Capítulo 7.
Selena POV
-¿Alex?
No sabía si estaba más sorprendida que enfadada o más enfadada que sorprendida. ¿Qué demonios hacía él allí? ¡Se suponía que tanto él como el resto debían quedarse en el local que Jack había arreglado…
Alex me miró de arriba abajo un momento con una mueca divertida en la cara y luego sonrió.
-Ya puedes quitar esa pose tan rechulona que tienes, Sel.
Me di cuenta de que aún seguía en posición de ataque, así que bajé los brazos y me relajé.
-¿Quién…?- April salió de detrás de mí y miró a Alex.
Los ojos de Alex y April se encontraron y las sensaciones no pudieron ser más distintas. Mientras que April miraba a Alex como si estuviera viendo a un chico malo salido de una película de ciencia ficción, él la miraba como si estuviera mirando a alguien que le resultara molesto.
-Vaya…-Fue Alex el que habló- Otra rubita.
-¿Otra?- April sonaba confusa.
-No tengo muy buena experiencia con las rubias- Luego me miró a mí y supe que se refería a Jessica.
-Alex, ¿qué diantres estás haciendo aquí?
April me miró sorprendida y luego volvió a mirar a Alex.
-¿Lo conoces?
-Sí- Fue todo lo que contesté sin apartar la atención de Alex- Alex, sabes que no puedes estar aquí dentro.
-¿De verdad esperabas que te dejara aquí sola sin saber cómo era este lugar y lo que te esperaba?
-¡¿Es que estás loco?!- Mi voz se elevó una octava y tuve que controlarme para bajar el tono, si alguien más me oía se formaría un gran escándalo- Tienes que marcharte de aquí ya…-Dije bajando la voz.
-Oh…-Alex juntó las manos en actitud cursi- Bajas la voz porque te preocupan que me pillen y me hagan algo…
-Alex…-Oí el rechinar de mis dientes- Ya has comprobado que estoy bien, así que ahora…
-¿Quién es la rubia?- Alex me interrumpió- ¿Una nueva amiga? A Clary no le gustará que la reemplaces.
-¡No estoy reemplazando a…!
Alex me indicó que bajara el tono de la voz con la mano.
-No estoy reemplazando a nadie…-Dije controlando el tono de mi voz- Ella es April Sanders, la novia de…-Me callé de pronto.
Alex ladeó la cabeza confundido.
-La novia, ¿de quién?- Alex entrecerró los ojos pensativo.
Mierda…Sabía que Alex ya estaría atando cabos y que antes de que volviera a hablar, él ya habría descubierto quién era.
-Oh…-Efectivamente ya se había dado cuenta- Tú debes ser la novia del ángel que ha desobedecido a papi, ¿verdad?
April se tensó a mi lado.
-Selena…-April ya no sonaba feliz o confundida, sino enfadada- ¿Quién es este chico?
-April, no te preocupes por él- Intenté calmar los ánimos, pero sabía que esto sólo empeoraría.
-¿Dónde está el morboso de tu novio?- Preguntó Alex- Me gustaría tener unas cuantas palabras con él.
-¿Disculpa?- April lo miraba con los ojos muy abiertos- ¿Morboso? ¿Unas palabras con él?- April se cruzó de brazos ofendida- ¿Quién te crees que eres? ¿De qué tienes que hablar tú con él?
Alex me señaló instantáneamente y April me miró confundida.
-De esa señorita- La voz de Alex sonaba calmada y neutral, como si simplemente estuvieran discutiendo sobre qué comida es mejor- Por su culpa ella está aquí y por su culpa también está en peligro, si algo malo le pasa…Yo mismo lo mato.
-Pero, ¿qué…?- April se había quedado sin palabras- Selena, ¿quién es este tipo? Si no me dices quién es comenzaré a gritar.
-Es mi novio- Contesté sin ni siquiera ser consciente de que lo estaba diciendo.
April me miró sorprendida.
-¿En serio?- Parecía que no se lo creía.
-¿Qué?- Fue Alex el que habló- ¿Te habías hecho ilusiones con poder jugar a las telenovelas y tener a tu novio para los días laborales y a mí para los festivos?- Su sonrisa fue sarcástica y divertida.
April estaba sin palabras y no la culpaba.
-April, por favor, no grites- Le pedí. Luego me dirigí a Alex- Alex, por favor, no sé qué habrás hecho para entrar aquí o a cuántos habrás dejado inconscientes, pero por favor…Márchate ya y no te pongas en peligro de nuevo.
Alex me miró decepcionado.
-Creía que vendrías a abrazarme o te emocionarías al ver que me he preocupado tanto por saber cómo estarías aquí, que me he saltado las normas para verte- Hizo un pucherito.
-Alex…-Puse los brazos en jarra- Nos conocemos, así que mueve el culo y lárgate de aquí.
Alex frunció el ceño.
-Pero, qué arisca que eres cuando quieres…-Se dio media vuelta dispuesto a irse, pero se giró de nuevo- ¿Cuándo te volveré a ver?
Suspiré abatida, no me había hecho esa pregunta a mí misma antes…Bueno, la verdad es que sí, pero había intentado evadir la respuesta, porque sabía muy bien que lo vería más tarde que pronto…
-No lo sé- Contesté sinceramente, y mi voz sonó realmente cansada y triste.
Antes de darme tiempo a pestañear, Alex había cubierto la distancia que nos separaba y había juntado sus labios con los míos sujetándome por la nuca. Era consciente de la presencia de April a mi lado y también era consciente de que ese beso podría ser el último que le diera a Alex hasta… ¿Hasta cuándo? Intenté memorizar el sabor de su boca para no olvidarlo en el tiempo que pasara, aunque en realidad lo conocía mejor que nada... Conocía a Alex mejor que a nada. Cuando nos separamos, Alex pegó su frente a la mía.
-Eso ha sido por si acaso- Me dijo olvidándose de que April estaba allí.
-¿Por si acaso?- Sabía la respuesta, pero necesitaba oírla de su boca. Necesitaba oír su sinceridad.
-Por si acaso pasa demasiado tiempo.
-Gracias por no gritar- Le dije a April.
Hacía cuestión de unos diez minutos que Alex se había marchado intentando no ser descubierto, y lo había logrado. Después de eso, April y yo habíamos seguido nuestro camino hasta mi habitación en silencio, ahora nos encontrábamos subiendo unas escaleras de metal.
-No hay de qué- Contestó ésta- La verdad es que os lo debo, de alguna manera.
La miré extrañada, ¿qué quería decir con que nos lo debía?
-Ya sabes- Se encogió de hombros- Alex tenía razón cuando dijo que estabas aquí en peligro por culpa de Abiel, y no sólo suya, mía también. Así que si hubiera dado la voz de alarma habría sido una mala persona.
-Gracias- Dije sonriendo.
April me devolvió la sonrisa mientras llegábamos al final de la escalera y giraba hacia la izquierda.
-En cuanto a su comportamiento- Empecé a decir- No se lo tengas muy en cuenta, es una persona difícil.
-Lo he notado- La voz de April se mezcló al final con una risa- Pero se nota que te quiere muchísimo.
-Sí- April tenía razón- Y yo a él también.
April sonrió y se paró delante de una puerta que tenía escrito en la parte superior central el número 212.
-Aquí es- Señaló la puerta con la mano- Tu habitación.
-Gracias por acompañarme.
-De nada- Dijo- ¡Oh! Y mi habitación es la 210- Señaló hacia la izquierda- Estoy justo al lado, así que si necesitas algo…
-¿Y Abiel?
April me miró sorprendida.
-¿Cómo?
-Quiero decir que, ¿dónde se queda él? ¿No se queda contigo?
-Oh…-April se echó a reír- No. Sean es muy exigente en cuanto al tema de privacidad. Cada uno en su habitación.
-Entiendo…-Se me vino otra pregunta a la mente- Oye y… ¿Cómo es…? ¿Cómo es que creíste en todo esto?
-Bueno…Yo me enamoré de Abiel hace cosa de medio año, que fue cuando le conocí- Sonrió apoyándose contra la pared- Por aquel entonces acababa de terminar el instituto y estaba trabajando en un bar como camarera. Supongo que cuando decidió contármelo…-Hizo una pausa- No sé, simplemente supe que decía la verdad.
Me quedé pensando un momento el día en que conocí a Alex y el día que él y Steve me contaron que mi madre había sido una cazadora como ellos. No me lo había creído…De hecho, había pensado que estaban locos. Aunque claro, la situación en la que yo conocí a Alex y me vi introducida en este mundo fue mucho diferente a la de April…
-Así que lo abandonaste todo por él- No fue una pregunta, sino más bien una afimación.
-Sí- Afirmó- ¿Tú no lo harías por Alex?
Quise decirle que ya lo había hecho, que ya renuncié a toda mi vida cuando lo conocí y que decidí dedicarme a la caza de seres sobrenaturales simplemente para estar con él. Pero eso era algo que sólo debíamos saber Alex y yo, no era algo que deseara contarle al mundo. Y si tuviera que renunciar a mi propia vida por Alex, también lo haría sin dudar. Si April conociera nuestra historia, si supiera todo por lo que habíamos pasado…Entonces no me haría esa pregunta.
-Claro- Fue todo lo que contesté.
April me dedicó una sonrisa comprensiva y se retiró de la pared.
-En fin…-Suspiró- Te dejo para que te acomodes y descanses. He oído que mañana empezarán los entrenamientos fuertes- Tras decir eso, se marchó.
¿Entrenamientos fuertes? El sólo pensarlo me dio dolor de cabeza.
Abrí la puerta de mi cuarto y me encontré con una pequeña habitación iluminada por la luz del sol que entraba por la ventana. A la derecha me encontré con un escritorio de madera oscura lleno de folios y bolis. Justo a la izquierda había un armario, no demasiado grande pero sí suficiente para una persona que sólo va a quedarse allí por un período de tiempo corto. Y justo enfrente estaba la cama, una cama pequeña y con una colcha color beige.
Me dirigí hacia la cama y me senté. No había traído nada de ropa aparte de la que traía puesta, tampoco es que hubiera pensado que me quedaría allí demasiado tiempo, pero ahora que estaba aceptando la realidad no descartaba la posibilidad de que fuera bastante tiempo. Entonces pensé en Layla… ¿Dónde estaría ella? Salí de mi habitación y golpeé la puerta de April, no sabía si se encontraba allí, pero…
La puerta se abrió y rompió el hilo de mis pensamientos. April se estaba recogiendo el pelo en una coleta alta y me miró sorprendida.
-¿Ocurre algo?- Era normal que pensara eso, hacía menos de cinco minutos que me había dejado en mi cuarto.
-No, es sólo que… ¿Sabes dónde está la habitación de mi hermana?
Seguí las indicaciones de April y llegué al tercer piso, ahoratenía que girar a la derecha y buscar la habitación 404… Giré a la derecha y cuando vislumbré dos figuras de pie en mitad del pasillo, me volví a esconder rápidamente para que no me vieran. Una de las personas que estaba allí de pie era Layla, pero la otra… Me incliné un poco para observar mejor la escena, que no había variado en nada. Mi hermana estaba apoyada contra la pared y una figura masculina estaba inclinada sobre su cuello… ¿Besándola?
Selena POV
-¿Alex?
No sabía si estaba más sorprendida que enfadada o más enfadada que sorprendida. ¿Qué demonios hacía él allí? ¡Se suponía que tanto él como el resto debían quedarse en el local que Jack había arreglado…
Alex me miró de arriba abajo un momento con una mueca divertida en la cara y luego sonrió.
-Ya puedes quitar esa pose tan rechulona que tienes, Sel.
Me di cuenta de que aún seguía en posición de ataque, así que bajé los brazos y me relajé.
-¿Quién…?- April salió de detrás de mí y miró a Alex.
Los ojos de Alex y April se encontraron y las sensaciones no pudieron ser más distintas. Mientras que April miraba a Alex como si estuviera viendo a un chico malo salido de una película de ciencia ficción, él la miraba como si estuviera mirando a alguien que le resultara molesto.
-Vaya…-Fue Alex el que habló- Otra rubita.
-¿Otra?- April sonaba confusa.
-No tengo muy buena experiencia con las rubias- Luego me miró a mí y supe que se refería a Jessica.
-Alex, ¿qué diantres estás haciendo aquí?
April me miró sorprendida y luego volvió a mirar a Alex.
-¿Lo conoces?
-Sí- Fue todo lo que contesté sin apartar la atención de Alex- Alex, sabes que no puedes estar aquí dentro.
-¿De verdad esperabas que te dejara aquí sola sin saber cómo era este lugar y lo que te esperaba?
-¡¿Es que estás loco?!- Mi voz se elevó una octava y tuve que controlarme para bajar el tono, si alguien más me oía se formaría un gran escándalo- Tienes que marcharte de aquí ya…-Dije bajando la voz.
-Oh…-Alex juntó las manos en actitud cursi- Bajas la voz porque te preocupan que me pillen y me hagan algo…
-Alex…-Oí el rechinar de mis dientes- Ya has comprobado que estoy bien, así que ahora…
-¿Quién es la rubia?- Alex me interrumpió- ¿Una nueva amiga? A Clary no le gustará que la reemplaces.
-¡No estoy reemplazando a…!
Alex me indicó que bajara el tono de la voz con la mano.
-No estoy reemplazando a nadie…-Dije controlando el tono de mi voz- Ella es April Sanders, la novia de…-Me callé de pronto.
Alex ladeó la cabeza confundido.
-La novia, ¿de quién?- Alex entrecerró los ojos pensativo.
Mierda…Sabía que Alex ya estaría atando cabos y que antes de que volviera a hablar, él ya habría descubierto quién era.
-Oh…-Efectivamente ya se había dado cuenta- Tú debes ser la novia del ángel que ha desobedecido a papi, ¿verdad?
April se tensó a mi lado.
-Selena…-April ya no sonaba feliz o confundida, sino enfadada- ¿Quién es este chico?
-April, no te preocupes por él- Intenté calmar los ánimos, pero sabía que esto sólo empeoraría.
-¿Dónde está el morboso de tu novio?- Preguntó Alex- Me gustaría tener unas cuantas palabras con él.
-¿Disculpa?- April lo miraba con los ojos muy abiertos- ¿Morboso? ¿Unas palabras con él?- April se cruzó de brazos ofendida- ¿Quién te crees que eres? ¿De qué tienes que hablar tú con él?
Alex me señaló instantáneamente y April me miró confundida.
-De esa señorita- La voz de Alex sonaba calmada y neutral, como si simplemente estuvieran discutiendo sobre qué comida es mejor- Por su culpa ella está aquí y por su culpa también está en peligro, si algo malo le pasa…Yo mismo lo mato.
-Pero, ¿qué…?- April se había quedado sin palabras- Selena, ¿quién es este tipo? Si no me dices quién es comenzaré a gritar.
-Es mi novio- Contesté sin ni siquiera ser consciente de que lo estaba diciendo.
April me miró sorprendida.
-¿En serio?- Parecía que no se lo creía.
-¿Qué?- Fue Alex el que habló- ¿Te habías hecho ilusiones con poder jugar a las telenovelas y tener a tu novio para los días laborales y a mí para los festivos?- Su sonrisa fue sarcástica y divertida.
April estaba sin palabras y no la culpaba.
-April, por favor, no grites- Le pedí. Luego me dirigí a Alex- Alex, por favor, no sé qué habrás hecho para entrar aquí o a cuántos habrás dejado inconscientes, pero por favor…Márchate ya y no te pongas en peligro de nuevo.
Alex me miró decepcionado.
-Creía que vendrías a abrazarme o te emocionarías al ver que me he preocupado tanto por saber cómo estarías aquí, que me he saltado las normas para verte- Hizo un pucherito.
-Alex…-Puse los brazos en jarra- Nos conocemos, así que mueve el culo y lárgate de aquí.
Alex frunció el ceño.
-Pero, qué arisca que eres cuando quieres…-Se dio media vuelta dispuesto a irse, pero se giró de nuevo- ¿Cuándo te volveré a ver?
Suspiré abatida, no me había hecho esa pregunta a mí misma antes…Bueno, la verdad es que sí, pero había intentado evadir la respuesta, porque sabía muy bien que lo vería más tarde que pronto…
-No lo sé- Contesté sinceramente, y mi voz sonó realmente cansada y triste.
Antes de darme tiempo a pestañear, Alex había cubierto la distancia que nos separaba y había juntado sus labios con los míos sujetándome por la nuca. Era consciente de la presencia de April a mi lado y también era consciente de que ese beso podría ser el último que le diera a Alex hasta… ¿Hasta cuándo? Intenté memorizar el sabor de su boca para no olvidarlo en el tiempo que pasara, aunque en realidad lo conocía mejor que nada... Conocía a Alex mejor que a nada. Cuando nos separamos, Alex pegó su frente a la mía.
-Eso ha sido por si acaso- Me dijo olvidándose de que April estaba allí.
-¿Por si acaso?- Sabía la respuesta, pero necesitaba oírla de su boca. Necesitaba oír su sinceridad.
-Por si acaso pasa demasiado tiempo.
-Gracias por no gritar- Le dije a April.
Hacía cuestión de unos diez minutos que Alex se había marchado intentando no ser descubierto, y lo había logrado. Después de eso, April y yo habíamos seguido nuestro camino hasta mi habitación en silencio, ahora nos encontrábamos subiendo unas escaleras de metal.
-No hay de qué- Contestó ésta- La verdad es que os lo debo, de alguna manera.
La miré extrañada, ¿qué quería decir con que nos lo debía?
-Ya sabes- Se encogió de hombros- Alex tenía razón cuando dijo que estabas aquí en peligro por culpa de Abiel, y no sólo suya, mía también. Así que si hubiera dado la voz de alarma habría sido una mala persona.
-Gracias- Dije sonriendo.
April me devolvió la sonrisa mientras llegábamos al final de la escalera y giraba hacia la izquierda.
-En cuanto a su comportamiento- Empecé a decir- No se lo tengas muy en cuenta, es una persona difícil.
-Lo he notado- La voz de April se mezcló al final con una risa- Pero se nota que te quiere muchísimo.
-Sí- April tenía razón- Y yo a él también.
April sonrió y se paró delante de una puerta que tenía escrito en la parte superior central el número 212.
-Aquí es- Señaló la puerta con la mano- Tu habitación.
-Gracias por acompañarme.
-De nada- Dijo- ¡Oh! Y mi habitación es la 210- Señaló hacia la izquierda- Estoy justo al lado, así que si necesitas algo…
-¿Y Abiel?
April me miró sorprendida.
-¿Cómo?
-Quiero decir que, ¿dónde se queda él? ¿No se queda contigo?
-Oh…-April se echó a reír- No. Sean es muy exigente en cuanto al tema de privacidad. Cada uno en su habitación.
-Entiendo…-Se me vino otra pregunta a la mente- Oye y… ¿Cómo es…? ¿Cómo es que creíste en todo esto?
-Bueno…Yo me enamoré de Abiel hace cosa de medio año, que fue cuando le conocí- Sonrió apoyándose contra la pared- Por aquel entonces acababa de terminar el instituto y estaba trabajando en un bar como camarera. Supongo que cuando decidió contármelo…-Hizo una pausa- No sé, simplemente supe que decía la verdad.
Me quedé pensando un momento el día en que conocí a Alex y el día que él y Steve me contaron que mi madre había sido una cazadora como ellos. No me lo había creído…De hecho, había pensado que estaban locos. Aunque claro, la situación en la que yo conocí a Alex y me vi introducida en este mundo fue mucho diferente a la de April…
-Así que lo abandonaste todo por él- No fue una pregunta, sino más bien una afimación.
-Sí- Afirmó- ¿Tú no lo harías por Alex?
Quise decirle que ya lo había hecho, que ya renuncié a toda mi vida cuando lo conocí y que decidí dedicarme a la caza de seres sobrenaturales simplemente para estar con él. Pero eso era algo que sólo debíamos saber Alex y yo, no era algo que deseara contarle al mundo. Y si tuviera que renunciar a mi propia vida por Alex, también lo haría sin dudar. Si April conociera nuestra historia, si supiera todo por lo que habíamos pasado…Entonces no me haría esa pregunta.
-Claro- Fue todo lo que contesté.
April me dedicó una sonrisa comprensiva y se retiró de la pared.
-En fin…-Suspiró- Te dejo para que te acomodes y descanses. He oído que mañana empezarán los entrenamientos fuertes- Tras decir eso, se marchó.
¿Entrenamientos fuertes? El sólo pensarlo me dio dolor de cabeza.
Abrí la puerta de mi cuarto y me encontré con una pequeña habitación iluminada por la luz del sol que entraba por la ventana. A la derecha me encontré con un escritorio de madera oscura lleno de folios y bolis. Justo a la izquierda había un armario, no demasiado grande pero sí suficiente para una persona que sólo va a quedarse allí por un período de tiempo corto. Y justo enfrente estaba la cama, una cama pequeña y con una colcha color beige.
Me dirigí hacia la cama y me senté. No había traído nada de ropa aparte de la que traía puesta, tampoco es que hubiera pensado que me quedaría allí demasiado tiempo, pero ahora que estaba aceptando la realidad no descartaba la posibilidad de que fuera bastante tiempo. Entonces pensé en Layla… ¿Dónde estaría ella? Salí de mi habitación y golpeé la puerta de April, no sabía si se encontraba allí, pero…
La puerta se abrió y rompió el hilo de mis pensamientos. April se estaba recogiendo el pelo en una coleta alta y me miró sorprendida.
-¿Ocurre algo?- Era normal que pensara eso, hacía menos de cinco minutos que me había dejado en mi cuarto.
-No, es sólo que… ¿Sabes dónde está la habitación de mi hermana?
Seguí las indicaciones de April y llegué al tercer piso, ahoratenía que girar a la derecha y buscar la habitación 404… Giré a la derecha y cuando vislumbré dos figuras de pie en mitad del pasillo, me volví a esconder rápidamente para que no me vieran. Una de las personas que estaba allí de pie era Layla, pero la otra… Me incliné un poco para observar mejor la escena, que no había variado en nada. Mi hermana estaba apoyada contra la pared y una figura masculina estaba inclinada sobre su cuello… ¿Besándola?