Capítulo 15.
Selena
Llegamos al mismo lugar en el que habíamos estado practicando el otro día, Alex paró la moto y nos bajamos, a los pocos segundos llegaron Steve y Kelley en el coche.
-Alex, ¿para qué nos has traído hasta aquí?- Steve se bajó del coche.
-Para que veáis que no va a ser fácil matarla.
-¿Y cómo vas a demostrarnos eso?
-Ya veréis- Se alejó de ellos hasta quedar en mitad del campo- Venga- Me llamó, me dirigí hacia donde estaba él, no sabía si iba a salir bien.
-No sé…-Le dije cuando llegué.
-Saldrá bien- Sonaba convencido, creo que él estaba más seguro de mí que yo.
-No sé yo…
-Venga, no he gastado gasolina para nada.
Miré a Kelley, la última cosa que quería era hacer el ridículo delante de la novia de Alex.
-¿Se puede saber qué diablos te pasa a ti con Kelley?- Dijo siguiendo el recorrido de mi mirada.
-¿A mí?- Noté cómo me sonrojaba- Nada.
-Mira, es normal que sientas envidia de Kelley- Le miré atónita- En fin, Kelley es Kelley y tú…-Dejó la frase en el aire.
Noté cómo me invadía la ira, una cosa era lo que yo pensara y otra cosa era que él me menospreciara, pero ¿quién se creía que era? Sin avisar me tiré encima de él, lo pillé desprevenido y cayó al suelo, me cogió las muñecas y dio la vuelta quedando encima de mí, le di una patada en el pecho retirándolo y me levanté.
-Pero ¿qué te pasa?- Dijo levantándose también.
-¡¿Qué te pasa a ti?!- Me acerqué, alcé el puño y lo dirigí directamente hacia su cara, le rocé la mejilla, pero no le di porque se retiró- ¡¿Es que te crees que puedes hablarme como te dé la gana?! ¡¿No tuviste suficiente con quitarme el móvil?!
-¡¿Y tú no tuviste suficiente con colarte en mi habitación sin permiso y registrarla?!- Alzó el puño y lo dirigió hacia mi cara, me agaché y lo esquivé.
-¡Te recuerdo que si me colé en tu habitación fue para recuperar algo que me habías robado!- Levanté la pierna y le golpeé la cara, Alex se tambaleó.
-¡Si te quité el móvil fue para evitar que te mataran, ya te lo dije!- Dijo recuperándose de la patada.
-¡Y yo voy y me lo creo!- Levanté la mano para golpearle, Alex me cogió la mano y me dobló el brazo detrás de la espalda, quedando yo de espaldas a él con el brazo sujeto detrás por su mano- ¡Además, eso no te da derecho a que puedas hablarme como quieras!
-¡¿Ahora encima vas a decirme cómo tengo que hablar?!
-¡Conmigo al menos sí!- Le pisé el pie y Alex me soltó, me giré y le di un rodillazo en la barriga, Alex se quejó y se dobló sobre sí mismo, le cogí del pelo, lo acerqué hasta mí y le levanté la cabeza- Y otra vez…-Le miré- Piensa bien lo que vas a decir antes de meterte conmigo.
Sin saber cómo ocurrió, Alex me agarró del brazo, dio un tirón haciendo que diera media vuelta en el aire y que cayera de espaldas al suelo.
-¡Reconoce que lo que te da coraje es que estás coladita por mí y yo no lo estoy de ti!- Gritó, le di un golpe con la pierna en los gemelos haciendo que cayera al suelo y me levanté.
-¡El dicho dice que cuando se insiste mucho con algo es porque realmente sucede al revés!- Intenté darle una patada en el costado, pero Alex fue más rápido y se levantó antes de que le golpeara.
-¡¿Sí?! ¡Sé muy bien que te pones nerviosa cada vez que me acerco a ti!- Me miró con los ojos llenos de rabia- ¡Y te sonrojas que da gusto!
-¡Más quisieras tú!- Iba a matarlo, no podía con él, alcé el puño derecho para golpearle, entonces, me acordé de lo que me había dicho <<Muy previsible>>, en el último segundo cambié de puño y le golpeé en la mejilla izquierda con la mano izquierda haciendo que cayera, antes de que pudiera levantarse le pisé el pecho con el pie, Alex me miró confuso- He seguido tu consejo.
-Vaya…-Miramos hacia el lugar de donde procedía la voz, Kelley y Steve estaban de pie al lado del coche mirándonos con la boca abierta, Kelley era la que había hablado- Eso ha sido…alucinante.
Con todo el ajetreo de la pelea se me había olvidado que Steve y Kelley estaban allí observando, entonces sentí vergüenza, habían oído toda la discusión de Alex y mía. Retiré el pie de encima de Alex y entonces me di cuenta de que ambos estábamos jadeando por el cansancio.
-Nunca había visto a ninguna chica pelearse así contigo- Steve miró atónito a Alex- Alex, ¿qué le has hecho a Selena para que te de esa paliza?
Alex me lanzó una mirada fulminante, mirada que le devolví.
-Vaya…aquí las chispas saltan- Kelley sonrió, me pareció una sonrisa de lo más hipócrita.
-¿Ves a lo que me refería?- Alex habló por primera vez, sonaba cansado por el esfuerzo.
-Sí- Steve asintió- Es una chica de armas tomar.
-Serías una buena luchadora- Kelley me sonrió- Casi tanto como yo- Le devolví una sonrisa fingida.
-Aún así no podemos correr riesgos- Alex y yo miramos a Steve atónitos- No podemos poner su vida en peligro así como así.
-¿Su vida en peligro?- Alex parecía a punto de tirarse por un acantilado- ¡Casi me mata!
-A ti, pero no sabemos a lo que nos enfrentamos- Nos miró a todos- Haremos turnos para quedarnos con ella mientras los otros dos investigamos lo que está ocurriendo.
-Ah, no- Alex negó con la cabeza- Yo no pienso pasar ni un segundo más en la misma casa que ella solos, ni hablar.
-Quiero ayudar- Intervine al fin- Es mi vida la que está en peligro y Clary también corre peligro por mi culpa, tengo que salvarla, se lo debo.
-La salvaremos nosotros, te lo prometo- Dijo Steve.
-No- Negué- ¡No quiero más promesas! ¡Quiero salvarme yo misma! ¡Quiero ser yo la que salve a Clary! ¡No podéis hacer que me quede encerrada como si nada sabiendo todo lo que está pasando fuera!
-Ahí tiene razón, Steve…-Kelley se puso a mi favor.
-No, Kelley, no está lista- Steve la contradijo- Alex- Le miró- Te quedarás con ella mañana mientras Kelley…
-¡¿Qué?!- No le dejó acabar- ¡¿Estás de guasa?! ¡NO! ¡NO, NO Y NO! ¡No me pienso quedar de niñera ni un día más!
-¡Y yo no quiero que nadie sea mi niñera!
-No es ser tu niñera, Selena- Steve no perdía el control de su voz- Es simplemente precaución.
-Pues yo no quiero ser el que tome esa precaución, quédate tú.
-Alex…
-¡NO!- Se dio media vuelta para dirigirse a la moto y entonces todo pasó muy rápido, Alex dobló el pie y cayó al suelo golpeándose la cabeza con una roca, me quedé helada, sentí un nudo en la boca del estómago.
-¡Alex!- Le llamó Kelley, yo no tuve tiempo de llamarlo, me dirigí corriendo al lugar donde había caído y me arrodillé a su lado.
-Alex…-Le giré la cara que descansaba de lado- Alex, ¿estás bien?- Podía notar la preocupación en mi voz.
Alex me miró con los ojos entrecerrados.
-Alex- Steve y Kelley llegaron a mi lado.
-Alex di algo- Dijo Steve.
Alex nos miró con los ojos entrecerrados y luego posó su mirada en mí, noté como me sonrojaba y él sonrió.
-Eres muy guapa- Rió y yo le miré con los ojos como platos.
-Es el golpe- Dijo Steve, tenemos que llevarlo a la casa- Kelley, ve tú con Selena en la moto- Le pasó un brazo por debajo a Alex y le ayudó a levantarse.
-Sí, sí, es muy guapa- Dijo mientras se levantaba y se dirigían al coche, yo me había quedado sin habla.
-Bueno, vamos- Me dijo, yo la miré y me obligué a contestar.
-¿Sabes conducir eso?- Dije al fin señalando la moto.
-Claro- Sonrió- Venga.
Nos montamos en la moto y arrancamos detrás del coche de Steve. No quería estar preocupada por Alex, no se lo merecía, era un estúpido, pero lo estaba y me odiaba por preocuparme por él, y luego estaba lo que me acababa de decir <<Eres muy guapa>>, era el primer cumplido que me hacía y aunque fuera a causa del golpe seguía siendo un cumplido. Aunque me sentía mal, Kelley era su novia, no debía de haberle hecho ninguna gracia, aunque no se mostró molesta, cosa que me extrañó bastante.
Cuando llegamos a la casa, Steve y Alex se bajaron del coche, Steve sujetaba a Alex para que no se cayera. Si alguien no supiera que se había dado un golpe, parecería que iba borracho. ¿Cómo era posible que un golpe tan tonto provocara eso? Entonces recordé un día que Clary iba con tacones de aguja, metió el pie en una alcantarilla y se hizo un esguince… Sí, definitivamente las caídas tontas eran las peores.
Entramos en la casa y Steve tendió a Alex en el sofá.
-No me quiero tender- Alex parecía un niño chico.
-Ay, ya, Alex, déjate de tonterías- Steve empezaba a desesperarse, Dios sabría todas las tonterías que había dicho Alex en el coche.
Kelley se sentó en la silla que había enfrente del sofá y se puso una mano en la boca para aguantar la risa.
-¿Quieres algo?- Le preguntó Steve.
Alex pasó su mirada de Steve a Kelley y luego se paró en mí.
-A ella- Me señaló, no pude evitar sonrojarme.
-Alex no hagas el tonto- Le regañó Steve, miré a Kelley que no podía aguantar la risa, ¿cómo podía reírse oyendo lo que estaba diciendo su novio?
-Quiero que ella me cuide- Frunció el ceño y me pareció un gesto de lo más mono, parecía un niño chico con una rabieta.
-Alex…
-Déjalo Steve- Intervino Kelley aguantando la risa- Es inútil, el golpe le ha afectado, lo que necesita es dormir y descansar.
-Está bien, pues dejémosle que descanse- Se dio media vuelta para irse y Kelley se levantó de la silla.
-No- Alex dio unas pataditas en el sofá- No te vayas Selly- ¿Selly? Nadie me había llamado nunca así- Tú no.
Steve y Kelley me miraron y me quedé sin saber qué decir.
-Lo mejor será que te quedes tú con él- Steve parecía desesperado.
-Yo creo que deberías quedarte tú- Le dije a Kelley.
-No, creo que no, no tengo paciencia- Sonrió.
-Yo tampoco- Añadí- Además, el golpe le ha afectado demasiado, no piensa nada de lo que dice.
Steve y Kelley se encogieron de hombros.
-Si quieres me quedo contigo un rato- Se ofreció Kelley mirando a Alex.
-Tú no- Refunfuñó.
-¿Las dos?- Ofreció.
-No, ella- Me señaló de nuevo y volví a sonrojarme, deseaba que se le pasara ya el efecto del golpe.
-Me quedaré si se queda ella también- No me hacía ni pizca de gracia quedarme con Kelley, pero creí que sería lo más justo.
Alex pareció pensárselo un momento.
-Vale- Accedió al fin.
-Buena suerte- Nos dijo Steve y luego desapareció escaleras arriba.
-Quiero bailar bajo la lluvia con Selly- Canturreó Alex.
Kelley estalló en carcajadas, yo la miré roja como un tomate.
-Definitivamente se le ha ido la olla- Dije intentando calmar la cosa, aunque parecía que Kelley se lo estaba pasando pipa, pero yo no, deseaba que Alex se durmiera de una vez y no dijera nada más.
-Lo que le hiciste en el prado a Alex- Empezó a decir Kelley- Fue alucinante.
Sonreí, Alex llevaba unos quince minutos dormido, había estado diciendo cosas sin sentido durante más o menos diez minutos, luego se durmió –cosa que agradecí bastante-.
-A veces Alex se merece que le den un buen golpe- Añadió.
-En eso te doy la razón- Por primera vez estaba de acuerdo con ella.
-Sí, a veces puede ser muy creído y arrogante- Sonrió- En fin, supongo que he aprendido a soportarlo- Volví a notar ese nudo en el estómago- Aunque si alguien le pegara esas palizas más a menudo no le vendrían nada mal- Me miró y sonrió y por primera vez sonreí con ella, no con una sonrisa fingida, sino con una sonrisa de verdad.
-Sí, es muy difícil de tratar.
-Pues lo manejas bastante bien.
-No- Sonreí- No puedo manejarlo, dudo que alguien pueda hacerlo.
-Te avisaré cuando conozca a alguien capaz de manejarlo.
Ambas reímos.
-Y… ¿lleváis mucho tiempo juntos?- Me atreví a preguntar sin saber muy bien por qué.
Kelley me miró confusa.
-¿A qué te refieres?
¿A qué me iba a referir?
-A que si lleváis mucho tiempo saliendo juntos.
-¿Quién?- Kelley parecía realmente confundida- ¿Alex y yo?
Asentí y Kelley explotó de nuevo en carcajadas, por un momento temí que Alex se despertara.
-¿Qué?
-¿Novia de Alex?- Siguió riendo- ¿Alex y yo? ¿De verdad? ¡Por Dios!
-¿Qué pasa?- Entonces temí haberme equivocado y que no fueran novios pero la forma en que se trataban…
-Alex no es mi novio- Intentó parar de reír- Es mi primo.
Me quedé muda, ¿su primo?
-¿Tu…primo?- Noté como me sonrojaba a la vez que sentía un alivio en mi interior. Quería que me tragara la tierra.
-Sí, no te voy a negar que mi primo es muy guapo pero, no gracias, no es mi tipo.
Me sentí como una auténtica estúpida.
-Pero, entonces, Steve…
-Sí, Steve es mi padre- Afirmó.
-Steve nunca mencionó que tuviera una hija y como le llamas por su nombre, pues…
-Sí, bueno- Se encogió de hombros- Es una costumbre que tenemos los cazadores, llamamos a nuestros padres por sus nombres.
-Qué vergüenza- Quería morirme- Yo pensé que…
-No importa, de verdad, simplemente es gracioso.
Nos quedamos unos segundos en silencio, ahora todo encajaba, por eso Kelley no se había molestado cuando Alex me había dicho esas cosas cuando se golpeó la cabeza y por eso Alex me dijo que era muy rara cuando le dije que sería mejor que Kelley se montara en la moto con él. Me sentí como una completa imbécil pero a la vez sentí un gran alivio al saber que Kelley y Alex no eran novios, aunque no sabía bien por qué. Y realmente, Kelley era muy buena chica, ahora me daba cuenta.
-¿Sabes?- Dijo Kelley, yo la miré- Me caes muy bien.
Sonreí.
-Tú también me caes muy bien.
-Me encantaría que fuésemos amigas- Sonrió- No tengo amigas.
-¿No?
-No, los cazadores sólo tenemos a los familiares y da la casualidad que en mi familia todos son chicos- Hizo una media sonrisa.
-Pues, me encantaría ser tu amiga- Dije sinceramente.
-Eso sería genial- Sonrió.
Clary
Me había pasado el día sola, Adrian no había vuelto a venir y los otros tampoco, pero esta vez tenía demasiadas cosas en la cabeza como para ponerme a pensar en lo que estarían tramando, ahora que sabía lo que eran, sabía más o menos parte de la historia y sabía que Adrian me quería, me encontraba con más fuerzas que antes. Tenía que salir de allí como fuera, y tenía que encontrar a Selena y advertirla. Me concentré, había venido muchas veces con mi padre a esta fábrica y sabía que en algún lugar debía de haber una salida.
Ya había mirado en las paredes en busca de alguna salida secreta –ya lo sé, soy muy peliculera- y había intentando buscar alguna salida en el suelo, pero no encontré nada. Entonces me asaltó una pregunta, ¿por qué había tantas cajas allí? Me acerqué a una de ellas e intenté moverla, conseguí hacerlo con mucho esfuerzo e hice lo mismo con otras dos, cuando me disponía a mover la última me di cuenta de que estaba pegada al suelo, no podía moverla. Estuve empujando hasta que los nudillos se me pusieron blancos, entonces me dejé caer en el suelo. ¿Qué podía hacer para salir de allí?
Entonces la puerta se abrió y entró Adrian.
-¿Eres tú?- Pregunté para asegurarme de que no estaba bajo los efectos de Mike.
-Sí- Sonrió- Soy yo- Cerró la puerta.
-¿Y ellos?
-Han ido a reunirse con Lucian, necesitan hablar unas cosas, no han querido que vaya con ellos- Frunció el ceño.
-¿Es eso algo malo?
-Seguramente, nunca me habían dejado aquí, sea lo que sea que planean hacer no quieren que me entere.
Me sentí mal.
-¿Qué hacías?
-Intentar mover esa estúpida caja- La señalé con la cabeza.
-¿Por qué?- Sonrió.
-No sé- Me encogí de hombros- Buscaba una salida secreta.
-No hay ninguna salida secreta ahí debajo- Rió por lo bajo- Créeme, yo lo sabría.
-Esta fábrica es de mi padre.
-¿En serio?- Parecía sorprendido.
-Sí, conociendo a mi padre seguro que hizo alguna salida secreta por algún sitio.
-Y crees que está ahí debajo.
-Sí- Afirmé- Pero la caja está pegada al suelo.
Adrian se acercó a la caja e intentó moverla pero la caja no se deslizó ni un centímetro.
-Hm…- Frunció el ceño- Está bien- Alzó una pierna y le dio una patada a la caja, ésta no se movió, volvió a darle otra patada sin éxito, le dio otra patada y la caja se deslizó unos cuantos centímetros- Bien- Empujó la caja hasta que la hizo a un lado- Madre mía…
-¿Qué pasa?- Me acerqué y vi lo mismo que él veía, una trampilla, sonreí de oreja a oreja- Te lo dije.
Adrian intentó abrir la trampilla.
-Está atascada- Dijo poniéndose en pie- Espera- Le dio unas cuantas patadas a la trampilla hasta que oímos un chasquido, entonces se agachó de nuevo y tiró de la trampilla hacia arriba, esta vez sí se abrió- Soy un genio ¿eh?
Ambos sonreímos.
-No puedo creérmelo, vamos a escapar- No podía creerme que fuera a salir de aquella habitación.
La sonrisa se borró de su rostro.
-¿Qué ocurre?
-No puedo ir contigo Clary- Ahora su expresión era seria.
-¿Qué? ¿Por qué?
-No puedo irme, ya te lo dije.
-Pero ahora no estás bajo la influencia de Mike.
-Pueden rastrearme, soy un blanco fácil.
-¿Qué quieres decir con eso?
Adrian se frotó la cara.
-Son muchos años aquí con ellos, sabrán que te he ayudado a escapar, nos encontrarán y nos matarán a ambos.
-Si te quedas sabrán que me has dejado escapar y te matarán de todas formas.
-Puede- Hizo una media sonrisa- Pero a ti no.
-Pero yo no me voy a ningún sitio sin ti- Me opuse.
-Sí te irás.
-No, no lo haré- Puse los brazos en jarra.
Adrian suspiró y giró la cabeza.
-Adrian- Le cogí la cara y se la giré hacia mí- Ven conmigo, no te quedes aquí.
-Ojalá pudiera- Puso su mano sobre la mía.
-Puedes.
Oímos un ruido fuera y Adrian se giro sobresaltado.
-Han vuelto- Dijo en voz baja.
-¿Qué?
Se giró y me miró.
-Tienes que irte- En su voz había desesperación.
-Sólo si vienes conmigo.
-Clary no hay tiempo- Ahora había una nota de impaciencia- Tienes que irte, yo los distraeré, tú huye.
-No…-Noté como se me humedecían los ojos, no podía dejarlo allí enfrentándose a cuatro ángeles malvados- No puedo…
-Sí puedes, yo me reuniré contigo cuando pueda.
-Sabes que eso es mentira- Noté una lágrima correr por mi mejilla, él sonrió con tristeza.
-Te quiero- Luego se acercó, cogió mi cara entre sus manos y me besó, fue un beso rápido pero desesperado, como si fuera la última vez que me fuera a ver y ambos sabíamos que probablemente sería así- Vete- Dijo separándose.
-Adrian, no…
-Vete- Oímos otro ruido fuera y unas voces, se acercaban.
Sin pensarlo más me metí dentro de la trampilla y vi como Adrian la cerraba tras de mí, lo último que oí fueron unas voces y unos ruidos.
Selena
Llegamos al mismo lugar en el que habíamos estado practicando el otro día, Alex paró la moto y nos bajamos, a los pocos segundos llegaron Steve y Kelley en el coche.
-Alex, ¿para qué nos has traído hasta aquí?- Steve se bajó del coche.
-Para que veáis que no va a ser fácil matarla.
-¿Y cómo vas a demostrarnos eso?
-Ya veréis- Se alejó de ellos hasta quedar en mitad del campo- Venga- Me llamó, me dirigí hacia donde estaba él, no sabía si iba a salir bien.
-No sé…-Le dije cuando llegué.
-Saldrá bien- Sonaba convencido, creo que él estaba más seguro de mí que yo.
-No sé yo…
-Venga, no he gastado gasolina para nada.
Miré a Kelley, la última cosa que quería era hacer el ridículo delante de la novia de Alex.
-¿Se puede saber qué diablos te pasa a ti con Kelley?- Dijo siguiendo el recorrido de mi mirada.
-¿A mí?- Noté cómo me sonrojaba- Nada.
-Mira, es normal que sientas envidia de Kelley- Le miré atónita- En fin, Kelley es Kelley y tú…-Dejó la frase en el aire.
Noté cómo me invadía la ira, una cosa era lo que yo pensara y otra cosa era que él me menospreciara, pero ¿quién se creía que era? Sin avisar me tiré encima de él, lo pillé desprevenido y cayó al suelo, me cogió las muñecas y dio la vuelta quedando encima de mí, le di una patada en el pecho retirándolo y me levanté.
-Pero ¿qué te pasa?- Dijo levantándose también.
-¡¿Qué te pasa a ti?!- Me acerqué, alcé el puño y lo dirigí directamente hacia su cara, le rocé la mejilla, pero no le di porque se retiró- ¡¿Es que te crees que puedes hablarme como te dé la gana?! ¡¿No tuviste suficiente con quitarme el móvil?!
-¡¿Y tú no tuviste suficiente con colarte en mi habitación sin permiso y registrarla?!- Alzó el puño y lo dirigió hacia mi cara, me agaché y lo esquivé.
-¡Te recuerdo que si me colé en tu habitación fue para recuperar algo que me habías robado!- Levanté la pierna y le golpeé la cara, Alex se tambaleó.
-¡Si te quité el móvil fue para evitar que te mataran, ya te lo dije!- Dijo recuperándose de la patada.
-¡Y yo voy y me lo creo!- Levanté la mano para golpearle, Alex me cogió la mano y me dobló el brazo detrás de la espalda, quedando yo de espaldas a él con el brazo sujeto detrás por su mano- ¡Además, eso no te da derecho a que puedas hablarme como quieras!
-¡¿Ahora encima vas a decirme cómo tengo que hablar?!
-¡Conmigo al menos sí!- Le pisé el pie y Alex me soltó, me giré y le di un rodillazo en la barriga, Alex se quejó y se dobló sobre sí mismo, le cogí del pelo, lo acerqué hasta mí y le levanté la cabeza- Y otra vez…-Le miré- Piensa bien lo que vas a decir antes de meterte conmigo.
Sin saber cómo ocurrió, Alex me agarró del brazo, dio un tirón haciendo que diera media vuelta en el aire y que cayera de espaldas al suelo.
-¡Reconoce que lo que te da coraje es que estás coladita por mí y yo no lo estoy de ti!- Gritó, le di un golpe con la pierna en los gemelos haciendo que cayera al suelo y me levanté.
-¡El dicho dice que cuando se insiste mucho con algo es porque realmente sucede al revés!- Intenté darle una patada en el costado, pero Alex fue más rápido y se levantó antes de que le golpeara.
-¡¿Sí?! ¡Sé muy bien que te pones nerviosa cada vez que me acerco a ti!- Me miró con los ojos llenos de rabia- ¡Y te sonrojas que da gusto!
-¡Más quisieras tú!- Iba a matarlo, no podía con él, alcé el puño derecho para golpearle, entonces, me acordé de lo que me había dicho <<Muy previsible>>, en el último segundo cambié de puño y le golpeé en la mejilla izquierda con la mano izquierda haciendo que cayera, antes de que pudiera levantarse le pisé el pecho con el pie, Alex me miró confuso- He seguido tu consejo.
-Vaya…-Miramos hacia el lugar de donde procedía la voz, Kelley y Steve estaban de pie al lado del coche mirándonos con la boca abierta, Kelley era la que había hablado- Eso ha sido…alucinante.
Con todo el ajetreo de la pelea se me había olvidado que Steve y Kelley estaban allí observando, entonces sentí vergüenza, habían oído toda la discusión de Alex y mía. Retiré el pie de encima de Alex y entonces me di cuenta de que ambos estábamos jadeando por el cansancio.
-Nunca había visto a ninguna chica pelearse así contigo- Steve miró atónito a Alex- Alex, ¿qué le has hecho a Selena para que te de esa paliza?
Alex me lanzó una mirada fulminante, mirada que le devolví.
-Vaya…aquí las chispas saltan- Kelley sonrió, me pareció una sonrisa de lo más hipócrita.
-¿Ves a lo que me refería?- Alex habló por primera vez, sonaba cansado por el esfuerzo.
-Sí- Steve asintió- Es una chica de armas tomar.
-Serías una buena luchadora- Kelley me sonrió- Casi tanto como yo- Le devolví una sonrisa fingida.
-Aún así no podemos correr riesgos- Alex y yo miramos a Steve atónitos- No podemos poner su vida en peligro así como así.
-¿Su vida en peligro?- Alex parecía a punto de tirarse por un acantilado- ¡Casi me mata!
-A ti, pero no sabemos a lo que nos enfrentamos- Nos miró a todos- Haremos turnos para quedarnos con ella mientras los otros dos investigamos lo que está ocurriendo.
-Ah, no- Alex negó con la cabeza- Yo no pienso pasar ni un segundo más en la misma casa que ella solos, ni hablar.
-Quiero ayudar- Intervine al fin- Es mi vida la que está en peligro y Clary también corre peligro por mi culpa, tengo que salvarla, se lo debo.
-La salvaremos nosotros, te lo prometo- Dijo Steve.
-No- Negué- ¡No quiero más promesas! ¡Quiero salvarme yo misma! ¡Quiero ser yo la que salve a Clary! ¡No podéis hacer que me quede encerrada como si nada sabiendo todo lo que está pasando fuera!
-Ahí tiene razón, Steve…-Kelley se puso a mi favor.
-No, Kelley, no está lista- Steve la contradijo- Alex- Le miró- Te quedarás con ella mañana mientras Kelley…
-¡¿Qué?!- No le dejó acabar- ¡¿Estás de guasa?! ¡NO! ¡NO, NO Y NO! ¡No me pienso quedar de niñera ni un día más!
-¡Y yo no quiero que nadie sea mi niñera!
-No es ser tu niñera, Selena- Steve no perdía el control de su voz- Es simplemente precaución.
-Pues yo no quiero ser el que tome esa precaución, quédate tú.
-Alex…
-¡NO!- Se dio media vuelta para dirigirse a la moto y entonces todo pasó muy rápido, Alex dobló el pie y cayó al suelo golpeándose la cabeza con una roca, me quedé helada, sentí un nudo en la boca del estómago.
-¡Alex!- Le llamó Kelley, yo no tuve tiempo de llamarlo, me dirigí corriendo al lugar donde había caído y me arrodillé a su lado.
-Alex…-Le giré la cara que descansaba de lado- Alex, ¿estás bien?- Podía notar la preocupación en mi voz.
Alex me miró con los ojos entrecerrados.
-Alex- Steve y Kelley llegaron a mi lado.
-Alex di algo- Dijo Steve.
Alex nos miró con los ojos entrecerrados y luego posó su mirada en mí, noté como me sonrojaba y él sonrió.
-Eres muy guapa- Rió y yo le miré con los ojos como platos.
-Es el golpe- Dijo Steve, tenemos que llevarlo a la casa- Kelley, ve tú con Selena en la moto- Le pasó un brazo por debajo a Alex y le ayudó a levantarse.
-Sí, sí, es muy guapa- Dijo mientras se levantaba y se dirigían al coche, yo me había quedado sin habla.
-Bueno, vamos- Me dijo, yo la miré y me obligué a contestar.
-¿Sabes conducir eso?- Dije al fin señalando la moto.
-Claro- Sonrió- Venga.
Nos montamos en la moto y arrancamos detrás del coche de Steve. No quería estar preocupada por Alex, no se lo merecía, era un estúpido, pero lo estaba y me odiaba por preocuparme por él, y luego estaba lo que me acababa de decir <<Eres muy guapa>>, era el primer cumplido que me hacía y aunque fuera a causa del golpe seguía siendo un cumplido. Aunque me sentía mal, Kelley era su novia, no debía de haberle hecho ninguna gracia, aunque no se mostró molesta, cosa que me extrañó bastante.
Cuando llegamos a la casa, Steve y Alex se bajaron del coche, Steve sujetaba a Alex para que no se cayera. Si alguien no supiera que se había dado un golpe, parecería que iba borracho. ¿Cómo era posible que un golpe tan tonto provocara eso? Entonces recordé un día que Clary iba con tacones de aguja, metió el pie en una alcantarilla y se hizo un esguince… Sí, definitivamente las caídas tontas eran las peores.
Entramos en la casa y Steve tendió a Alex en el sofá.
-No me quiero tender- Alex parecía un niño chico.
-Ay, ya, Alex, déjate de tonterías- Steve empezaba a desesperarse, Dios sabría todas las tonterías que había dicho Alex en el coche.
Kelley se sentó en la silla que había enfrente del sofá y se puso una mano en la boca para aguantar la risa.
-¿Quieres algo?- Le preguntó Steve.
Alex pasó su mirada de Steve a Kelley y luego se paró en mí.
-A ella- Me señaló, no pude evitar sonrojarme.
-Alex no hagas el tonto- Le regañó Steve, miré a Kelley que no podía aguantar la risa, ¿cómo podía reírse oyendo lo que estaba diciendo su novio?
-Quiero que ella me cuide- Frunció el ceño y me pareció un gesto de lo más mono, parecía un niño chico con una rabieta.
-Alex…
-Déjalo Steve- Intervino Kelley aguantando la risa- Es inútil, el golpe le ha afectado, lo que necesita es dormir y descansar.
-Está bien, pues dejémosle que descanse- Se dio media vuelta para irse y Kelley se levantó de la silla.
-No- Alex dio unas pataditas en el sofá- No te vayas Selly- ¿Selly? Nadie me había llamado nunca así- Tú no.
Steve y Kelley me miraron y me quedé sin saber qué decir.
-Lo mejor será que te quedes tú con él- Steve parecía desesperado.
-Yo creo que deberías quedarte tú- Le dije a Kelley.
-No, creo que no, no tengo paciencia- Sonrió.
-Yo tampoco- Añadí- Además, el golpe le ha afectado demasiado, no piensa nada de lo que dice.
Steve y Kelley se encogieron de hombros.
-Si quieres me quedo contigo un rato- Se ofreció Kelley mirando a Alex.
-Tú no- Refunfuñó.
-¿Las dos?- Ofreció.
-No, ella- Me señaló de nuevo y volví a sonrojarme, deseaba que se le pasara ya el efecto del golpe.
-Me quedaré si se queda ella también- No me hacía ni pizca de gracia quedarme con Kelley, pero creí que sería lo más justo.
Alex pareció pensárselo un momento.
-Vale- Accedió al fin.
-Buena suerte- Nos dijo Steve y luego desapareció escaleras arriba.
-Quiero bailar bajo la lluvia con Selly- Canturreó Alex.
Kelley estalló en carcajadas, yo la miré roja como un tomate.
-Definitivamente se le ha ido la olla- Dije intentando calmar la cosa, aunque parecía que Kelley se lo estaba pasando pipa, pero yo no, deseaba que Alex se durmiera de una vez y no dijera nada más.
-Lo que le hiciste en el prado a Alex- Empezó a decir Kelley- Fue alucinante.
Sonreí, Alex llevaba unos quince minutos dormido, había estado diciendo cosas sin sentido durante más o menos diez minutos, luego se durmió –cosa que agradecí bastante-.
-A veces Alex se merece que le den un buen golpe- Añadió.
-En eso te doy la razón- Por primera vez estaba de acuerdo con ella.
-Sí, a veces puede ser muy creído y arrogante- Sonrió- En fin, supongo que he aprendido a soportarlo- Volví a notar ese nudo en el estómago- Aunque si alguien le pegara esas palizas más a menudo no le vendrían nada mal- Me miró y sonrió y por primera vez sonreí con ella, no con una sonrisa fingida, sino con una sonrisa de verdad.
-Sí, es muy difícil de tratar.
-Pues lo manejas bastante bien.
-No- Sonreí- No puedo manejarlo, dudo que alguien pueda hacerlo.
-Te avisaré cuando conozca a alguien capaz de manejarlo.
Ambas reímos.
-Y… ¿lleváis mucho tiempo juntos?- Me atreví a preguntar sin saber muy bien por qué.
Kelley me miró confusa.
-¿A qué te refieres?
¿A qué me iba a referir?
-A que si lleváis mucho tiempo saliendo juntos.
-¿Quién?- Kelley parecía realmente confundida- ¿Alex y yo?
Asentí y Kelley explotó de nuevo en carcajadas, por un momento temí que Alex se despertara.
-¿Qué?
-¿Novia de Alex?- Siguió riendo- ¿Alex y yo? ¿De verdad? ¡Por Dios!
-¿Qué pasa?- Entonces temí haberme equivocado y que no fueran novios pero la forma en que se trataban…
-Alex no es mi novio- Intentó parar de reír- Es mi primo.
Me quedé muda, ¿su primo?
-¿Tu…primo?- Noté como me sonrojaba a la vez que sentía un alivio en mi interior. Quería que me tragara la tierra.
-Sí, no te voy a negar que mi primo es muy guapo pero, no gracias, no es mi tipo.
Me sentí como una auténtica estúpida.
-Pero, entonces, Steve…
-Sí, Steve es mi padre- Afirmó.
-Steve nunca mencionó que tuviera una hija y como le llamas por su nombre, pues…
-Sí, bueno- Se encogió de hombros- Es una costumbre que tenemos los cazadores, llamamos a nuestros padres por sus nombres.
-Qué vergüenza- Quería morirme- Yo pensé que…
-No importa, de verdad, simplemente es gracioso.
Nos quedamos unos segundos en silencio, ahora todo encajaba, por eso Kelley no se había molestado cuando Alex me había dicho esas cosas cuando se golpeó la cabeza y por eso Alex me dijo que era muy rara cuando le dije que sería mejor que Kelley se montara en la moto con él. Me sentí como una completa imbécil pero a la vez sentí un gran alivio al saber que Kelley y Alex no eran novios, aunque no sabía bien por qué. Y realmente, Kelley era muy buena chica, ahora me daba cuenta.
-¿Sabes?- Dijo Kelley, yo la miré- Me caes muy bien.
Sonreí.
-Tú también me caes muy bien.
-Me encantaría que fuésemos amigas- Sonrió- No tengo amigas.
-¿No?
-No, los cazadores sólo tenemos a los familiares y da la casualidad que en mi familia todos son chicos- Hizo una media sonrisa.
-Pues, me encantaría ser tu amiga- Dije sinceramente.
-Eso sería genial- Sonrió.
Clary
Me había pasado el día sola, Adrian no había vuelto a venir y los otros tampoco, pero esta vez tenía demasiadas cosas en la cabeza como para ponerme a pensar en lo que estarían tramando, ahora que sabía lo que eran, sabía más o menos parte de la historia y sabía que Adrian me quería, me encontraba con más fuerzas que antes. Tenía que salir de allí como fuera, y tenía que encontrar a Selena y advertirla. Me concentré, había venido muchas veces con mi padre a esta fábrica y sabía que en algún lugar debía de haber una salida.
Ya había mirado en las paredes en busca de alguna salida secreta –ya lo sé, soy muy peliculera- y había intentando buscar alguna salida en el suelo, pero no encontré nada. Entonces me asaltó una pregunta, ¿por qué había tantas cajas allí? Me acerqué a una de ellas e intenté moverla, conseguí hacerlo con mucho esfuerzo e hice lo mismo con otras dos, cuando me disponía a mover la última me di cuenta de que estaba pegada al suelo, no podía moverla. Estuve empujando hasta que los nudillos se me pusieron blancos, entonces me dejé caer en el suelo. ¿Qué podía hacer para salir de allí?
Entonces la puerta se abrió y entró Adrian.
-¿Eres tú?- Pregunté para asegurarme de que no estaba bajo los efectos de Mike.
-Sí- Sonrió- Soy yo- Cerró la puerta.
-¿Y ellos?
-Han ido a reunirse con Lucian, necesitan hablar unas cosas, no han querido que vaya con ellos- Frunció el ceño.
-¿Es eso algo malo?
-Seguramente, nunca me habían dejado aquí, sea lo que sea que planean hacer no quieren que me entere.
Me sentí mal.
-¿Qué hacías?
-Intentar mover esa estúpida caja- La señalé con la cabeza.
-¿Por qué?- Sonrió.
-No sé- Me encogí de hombros- Buscaba una salida secreta.
-No hay ninguna salida secreta ahí debajo- Rió por lo bajo- Créeme, yo lo sabría.
-Esta fábrica es de mi padre.
-¿En serio?- Parecía sorprendido.
-Sí, conociendo a mi padre seguro que hizo alguna salida secreta por algún sitio.
-Y crees que está ahí debajo.
-Sí- Afirmé- Pero la caja está pegada al suelo.
Adrian se acercó a la caja e intentó moverla pero la caja no se deslizó ni un centímetro.
-Hm…- Frunció el ceño- Está bien- Alzó una pierna y le dio una patada a la caja, ésta no se movió, volvió a darle otra patada sin éxito, le dio otra patada y la caja se deslizó unos cuantos centímetros- Bien- Empujó la caja hasta que la hizo a un lado- Madre mía…
-¿Qué pasa?- Me acerqué y vi lo mismo que él veía, una trampilla, sonreí de oreja a oreja- Te lo dije.
Adrian intentó abrir la trampilla.
-Está atascada- Dijo poniéndose en pie- Espera- Le dio unas cuantas patadas a la trampilla hasta que oímos un chasquido, entonces se agachó de nuevo y tiró de la trampilla hacia arriba, esta vez sí se abrió- Soy un genio ¿eh?
Ambos sonreímos.
-No puedo creérmelo, vamos a escapar- No podía creerme que fuera a salir de aquella habitación.
La sonrisa se borró de su rostro.
-¿Qué ocurre?
-No puedo ir contigo Clary- Ahora su expresión era seria.
-¿Qué? ¿Por qué?
-No puedo irme, ya te lo dije.
-Pero ahora no estás bajo la influencia de Mike.
-Pueden rastrearme, soy un blanco fácil.
-¿Qué quieres decir con eso?
Adrian se frotó la cara.
-Son muchos años aquí con ellos, sabrán que te he ayudado a escapar, nos encontrarán y nos matarán a ambos.
-Si te quedas sabrán que me has dejado escapar y te matarán de todas formas.
-Puede- Hizo una media sonrisa- Pero a ti no.
-Pero yo no me voy a ningún sitio sin ti- Me opuse.
-Sí te irás.
-No, no lo haré- Puse los brazos en jarra.
Adrian suspiró y giró la cabeza.
-Adrian- Le cogí la cara y se la giré hacia mí- Ven conmigo, no te quedes aquí.
-Ojalá pudiera- Puso su mano sobre la mía.
-Puedes.
Oímos un ruido fuera y Adrian se giro sobresaltado.
-Han vuelto- Dijo en voz baja.
-¿Qué?
Se giró y me miró.
-Tienes que irte- En su voz había desesperación.
-Sólo si vienes conmigo.
-Clary no hay tiempo- Ahora había una nota de impaciencia- Tienes que irte, yo los distraeré, tú huye.
-No…-Noté como se me humedecían los ojos, no podía dejarlo allí enfrentándose a cuatro ángeles malvados- No puedo…
-Sí puedes, yo me reuniré contigo cuando pueda.
-Sabes que eso es mentira- Noté una lágrima correr por mi mejilla, él sonrió con tristeza.
-Te quiero- Luego se acercó, cogió mi cara entre sus manos y me besó, fue un beso rápido pero desesperado, como si fuera la última vez que me fuera a ver y ambos sabíamos que probablemente sería así- Vete- Dijo separándose.
-Adrian, no…
-Vete- Oímos otro ruido fuera y unas voces, se acercaban.
Sin pensarlo más me metí dentro de la trampilla y vi como Adrian la cerraba tras de mí, lo último que oí fueron unas voces y unos ruidos.