Capítulo 1
Los Ángeles, junio 2013.
Alex POV
-¿Qué te parece este?
-Hm…-Clary arrugó la nariz mientras observaba el anillo que sostenía en la mano con los ojos entrecerrados- Muy cursi.
Resoplé resignado y dejé el anillo en su lugar. Al día siguiente sería el primer aniversario de pareja de Selena y mío, y también mi cumpleaños, pero yo estaba allí por el primer motivo. Quería comprarle algo especial y Clary había insistido en acompañarme para elegir el regalo, me había dicho que un anillo sería algo muy romántico y que a Selena le encantaría pero hasta ese momento llevábamos recorridas más de cinco joyerías y no habíamos encontrado ninguno que nos convenciera.
-¿Qué tal este?- Clary sostuvo en su mano un anillo de plata con un corazón grabado en el centro.
-No sé…-Dije no muy convencido- No termina de convencerme.
Clary soltó el anillo cansada.
-Alex, llevamos tres horas buscando un dichoso anillo.
-No me eches la culpa a mí, a ti tampoco terminan de convencerte.
-Pero a mí hay algunos que me gustan, ¡a ti ninguno!
Miré a otro lado haciendo un mohín, era algo que se me había pegado de Selena. Hacía ya tres meses que todo había “cambiado”, tres meses en los que habíamos compartido una vida normal con todas aquellas personas que queríamos, sin problemas, sin preocupaciones…
-¿Qué vas a hacer?
Miré a Clary y vi que había puesto los brazos en jarra, una expresión muy de Selena.
-Es que tiene que ser algo…-Dejé de hablar de golpe y me acerqué a otra vitrina con anillos- Ese- Señalé uno de los anillos que había allí colocado.
Clary se colocó a mi lado y siguió la dirección de mi dedo. Miré su expresión que pasó de la concentración por averiguar qué anillo era a una amplia sonrisa que le llegaba de oreja a oreja.
-Parece que tienes buen gusto después de todo- Fue todo lo que dijo.
Selena POV
-¡No sé qué comprarle!- Exclamé mientras me dejaba caer en uno de los sillones que había en la tienda de ropa.
-Cálmate- Me tranquilizó Adrian- Encontrarás algo que te guste.
-No es sólo nuestro aniversario… ¡Sino también su cumpleaños! ¿Qué clase de regalo puede cubrir ambos eventos?- Me tapé la cara con las manos desesperada.
Adrian se sentó en el sillón que había a mi lado y respiró hondo.
-Aconséjame algo, ¿no?- Dije sin retirar la cara de entre las manos.
-¿Yo?
Alcé la cabeza y lo miré con los ojos muy abiertos.
-¿Entonces por qué estás aquí, si no?
Adrian sonrió y desvió la mirada.
-Si yo fuera Alex…-Empezó a hablar y dejó la frase en suspense.
-¿Sí?- Insistí nerviosa.
-Me gustaría…
-¿El qué?- Estaba al borde de una ataque de nervios.
Adrian volvió a mirarme mientras sonreía.
-Cualquier cosa que me regalara mi novia.
Puse cara de fastidio y lo golpeé en el hombro.
-¿Y esto por qué?- Se quejó.
-No eres para nada de ayuda, ¿lo sabías?- Me eché hacia atrás abatida.
-¿Qué tal algo hecho por ti?- Propuso al cabo de un momento de silencio.
-¿Cómo dices?
-Ya sabes, algo único- Se encogió de hombros- Algo que no pueda encontrar en ninguna tienda.
Pensé en lo que había dicho. No era mala idea, de hecho era muy buena idea. Lo miré sonriente y lo abracé.
-¡Muchas gracias, Adrian!
Noté el cuerpo de Adrian vibrar cuando se rió.
-¿Ahora no me pegas?
Me separé e hice una mueca infantil mientras le hacía burla.
-¿Dónde vas, Sel?- Me preguntó mi madre al ver que cogía el bolso que estaba en el sofá, justo donde lo había dejado el día anterior.
-Voy a salir…-Fue todo lo que dije mientras revisaba que todo estuviera metido dentro del bolso.
-Eso ya lo he supuesto, la pregunta es ¿dónde vas?
La miré. Mi madre me estaba mirando con esa mirada inquisitiva suya que Clary y Alex se empeñaban en decir que había heredado de ella. Era curioso el mirarla como si nada, como si nunca hubiera sabido que habían muerto, como si siempre hubiera estado ahí. El pelo castaño del mismo color que el mío recogido en un pequeño roete que había improvisado con unas pinzas y los ojos azules, a diferencia de los míos, mirándome fijamente mientras fruncía la boca en una extraña mueca.
-He quedado con Alex- Aún me resultaba raro hablarles a mis padres de Alex.
A pesar de que ellos y mi hermana habían recordado también nuestra vida anterior, era extraño hablarles de Alex como mi
novio.
-¿Dónde vais?- Me preguntó.
No pude evitar sonreír, sin duda estaba preocupada.
-Tranquila- Dije colgándome el bolso al hombro- No me va a violar ni nada por el estilo.
Mi madre me miró con la boca desencajada, sin duda había acertado con lo que estaba pensando.
-Mamá, deja ya a Selena- Fue mi hermana la que habló.
Acababa de entrar en casa y se estaba quitando los auriculares, me pareció oír “Sweet dreams” de Eurythmics sonando a todo volumen por los cascos, pero no estuve segura.
-Hoy hace un año que empezó a salir con Alex- Layla me rodeó los hombros con su brazo y sonrió. No pude evitar sonrojarme.
-Además es su cumpleaños- Añadí.
-Por cierto, ¿dónde está papá?- Inquirió mi hermana mientras me soltaba.
-Ha salido con Logan.
Logan era el padre de Alex y a pesar de que ambos sabíamos que eran amigos (y el recordar quiénes habíamos sido los había unido aún más) resultaba extraño que salieran por ahí como dos adolescentes.
-Bueno, pues yo me marcho- Dije mientras me dirigía a la puerta.
-¡No vuelvas tarde!
Mientras cerraba la puerta tras de mí oí a Layla quejarse a mi madre sobre que me tenía demasiado controlada cuando se trataba de Alex. Sabía que tanto mi padre como mi madre se fiaban de él, pero supongo que dejar a tu hija menor salir por ahí con su novio es algo que a cualquier padre normal le costaría asimilar.
Llegué en cuestión de minutos al apartamento que compartían Alex y Adrian. Tras recordar toda nuestra vida anterior Alex y Adrian habían decidido compartir un apartamento para que el alquiler les saliera más barato. Cuando llegué a la puerta llamé al timbre, al cabo de unos segundos una cabeza con elpelo castaño oscuro recogido en una coleta se asomó por la puerta.
-¡Hola, hola!- Me saludó Clary mientras me daba un efusivo abrazo- Llegas justo a tiempo.
-¿Qué haces tú aquí?
Clary frunció el ceño.
-¿Es que no puedo venir a felicitar a mi cuñado?
Rodé los ojos. Alex no había querido hacer ninguna fiesta ese año, ya que las únicas personas cercanas que tenía allí aparte de sus padres, éramos Adrian, Clary y yo. Kelley y Kyle estaban pasando una semana en Australia y el resto de conocidos que tenía Alex no eran amigos, propiamente dicho.
-Pasa- Clary se apartó de la puerta y yo entré.
Entré y vi a Alex y a Adrian jugando con la X-BOX que habían comprado hacía apenas dos semanas. Miré la pantalla de la televisión, era un juego de fútbol.
-Ese juego debe ser mucho más interesante que yo, ¿no?
Alex dio un respingo y giró la cara para mirarme sorprendido. Estaba tan ensimismado en el juego que no me había oído llegar.
-¡Sel!- Alex dejó el mando en el suelo y se levantó corriendo para venir a abrazarme.
-Ya, claro, ahora…-Me hice la picada- Ahora vete a abrazar a tu querido juego.
-Para mí siempre serás más importante que cualquier cosa y lo sabes- Me susurró contra el pelo.
Sonreí. Claro que lo sabía, pero justamente para que me dijera cosas así me hacía la enfadada.
-De acuerdo- Fue Adrian el que habló haciendo que Alex y yo nos separáramos- Creo que es hora de que Clary y yo nos vayamos.
-Tenemos entradas para ver “Romeo y Julieta”- Clary nos mostró a Alex y a mí dos entradas de teatro.
-Volveremos tarde- Adrian habló más para Alex que para mí y pillé la doble intención de sus palabras- Seguramente muuuuy tarde.
No pude evitar reírme, Adrian era tan obvio.
-Que os lo paséis bien- Clary me guiñó un ojo disimuladamente mientras Adrian se acercaba a ella y se marchaban cogidos de la mano.
-Bueno…-Alex me agarró por la cintura y me pegó a él mientras sonreía ampliamente con esa sonrisa perfecta- ¿Por dónde íbamos?
Los Ángeles, junio 2013.
Alex POV
-¿Qué te parece este?
-Hm…-Clary arrugó la nariz mientras observaba el anillo que sostenía en la mano con los ojos entrecerrados- Muy cursi.
Resoplé resignado y dejé el anillo en su lugar. Al día siguiente sería el primer aniversario de pareja de Selena y mío, y también mi cumpleaños, pero yo estaba allí por el primer motivo. Quería comprarle algo especial y Clary había insistido en acompañarme para elegir el regalo, me había dicho que un anillo sería algo muy romántico y que a Selena le encantaría pero hasta ese momento llevábamos recorridas más de cinco joyerías y no habíamos encontrado ninguno que nos convenciera.
-¿Qué tal este?- Clary sostuvo en su mano un anillo de plata con un corazón grabado en el centro.
-No sé…-Dije no muy convencido- No termina de convencerme.
Clary soltó el anillo cansada.
-Alex, llevamos tres horas buscando un dichoso anillo.
-No me eches la culpa a mí, a ti tampoco terminan de convencerte.
-Pero a mí hay algunos que me gustan, ¡a ti ninguno!
Miré a otro lado haciendo un mohín, era algo que se me había pegado de Selena. Hacía ya tres meses que todo había “cambiado”, tres meses en los que habíamos compartido una vida normal con todas aquellas personas que queríamos, sin problemas, sin preocupaciones…
-¿Qué vas a hacer?
Miré a Clary y vi que había puesto los brazos en jarra, una expresión muy de Selena.
-Es que tiene que ser algo…-Dejé de hablar de golpe y me acerqué a otra vitrina con anillos- Ese- Señalé uno de los anillos que había allí colocado.
Clary se colocó a mi lado y siguió la dirección de mi dedo. Miré su expresión que pasó de la concentración por averiguar qué anillo era a una amplia sonrisa que le llegaba de oreja a oreja.
-Parece que tienes buen gusto después de todo- Fue todo lo que dijo.
Selena POV
-¡No sé qué comprarle!- Exclamé mientras me dejaba caer en uno de los sillones que había en la tienda de ropa.
-Cálmate- Me tranquilizó Adrian- Encontrarás algo que te guste.
-No es sólo nuestro aniversario… ¡Sino también su cumpleaños! ¿Qué clase de regalo puede cubrir ambos eventos?- Me tapé la cara con las manos desesperada.
Adrian se sentó en el sillón que había a mi lado y respiró hondo.
-Aconséjame algo, ¿no?- Dije sin retirar la cara de entre las manos.
-¿Yo?
Alcé la cabeza y lo miré con los ojos muy abiertos.
-¿Entonces por qué estás aquí, si no?
Adrian sonrió y desvió la mirada.
-Si yo fuera Alex…-Empezó a hablar y dejó la frase en suspense.
-¿Sí?- Insistí nerviosa.
-Me gustaría…
-¿El qué?- Estaba al borde de una ataque de nervios.
Adrian volvió a mirarme mientras sonreía.
-Cualquier cosa que me regalara mi novia.
Puse cara de fastidio y lo golpeé en el hombro.
-¿Y esto por qué?- Se quejó.
-No eres para nada de ayuda, ¿lo sabías?- Me eché hacia atrás abatida.
-¿Qué tal algo hecho por ti?- Propuso al cabo de un momento de silencio.
-¿Cómo dices?
-Ya sabes, algo único- Se encogió de hombros- Algo que no pueda encontrar en ninguna tienda.
Pensé en lo que había dicho. No era mala idea, de hecho era muy buena idea. Lo miré sonriente y lo abracé.
-¡Muchas gracias, Adrian!
Noté el cuerpo de Adrian vibrar cuando se rió.
-¿Ahora no me pegas?
Me separé e hice una mueca infantil mientras le hacía burla.
-¿Dónde vas, Sel?- Me preguntó mi madre al ver que cogía el bolso que estaba en el sofá, justo donde lo había dejado el día anterior.
-Voy a salir…-Fue todo lo que dije mientras revisaba que todo estuviera metido dentro del bolso.
-Eso ya lo he supuesto, la pregunta es ¿dónde vas?
La miré. Mi madre me estaba mirando con esa mirada inquisitiva suya que Clary y Alex se empeñaban en decir que había heredado de ella. Era curioso el mirarla como si nada, como si nunca hubiera sabido que habían muerto, como si siempre hubiera estado ahí. El pelo castaño del mismo color que el mío recogido en un pequeño roete que había improvisado con unas pinzas y los ojos azules, a diferencia de los míos, mirándome fijamente mientras fruncía la boca en una extraña mueca.
-He quedado con Alex- Aún me resultaba raro hablarles a mis padres de Alex.
A pesar de que ellos y mi hermana habían recordado también nuestra vida anterior, era extraño hablarles de Alex como mi
novio.
-¿Dónde vais?- Me preguntó.
No pude evitar sonreír, sin duda estaba preocupada.
-Tranquila- Dije colgándome el bolso al hombro- No me va a violar ni nada por el estilo.
Mi madre me miró con la boca desencajada, sin duda había acertado con lo que estaba pensando.
-Mamá, deja ya a Selena- Fue mi hermana la que habló.
Acababa de entrar en casa y se estaba quitando los auriculares, me pareció oír “Sweet dreams” de Eurythmics sonando a todo volumen por los cascos, pero no estuve segura.
-Hoy hace un año que empezó a salir con Alex- Layla me rodeó los hombros con su brazo y sonrió. No pude evitar sonrojarme.
-Además es su cumpleaños- Añadí.
-Por cierto, ¿dónde está papá?- Inquirió mi hermana mientras me soltaba.
-Ha salido con Logan.
Logan era el padre de Alex y a pesar de que ambos sabíamos que eran amigos (y el recordar quiénes habíamos sido los había unido aún más) resultaba extraño que salieran por ahí como dos adolescentes.
-Bueno, pues yo me marcho- Dije mientras me dirigía a la puerta.
-¡No vuelvas tarde!
Mientras cerraba la puerta tras de mí oí a Layla quejarse a mi madre sobre que me tenía demasiado controlada cuando se trataba de Alex. Sabía que tanto mi padre como mi madre se fiaban de él, pero supongo que dejar a tu hija menor salir por ahí con su novio es algo que a cualquier padre normal le costaría asimilar.
Llegué en cuestión de minutos al apartamento que compartían Alex y Adrian. Tras recordar toda nuestra vida anterior Alex y Adrian habían decidido compartir un apartamento para que el alquiler les saliera más barato. Cuando llegué a la puerta llamé al timbre, al cabo de unos segundos una cabeza con elpelo castaño oscuro recogido en una coleta se asomó por la puerta.
-¡Hola, hola!- Me saludó Clary mientras me daba un efusivo abrazo- Llegas justo a tiempo.
-¿Qué haces tú aquí?
Clary frunció el ceño.
-¿Es que no puedo venir a felicitar a mi cuñado?
Rodé los ojos. Alex no había querido hacer ninguna fiesta ese año, ya que las únicas personas cercanas que tenía allí aparte de sus padres, éramos Adrian, Clary y yo. Kelley y Kyle estaban pasando una semana en Australia y el resto de conocidos que tenía Alex no eran amigos, propiamente dicho.
-Pasa- Clary se apartó de la puerta y yo entré.
Entré y vi a Alex y a Adrian jugando con la X-BOX que habían comprado hacía apenas dos semanas. Miré la pantalla de la televisión, era un juego de fútbol.
-Ese juego debe ser mucho más interesante que yo, ¿no?
Alex dio un respingo y giró la cara para mirarme sorprendido. Estaba tan ensimismado en el juego que no me había oído llegar.
-¡Sel!- Alex dejó el mando en el suelo y se levantó corriendo para venir a abrazarme.
-Ya, claro, ahora…-Me hice la picada- Ahora vete a abrazar a tu querido juego.
-Para mí siempre serás más importante que cualquier cosa y lo sabes- Me susurró contra el pelo.
Sonreí. Claro que lo sabía, pero justamente para que me dijera cosas así me hacía la enfadada.
-De acuerdo- Fue Adrian el que habló haciendo que Alex y yo nos separáramos- Creo que es hora de que Clary y yo nos vayamos.
-Tenemos entradas para ver “Romeo y Julieta”- Clary nos mostró a Alex y a mí dos entradas de teatro.
-Volveremos tarde- Adrian habló más para Alex que para mí y pillé la doble intención de sus palabras- Seguramente muuuuy tarde.
No pude evitar reírme, Adrian era tan obvio.
-Que os lo paséis bien- Clary me guiñó un ojo disimuladamente mientras Adrian se acercaba a ella y se marchaban cogidos de la mano.
-Bueno…-Alex me agarró por la cintura y me pegó a él mientras sonreía ampliamente con esa sonrisa perfecta- ¿Por dónde íbamos?