Capítulo 11
Selena POV
-¿Qué quieres decir con que se coló?- Sean estaba tan confundido que no sabía si debía escuchar a James, a Jaden o a la multitud.
-Rompió una de las reglas más estrictas que tenemos- Continuó hablando James- Prohibida la entrada de cualquier humano o ser que no sea del cielo, ¡estaba fisgando!
Eso pudo conmigo. Antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo ya me estaba abriendo paso a empujones entre la multitud, dirigiéndome hacia las escaleras. Tenía la mente nublada y no pensaba con claridad. ¿Acababa de decir que Alex era un fisgón que pretendía colarse en el refugio? Noté un cosquilleo en los omoplatos, un cosquilleo que hacía casi medio año que no sentía. Vi a Sean mirarme muy sorprendido y oí los murmullos y exclamaciones de sorpresa a mis espaldas, y conocía la razón: las alas se habían desplegado. April y Abiel me habían informado de que sólo Abiel, mi padre, mi hermana y yo éramos poseedores de alas y sin duda, el mero hecho de verlas desplegadas, había dejado a todos atónitos. Miré a James cuando llegué al escalón en el que él se encontraba, no se mostraba sorprendido, sino más bien satisfecho con su trabajo.
-Selena…-La voz de mi padre sonaba cautelosa, como si me pidiera que me controlara, pero yo sabía que era inútil.
-Ella sabía que ese humano se había infiltrado- Siguió hablando.
-Cierra la boca- Mi voz sonó baja y amenazante.
-Selena…-Volvió a llamarme mi padre en voz baja- Cálmate.
-¡Ese cazador los está usando a los dos!- James alzó más la voz- ¡Lo único que quiere es introducirse en el refugio y ver cuáles son nuestros puntos débiles!
-No sigas por ese camino- Apreté con fuerza los puños a ambos lados de los costados.
-Selena…-Mi padre seguía intentando calmarme.
-¡¿Quién nos asegura que no ha sido él el que les ha dicho nuestro paradero a esos demonios?!
Eso fue la gota que colmó el vaso.
-¡HE DICHO QUE CIERRES LA PUÑETERA BOCA!- Agité con tanta fuerza las alas que una ráfaga de aire se alzó con tanta fuerza que mi padre y Sean tuvieron que cubrirse ante los cientos de pequeños trozos de basura que se habían levantado del suelo. Por otro lado, James, el blanco de toda mi ira, salió disparado unos cuantos metros hacia atrás golpeándose la espalda contra la barandilla de las escaleras.
-¡Selena!- Gritó mi padre.
James empezó a reírse, ¿qué hacía?
-Eso es Selena- Dijo antes de dirigirse al resto de la gente- ¡He aquí la verdadera cara de nuestro dulce y buen angelito! ¡He aquí la chica buena!
Así que todo lo estaba haciendo por eso. ¿De verdad estaba tan seguro de que yo le traería dolor a mi familia? ¿De que yo sería la mala? Noté cómo las alas se empezaban a replegar sin apenas darme cuenta.
-¿Así que todo es por eso?- Mi voz sonó cansada y extrañamente calmada.
-¡YA BASTA!- Layla se abrió paso entre el gentío y se unió a nosotros. Venía con paso firme y el entrecejo fruncido, por un momento creí que estaría enfadada conmigo, pero no fue así- ¡¿Qué coño te pasa?!- Layla agarró a James por el cuello de la camisa- ¡¿Por qué narices has hecho esto?! ¡Sabes de sobra que Alex jamás haría nada para ponernos en peligro!- Lo soltó de golpe haciendo que James se tambaleara.
-Layla, para- La instó mi padre.
Sean nos miraba a James, a Layla y a mí como si estuviera presenciando una escena ajena a él, como si no se creyera lo que estaba viendo.
-¿Qué significa todo esto? ¿Alguno me lo puede explicar?- Preguntó recuperando su tono autoritario.
Layla, James y yo nos miramos entre nosotros, aunque la mirada que le dediqué a James fue muy diferente a la que le dediqué a mi hermana.
-¿Es cierto que uno de esos cazadores se coló en el refugio?
-Sí…-Contesté en un hilo de voz- ¡Pero no es como él dice!
-¿Alex estuvo aquí, Selena?- Fue mi padre el que habló.
-Sí- Volví a afirmar- Pero sólo porque quería despedirse de mí- Sabía que era una mala excusa, pero era la verdad- No sabía cuánto tiempo pasaría antes de que volviera a verme, así que se arriesgó y entró- Luego miré a James- No por ninguna otra razón.
-¿En serio te vas a creer eso, Sean?- Preguntó James. Quise estampar mi puño en su cara.
-¿Hay alguien que pueda corroborar tu historia, Selena?
-Oh…
-¡Yo estaba allí!
Todos nos giramos y vimos que la persona que había hablado había sido April, que aún al lado de Abiel, había alzado la mano para hacerse notar.
-¡Yo estaba con Selena cuando Alex entró!
April me dedicó una miraba comprensiva y yo le devolví esa comprensión con una sonrisa de agradecimiento.
-¿Tú estabas allí, April?- Sean sonaba realmente sorprendido.
-¡¿Y no diste la voz de alarma?!- James parecía desesperado.
-¡¿Por qué iba a darla?!- April se enfrentó a James- ¡Él sólo quería despedirse de ella! ¡No estaban haciendo nada malo!
Se hizo un momento de silencio en el que nadie dijo nada. Pude apreciar cómo Abiel le apretaba la mano en un gesto confortante a su novia y eso me produjo una punzada de nostalgia al recordar a Alex, él hacía exactamente lo mismo conmigo cuando estaba en una situación de tensión y enfrentamiento.
-De acuerdo- Habló finalmente Sean- Omitiremos esta historia.
-¿Qué?- James parecía realmente sorprendido- ¡Sean no puedes hacer eso!
-¡Claro que puedo hacerlo! ¡Yo soy el que está al mano aquí! ¡¿O es que lo has olvidado?!
El tono autoritario y desafiante de Sean nos sorprendió a todos.
-¿Y entonces qué?- La voz de James se había calmado pero seguía siendo desafiante.
-Ponte en contacto con ellos- Sean se dirigió a mi padre- Diles que vengan mañana al refugio.
-¿Cómo?- James estaba atónito ante las palabras de Sean.
-Hablaremos con ellos- Tras decir esto, se dio media vuelta y se marchó escaleras arriba.
Layla POV
-¡¿A qué coño venía eso?!
Le había dicho a James que me siguiera hasta uno de los pasillos, quería hablar con él en privado.
-Quería que todos supieran qué clase de persona es tu hermana.
-¿Qué clase de persona es mi…?- Me llevé las manos a la cabeza- ¡Dios! ¡¿Es qué estás mal de la cabeza?! ¡¿Qué quieres decir con eso?!
-Ella siempre ha hecho ver que tú eres la mala, la que intentó destrozarla, ¿no lo ves?
-Estás mal de la cabeza- Sin duda le faltaba un tornillo- ¡Estás demente!
-Tú vales más que ella, Layla, ¿no te das cuenta?
-De lo que me doy cuenta es de que fui una gilipollas al dejar que te acercaras a mí- Me di media vuelta dispuesta a irme, pero James me agarró con fuerza del brazo.
-Layla, por favor- Se quedó un momento en silencio- No me trates así…
-¿Qué?- Estaba atónita. Me giré para mirarlo- ¿Qué dices?
-Desde el primer momento que te vi supe que había algo diferente en ti, algo que te hacía ser muy especial- Se encogió de hombros- Lamento si he malinterpretado a tu hermana, es sólo que…Que creía que eso era lo que tú querías.
-¿Qué eso era lo que yo quería? ¿El qué?
-Que desenmascarara a Selena.
Lo miré intentando ver algún ápice de burla en su voz, pero estaba hablando en serio. ¿De verdad creía que yo pensaba eso de Selena? ¿Qué quería hacerme quedar como la mala?
-¿Sabes?- James sonrió tristemente- Cuando os vi llegar a las dos y oí cómo todo el mundo admiraba el sacrificio que había hecho Selena por salvar a los que quería, mientras que a ti te ponían de mala y bastarda…Me dolió.
Había algo en su voz que me produjo un nudo en el estómago.
-Yo había hablado contigo y sabía que eras una buena chica, creía que…Que a ti también te dolía que te hicieran quedar así de mal, así que intenté que todo el mundo viera que Selena no era tan buena como parecía…- Hizo una pausa- Lo siento.
No sabía qué decirle. Ya no estaba segura de que estuviera enfadada, era cierto que me cabreaba el escándalo que había montado pero sus argumentos…Todo había sido por mí.
-Iré a disculparme con Selena también- Siguió hablando- Y cuando mañana lleguen Alex y el resto también me disculparé con él- Me miró a los ojos y colocó su mano en mi mejilla, noté una pequeña descarga eléctrica allí donde su mano tocó mi rostro- Pero por favor…-Había un claro dolor en su voz- No me odies.
Y antes de que pudiera contestar, sus labios estaban sobre los míos y no de manera dulce o suave, sino como si su vida dependiera de ello. Para mi sorpresa no lo aparté, sino que enredé mis manos en su pelo y lo atraje más hacia mí. James dirigió sus manos hacia mi trasero y yo ahogué un pequeño grito de sorpresa, pero no me aparté. Jamás había besado así a nadie y aunque una parte de mi cerebro me decía que debía alejarme y que eso no era buena idea, mi cuerpo era incapaz de apartarse de James. Éste abrió una puerta a su espalda y yo la miré sorprendida.
-Mi habitación- Dijo sonriendo antes de empujarme hacia adentro y cerrar la puerta tras de sí.
Selena POV
Tras ese enfrentamiento me dirigí al servicio que había en mi planta, necesitaba despejar la mente y pensar en todo lo que había pasado. Odiaba a James con todas mis fuerzas, eso era la única cosa que tenía clara, aún sentía la adrenalina y la ira recorrerme por las venas con fuerza. Quería buscar a ese tipejo y machacarlo como si fuera una cucaracha, quería… Golpeé con fuerza el cristal del espejo que había ante mí y éste se rompió en pedazos. Un hilo de sangre comenzó a recorrerme la muñeca y me miré la mano, tenía la carne de los nudillos cortada y la sangre que manaba era de allí, pero me dio igual. Ese dolor compensaba el odio y el enfado que sentía hacia James.
Me enjuagué la mano en el lavabo y me sequé con una toalla que pronto estuvo teñida de rojo. Hice una mueca, esperaba que no me hicieran muchas preguntas debido al desastre que había formado. Me dispuse a bajar al primer piso en busca de una escoba y un recogedor para limpiar aquel estropicio, cuando una mano me agarró por detrás y me colocó un trapo húmedo en la nariz mientras que con la otra mano me tapaba la boca, impidiendo que gritara.
-Un placer conocerte, Selena…- La voz se fue apagando lentamente hasta que me vi sumergida en la oscuridad.
Selena POV
-¿Qué quieres decir con que se coló?- Sean estaba tan confundido que no sabía si debía escuchar a James, a Jaden o a la multitud.
-Rompió una de las reglas más estrictas que tenemos- Continuó hablando James- Prohibida la entrada de cualquier humano o ser que no sea del cielo, ¡estaba fisgando!
Eso pudo conmigo. Antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo ya me estaba abriendo paso a empujones entre la multitud, dirigiéndome hacia las escaleras. Tenía la mente nublada y no pensaba con claridad. ¿Acababa de decir que Alex era un fisgón que pretendía colarse en el refugio? Noté un cosquilleo en los omoplatos, un cosquilleo que hacía casi medio año que no sentía. Vi a Sean mirarme muy sorprendido y oí los murmullos y exclamaciones de sorpresa a mis espaldas, y conocía la razón: las alas se habían desplegado. April y Abiel me habían informado de que sólo Abiel, mi padre, mi hermana y yo éramos poseedores de alas y sin duda, el mero hecho de verlas desplegadas, había dejado a todos atónitos. Miré a James cuando llegué al escalón en el que él se encontraba, no se mostraba sorprendido, sino más bien satisfecho con su trabajo.
-Selena…-La voz de mi padre sonaba cautelosa, como si me pidiera que me controlara, pero yo sabía que era inútil.
-Ella sabía que ese humano se había infiltrado- Siguió hablando.
-Cierra la boca- Mi voz sonó baja y amenazante.
-Selena…-Volvió a llamarme mi padre en voz baja- Cálmate.
-¡Ese cazador los está usando a los dos!- James alzó más la voz- ¡Lo único que quiere es introducirse en el refugio y ver cuáles son nuestros puntos débiles!
-No sigas por ese camino- Apreté con fuerza los puños a ambos lados de los costados.
-Selena…-Mi padre seguía intentando calmarme.
-¡¿Quién nos asegura que no ha sido él el que les ha dicho nuestro paradero a esos demonios?!
Eso fue la gota que colmó el vaso.
-¡HE DICHO QUE CIERRES LA PUÑETERA BOCA!- Agité con tanta fuerza las alas que una ráfaga de aire se alzó con tanta fuerza que mi padre y Sean tuvieron que cubrirse ante los cientos de pequeños trozos de basura que se habían levantado del suelo. Por otro lado, James, el blanco de toda mi ira, salió disparado unos cuantos metros hacia atrás golpeándose la espalda contra la barandilla de las escaleras.
-¡Selena!- Gritó mi padre.
James empezó a reírse, ¿qué hacía?
-Eso es Selena- Dijo antes de dirigirse al resto de la gente- ¡He aquí la verdadera cara de nuestro dulce y buen angelito! ¡He aquí la chica buena!
Así que todo lo estaba haciendo por eso. ¿De verdad estaba tan seguro de que yo le traería dolor a mi familia? ¿De que yo sería la mala? Noté cómo las alas se empezaban a replegar sin apenas darme cuenta.
-¿Así que todo es por eso?- Mi voz sonó cansada y extrañamente calmada.
-¡YA BASTA!- Layla se abrió paso entre el gentío y se unió a nosotros. Venía con paso firme y el entrecejo fruncido, por un momento creí que estaría enfadada conmigo, pero no fue así- ¡¿Qué coño te pasa?!- Layla agarró a James por el cuello de la camisa- ¡¿Por qué narices has hecho esto?! ¡Sabes de sobra que Alex jamás haría nada para ponernos en peligro!- Lo soltó de golpe haciendo que James se tambaleara.
-Layla, para- La instó mi padre.
Sean nos miraba a James, a Layla y a mí como si estuviera presenciando una escena ajena a él, como si no se creyera lo que estaba viendo.
-¿Qué significa todo esto? ¿Alguno me lo puede explicar?- Preguntó recuperando su tono autoritario.
Layla, James y yo nos miramos entre nosotros, aunque la mirada que le dediqué a James fue muy diferente a la que le dediqué a mi hermana.
-¿Es cierto que uno de esos cazadores se coló en el refugio?
-Sí…-Contesté en un hilo de voz- ¡Pero no es como él dice!
-¿Alex estuvo aquí, Selena?- Fue mi padre el que habló.
-Sí- Volví a afirmar- Pero sólo porque quería despedirse de mí- Sabía que era una mala excusa, pero era la verdad- No sabía cuánto tiempo pasaría antes de que volviera a verme, así que se arriesgó y entró- Luego miré a James- No por ninguna otra razón.
-¿En serio te vas a creer eso, Sean?- Preguntó James. Quise estampar mi puño en su cara.
-¿Hay alguien que pueda corroborar tu historia, Selena?
-Oh…
-¡Yo estaba allí!
Todos nos giramos y vimos que la persona que había hablado había sido April, que aún al lado de Abiel, había alzado la mano para hacerse notar.
-¡Yo estaba con Selena cuando Alex entró!
April me dedicó una miraba comprensiva y yo le devolví esa comprensión con una sonrisa de agradecimiento.
-¿Tú estabas allí, April?- Sean sonaba realmente sorprendido.
-¡¿Y no diste la voz de alarma?!- James parecía desesperado.
-¡¿Por qué iba a darla?!- April se enfrentó a James- ¡Él sólo quería despedirse de ella! ¡No estaban haciendo nada malo!
Se hizo un momento de silencio en el que nadie dijo nada. Pude apreciar cómo Abiel le apretaba la mano en un gesto confortante a su novia y eso me produjo una punzada de nostalgia al recordar a Alex, él hacía exactamente lo mismo conmigo cuando estaba en una situación de tensión y enfrentamiento.
-De acuerdo- Habló finalmente Sean- Omitiremos esta historia.
-¿Qué?- James parecía realmente sorprendido- ¡Sean no puedes hacer eso!
-¡Claro que puedo hacerlo! ¡Yo soy el que está al mano aquí! ¡¿O es que lo has olvidado?!
El tono autoritario y desafiante de Sean nos sorprendió a todos.
-¿Y entonces qué?- La voz de James se había calmado pero seguía siendo desafiante.
-Ponte en contacto con ellos- Sean se dirigió a mi padre- Diles que vengan mañana al refugio.
-¿Cómo?- James estaba atónito ante las palabras de Sean.
-Hablaremos con ellos- Tras decir esto, se dio media vuelta y se marchó escaleras arriba.
Layla POV
-¡¿A qué coño venía eso?!
Le había dicho a James que me siguiera hasta uno de los pasillos, quería hablar con él en privado.
-Quería que todos supieran qué clase de persona es tu hermana.
-¿Qué clase de persona es mi…?- Me llevé las manos a la cabeza- ¡Dios! ¡¿Es qué estás mal de la cabeza?! ¡¿Qué quieres decir con eso?!
-Ella siempre ha hecho ver que tú eres la mala, la que intentó destrozarla, ¿no lo ves?
-Estás mal de la cabeza- Sin duda le faltaba un tornillo- ¡Estás demente!
-Tú vales más que ella, Layla, ¿no te das cuenta?
-De lo que me doy cuenta es de que fui una gilipollas al dejar que te acercaras a mí- Me di media vuelta dispuesta a irme, pero James me agarró con fuerza del brazo.
-Layla, por favor- Se quedó un momento en silencio- No me trates así…
-¿Qué?- Estaba atónita. Me giré para mirarlo- ¿Qué dices?
-Desde el primer momento que te vi supe que había algo diferente en ti, algo que te hacía ser muy especial- Se encogió de hombros- Lamento si he malinterpretado a tu hermana, es sólo que…Que creía que eso era lo que tú querías.
-¿Qué eso era lo que yo quería? ¿El qué?
-Que desenmascarara a Selena.
Lo miré intentando ver algún ápice de burla en su voz, pero estaba hablando en serio. ¿De verdad creía que yo pensaba eso de Selena? ¿Qué quería hacerme quedar como la mala?
-¿Sabes?- James sonrió tristemente- Cuando os vi llegar a las dos y oí cómo todo el mundo admiraba el sacrificio que había hecho Selena por salvar a los que quería, mientras que a ti te ponían de mala y bastarda…Me dolió.
Había algo en su voz que me produjo un nudo en el estómago.
-Yo había hablado contigo y sabía que eras una buena chica, creía que…Que a ti también te dolía que te hicieran quedar así de mal, así que intenté que todo el mundo viera que Selena no era tan buena como parecía…- Hizo una pausa- Lo siento.
No sabía qué decirle. Ya no estaba segura de que estuviera enfadada, era cierto que me cabreaba el escándalo que había montado pero sus argumentos…Todo había sido por mí.
-Iré a disculparme con Selena también- Siguió hablando- Y cuando mañana lleguen Alex y el resto también me disculparé con él- Me miró a los ojos y colocó su mano en mi mejilla, noté una pequeña descarga eléctrica allí donde su mano tocó mi rostro- Pero por favor…-Había un claro dolor en su voz- No me odies.
Y antes de que pudiera contestar, sus labios estaban sobre los míos y no de manera dulce o suave, sino como si su vida dependiera de ello. Para mi sorpresa no lo aparté, sino que enredé mis manos en su pelo y lo atraje más hacia mí. James dirigió sus manos hacia mi trasero y yo ahogué un pequeño grito de sorpresa, pero no me aparté. Jamás había besado así a nadie y aunque una parte de mi cerebro me decía que debía alejarme y que eso no era buena idea, mi cuerpo era incapaz de apartarse de James. Éste abrió una puerta a su espalda y yo la miré sorprendida.
-Mi habitación- Dijo sonriendo antes de empujarme hacia adentro y cerrar la puerta tras de sí.
Selena POV
Tras ese enfrentamiento me dirigí al servicio que había en mi planta, necesitaba despejar la mente y pensar en todo lo que había pasado. Odiaba a James con todas mis fuerzas, eso era la única cosa que tenía clara, aún sentía la adrenalina y la ira recorrerme por las venas con fuerza. Quería buscar a ese tipejo y machacarlo como si fuera una cucaracha, quería… Golpeé con fuerza el cristal del espejo que había ante mí y éste se rompió en pedazos. Un hilo de sangre comenzó a recorrerme la muñeca y me miré la mano, tenía la carne de los nudillos cortada y la sangre que manaba era de allí, pero me dio igual. Ese dolor compensaba el odio y el enfado que sentía hacia James.
Me enjuagué la mano en el lavabo y me sequé con una toalla que pronto estuvo teñida de rojo. Hice una mueca, esperaba que no me hicieran muchas preguntas debido al desastre que había formado. Me dispuse a bajar al primer piso en busca de una escoba y un recogedor para limpiar aquel estropicio, cuando una mano me agarró por detrás y me colocó un trapo húmedo en la nariz mientras que con la otra mano me tapaba la boca, impidiendo que gritara.
-Un placer conocerte, Selena…- La voz se fue apagando lentamente hasta que me vi sumergida en la oscuridad.