Capítulo 3
Los Ángeles, septiembre 2013.
Kelley POV
-¿Quieres que te dejemos un momento sola?- Fue Selena la que habló.
Nos encontrábamos de pie en la orilla del mar mirando hacia el horizonte, más bien era yo la única que miraba al horizonte como si estuviera buscando algo oculto o estuviera esperando a alguien que nunca volvería. Aparté la mirada del mar para mirar a mi amiga, la cual tenía una expresión de tristeza y comprensión en el rostro…Me gustaba estar con Selena, ella mejor que nadie podía entender el dolor por el que había pasado en los últimos dos meses, no me miraba con lástima o pena, sino con comprensión y tristeza compartida. A su lado se encontraba Alex, que tenía la vista fija en el suelo, mientras que Clary y Adrian estaban a mi izquierda.
-No- Negué con la cabeza.
Los dos meses anteriores cada vez que me habían hecho esa pregunta había dicho que sí, que quería estar sola un momento, pero había decidido que a partir de ahora no sería así. No podía encerrarme en mí misma como había hecho Selena, eso era lo que ella misma me había dicho. Recordaba las semanas en las que Selena tuvo como única meta matar a Demetria, solamente pensando en Alex y apartando al resto del mundo de ella. Aunque ella al menos tenía a alguien a quien culpar, yo no…
Selena me frotó el brazo de manera acogedora y me sonrió.
-Creo que es hora de que volvamos, Kelley…
Miré una vez más al horizonte antes de asentir con la cabeza. El día 14 de los últimos tres meses habíamos venido los cinco al mar a observarlo…No había ninguna tumba que visitar, pero sabía mejor que nadie que Kyle adoraba el mar, así que era una manera de sentirme cerca de él.
Selena POV
Miré a Kelley que se encontraba mirando el mar por última vez ese mes, como ya era costumbre en ella. Recordaba el día que llegó a California, fue justo un día después del cumpleaños de Alex. Llegó tan cambiada, se había cortado el pelo en capas y se lo había aclarado, de manera que ahora era de un color castaño claro casi rubio, y se había lo había alisado haciendo que todas sus ondas desaparecieran. Pero no era sólo el cambio exterior lo que le había notado, también había cambiado por dentro…Venía destrozada. Recordaba que nada más vernos a Alex y a mí rompió a llorar mientras nos abrazaba gritando el nombre de Kyle. Kyle…
Bajé la vista ante el recuerdo de Alex, Kelley y mío sentados en el salón del apartamento de éste. Clary y Adrian habían salido, por lo que sólo nos encontrábamos los tres. Podía ver claramente el rostro y la expresión de dolor de Kelley mientras nos contaba a Alex y a mí que Kyle había muerto. Al principio ni Alex ni yo podíamos creérnoslo… ¿Cómo iba a ser posible? Nos contó que tan sólo un día después de llegar a Australia se dirigieron a casa del padre de Kyle, habían parado en una gasolinera para rellenar el depósito y Kelley se había bajado para comprar algo de picar y beber. Fue justo entonces, cuando Kelley estaba pagando, que se oyó un fuerte golpe fuera. Tanto la dependienta como ella salieron corriendo para encontrarse con el coche de Kyle destrozado debido al impacto de un camión contra éste.
Sabía que Kelley no se culpaba por lo ocurrido, habría sido una tonta si lo hiciera, pero también sabía que el dolor que sentía Kelley al haber presenciado una escena así no podría borrárselo ni aunque pasaran mil años.
-Vamos…-La voz de Alex me sacó de mis pensamientos.
Clary y Adrian habían comenzado a andar y ésta primera iba agarrada del brazo de Kelley, como si le estuviera prestando apoyo. Miré a Alex y no pude evitar que una punzada de dolor me sacudiera el pecho. Antes de ser consciente de lo que estaba haciendo ya estaba rodeando su cintura con mis brazos y apoyando mi cabeza en su pecho.
-¿Sel?- Alex sonó sorprendido- ¿Te ocurre algo?
-No…Es sólo que…-Suspiré- Al ver a Kelley así he recordado lo que sentí cuando tú…Cuando…
Alex sabía a lo que me refería, así que me abrazó con fuerza.
-Sch, sch, sch…-Dijo mientras apoyaba su barbilla en mi cabeza- Estoy aquí y estamos juntos. No voy a irme a ninguna parte.
-Lo sé, pero el mero hecho de recordarlo…-Respiré con fuerza, no podía permitirme pensar en ello. Era algo que había estado ocultando en el fondo de mi memoria durante los últimos cinco meses.
-No lo recuerdes- Alex me dio un beso en la cabeza- Por favor, no lo hagas…-Y al decir eso pude notar que había dolor en su voz.
Jack POV
Volvía a casa después del primer día de instituto tras las vacaciones. Como era de esperar, los jóvenes venían más revolucionados que nunca de las vacaciones y había tardado más de la mitad de la clase en lograr que se callaran. Dejé mi maletín encima de la mesa y me dirigí a mi estudio, a pesar de que el mundo había vuelto a cambiar aún seguía intentando realizar algún que otro truco, sin éxito, claro está, pero eso no hacía que me diera por vencido. Saqué el libro en el que aún conservaba todos los hechizos que había aprendido en toda mi larga vida y empecé a hojear las hojas de éste de nuevo. Hechizo para olvidar, hechizo para cambiar de tamaño…Llegué a uno muy simple que había intentado realizar todos los días anteriores sin éxito alguno: Crear fuego.
Cogí un montón de folios y los coloqué encima de la mesa de cristal que se encontraba en el centro de la estancia y murmuré las palabras en latín del hechizo. No esperaba que sucediera nada, al igual que había ocurrido todos los días de los cinco meses anteriores, por eso, al ver una llama de fuego extenderse por todas las hojas de papel me quedé helado. ¿Cómo era posible? Observé el fuego consumir los folios hasta que no fueron más que cenizas y sólo entonces, cuando salí de mi estado de shock, pronuncié las palabras que se suponían que servían para extinguir un fuego. Fuego algo involuntario pero funcionó, tan pronto como la llama había surgido, se extinguió.
Me quedé quieto durante lo que me parecieron horas. Lo que acababa de suceder tenía que haber sido un sueño, ya no podía realizar magia, lo sabía muy bien. A pesar de que quería ilusionarme haciéndome creer que algún día lograría realizar aunque fuera un pequeño hechizo, yo sabía que era imposible. Toda magia, poder y ser sobrenatural había desaparecido de la faz de la tierra… Pero el montón de cenizas en la mesa me indicaban que lo que había sucedido no era producto de mi imaginación. Noté un nudo en la garganta, lo que estaba pensando no podía ser verdad, ¡no podía!
Miré las ventanas de la sala que estaban abiertas de par en par. Si lo que estaba pensando era cierto… Alcé ambas manos y con una fuerte sacudida las dirigí hacia delante a la vez que las ventanas se cerraban con tal fuerza que los cristales estallaron haciéndose trizas. Me cubrí a mi mismo el rostro para evitar que los trozos de cristal me cortaran. Estuve así durante un momento, asimilando lo que estaba pasando…Había recuperado mi poder. Y si había recuperado mi poder sólo podía significar una cosa…
Selena POV
Me encontraba en la cocina del piso de Alex y Adrian haciendo algo de té. Podía oír el murmullo de las voces de Alex, Kelley, Adrian, Clary y Layla en el salón. Mi hermana había llegado poco después que nosotros llegáramos de la playa. Aunque ella y Kelley no mantenían una relación estrecha sí eran amigas y Layla había estado ahí apoyándola cuando se enteró de lo sucedido con Kyle. Eché el té en las cinco tazas y las coloqué en una bandeja antes de dirigirme al salón donde se encontraban todos.
-Aquí están- Dije mientras colocaba la bandeja en la mesa.
-Gracias…-Dijo Kelley mientras cogía su taza.
El resto hizo lo mismo con sus respectivas tazas.
-¿Y la tuya, Sel?- Me preguntó Clary.
-Oh…-No me había contado a mí cuando eché el té.
-Sel, si sigues así cualquier día perderás la cabeza- Me dijo Alex en tono burlón.
Yo le saqué la lengua y me dirigí de nuevo hacia la cocina, un fallo lo podía tener cualquiera. Cogí otra taza y eché té en ella. Justo cuando me dirigía al salón sucedió algo inesperado…De pronto noté un fuerte pinchazo en la cabeza seguido de un sonido ensordecedor que ya había oído antes y que conocía muy bien y el cual, también, esperaba que no volvería a oír jamás. Dejé caer la taza al suelo sin ni siquiera oír el estruendo de ésta al romperse en pedazos, ya que el sonido que pitaba en mis oídos era mucho superior. Pero esta vez no hizo falta que me llevara las manos a los oídos, el ruido pronto fue reemplazado por una voz desconocida.
-Selena Gray- Habló la voz dentro de mi cabeza- Se requiere de su ayuda para esta misión.
El hilo de la conexión se rompió tan pronto como había llegado, dejándome jadeando y apoyada contra la pared debido al impacto.
-¡Selena! ¡Selena!- La voz de Alex llegó a mis oídos mientras su silueta y la de los demás se acercaban corriendo hacia mí- ¡¿Estás bien?!- Alex me sujetó con sus brazos retirándome de la pared.
Yo estaba aún en shock, ¿cómo era posible que hubiera vuelto a oír una voz dentro de mí? ¿Cómo era posible si ya no existía nada que pudiera hacer que eso fuera posible?
-Selena, ¿qué ha pasado?- Esta vez fue Layla la que habló.
-No es posible…-Fue lo único que fui capaz de decir en un hilo de voz.
-¿El qué no es posible, Sel?- Había desesperación en la voz de Alex.
-No…-No sabía cómo explicarlo- Yo…
En ese momento se oyó el timbre de la puerta. Todos dirigimos nuestra mirada en dirección a la puerta. El timbre volvió a sonar por segunda vez, seguida de una tercera sin dar tiempo a que hubiera un segundo de silencio entre ambos toques. Sea quien fuere no era alguien que estuviera allí simplemente por una visita de cortesía. El timbre estaba sonando ya por quinta vez cuando Adrian abrió la puerta y, al ver la figura que se hallaba de pie en el umbral de ésta nos quedamos todos sin habla. Hacía meses que no lo veíamos, no desde que todo acabó…
-Selena- La voz de Jack sonó tan familiar que parecía que nunca hubiéramos roto el contacto.
-Ja…Jack…-Tartamudeé debido a la impresión.
-¿Jack?- Fue Alex el que habló. Sonaba tan sorprendido como el resto de nosotros.
Jack pareció no percatarse de la presencia de los demás, seguía mirándome fijamente y había algo en su mirada que me indicaba que lo que acababa de sucederme tenía mucho que ver con su visita. Jack me miró solamente un fracción de segundo más antes de hablar.
-Ha empezado...
Los Ángeles, septiembre 2013.
Kelley POV
-¿Quieres que te dejemos un momento sola?- Fue Selena la que habló.
Nos encontrábamos de pie en la orilla del mar mirando hacia el horizonte, más bien era yo la única que miraba al horizonte como si estuviera buscando algo oculto o estuviera esperando a alguien que nunca volvería. Aparté la mirada del mar para mirar a mi amiga, la cual tenía una expresión de tristeza y comprensión en el rostro…Me gustaba estar con Selena, ella mejor que nadie podía entender el dolor por el que había pasado en los últimos dos meses, no me miraba con lástima o pena, sino con comprensión y tristeza compartida. A su lado se encontraba Alex, que tenía la vista fija en el suelo, mientras que Clary y Adrian estaban a mi izquierda.
-No- Negué con la cabeza.
Los dos meses anteriores cada vez que me habían hecho esa pregunta había dicho que sí, que quería estar sola un momento, pero había decidido que a partir de ahora no sería así. No podía encerrarme en mí misma como había hecho Selena, eso era lo que ella misma me había dicho. Recordaba las semanas en las que Selena tuvo como única meta matar a Demetria, solamente pensando en Alex y apartando al resto del mundo de ella. Aunque ella al menos tenía a alguien a quien culpar, yo no…
Selena me frotó el brazo de manera acogedora y me sonrió.
-Creo que es hora de que volvamos, Kelley…
Miré una vez más al horizonte antes de asentir con la cabeza. El día 14 de los últimos tres meses habíamos venido los cinco al mar a observarlo…No había ninguna tumba que visitar, pero sabía mejor que nadie que Kyle adoraba el mar, así que era una manera de sentirme cerca de él.
Selena POV
Miré a Kelley que se encontraba mirando el mar por última vez ese mes, como ya era costumbre en ella. Recordaba el día que llegó a California, fue justo un día después del cumpleaños de Alex. Llegó tan cambiada, se había cortado el pelo en capas y se lo había aclarado, de manera que ahora era de un color castaño claro casi rubio, y se había lo había alisado haciendo que todas sus ondas desaparecieran. Pero no era sólo el cambio exterior lo que le había notado, también había cambiado por dentro…Venía destrozada. Recordaba que nada más vernos a Alex y a mí rompió a llorar mientras nos abrazaba gritando el nombre de Kyle. Kyle…
Bajé la vista ante el recuerdo de Alex, Kelley y mío sentados en el salón del apartamento de éste. Clary y Adrian habían salido, por lo que sólo nos encontrábamos los tres. Podía ver claramente el rostro y la expresión de dolor de Kelley mientras nos contaba a Alex y a mí que Kyle había muerto. Al principio ni Alex ni yo podíamos creérnoslo… ¿Cómo iba a ser posible? Nos contó que tan sólo un día después de llegar a Australia se dirigieron a casa del padre de Kyle, habían parado en una gasolinera para rellenar el depósito y Kelley se había bajado para comprar algo de picar y beber. Fue justo entonces, cuando Kelley estaba pagando, que se oyó un fuerte golpe fuera. Tanto la dependienta como ella salieron corriendo para encontrarse con el coche de Kyle destrozado debido al impacto de un camión contra éste.
Sabía que Kelley no se culpaba por lo ocurrido, habría sido una tonta si lo hiciera, pero también sabía que el dolor que sentía Kelley al haber presenciado una escena así no podría borrárselo ni aunque pasaran mil años.
-Vamos…-La voz de Alex me sacó de mis pensamientos.
Clary y Adrian habían comenzado a andar y ésta primera iba agarrada del brazo de Kelley, como si le estuviera prestando apoyo. Miré a Alex y no pude evitar que una punzada de dolor me sacudiera el pecho. Antes de ser consciente de lo que estaba haciendo ya estaba rodeando su cintura con mis brazos y apoyando mi cabeza en su pecho.
-¿Sel?- Alex sonó sorprendido- ¿Te ocurre algo?
-No…Es sólo que…-Suspiré- Al ver a Kelley así he recordado lo que sentí cuando tú…Cuando…
Alex sabía a lo que me refería, así que me abrazó con fuerza.
-Sch, sch, sch…-Dijo mientras apoyaba su barbilla en mi cabeza- Estoy aquí y estamos juntos. No voy a irme a ninguna parte.
-Lo sé, pero el mero hecho de recordarlo…-Respiré con fuerza, no podía permitirme pensar en ello. Era algo que había estado ocultando en el fondo de mi memoria durante los últimos cinco meses.
-No lo recuerdes- Alex me dio un beso en la cabeza- Por favor, no lo hagas…-Y al decir eso pude notar que había dolor en su voz.
Jack POV
Volvía a casa después del primer día de instituto tras las vacaciones. Como era de esperar, los jóvenes venían más revolucionados que nunca de las vacaciones y había tardado más de la mitad de la clase en lograr que se callaran. Dejé mi maletín encima de la mesa y me dirigí a mi estudio, a pesar de que el mundo había vuelto a cambiar aún seguía intentando realizar algún que otro truco, sin éxito, claro está, pero eso no hacía que me diera por vencido. Saqué el libro en el que aún conservaba todos los hechizos que había aprendido en toda mi larga vida y empecé a hojear las hojas de éste de nuevo. Hechizo para olvidar, hechizo para cambiar de tamaño…Llegué a uno muy simple que había intentado realizar todos los días anteriores sin éxito alguno: Crear fuego.
Cogí un montón de folios y los coloqué encima de la mesa de cristal que se encontraba en el centro de la estancia y murmuré las palabras en latín del hechizo. No esperaba que sucediera nada, al igual que había ocurrido todos los días de los cinco meses anteriores, por eso, al ver una llama de fuego extenderse por todas las hojas de papel me quedé helado. ¿Cómo era posible? Observé el fuego consumir los folios hasta que no fueron más que cenizas y sólo entonces, cuando salí de mi estado de shock, pronuncié las palabras que se suponían que servían para extinguir un fuego. Fuego algo involuntario pero funcionó, tan pronto como la llama había surgido, se extinguió.
Me quedé quieto durante lo que me parecieron horas. Lo que acababa de suceder tenía que haber sido un sueño, ya no podía realizar magia, lo sabía muy bien. A pesar de que quería ilusionarme haciéndome creer que algún día lograría realizar aunque fuera un pequeño hechizo, yo sabía que era imposible. Toda magia, poder y ser sobrenatural había desaparecido de la faz de la tierra… Pero el montón de cenizas en la mesa me indicaban que lo que había sucedido no era producto de mi imaginación. Noté un nudo en la garganta, lo que estaba pensando no podía ser verdad, ¡no podía!
Miré las ventanas de la sala que estaban abiertas de par en par. Si lo que estaba pensando era cierto… Alcé ambas manos y con una fuerte sacudida las dirigí hacia delante a la vez que las ventanas se cerraban con tal fuerza que los cristales estallaron haciéndose trizas. Me cubrí a mi mismo el rostro para evitar que los trozos de cristal me cortaran. Estuve así durante un momento, asimilando lo que estaba pasando…Había recuperado mi poder. Y si había recuperado mi poder sólo podía significar una cosa…
Selena POV
Me encontraba en la cocina del piso de Alex y Adrian haciendo algo de té. Podía oír el murmullo de las voces de Alex, Kelley, Adrian, Clary y Layla en el salón. Mi hermana había llegado poco después que nosotros llegáramos de la playa. Aunque ella y Kelley no mantenían una relación estrecha sí eran amigas y Layla había estado ahí apoyándola cuando se enteró de lo sucedido con Kyle. Eché el té en las cinco tazas y las coloqué en una bandeja antes de dirigirme al salón donde se encontraban todos.
-Aquí están- Dije mientras colocaba la bandeja en la mesa.
-Gracias…-Dijo Kelley mientras cogía su taza.
El resto hizo lo mismo con sus respectivas tazas.
-¿Y la tuya, Sel?- Me preguntó Clary.
-Oh…-No me había contado a mí cuando eché el té.
-Sel, si sigues así cualquier día perderás la cabeza- Me dijo Alex en tono burlón.
Yo le saqué la lengua y me dirigí de nuevo hacia la cocina, un fallo lo podía tener cualquiera. Cogí otra taza y eché té en ella. Justo cuando me dirigía al salón sucedió algo inesperado…De pronto noté un fuerte pinchazo en la cabeza seguido de un sonido ensordecedor que ya había oído antes y que conocía muy bien y el cual, también, esperaba que no volvería a oír jamás. Dejé caer la taza al suelo sin ni siquiera oír el estruendo de ésta al romperse en pedazos, ya que el sonido que pitaba en mis oídos era mucho superior. Pero esta vez no hizo falta que me llevara las manos a los oídos, el ruido pronto fue reemplazado por una voz desconocida.
-Selena Gray- Habló la voz dentro de mi cabeza- Se requiere de su ayuda para esta misión.
El hilo de la conexión se rompió tan pronto como había llegado, dejándome jadeando y apoyada contra la pared debido al impacto.
-¡Selena! ¡Selena!- La voz de Alex llegó a mis oídos mientras su silueta y la de los demás se acercaban corriendo hacia mí- ¡¿Estás bien?!- Alex me sujetó con sus brazos retirándome de la pared.
Yo estaba aún en shock, ¿cómo era posible que hubiera vuelto a oír una voz dentro de mí? ¿Cómo era posible si ya no existía nada que pudiera hacer que eso fuera posible?
-Selena, ¿qué ha pasado?- Esta vez fue Layla la que habló.
-No es posible…-Fue lo único que fui capaz de decir en un hilo de voz.
-¿El qué no es posible, Sel?- Había desesperación en la voz de Alex.
-No…-No sabía cómo explicarlo- Yo…
En ese momento se oyó el timbre de la puerta. Todos dirigimos nuestra mirada en dirección a la puerta. El timbre volvió a sonar por segunda vez, seguida de una tercera sin dar tiempo a que hubiera un segundo de silencio entre ambos toques. Sea quien fuere no era alguien que estuviera allí simplemente por una visita de cortesía. El timbre estaba sonando ya por quinta vez cuando Adrian abrió la puerta y, al ver la figura que se hallaba de pie en el umbral de ésta nos quedamos todos sin habla. Hacía meses que no lo veíamos, no desde que todo acabó…
-Selena- La voz de Jack sonó tan familiar que parecía que nunca hubiéramos roto el contacto.
-Ja…Jack…-Tartamudeé debido a la impresión.
-¿Jack?- Fue Alex el que habló. Sonaba tan sorprendido como el resto de nosotros.
Jack pareció no percatarse de la presencia de los demás, seguía mirándome fijamente y había algo en su mirada que me indicaba que lo que acababa de sucederme tenía mucho que ver con su visita. Jack me miró solamente un fracción de segundo más antes de hablar.
-Ha empezado...