Capítulo 4
Selena POV
-¡¿De qué cojones estás hablando?!- La voz de Alex se elevó una octava.
Nos encontrábamos todos sentados en la sala y encima de la mesa pude ver los trozos de porcelana de la taza que había dejado caer al oír la voz de ese ángel.
-Yo tampoco entiendo muy bien lo que está pasando- Contestó Jack- Simplemente sé que la única forma de que yo pueda volver a hacer magia y Selena vuelva a oír voces de ángeles en su cabeza- Hizo una pausa- Es que todo haya vuelto a comenzar.
-Pero, ¿a qué te refieres con “volver a comenzar”?- Esta vez fue Layla la que habló.
-Tú…-Empecé a hablar- ¿No has oído nada, Layla?
Layla me miró y su expresión pasó de la confusión a la sorpresa al darse cuenta de algo que antes había pasado por alto.
-No…-Contestó al fin- Es extraño, ¿por qué yo no he oído nada?
-No lo sé- Jack se encogió de hombros.
-Jack, explícanos por favor lo que está empezando- Dijo Clary nerviosa- ¡Nos va a dar algo!
-Han vuelto a caer- No fue Jack el que contestó, sino Kelley.
Todos la miramos sorprendidos. No había abierto la boca desde que Jack había llegado.
-¿Qué?- Preguntó Adrian.
Kelley me miró durante una fracción de segundo y entonces comprendí lo que estaba diciendo. Un escalofrío me recorrió la columna de arriba abajo. Otra vez no…
-Un ángel ha vuelto a caer, ¿verdad?- Dije- Igual que mi padre cayó una vez…
Kelley suspiró y ese suspiro confirmó la respuesta. Miré a Layla que estaba mirándome con una expresión que no supe identificar con certeza.
-¿Un ángel ha vuelto a caer?- Alex interrumpió el silencio que se había generado en la sala- ¿Cómo? ¿Se ha vuelto a enamorar de una humana?
-Posiblemente- Contestó Jack- Ese es el pecado capital para ellos.
-Pero no lo entiendo- Repuso Clary- Si se suponía que todo ese mundo había desaparecido, ¿cómo es que está volviendo?
-Desapareció todo ser CREADO por Demetria- Jack le dio más énfasis a la palabra “creado”- Los ángeles son todo lo opuesto a ella.
La cabeza me daba vueltas. Eso no podía estar pasando de verdad…Apenas llevábamos cinco meses viviendo nuestras vidas felices y tranquilos, ¿cómo podía estar sucediendo algo así? Apreté las manos contra mis rodillas y Alex debió darse cuenta porque me cogió con suavidad la mano y me la apretó con la suya en un gesto tranquilizador.
-¿Y ahora qué?- Inquirió Adrian.
Jack me miró como si estuviera esperando mi respuesta, pero ¿qué iba a decir yo? Yo no sabía nada.
-Supongo que a Selena le llegarán nuevos mensajes- Dijo finalmente al ver que no respondía- Dijiste que la voz te dijo “se requiere tu ayuda para esta misión”, ¿no?
Asentí con la cabeza, demasiado confundida para contestar.
-¿Qué misión?- Clary estaba tan confundida como el resto de nosotros.
-¿Deberíamos decírselo a nuestros padres?
Todos miramos a la persona que había hablado: Layla.
-¿Qué? ¿Estás loca?- Alex no le encontraba sentido a lo que acababa de decir mi hermana, pero la verdad era que yo sí- ¿Por qué íbamos a decirles algo así? ¡Ya no son cazadores!
-Vosotros tampoco- Replicó ella.
-Mi hermana tiene razón- Apoyé a Layla- Quizás mi padre también haya oído esa voz, quizás él sepa cómo manejar esto- Me encogí de hombros- Al fin y al cabo él pasó por lo mismo.
-Si se lo decís a tus padres, ellos se lo dirán a los míos- Dijo Alex- Si se lo dicen a los míos, también se enterará Steve…
-¿Y qué?- Kelley fue la que habló- Cuanta más ayuda con esto mejor, ¿no?
Alex miró a Kelley con los ojos muy abiertos.
-¡Oh, vamos, Kells!- Se quejó- Tú siempre has sido la primera en decir que ya somos mayorcitos para encargarnos de nuestros asuntos solos.
-Pero esto no es sólo nuestro asunto- Dijo Kelley- Nos incumbe a todos, Alex.
Alex se dejó caer hacia atrás en el sofá cruzando los brazos a la vez que farfullaba algo que no logré entender con claridad.
-Lo que no quieres es tener a tus padres detrás de ti, ¿verdad?- Había un tono divertido en la voz de Jack.
Alex le lanzó una mirada fulminante, pero no contestó.
-De cualquier manera tenemos que ir a hablar con ellos- Dije- Deberíamos empezar por mis padres primero.
-Lo noté- Mi padre empezó a hablar- Estaba en el trabajo cuando noté algo en mi interior, no sé cómo explicarlo pero era una sensación muy familiar y a la vez muy lejana.
Hacía cuestión de quince minutos que habíamos llegado a mi casa y por suerte, mis padres estaban allí. Cuando les contamos lo sucedido mi madre se llevó la mano a la boca sorprendida, mientras que mi padre nos miró con una expresión impasible, fue ahí cuando me di cuenta de que él también lo había notado.
-Jaden- Fue Jack el que habló- ¿Qué crees que quería decir ese ángel cuando le habló a Selena?
-Sin duda algo gordo se acerca- Dijo mi padre.
-Cuando usted…-Empezó a decir Alex, aún se sentía incómodo en presencia de mis padres- Cuando usted fue también condenado, ¿qué sucedió exactamente?
Mi padre suspiró.
-Ya lo sabéis, simplemente fui condenado a vivir como un mortal.
-Pues esto tiene pinta de ser algo peor- Dijo Jack.
-Aunque…-Mi padre parecía estar recordando algo.
-Aunque…-Alex lo animó a seguir hablando.
-Cuando caí recuerdo unas palabras- Mi padre nos miró y todo rastro de confusión en su cara había sido reemplazado por una expresión llena de horror- “Serás el primero y el último, si esto vuelve a repetirse se desatará el caos entre el cielo y el infierno”- Recitó las palabras como si fuera una cita de su libro favorito.
Se hizo un momento de silencio en el que nadie dijo nada. Todos estábamos procesando la información que acababa de decir mi padre: “Se desatará el caos entre el cielo y el infierno”, pero… ¿Cómo?
-Se desatará el caos…-Kelley murmuró esas palabras en voz alta, más para ella misma que para el resto.
-Las puertas del infierno se abrirán- La voz de Jack sonó como si hubiera dado con la clave a un acertijo difícil de resolver.
Noté un escalofrío recorrerme de arriba abajo… ¿Se abrirán? Miré a mi padre que asintió con gran pesar en el rostro.
-Jaden- Fue mi madre la que habló- ¿Qué quieres decir con que las puertas del infierno se abrirán? ¡Esos seres no pueden volver a caminar por la tierra!
-Esto será algo mucho peor…-La voz de mi padre era profunda y seca- Esto será una guerra entre ángeles y demonios.
-¿Por qué yo no he notado nada?- Preguntó Layla- Se supone que soy como vosotros, ¿por qué no…?
La expresión de tristeza en la cara de mi padre hizo que Layla se callara y entonces, yo también comprendí el por qué ella no había oído nada. A mi mente llegaron vagos recuerdos de la voz de mi padre hablando con mi madre cuando ambas éramos unas niñas: “Layla es diferente a Selena…”. Ahora sabía exactamente lo que significaban esas palabras, Layla había heredado la parte más oscura de mi padre, la parte del ángel caído, mientras que yo había heredado la parte más pura. Ella seguía siendo un ángel pero...
-Oh…-Fue lo único que dijo Layla- ¿Quiere decir que…- Buscó la palabra adecuada-…que soy más como un demonio?
El sólo oír la última palabra me produjo un nudo en el estómago.
-No lo sé, Layla- Mi padre sonaba cansado, parecía que había envejecido por lo menos diez años en la última media hora.
Mi madre le pasó una mano por la espalda a modo reconfortante.
-¿Y qué vamos a hacer?- Adrian intervino por primera vez.
-Tenemos que hacer lo que le han dicho a Selena- Dijo mi padre.
-¿Cómo?- Clary sonó confundida.
-¿Cuántos de vosotros sabéis luchar?
-Creo que todos- Fue Alex el que habló, luego miró a Clary- Bueno, unos más que otros.
-Para esta guerra se necesitará la ayuda de todos vosotros- Mi padre miró a Alex- Y de tus padres también- Luego miró a Kelley- Y del tuyo.
Kelley asintió con la cabeza.
-No podemos quedarnos aquí- Dijo mi madre- Debemos reunirnos en un lugar amplio, donde podamos practicar y que sea difícil encontrarnos.
-Mi casa es grande- Dijo Jack- La de ahora no, pero mi antigua casa sí. Pero no cabréis todos, deberéis repartiros y la otra mitad deberá buscarse otro lugar donde quedarse.
-Yo conozco un lugar…-Fue Alex el que habló y al mirarlo supe exactamente el lugar al que se refería.
Selena POV
-¡¿De qué cojones estás hablando?!- La voz de Alex se elevó una octava.
Nos encontrábamos todos sentados en la sala y encima de la mesa pude ver los trozos de porcelana de la taza que había dejado caer al oír la voz de ese ángel.
-Yo tampoco entiendo muy bien lo que está pasando- Contestó Jack- Simplemente sé que la única forma de que yo pueda volver a hacer magia y Selena vuelva a oír voces de ángeles en su cabeza- Hizo una pausa- Es que todo haya vuelto a comenzar.
-Pero, ¿a qué te refieres con “volver a comenzar”?- Esta vez fue Layla la que habló.
-Tú…-Empecé a hablar- ¿No has oído nada, Layla?
Layla me miró y su expresión pasó de la confusión a la sorpresa al darse cuenta de algo que antes había pasado por alto.
-No…-Contestó al fin- Es extraño, ¿por qué yo no he oído nada?
-No lo sé- Jack se encogió de hombros.
-Jack, explícanos por favor lo que está empezando- Dijo Clary nerviosa- ¡Nos va a dar algo!
-Han vuelto a caer- No fue Jack el que contestó, sino Kelley.
Todos la miramos sorprendidos. No había abierto la boca desde que Jack había llegado.
-¿Qué?- Preguntó Adrian.
Kelley me miró durante una fracción de segundo y entonces comprendí lo que estaba diciendo. Un escalofrío me recorrió la columna de arriba abajo. Otra vez no…
-Un ángel ha vuelto a caer, ¿verdad?- Dije- Igual que mi padre cayó una vez…
Kelley suspiró y ese suspiro confirmó la respuesta. Miré a Layla que estaba mirándome con una expresión que no supe identificar con certeza.
-¿Un ángel ha vuelto a caer?- Alex interrumpió el silencio que se había generado en la sala- ¿Cómo? ¿Se ha vuelto a enamorar de una humana?
-Posiblemente- Contestó Jack- Ese es el pecado capital para ellos.
-Pero no lo entiendo- Repuso Clary- Si se suponía que todo ese mundo había desaparecido, ¿cómo es que está volviendo?
-Desapareció todo ser CREADO por Demetria- Jack le dio más énfasis a la palabra “creado”- Los ángeles son todo lo opuesto a ella.
La cabeza me daba vueltas. Eso no podía estar pasando de verdad…Apenas llevábamos cinco meses viviendo nuestras vidas felices y tranquilos, ¿cómo podía estar sucediendo algo así? Apreté las manos contra mis rodillas y Alex debió darse cuenta porque me cogió con suavidad la mano y me la apretó con la suya en un gesto tranquilizador.
-¿Y ahora qué?- Inquirió Adrian.
Jack me miró como si estuviera esperando mi respuesta, pero ¿qué iba a decir yo? Yo no sabía nada.
-Supongo que a Selena le llegarán nuevos mensajes- Dijo finalmente al ver que no respondía- Dijiste que la voz te dijo “se requiere tu ayuda para esta misión”, ¿no?
Asentí con la cabeza, demasiado confundida para contestar.
-¿Qué misión?- Clary estaba tan confundida como el resto de nosotros.
-¿Deberíamos decírselo a nuestros padres?
Todos miramos a la persona que había hablado: Layla.
-¿Qué? ¿Estás loca?- Alex no le encontraba sentido a lo que acababa de decir mi hermana, pero la verdad era que yo sí- ¿Por qué íbamos a decirles algo así? ¡Ya no son cazadores!
-Vosotros tampoco- Replicó ella.
-Mi hermana tiene razón- Apoyé a Layla- Quizás mi padre también haya oído esa voz, quizás él sepa cómo manejar esto- Me encogí de hombros- Al fin y al cabo él pasó por lo mismo.
-Si se lo decís a tus padres, ellos se lo dirán a los míos- Dijo Alex- Si se lo dicen a los míos, también se enterará Steve…
-¿Y qué?- Kelley fue la que habló- Cuanta más ayuda con esto mejor, ¿no?
Alex miró a Kelley con los ojos muy abiertos.
-¡Oh, vamos, Kells!- Se quejó- Tú siempre has sido la primera en decir que ya somos mayorcitos para encargarnos de nuestros asuntos solos.
-Pero esto no es sólo nuestro asunto- Dijo Kelley- Nos incumbe a todos, Alex.
Alex se dejó caer hacia atrás en el sofá cruzando los brazos a la vez que farfullaba algo que no logré entender con claridad.
-Lo que no quieres es tener a tus padres detrás de ti, ¿verdad?- Había un tono divertido en la voz de Jack.
Alex le lanzó una mirada fulminante, pero no contestó.
-De cualquier manera tenemos que ir a hablar con ellos- Dije- Deberíamos empezar por mis padres primero.
-Lo noté- Mi padre empezó a hablar- Estaba en el trabajo cuando noté algo en mi interior, no sé cómo explicarlo pero era una sensación muy familiar y a la vez muy lejana.
Hacía cuestión de quince minutos que habíamos llegado a mi casa y por suerte, mis padres estaban allí. Cuando les contamos lo sucedido mi madre se llevó la mano a la boca sorprendida, mientras que mi padre nos miró con una expresión impasible, fue ahí cuando me di cuenta de que él también lo había notado.
-Jaden- Fue Jack el que habló- ¿Qué crees que quería decir ese ángel cuando le habló a Selena?
-Sin duda algo gordo se acerca- Dijo mi padre.
-Cuando usted…-Empezó a decir Alex, aún se sentía incómodo en presencia de mis padres- Cuando usted fue también condenado, ¿qué sucedió exactamente?
Mi padre suspiró.
-Ya lo sabéis, simplemente fui condenado a vivir como un mortal.
-Pues esto tiene pinta de ser algo peor- Dijo Jack.
-Aunque…-Mi padre parecía estar recordando algo.
-Aunque…-Alex lo animó a seguir hablando.
-Cuando caí recuerdo unas palabras- Mi padre nos miró y todo rastro de confusión en su cara había sido reemplazado por una expresión llena de horror- “Serás el primero y el último, si esto vuelve a repetirse se desatará el caos entre el cielo y el infierno”- Recitó las palabras como si fuera una cita de su libro favorito.
Se hizo un momento de silencio en el que nadie dijo nada. Todos estábamos procesando la información que acababa de decir mi padre: “Se desatará el caos entre el cielo y el infierno”, pero… ¿Cómo?
-Se desatará el caos…-Kelley murmuró esas palabras en voz alta, más para ella misma que para el resto.
-Las puertas del infierno se abrirán- La voz de Jack sonó como si hubiera dado con la clave a un acertijo difícil de resolver.
Noté un escalofrío recorrerme de arriba abajo… ¿Se abrirán? Miré a mi padre que asintió con gran pesar en el rostro.
-Jaden- Fue mi madre la que habló- ¿Qué quieres decir con que las puertas del infierno se abrirán? ¡Esos seres no pueden volver a caminar por la tierra!
-Esto será algo mucho peor…-La voz de mi padre era profunda y seca- Esto será una guerra entre ángeles y demonios.
-¿Por qué yo no he notado nada?- Preguntó Layla- Se supone que soy como vosotros, ¿por qué no…?
La expresión de tristeza en la cara de mi padre hizo que Layla se callara y entonces, yo también comprendí el por qué ella no había oído nada. A mi mente llegaron vagos recuerdos de la voz de mi padre hablando con mi madre cuando ambas éramos unas niñas: “Layla es diferente a Selena…”. Ahora sabía exactamente lo que significaban esas palabras, Layla había heredado la parte más oscura de mi padre, la parte del ángel caído, mientras que yo había heredado la parte más pura. Ella seguía siendo un ángel pero...
-Oh…-Fue lo único que dijo Layla- ¿Quiere decir que…- Buscó la palabra adecuada-…que soy más como un demonio?
El sólo oír la última palabra me produjo un nudo en el estómago.
-No lo sé, Layla- Mi padre sonaba cansado, parecía que había envejecido por lo menos diez años en la última media hora.
Mi madre le pasó una mano por la espalda a modo reconfortante.
-¿Y qué vamos a hacer?- Adrian intervino por primera vez.
-Tenemos que hacer lo que le han dicho a Selena- Dijo mi padre.
-¿Cómo?- Clary sonó confundida.
-¿Cuántos de vosotros sabéis luchar?
-Creo que todos- Fue Alex el que habló, luego miró a Clary- Bueno, unos más que otros.
-Para esta guerra se necesitará la ayuda de todos vosotros- Mi padre miró a Alex- Y de tus padres también- Luego miró a Kelley- Y del tuyo.
Kelley asintió con la cabeza.
-No podemos quedarnos aquí- Dijo mi madre- Debemos reunirnos en un lugar amplio, donde podamos practicar y que sea difícil encontrarnos.
-Mi casa es grande- Dijo Jack- La de ahora no, pero mi antigua casa sí. Pero no cabréis todos, deberéis repartiros y la otra mitad deberá buscarse otro lugar donde quedarse.
-Yo conozco un lugar…-Fue Alex el que habló y al mirarlo supe exactamente el lugar al que se refería.