse nerviosa, ¿ahora qué decía?
-En todo, en lo de Emma, en Clary…-Me encogí de hombros. Alex me miró fijamente, no se lo iba a creer.
-Está bien- Dijo al fin, ¿está bien? ¿Se lo había creído?- Espero que te despejes y vengas más animada- Pasó por mi lado sonriendo de forma divertida- Ya me entiendes- Me dijo acercándose a mi oído, no pude evitar sonreír.
Salí de la casa y me fui andando hacia el piso que antes era de Clary y mío. Andando tardaría unos 15 minutos aunque si iba corriendo…Empecé a correr lo más deprisa que pude. ¿Cómo era posible que Alex me hubiera creído? Sabía que no había sonado del todo convincente, jamás salía sin Alex a ningún sitio, ¿por qué me creía? Entonces lo comprendí, porque confiaba en mí. Sentí ganas de vomitar de repente. Me sentía fatal, le había mentido a Alex. Me intenté convencer de que lo había hecho por Clary, ella me necesitaba. Apreté el paso y en pocos minutos llegué jadeando al piso. Llamé al timbre y al poco tiempo Clary abrió la puerta. La verdad es que me esperaba un reencuentro de otra manera, un abrazo o un ‘te he echado de menos’, pero en lugar de eso Clary me miró como si acabáramos de vernos hace diez minutos, me cogió del brazo y tiró de mí dentro de la casa mientras cerraba la puerta.
-¿Qué pasa, Clary?- Pregunté un poco asustada al ver su expresión.
-No ha venido- Contestó.
-¿Qué?- Pregunté extrañada. Clary empezó a dar vueltas por la habitación con la mano en la cabeza.
-No sé cómo ha pasado- Empezó a murmurar para ella misma- Es que no lo comprendo, creía que no podía pasar esto…
-Clary- La llamé.
-Aunque claro- Continuó murmurando- No sé por qué pensaba que yo era especial…
-Clary- Volví a llamarla.
-Le ha pasado a mucha gente- Siguió murmurando mientras andaba de arriba abajo- Pero ¿yo?
-¡Clary!- Grité exasperada. Clary me miró sorprendida- ¿Qué demonios está pasando?
Clary se acercó a mí, me cogió de la mano y nos sentamos en el sofá.
-Creo que estoy embarazada- Soltó sin más. Yo la miré boquiabierta, ¿embarazada? No, tendría que haber dicho otra cosa.
-¿Q…qué?- Tartamudeé en un hilo de voz al cabo de un rato de shock.
-Que creo que estoy…
-Te he entendido la primera vez- La interrumpí, ella me miró sin decir nada- Pero…no… ¿cómo?
-¿De verdad quieres que te explique cómo?- Dijo medio en broma para quitarle tensión al asunto.
-Clary…
-No sé, ¿vale?- Contestó nerviosa.
-Pero ¿tú estás segura?- Le pregunté cuidando mis palabras.
-No, sí, no sé- Enterró la cabeza entre las manos. Esperé a que hablara- Es que tengo un retraso.
-¿De cuánto?
-Una semana y media- Contestó alzando la cabeza. No le dije nada, eso era demasiado tiempo.
-¿Le has dicho algo a Adrian?- Le pregunté después de un momento de silencio.
-¡No! ¡¿Estás loca?!- Respondió en voz de grito.
-¿Por qué? Tiene derecho a saberlo porque…él es el padre ¿verdad?
-¡Claro que sí!- Respondió ofendida.
-No tenías que haber hecho nada, Clary- Dijo frotándome la cara con la mano.
-¡¿Qué?!- Se levantó del sofá de un salto- ¡¿Es culpa mía?!
-Hombre, seguro que mía no- Contesté.
-¡Eres increíble!- Dijo exasperada- ¡Te llamé porque pensaba que me entenderías ¿y me dices que no tendría que haber hecho nada?
-¡Sólo tienes 15 años Clary!- Grité levantándome también.
-¡¿15?! ¡Cumplí 16 hace 3 semanas!
-¡Lo sé!- Contesté- ¿Qué hay de la chica que dijo que no haría nada hasta que no hubiera encontrado al amor de su vida?
-¡¿Estás diciendo que Adrian no es el amor de mi vida?!
-¡Estoy diciendo que te conozco y que tú y yo sabemos que no estarás con Adrian toda tu vida!- Clary se puso roja del enfado- ¡Simplemente no eres así!
-¡¿Qué diferencia hay entre tú y yo?!- Gritó con los ojos vidriosos- ¡Ah, sí, perdona! ¡Que tú eres la chica de las buenas notas que todo lo hace bien y que es un angelito y yo soy la chica de las malas notas que tiene una debilidad por los chicos y que no tengo nada de ángel!
-Clary…-Dije calmando el tono de la voz.
-¡Nada de Clary!- Me gritó mientras se le nublaban más los ojos, estaba luchando contra las lágrimas- ¡¿Cómo te atreves a decirme eso?! ¡¿Es que tú te crees que te casarás con Alex?!- Me quedé sin habla, no había pensado en nada de eso- ¡¿Es que de verdad piensas que Alex se quedará contigo para siempre?! ¡Lo he visto, Sel! ¡Es como todos los demás gilipollas del instituto! ¡Sólo te quiere para una cosa y si todavía estáis juntos estoy segura de que es porque todavía no ha conseguido lo que quería! ¡Pero ten en cuenta que cuando lo consiga te mandará a volar!
Me quedé mirándola boquiabierta, estaba segura de que estaba pálida, había notado la sangre marcharse de mi cara. ¿Cómo podía pensar eso de Alex?
-Alex no es así…-Fue todo lo que pude decir.
-¿Ah, no?- Se le escapó una lágrima.
-Clary, sólo me refiero a que no entiendo cómo te has ido de “fiesta”- Puse comillas con los dedos en “fiesta”- Con Adrian así sin más- Ella respiró hondo.
-Fue hace dos semanas más o menos- Desvió la mirada- Dos o tres días después de mi cumpleaños- Se encogió de hombros- Fuimos a dar un paseo por la noche a la playa y…- Dejó la frase en el aire. Yo inspiré hondo, no quería que volviera a malinterpretar mis palabras.
-¿Te has hecho un test de embarazo?
-No- Contestó negando con la cabeza- Me da vergüenza ir a la farmacia y pedir un test- Sonrió sin ganas- ¿Qué pensaría la gente?
Se hizo un momento de silencio en el que ninguna dijo nada.
-¿Y qué vas a hacer?
-¿Por qué te crees que te he llamado?- Dijo con voz triste- Tú eres la de las buenas ideas.
Sonreí vagamente, Clary siempre me decía eso.
-No sé qué decirte Clary- Me acerqué a ella y la abracé, Clary se agarró con fuerza a mí mientras empezaba a llorar.
-Me he destrozado la vida, Sel- Sollozó. Inspiré con fuerza aguantando las ganas de llorar- Sólo soy una adolescente, no estoy preparada para esto.
-Eh- Dije separándome de ella- No hay nada seguro- Le levanté la cabeza cogiéndola por la barbilla y le sonreí- A lo mejor sólo es un susto.
-Lo dudo- Dijo limpiándose las lágrimas.
Me quedé con ella un rato más intentando tranquilizarla y luego me marché. Esta vez no corrí sino que di un paseo tranquilo pensando en lo que acababa de ocurrir. Clary embarazada, era imposible. No estaba preparada para esa responsabilidad, ni ella ni yo ni ninguna chica de nuestra edad. Aceleré un poco el paso cuando empecé a notar el frío del invierno calarse por mi ropa.
-¿Qué tal?- Me preguntó Alex cuando llegué.
-¿Qué tal?- Pregunté extrañada.
-¿Qué tal el paseo?- Lo miré extrañada- ¿Has pensado tranquila?
-Oh, el paseo- Me acordé de la mentira- Sí, bien, me ha venido bien.
Alex se acercó a mí sin apartar la vista de mi rostro.
-A ti te pasa algo- No era una pregunta.
-¿Qué? No- Me puse nerviosa- ¿Por qué lo dices?
-Te conozco- Se cruzó de brazos- No estás bien.
-Estoy bien- Afirmé, sólo tengo frío- Pasé por su lado dispuesta a marcharme pero Alex me agarró del brazo cuando estaba justo a su lado.
-¿Por qué me mientes?- Se me encogió el corazón ante esa pregunta.
-No te miento- Respondí intentando sonar convincente. Alex me miró durante un momento- Estoy bien- Volví a repetir.
-Demuéstramelo- Dijo.
Incluso antes de que Alex sonriera de esa manera tan especial suya supe a lo que se refería y fue entonces cuando me di cuenta de que me había creído. Me acerqué más a él y me agarré con ambas manos a su cuello mientras acercaba mi rostro al suyo. Alex me agarró por la cintura y me pegó más a él cuando junté mis labios con los suyos. Tenía intención de darle un beso rápido y luego subir a mi cuarto y tenderme en la cama a pensar en Clary hasta que me durmiera, pero debería haber sabido que no podía planear darle un beso a Alex y marcharme sin más. Sabía muy bien lo adictivos que eran los besos de Alex y aún más él. Nos separamos apenas unos milímetros para respirar.
-Me vuelves loco- Me dijo sonriendo. Yo sonreí y le di otro beso, esta vez más corto.
-Estoy cansada- Dije sin separarme mucho.
-Oh- Dijo fastidiado- ¿En serio?
Sonreí y le di un besito en la comisura de la boca.
-Nos vemos mañana- Le dije antes de separarme del todo y comenzar a subir las escaleras, me giré para mirarlo y lo vi mirándome fijamente de arriba abajo- ¿Te gusta lo que ves?- Le pregunté riendo. Él hizo una mueca burlona.
-Bueno, yo prefiero a Megan Fox, pero si hay que conformarse…-Cogí un cojín que había encima de la silla al lado de la escalera y se lo tiré mientras este reía.
-Muy gracioso- Dije antes de subir las escaleras y encerrarme en mi habitación.